Planificación de Regadíos

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PLAN NACIONAL DE REGADÍOS H-2008

1 Justificación de un Plan Nacional de Regadíos

1.1 Antecedentes históricos de la política de regadíos en España

Históricamente el regadío ha estado unido al desarrollo de la agricultura en las grandes civilizaciones mediterráneas. En España el regadío fue introducido y ampliamente desarrollado hace siglos, para aprovechar las condiciones naturales de luz y calor de la cuenca mediterránea y existen numerosas referencias históricas al fomento de los regadíos.

Pero la intervención del Estado en materia de transformación en regadío tiene su origen contemporáneo a finales del siglo XIX, de la mano del regeneracionismo. Es justamente esta corriente de pensamiento la que elevó la política hidráulica a la categoría de política central y elemento fundamental para la superación del atraso económico español. Una política hidráulica que debía entenderse en un sentido amplio como un proceso de transformación acelerado de la agricultura extensiva y tradicional a la agricultura intensiva y moderna mediante la transformación en regadío.

El plan general de canales que propugnó Joaquín Costa fue la base ideológica del primer Plan Nacional de Obras Hidráulicas redactado por Gasset en 1902. Dicho Plan asignó al Estado la construcción y financiación de las obras hidráulicas, significándose así como punta de lanza del intervencionismo estatal en política de regadíos que culminaría en la Ley de 1911 todavía vigente.

Durante las primeras décadas del siglo XX, y especialmente bajo la dictadura de Primo de Rivera, la política hidráulica tuvo un desarrollo importante de la mano del Conde de Guadalhorce, al que además hay que reconocerle la paternidad de las Confederaciones Hidrográficas, modelo de organización, planificación y participación en la gestión del agua que tiene como elemento más original la definición de la cuenca hidrográfica como unidad básica de actuación.

Las ideas de Costa encontraron en Lorenzo Pardo el profesional del agua que en la Cuenca del Ebro, como responsable  de  la  Confederación  Hidrográfica, plasmó  en  proyectos técnicos y ejecuciones de obras, los principios ideológicos del  regeneracionismo. Pero, lo que consolida a Pardo como precursor de la moderna planificación hidrológica en España es la redacción del Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933. Hasta ese momento, todos los planes de obras hidráulicas habían sido meros catálogos de proyectos más o menos coherentes, mientras que en Plan de 1933 ya se puede encontrar una visión integradora de la planificación hidrológica.

En 1939 se creó el Instituto Nacional de Colonización y se aprobó la Ley de Colonización de Grandes Zonas. En esta época, la política de regadíos se conecta  a la política de colonización, cuyo objetivo fundamental es el asentamiento de colonos en las tierras expropiadas en las Grandes Zonas Regables ejecutadas por el Estado. La Ley de 1939 pretendió que la ordenación y ejecución de las obras de colonización se llevaran a cabo en colaboración entre el INC y la iniciativa privada. La aplicación de esta ley apenas tuvo éxito, puesto que esa colaboración no tuvo lugar, de modo en los años 40 la transformación pública de regadío fue casi inexistente, apenas 20.000 hectáreas justamente en un momento en el que la falta de alimentos era un grave problema y la necesidad de incrementar la productividad agraria era imperiosa (Etapa de autarquía). Mucho más éxito tuvo, en cambio, la Ley de reservas que permitió una notable expansión del regadío en base a transformaciones privadas. Casi 100.000 hectáreas se transformaron mediante esta ley en unos pocos años de la década de los 40.

La Ley de colonización de 1939, dio paso a la Ley de Grandes Zonas Regables de 1949, todavía vigente, que supuso la intervención total del Estado en materia de grandes regadíos. Según la nueva ley, era el Estado quien decidía las grandes zonas a transformar, quien promovía la transformación y quien ejecutaba y financiaba todas las obras e inversiones necesarias. La aplicación de la nueva ley junto con una asignación presupuestaria importante para la transformación pública de regadíos dio sus frutos en los años 50 y más todavía en los años 60, cuando la política de regadíos se convirtió en la política clave para la modernización de la agricultura y para el aumento y diversificación de la producción de alimentos, en una etapa de fuerte crecimiento económico y cambio de la dieta alimenticia. El presupuesto destinado a la política de regadíos alcanzó sus máximas cotas en esa década, en el marco de los Planes de Desarrollo. Así, en los años 50 se transformaron por iniciativa pública 192.000 hectáreas y en los años 60 cerca de 350.000 hectáreas.

En los años 70 el ritmo de transformaciones en regadío continuo siendo elevado, para iniciar un lento declive en los años 80 que se agudizaría en los años 90, en gran medida por restricciones presupuestarias. A mediados de los años 80 la transformación  en  regadío  pasa  a  ser competencia de las Administraciones Autonómicas, aunque la Administración General del Estado mantiene las competencias en las Zonas Regables de Interés Nacional. A pesar de la participación financiera de las dos Administraciones el presupuesto total destinado a regadíos disminuyó sensiblemente a partir de esas fechas, lo que provocó una fuerte caída del ritmo de la transformación en regadíos.

El apoyo de la Administración a la transformación privada ha sido otra constante de la política de regadíos española, que ha afectado principalmente a aquellos regadíos cuya transformación era fácil y económica, la mayoría de ellos regadíos mediante pozos. Esta política ya se inició en los años 40 con la política de reservas (precios remuneradores) y continuó en décadas posteriores con otro tipo de incentivos (subvenciones, créditos blandos, beneficios fiscales, asistencia técnica y otros). Puede decirse que una parte significativa de los regadíos privados se han beneficiado de este tipo de ayudas para acometer la transformación.

En resumen, el balance de la transformación pública de regadíos a lo largo del siglo XX es el siguiente: 316.000 hectáreas transformadas mediante la Ley de 1911, 992.000 hectáreas mediante la Ley de 1949 (posteriormente refundida en la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario de 1973) y 95.000 hectáreas mediante iniciativa de las CCAA. A estas cifras habría que sumar las 695.000 hectáreas transformadas en regadío por la iniciativa privada mediante ayudas públicas, lo que representa un porcentaje elevado del total de casi 1.300.000 hectáreas transformadas por la iniciativa privada. Pocos países pueden presentar un balance de resultados como éste, lo que refleja la importancia que  la política económica y la política agraria española han concedido históricamente a la política de regadíos.

1.2 La importancia del regadío en España

El regadío ha tenido un papel clave en la economía agraria española, especialmente a partir de 1940. En los años del racionamiento de alimentos (etapa de autarquía), el regadío transformado por la iniciativa privada mediante la política de reservas permitió mejorar el abastecimiento de alimentos básicos como el azúcar, patata y cereales. En los años 50 cuando la agricultura española inicia el despegue económico, el regadío  se  convierte  en  la  vanguardia  del  proceso  de modernización agraria. Es justamente en el regadío donde la utilización de los modernos medios de producción entra con más fuerza, donde la sustitución de trabajo por capital se hace de forma más intensa y donde la productividad agraria aumenta de modo más rápido.

 Pero quizás la etapa en la que el regadío jugó un papel más decisivo fue la del desarrollo económico de los años 60. El rápido crecimiento económico y el fuerte aumento de la renta per cápita provocó el cambio de la dieta alimenticia española, disminuyendo el consumo de algunos alimentos (cereales y leguminosas) y aumentando el de otros (azúcar, carnes, leche, aceites vegetales, frutas y hortalizas). Los desajustes productivos de la agricultura de esos años (se producía lo que ya no se consumía y se consumía lo que no se producía) provocaron tensiones inflacionistas y un creciente desequilibrio de la balanza comercial agraria. Las importantes transformaciones públicas en regadío de los años 60 supusieron una oportunidad para superar esta situación, ya que gracias a la diversificación de producciones que permite el regadío fue posible atender las nuevas demandas de alimentos de una población más urbana y con mayor poder adquisitivo que la de los años 40 y 50.

En los años posteriores, el regadío siguió jugando un papel clave en la fase madura del proceso de modernización agraria. Gracias al incremento de la productividad agraria generado por el regadío, se ha logrado que una población activa agraria cada vez menor alimente a una población urbana cada vez mayor y más exigente en cuanto a la variedad, cantidad y calidad de los alimentos que demanda. Como consecuencia de la activa política de regadíos, la Producción Final Agraria actualmente aportada por las producciones del regadío español supone más del 50% de la Producción Final Agrícola, cuando la superficie de regadío solo ocupa el 13% de la superficie agrícola útil.

Al mismo tiempo el regadío ha contribuido a que la balanza comercial haya pasado de ser deficitaria en los años 60, 70 y parte de los 80 a ser excedentaria en los años 90. El regadío ha sido determinante para que las supuestas ventajas que algunas producciones agrarias presentaban en un escenario de incorporación a la CEE, se hayan convertido en una realidad. Así, una vez superadas las trabas a la exportación establecidas para el período transitorio, el gran despegue de la balanza comercial agraria de la segunda mitad de la década de los años 90 se debe principalmente a la fuerte expansión de las exportaciones de las producciones del regadío y de modo especial a las frutas y hortalizas. Por ello, el regadío es en cierto modo responsable, junto con otros factores, de que la balanza comercial agraria haya pasado de una tasa de cobertura del 82% en 1985 a una del 110% en 1999, y que el porcentaje de las exportaciones sobre la Producción Final Agraria haya pasado de representar el 30% al 56% en el mismo período.

Pero la importancia del regadío en la economía agraria española no solo es relevante desde un punto de vista macroeconómico, como se acaba de ver, sino también desde una óptica microeconómica. En efecto, la transformación en regadío, pública o privada, ha supuesto para muchos agricultores la supervivencia económica. Dados los problemas estructurales de la agricultura española, caracterizados por la pequeña dimensión de las explotaciones, muchos agricultores han podido aumentar su producción y renta agraria gracias al regadío. A veces, la transformación en regadío de toda o una parte de la explotación ha sido la única salida para permanecer en la agricultura. Esto es más cierto en las pequeñas transformaciones privadas, muchas veces realizadas con ayudas públicas que han permitido regar una parte de la explotación mediante pozos o tomas directas en cauces superficiales.

Para comprender la aportación del regadío a nivel de explotaciones agrarias baste decir que, por término medio, una hectárea de regadío produce seis veces más que una hectárea de secano y genera una renta cuatro veces superior. En las zonas de regadíos intensivas del litoral mediterráneo y atlántico sur estas diferencias son muy superiores, lo que explica la fuerte expansión del regadío privado durante los últimos 25 años. En cambio, en los regadíos de la España interior, el peso de las transformaciones públicas realizadas a partir de los años 40 es mucho mayor. Pero, el regadío no solo permite una renta más alta sino también más segura. Y ello por una doble vía: por un lado, por la mayor diversificación de producciones que permite el regadío, evitando así el riesgo del monocultivo de secano, y por otro lado, reduce el riesgo climático de los secano áridos y semiáridos, en los que la variabilidad de las precipitaciones anuales y estacionales provoca severas pérdidas económicas.

Si se analiza ahora la aportación el regadío desde  la  perspectiva  del  desarrollo  rural, también  las  cifras  son elocuentes. Uno de los objetivos principales de la política de desarrollo rural es la creación de empleo y la fijación de la población del medio rural, y   el regadío contribuye decisivamente al logro de ese objetivo. La primera aportación del regadío es su mayor generación de empleo directo, pues en promedio una hectárea de regadío requiere 0.141 UTA, mientras que una hectárea de secano solo necesita 0.037 UTA. Por tanto, el potencial de fuerza de trabajo promedio del regadío más que triplica el correspondiente al secano. Estas diferencias son mucho mayores en la agricultura del litoral mediterráneo y atlántico sur, donde una hectárea de regadío genera hasta 50 veces más empleo que una hectárea de secano.

Pero el empleo directo generado por el regadío no constituye la única ni muchas veces, la principal aportación del regadío al desarrollo rural. En efecto, una parte sustancial de la industria agroalimentaria de primera transformación se localiza cerca de los centros de producción de la materia prima agraria, al objeto de reducir costes de transporte y mermas, así como garantizar el abastecimiento de las plantas de transformación. Es el caso de la industria azucarera, forrajes deshidratados, frutas y hortalizas, patatas, algodón, tabaco y otras producciones. Pero muchas de estas producciones se obtienen en los regadíos continentales y mediterráneos de nuestro país, de modo que el regadío genera un nivel elevado de empleo en las industrias agroalimentarias que se abastecen de las producciones obtenidas en los regadíos circundantes.

Por ello, es frecuente que las zonas con fuerte presencia de regadío tengan un alto nivel de empleo en el sector agrario y en la industria agroalimentaria, que se sitúa entre el 20% y el 40% de la población ocupada total. Esto es especialmente claro en zonas con regadíos intensivos (valle del Ebro, Murcia, Comunidad Valenciana y litoral de Andalucía), pero también puede apreciarse en otras zonas interiores de Andalucía y en las grandes concentraciones de regadío de Comunidades Autónomas como Castilla y León y Extremadura.

En muchas zonas rurales, no solo litorales sino también del interior, la existencia del regadío ha permitido articular en torno a él un importante complejo agroalimentario, que ha jugado un papel clave en la generación de renta y empleo en el medio rural. El tejido económico y social sustentado por este complejo ha mantenido vivas estas zonas rurales, lo que se manifiesta en una densidad de población mayor, una población menos envejecida, una menor tasa de desempleo y una mayor tasa de actividad. La comparación de la estructura demográfica y ocupacional de zonas rurales del interior con y sin regadío, arroja resultados reveladores acerca de la importancia del regadío como elemento motor del desarrollo rural. No es de extrañar que en este tipo de zonas siga existiendo una fuerte demanda social para mejorar los regadíos existentes o incluso para aumentar la superficie de regadío, pues la experiencia demuestra que el regadío es uno de los elementos clave para el mantenimiento de la población del medio rural.

Otro elemento a tener en cuenta para valorar la importancia del regadío es su papel en la ordenación del territorio rural. La irregularidad de las precipitaciones, propia de un clima mediterráneo, el escaso caudal de los ríos, consecuencia de unas cuencas reducidas superficialmente, y el predominio de un modelo territorial basado en la economía agraria, organizada espacialmente en multitud de núcleos rurales escasamente comunicados, supuso que en la mayor parte de España, la disponibilidad de agua para riego haya significado históricamente la diferencia esencial entre las zonas rurales más ricas y las más atrasadas, y la aspiración fundamental de todas las regiones como palanca para mejorar su posición relativa y su calidad de vida.

La implantación o presencia de regadíos genera una actividad que ocupa un espacio en el territorio, y por tanto, se ve condicionada por las características del mismo, mientras que, a su vez, transforma dicho espacio. En este sentido el regadío cumple una función social como factor de equilibrio territorial. En efecto, el regadío puede frenar el éxodo rural de zonas con riesgo de abandono o al menos de pérdida de población e incluso, como se ha comprobado en algunas zonas transformadas, ha actuado como un elemento de recuperación demográfica. Así, el regadío contribuye a mantener un cierto equilibrio territorial fijando población al territorio, lo que en zonas rurales en declive es un objetivo básico para evitar el abandono y la consiguiente degradación del espacio, paisaje, recursos naturales y medio ambiente.

De este modo puede considerarse que el regadío multifuncional, caracterizado por fijar población, ordenar el territorio y mantener el espacio rural, constituye una pieza básica del nuevo modelo de agricultura europea consagrado en la Agenda 2000. Este regadío multifuncional, es el que en el presente Plan Nacional de Regadíos se define como regadío social, y que merece el apoyo público por los importantes servicios que presta al conjunto de la sociedad.

Por último, no se puede dejar de mencionar la importancia del regadío como usuario del agua en España. En efecto, el sector del regadío es el principal usuario del agua en nuestro país. Por ello, cualquier plan de actuación o medida para mejorar la gestión del agua en España pasa necesariamente por mejorar la gestión y el uso del agua en el regadío. Cuando se habla de las posibles medidas para mejorar la eficiencia del uso del agua en España, todas las miradas se dirigen al regadío. Así debe ser, pues aunque el regadío aporte solo el 2% del PIB y emplee al 4% de la población ocupada, consume el 80% de los recursos hídricos disponibles, unos recursos cada vez más escasos y degradados cuya gestión sostenible es fundamental para la conservación del medio ambiente. Esto le confiere al regadío una posición central en las políticas de agua y medio ambiente. No será posible aumentar la eficiencia del uso del agua, recuperar acuíferos en situación de sobreexplotación, preservar humedales valiosos o mejorar la calidad del agua, sin mejorar el uso agrario del agua.

1.3 El nuevo marco institucional del agua y el regadío

Tras la entrada en vigor de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas, la política del agua en España ha seguido un largo recorrido hasta concluir en las fechas actuales con la aprobación del Proyecto de Ley Plan Hidrológico Nacional en el Congreso de los Diputados. La aprobación de la Ley 29/1985 marcó un hito histórico, no sólo porque derogó una Ley que fue  aprobada  en  1879,    sino  porque  consagró  la  pertenencia  al  dominio  público  de  todas  las  aguas  y otorgó  a  la planificación hidrológica una función primordial en el ordenamiento y la administración de los recursos hídricos y las cuencas hidrográficas. El proceso de planificación culminó su primera etapa con la aprobación de los Planes Hidrológicos de cuenca mediante el Decreto Ley 1664/1998 de 24 de julio.

Aunque de menor rango legal que el Plan Hidrológico Nacional, los planes de cuenca integran elementos de importancia radical para el futuro de los regadíos en España. Entre ellos destacan la definición y los objetivos de garantía de las dotaciones de agua de las zonas regables, la ordenación de los usos en situaciones de escasez, los proyectos dirigidos a aumentar la oferta de agua y, por tanto, el máximo crecimiento potencial de la superficie regable de la cuenca y, finalmente, los objetivos de ahorro de agua alcanzables mediante proyectos de modernización y rehabilitación de las zonas regables. La aprobación de la Ley del Plan Hidrológico Nacional cierra el proceso abierto el 1 enero de 1986, con la entrada en vigor la Ley 29/1985, al tiempo que marca para los próximos veinte años el crecimiento de la superficie regable de las cuencas que, en conformidad con la Ley, podrán hacerlo. De este modo, aunque con horizontes temporales diferentes la planificación de regadíos queda subordinada a las obras y proyectos incluidos en la Ley del Plan Hidrológico Nacional, y vinculadas a lo dispuesto en dicho Plan.

La modificación de la Ley 29/1985 de Aguas mediante la aprobación de la Ley 13/1999 de 13 de diciembre, al elevar las exigencias en el ordenamiento y preservación del dominio público hidráulico, plantea nuevos retos para los usos agrarios de las aguas. La obligatoriedad de instalar aparatos de medición de consumos, la posibilidad de incrementar o minorar los cánones y tarifas en función de los caudales consumidos por los regantes o los contratos de cesión de concesiones constituyen elementos esenciales para racionalizar los usos agrícolas, pero son difícilmente aplicables sin actuaciones modernizadoras de los regadíos obsoletos, deteriorados o estructuralmente desfavorecidos.

El acelerado ritmo de modificaciones legales culmina con la aprobación a finales del año 2000 de la Directiva Marco sobre Política de Aguas 2000, tras la cual se abre un período que concluirá en el año 2012 para que los Estados Miembros puedan acreditar su mejor cumplimiento. El deseo y la necesidad de racionalizar los usos agrarios del agua está implícita o explícitamente presente en todos los elementos de planificación y textos legales vigentes. Sin embargo, la satisfacción de esa necesidad se ve fuertemente limitada, si no imposibilitada, en los regadíos antiguos o sometidos a procesos de deterioro y envejecimiento, tanto estructural como socialmente. Resulta impensable que el esfuerzo y la sensibilidad de los regantes en las comunidades o zonas regables antiguas sean suficientes para acometer los proyectos de modernización, sin los cuales los cambios de nuestro marco legal son de imposible aplicación. Este Plan Nacional de Regadíos nace inspirado por la creciente necesidad de racionalizar el uso del agua en todas las zonas regables españolas, nuevas o antiguas, armonizando los objetivos de la política del agua con la mejora en las condiciones de vida de los regantes, el desarrollo rural y el aumento de su competitividad en los mercados agrarios.

1.4 Necesidad de una planificación general de los regadíos

La planificación de los regadíos en España constituye una tarea obligada, por todos los factores que se indican continuación, sin que el orden en que están expuestos signifique ningún orden de prelación.

El primer factor es la necesidad de incorporar a la política de regadío los profundos cambios institucionales, sociales y económicos, que se han producido en los últimos quince años y que están incidiendo en la evolución del regadío en España. Entre estos cambios se deben destacar los traspasos de funciones y servicios de reforma y desarrollo agrario desde la Administración General del Estado a las CCAA y, entre ellos, los correspondientes a los regadíos; la incorporación de España a la UE, participando plenamente de sus Reglamentos y Directivas, en cuyo marco han de desarrollarse las políticas propias; el carácter estratégico que la vigente Ley de Aguas confiere a la planificación hidrológica; la consideración del agua como un bien económico (recurso escaso), lo que significa que la agricultura tiene que competir con otros usos del agua, entre los que los medioambientales han calado con fuerza en las demandas sociales; y por último la creciente tendencia a la globalización y progresiva apertura de los mercados agrarios, lo que requiere mejorar la eficiencia productiva y la competitividad de la cadena agroalimentaria, empezando por el primer eslabón que son las explotaciones agrarias, en cuya competitividad los regadíos son un factor decisivo.

El segundo factor es la necesidad de encuadrar el desarrollo de los regadíos en la Política Agrícola Común (PAC) y en el desarrollo sostenible consagrado en el artículo 2 del Tratado de Ámsterdam. La PAC actual supone el mantenimiento de un importante nivel de apoyo para los principales sectores productivos, pero limitando en cada uno de ellos la cuantía nacional, regional o individual de la producción, superficie, o cabaña ganadera que puede recibir el correspondiente apoyo vía precio o ayuda directa. Solo se excluyen de este enfoque las frutas y hortalizas, el vino, y la ganadería industrial (porcino, y avícola), sectores que no perciben ayudas directas ni tienen garantía de precios, aunque en el caso del vino y de ciertos frutales existen determinadas prohibiciones de realizar nuevas plantaciones y/o ayudas al arranque, lo que supone una cierta limitación a la expansión productiva, por lo menos de algunas variedades. Cerca del 80% de la superficie de secano y del 65% de la de regadío están sometidos a alguna limitación de la oferta (cuotas, cupos, derechos de prima, superficies de base, cabaña ganadera de base, o cantidades máximas garantizadas). Estas limitaciones a las producciones conducen a la necesidad de políticas nacionales de concertación y ordenación para evitar posibles rebasamientos y las consiguientes penalizaciones.

En un mercado único el aumento incontrolado de las producciones agrarias de regadío en unas regiones, termina afectando negativamente a todas las demás como consecuencia del descenso de los precios agrarios o de las penalizaciones generalizadas en las ayudas en los supuestos de sobreproducción. Esta interrelación entre las producciones agrarias regionales exige que los poderes públicos ordenen y coordinen sus actuaciones para evitar desequilibrios en la capacidad productiva de la agricultura y, en particular, los que pudieran derivarse de las transformaciones y crecimiento desordenado de los regadíos. Por ello, es necesario un marco nacional de actuaciones en materia de regadíos, al servicio de un desarrollo sostenible del medio rural, de una política coherente de ordenación de producciones y mercados y de la gestión eficiente de un recurso escaso como es el agua.

El tercer factor es el mandato legal para llevar a cabo la planificación de regadíos en España. Este mandato legal procede de la  Ley  de  Aguas  de  1985  y,  más  recientemente,  del  Real  Decreto  de  1664/98  que  aprobó  los  Planes Hidrológicos de Cuenca. En efecto, la Ley de Aguas establece que los Planes Hidrológico de Cuenca y el Plan Hidrológico Nacional tendrán en cuenta las diferentes planificaciones sectoriales y comprenderán obligatoriamente las normas básicas sobre mejoras y transformaciones en regadío que aseguren el mejor aprovechamiento del conjunto de los recursos hídricos y terrenos disponibles. El Real Decreto que aprobó en 1998 los Planes Hidrológicos de Cuenca todavía es más explícito, pues establece que la construcción de las infraestructuras hidráulicas promovidas por la Administración General del Estado se supeditará a la normativa vigente sobre evaluación de impacto ambiental, a las previsiones presupuestarias y a los correspondientes planes sectoriales cuando su normativa específica así lo prevea. En especial, en materia de regadíos las actuaciones e inversiones de la Administración General del Estado se atendrán a los programas, plazos y previsiones establecidas en el Plan Nacional de Regadíos, vigente en cada momento.

El cuarto factor es el mandato parlamentario para llevar a cabo la planificación de regadíos en España. En efecto, tomando en consideración la relevancia de la agricultura de regadío en la planificación hidrológica, dada su condición de  principal usuario del agua, el Congreso de los Diputados adoptó en el año 1994 un Acuerdo por el que instó al Gobierno a elaborar un Plan Agrario de Regadíos en el que se recogieran las superficies regadas a mejorar, los nuevos regadío, las transformaciones por razones sociales, el consumo y el ahorro de agua, la influencia de la reforma de la PAC y de los acuerdos del GATT en los cultivos de regadío, así como los estudios de rentabilidad necesarios.

La misión de llevar a cabo este mandato parlamentario no estaba exenta de enormes dificultades técnicas, jurídicas y políticas. Técnicas, por la falta de información completa sobre la situación de los regadíos existentes en España; jurídicas, por el complejo entramado de normas y regulaciones a las que debe someterse la planificación del agua y de los regadíos en España; y políticas, por el marco competencial en materia de regadíos, derivado del Estado de las Autonomías.

La elaboración y aprobación de un Plan Nacional de Regadíos por el Gobierno de la Nación se fundamenta en el artículo 149.1.13 de la Constitución Española que establece como competencia exclusiva del Estado “Las bases y coordinación de la planificación general de la actividad económica”. Este título competencial legitima al Gobierno de la Nación para proponer una planificación de regadíos que, de conformidad con la doctrina constitucional, se base en el consenso, la cooperación y la colaboración entre el Estado y las Comunidades Autónomas en una tarea común en la que concurren dos ámbitos competenciales llamados al fomento y desarrollo ordenado de los regadíos en España.

Para dar cumplimiento a este mandato parlamentario, se iniciaron a finales de 1994 los trabajos y estudios necesarios para elaborar un Plan de Regadíos. Así, en febrero de 1996 el Consejo de Ministros aprobó un Avance del Plan Nacional de Regadíos con un horizonte temporal referido al año 2005. La terminación de los estudios de base sobre la situación real de los regadíos existentes y en ejecución, la necesidad de adecuar las previsiones de actuación en materia de regadíos a las políticas comunitarias, y finalmente, el proceso de elaboración conjunta con las Comunidades Autónomas de los programas de Desarrollo Rural para el período 2000-2006, aconsejaron una puesta al día del mencionado Avance, tanto en lo que se refiere a sus objetivos concretos, como al horizonte de ejecución. A la hora de definir este nuevo horizonte temporal, se ha tenido en cuenta que la obtención de financiación comunitaria requería la coincidencia del nuevo horizonte del PNR con el período de programación de los fondos estructurales comunitarios, cuya planificación comprende el período 2000-2006 pero cuya ejecución se extiende hasta el año 2008.

Los programas (2000-2006) de Desarrollo Rural contienen actuaciones para la Mejora de las Estructuras Agrarias que incluyen medidas de gestión de los recursos hídricos en la agricultura. Por tanto, estos programas cuentan con la correspondiente aportación de fondos europeos para cofinanciar las inversiones en materia de regadíos, tanto en las regiones de Objetivo 1 (Andalucía, Asturias, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Murcia y Comunidad Valenciana), como de las regiones fuera de Objetivo 1 (Aragón, Baleares, Cataluña, La Rioja, Madrid, Navarra y el País Vasco) y en Cantabria como región en régimen de transición.

1.5 Principios y directrices generales de una nueva política de regadíos: plan nacional de regadíos

La planificación de regadíos debe responder a una serie de principios y directrices generales que incorporen los cambios institucionales, económicos y sociales, así como las nuevas  tendencias,  enfoques  conceptuales  y  criterios recogidos en el Tratado de la Unión y en los Reglamentos y Directivas que afectan de forma directa o indirecta al desarrollo del regadío.

Los principios generales del Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008 son los de sostenibilidad, cohesión, multifuncionalidad, competitividad, equidad, flexibilidad, corresponsabilidad y coordinación.

El principio de sostenibilidad se aplica a las nuevas transformaciones en regadío y a la mejora y consolidación de los existentes, y comprende no solo la sostenibilidad medioambiental, sino también la sostenibilidad económica y social. En efecto, un regadío no será sostenible si sus producciones no son rentables o si los agricultores de las zonas regables abandonan el medio rural.

El principio de cohesión implica planificar un conjunto de regadíos sociales, cuya finalidad sea fijar población en las zonas rurales en declive (desarrollo rural) y contribuir de este modo a reducir las diferencias de renta y calidad de vida entre estas zonas rurales frágiles y las zonas rurales desarrolladas y zonas urbanas.

La multifuncionalidad es otro principio general que debe informar la planificación de los regadíos. Se trata de trasladar al regadío este nuevo concepto introducido por la Agenda 2000 dentro de la definición del modelo europeo de agricultura. Por tanto, el regadío debe satisfacer no solo la tradicional función de producción de alimentos, a la que ahora habría que añadir alimentos seguros y de calidad, sino nuevas funciones como la de la conservación de los recursos naturales, en este caso recursos hídricos, del paisaje y del medio ambiente rural, o la de fijar población en las zonas rurales deprimidas para evitar su total abandono, lo que a su vez se relaciona con el principio de cohesión económica y social.

La competitividad es un principio esencial que, además, se relaciona con el principio de sostenibilidad: solo un regadío competitivo es sostenible. Sin embargo, es necesario profundizar en la definición de este principio para incorporar ciertos elementos que deberán ser tenidos en cuenta en la redacción del PNR. Hoy día, la competitividad internacional está muy distorsionada por elementos jurídicos, institucionales y políticos. En efecto, la condición de “ceteris paribus”, fundamental para comparar la competitividad de la producción agraria de distintos países, no se cumple, ya que existen diferencias notables de políticas agrarias, sociales, ambientales y también, diversas regulaciones legales y organización institucional entre unos países y otros, que perturban seriamente los análisis de competitividad agraria. La Organización Mundial de Comercio (OMC) trata de evitar las distorsiones por la vía de la política agraria, pero todavía no ha hecho nada por evitar las distorsiones a través de las regulaciones laborales, ambientales, sociales y otras.

La equidad como principio general de la planificación, se puede interpretar en su acepción territorial o desde la vertiente de los usuarios. La primera puede considerarse incluida dentro del principio de cohesión, por lo que no se insiste en ella. En cuanto a la segunda, este principio significa que se debe mantener el equilibrio entre grupos de usuarios para que los beneficios de unos no afecten negativamente a otros ni distorsionen los mercados, lo que iría en perjuicio de los agricultores y consumidores. Un caso ilustrativo de la aplicación de este principio es la transformación en regadío de grandes zonas en las que la orientación productiva dominante se basa en producciones con apoyo de ayudas PAC sometidas a limitaciones.

El principio de flexibilidad se debe introducir en la planificación para adaptarla sin rigideces a las condiciones cambiantes del sector agrario y a los dilatados períodos de maduración de los regadíos, dentro de un primer horizonte temporal 2008 que coincide con el período de ejecución de la programación de los fondos europeos ya aprobados pare el período 2000-2006. Este principio es fundamental, ya que las recientes y sucesivas crisis políticas (desaparición de la URSS, crisis de los Balcanes, revueltas en países asiáticos, inestabilidad política en países de América Latina, protestas contra la globalización) y las crisis económicas (México, Rusia, Indonesia, Brasil, Japón o Argentina) se producen de forma casi inesperada y sobre todo vertiginosa. Nadie puede prever cómo evolucionarán en el futuro los equilibrios geopolíticos mundiales, las situaciones económicas, la seguridad alimentaria, las regulaciones y organizaciones internacionales, los movimientos migratorios y de capitales, la revolución biotecnológica y otras. La única forma de protegerse de tantas incertidumbres es haciendo una planificación flexible y revisable periódicamente.

El principio de corresponsabilidad se deriva del hecho de que las competencias en materia de regadíos están compartidas entre la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas. La traducción práctica del principio de corresponsabilidad consiste en la participación de ambas Administraciones en la planificación, ejecución y financiación de las actuaciones.  Lógicamente, la contrapartida de la corresponsabilidad es la cooperación, de modo que tales actuaciones deberán ser programadas y convenidas entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las correspondientes Consejerías de las Comunidades Autónomas competentes en materia de regadíos.

Por último, el principio de coordinación institucional debe aplicarse para conseguir la imprescindible coherencia en las actuaciones de las Administraciones agrarias e hidráulicas, tanto nacionales como autonómicas, lo que, sin duda, tendrá un efecto multiplicador en la eficacia conjunta de la planificación hidrológica y de la de regadíos. La actual coherencia entre ambas planificaciones significará un avance definitivo en mejorar la gestión del agua en España. No debemos olvidar que la planificación de regadíos es una planificación a corto y medio plazo con un horizonte temporal sujeta a la coyuntura actual pero con la suficiente flexibilidad para poder adaptarse a las expectativas que contempla la planificación hidrológica.

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En aplicación de estos principios generales, el Plan Nacional de Regadíos debe ser algo más que un catálogo de obras y actuaciones públicas distribuidas en el territorio con criterios de proporcionalidad basados en determinados indicadores, ha de ser la expresión y el reflejo de una nueva política de regadíos que debe perseguir el desarrollo de las zonas rurales, integrando la actividad productiva con la conservación de los recursos naturales y el respeto al medio ambiente, de acuerdo con las siguientes directrices:

Vertebrar el territorio, evitando o reduciendo los procesos de pérdida de población, abandono y envejecimiento de las zonas rurales, en especial de las áreas en declive en las que la transformación de pequeñas superficies tiene gran interés para fijar población activa y crear y mantener el empleo agrario. La actividad económica indirectamente ligada a la producción en estos regadíos contribuirá también a asegurar el mantenimiento de servicios básicos y a diversificar las rentas de trabajo y capital vinculadas a las comarcas donde se emplacen.

Mejorar el nivel de vida de los agricultores, incrementando la productividad del trabajo y la renta de las explotaciones agrarias y promoviendo un aumento de su dimensión económica. Ello contribuirá a atraer a jóvenes agricultores, con suficiente formación y capacitación para mejorar la competitividad de las explotaciones de regadío y favorecer un uso más racional del agua.

Ordenar las producciones y los mercados agrarios, consolidando un sistema agroalimentario competitivo, sostenible y diversificado en sus producciones, y adecuándose a la PAC, especialmente a sus restricciones y limitaciones productivas. El plan de regadíos se inspira así en una visión integrada de la producción de bienes finales agroalimentarios, según la cual las mejoras en normalización y calidad y una mayor adecuación a los mercados finales no sólo redundan en una mayor rentabilidad de las explotaciones agrarias, sino que permitirá a las industrias transformadoras y de distribución competir mejor en el mercado único europeo.

Mejorar las infraestructuras de distribución y aplicación del agua de riego, para racionalizar el uso de los recursos hídricos, reducir la contaminación de origen agrario de las aguas superficiales y subterráneas y promover el cambio de los sistemas de riego con incorporación de las innovaciones tecnológicas que permitan aplicar técnicas de riego menos exigentes en el consumo de agua. El plan de regadíos concibe la gestión del agua para el riego como un proceso continuo, que recorre un largo camino desde el embalse o acuífero hasta la planta, en el que existen múltiples oportunidades para mejorar la productividad de los recursos empleados, pero que por su gran complejidad exige la aplicación de métodos integradores, sin los cuales resulta imposible encontrar la combinación de actuaciones más eficaz para cada circunstancia y disponibilidades presupuestarias.

Incorporar criterios ambientales en la gestión de tierras y aguas para evitar su degradación, permitir la recuperación de acuíferos y espacios naturales valiosos (humedales), proteger la biodiversidad y los paisajes, y reducir los procesos de desertización.

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Estos principios y directrices generales conducen a unas nuevas orientaciones de la política de regadíos que, de manera equilibrada, se pretenden impulsar con el presente Plan Nacional de Regadíos en cuanto a las prioridades y corresponsabilidad de las actuaciones a desarrollar.

En primer lugar, la mejora, modernización y consolidación de los regadíos existentes, en especial las dirigidas a racionalizar el uso del agua, se consideran prioritarias y, a medio plazo, se excluye el inicio de grandes transformaciones en nuevas zonas regables. Las únicas nuevas transformaciones que se contemplan en estas orientaciones son pequeños regadíos en comarcas rurales desfavorecidas o en atraso relativo con el propósito de crear empleo, fijar población y diversificar las producciones, contribuyendo a la ordenación y equilibrio socioeconómico del territorio. En las zonas que actualmente están en ejecución se continuarán moderadamente los planes de transformación, pero con criterios selectivos de rentabilidad, optimización de las inversiones ya realizadas y sostenibilidad productiva, social y ambiental.

En segundo lugar, la ejecución de las actuaciones será compartida y coordinada entre las distintas Administraciones públicas con competencia en materia de regadíos. La coordinación queda asegurada en esta planificación sectorial ya que el MAPA y las Comunidades Autónomas acuerdan los objetivos territoriales, convienen actuaciones y establecen conjuntamente los instrumentos de ejecución entre los que destacan los Convenios específicos de colaboración.

Finalmente, las nuevas orientaciones refuerzan la corresponsabilidad de los regantes en las actuaciones que les afectan, ya que los mecanismos actuales de apoyo se amplían con nuevas posibilidades de agilizar y financiar los proyectos de mejora, modernización y consolidación de las zonas regadas.

Estas orientaciones introducen un razonable equilibrio entre las funciones productivas, sociales y territoriales de la agricultura de regadío de forma compatible con la provisión de bienes públicos ambientales.

2 Elaboración del PNR:  síntesis metodológica y estructura general

El proceso técnico de elaboración del P.N.R. ha seguido una secuencia de varias fases, conectadas entre sí y que se han desarrollado en un contexto de cambios normativos e institucionales que inciden en la planificación sectorial de los regadíos. La secuencia de elaboración, que se corresponde con los diversos capítulos en que se estructura el Plan, y ha sido la siguiente:

Fases del proceso técnico para la elaboración del Plan Nacional de Regadíos

Esta secuencia se esquematiza en forma más ampliada en los dos gráficos adjuntos.

  1. Información y estudios básicos

La planificación y programación de actuaciones tiene que apoyarse en una información previa, pluridisciplinar y lo más amplia que sea necesaria, en cuanto a su base física y territorial y a todas las complejas relaciones y efectos cruzados entre desarrollo económico, equilibrio regional y sostenibilidad productiva, social y ambiental.

Por ello, se procedió a la recopilación, actualización y tratamiento de la información y datos estadísticos obtenidos de distintas fuentes sobre el medio físico y humano, distintos aspectos de la economía agraria y cuestiones medioambientales, con los que se han creado bases de datos gráficas y documentales, cuya gestión y explotación se realiza a través del Sistema de Información Geográfica (GIS) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Partiendo de toda esta información, y de todos los estudios realizados, el capítulo 3 contiene sintéticamente las referencias más características de la agricultura en relación con los regadíos. En los primeros apartados del capítulo se ofrecen datos sobre las condiciones naturales en que se desarrolla la actividad agraria (apartado 3.1.) y se describe el contexto demográfico del medio rural y la influencia que el regadío tiene en la evolución demográfica y en el empleo rural (apartado 3.2.)

En los siguientes apartados del capítulo se trata de situar la agricultura en sus cifras macroeconómicas, en la aportación de la actividad agraria a la economía y al empleo general (apartado 3.3) y en sus estructuras productivas de dimensión física y económica (apartado 3.4).

Las referencias a la industria alimentaria y a los intercambios comerciales son obligadas en cuanto son el destino de una buena proporción de muchos cultivos de regadío y son determinantes para su futuro (apartados 3.6 y 3.7 respectivamente).

En la planificación de regadíos, sobre todo si se incluyen nuevas transformaciones, es fundamental estudiar las posibles opciones productivas y las perspectivas de los mercados. En el apartado 3.5 se describen los diferentes sectores regulados por las O.C.M., se analiza su situación en España y se hace una valoración de las posibilidades productivas compatibles con un incremento de los regadíos. Dichas valoraciones deben considerarse como estimaciones revisables en todo momento ya que la interdependencia entre los mercados de unos y otros productos es característica del sector agrario (piénsese, por ejemplo, en cómo la crisis de la EEB ofrece nuevas oportunidades para producir un regadío proteína vegetal con destino a la alimentación ganadera que hace unos pocos años no existían).

Finalmente, en el apartado 3.8 se consideran, por su incidencia en los regadíos, las políticas y limitaciones ambientales y se relacionan las zonas regables con los territorios sujetos a diferentes niveles de protección conservacionista.

  1. Análisis y diagnóstico de la situación actual

Conocido el marco físico, social, económico y ambiental en que se desenvuelve la agricultura, es necesario analizar, por un lado, la situación de los regadíos y diagnosticar la problemática más relevante de las que actualmente están en explotación o en ejecución y, por otro, el interés de iniciar nuevas transformaciones. Para ello, se han realizado estudios en diversos ámbitos y entre ellos, como más significativos, los siguientes:

– Caracterización y tipificación de los regadíos existentes de las zonas en transformación y de otras zonas potencialmente regables.

– Economía de las explotaciones agrarias vinculadas al regadío.

– Demanda y consumo de agua.

– Medioambientales

– Energéticas

Partiendo de estos estudios previos el capítulo 4 sintetiza las conclusiones obtenidas. Así, en los apartados 4.2, 4.3 y 4.4 se evalúa, respectivamente, las superficies regables y regadas desde diversas perspectivas (sistemas de riego, origen de las aguas, dotaciones, estado de las infraestructuras, etc.), las zonas regables en ejecución (situación administrativa, características de la zona, sistemas de riego, suelo, producción actual de las obras, etc.) y las nuevas zonas potencialmente regables.

Para completar el diagnóstico de la situación, en los   sucesivos apartados del capítulo 4 se hace un análisis económico de las explotaciones en relación al regadío (4.5), se estudian los problemas de las aguas subterráneas (4.6), se analiza la distribución de los regadíos en los distintos espacios territoriales (4.7), se resume el estado del medioambiente en relación con los regadíos (4.8), se estudia el consumo y la demanda global de agua (4.9) y se evalúan los regadíos a la luz de la planificación energética (4.10).

  1. Prioridades, objetivos y programación

El último paso de la planificación es la formalización de prioridad en las actuaciones, en el horizonte temporal considerado, la determinación de los objetivos que se pretenden alcanzar y la programación de los dispositivos administrativos, calendario, financiación inversiones necesarias, etc. Este es, precisamente, el contenido del capítulo 5, que en su apartado 5.2 establece la prioridad y objetivos generales y en el 5.3 concreta las actuaciones, desglosadas en los tres tipos de actuaciones (mejora, regadío en ejecución y regadíos sociales) debidamente territorializados y en un programa de apoyo (formación, evaluación de sistemas de riego, vigilancia ambiental, etc.).

En el apartado 5.4 se cuantifican y territorializan las inversiones necesarias para alcanzar los objetivos propuestos y la financiación prevista.

Finalmente, en el apartado 5.5. se evalúan alguno de los efectos esperados con la puesta en marcha del Plan Nacional de Regadíos, tales como el consumo y ahorro de agua, efectos energéticos y el impacto en el empleo.

Esquema metodológico y objetivos generales para la elaboración del Plan Nacional de Regadíos
Esquema metodológico para la elaboración del Plan Nacional de Regadíos

3 Referencias básicas del sector agrario y los regadíos

3.1 El medio físico: clima, suelo y agua

El conocimiento de los recursos básicos es imprescindible para cualquier tipo de planificación y en particular la de los regadíos.

Los factores físicos que condicionan el desarrollo de los regadíos son fundamentalmente el clima, el suelo y el agua. El clima, en cuanto al régimen de insolación y temperaturas, condiciona el tipo de cultivos a implantar y la productividad en el regadío. El suelo se muestra menos limitativo ya que la superficie en riego suele coincidir con los mejores suelos y la superficie de tierras con aptitud para riego es mucho mayor que la permitida por los recursos hídricos y las limitaciones socioeconómicas. El agua condiciona el desarrollo de los regadíos en función de su calidad y su disponibilidad.

3.1.1 El clima: precipitaciones y temperaturas

La Península Ibérica se encuadra en su conjunto en los climas mediterráneos templados, con inviernos fríos y veranos cálidos y una concentración de lluvias en primavera-otoño con sequía en los meses de verano. A pesar de estos rasgos generales existe una serie amplia de climas regionales relacionados con la altitud y la compleja topografía del territorio y con su exposición  a los frentes Atlánticos y la influencia mediterránea.

Es clara la existencia en la península de dos zonas bien diferenciadas en cuanto a precipitaciones: la “España seca” situada al sur y la “España húmeda” situada al norte.

La “España húmeda” presenta unas precipitaciones medias superiores a los 800 mm, alcanzando en ocasiones los 2.000 mm, y se extiende por el norte peninsular desde Girona hasta A Coruña asociada a los sistemas montañosos Galaicos, Cantábricos y Pirenaicos. Se corresponde con las cuencas Galicia-Costa, Norte, parte norte de las Cuencas Internas de Cataluña y parte norte de la del Ebro. En zonas interiores asociadas con áreas montañosas se encuentran zonas húmedas entre áreas bastante mas secas. Así en la cuenca del Guadalquivir, en la Sierra de Grazalema (Andalucía Occidental), se localiza el máximo pluviométrico peninsular con 2000 mm/año. Precipitaciones superiores a 700 – 800 mm/año se dan también en Gredos, zonas elevadas de la Cordillera Ibérica, en Guadarrama, Gata, Sierras de Cazorla y Segura y otras.

La “España seca” (400-600 mm) comprende las mesetas norte y sur, la cuenca del Ebro excepto Pirineos, el Levante, la cuenca del Guadalquivir, la cuenca del Sur y la mayor parte de los archipiélagos. En el SE, y ciertas zonas del interior, aparecen las zonas mas secas de la península con precipitaciones menores de 400 mm llegando a no alcanzar los 200 mm.

El paso de la España seca a la húmeda se realiza a lo largo de zonas intermedias, con precipitaciones entre 600-800 mm, principalmente en los pies de monte de las cordilleras.

Respecto a la estacionalidad de las precipitaciones, se puede diferenciar el régimen mediterráneo, con máximas en primavera y otoño, que se extiende principalmente por la zona oriental peninsular y el régimen oceánico, con máximas invernales, que  se extiende por la zona occidental y cantábrica.

La sequía estival se da en toda la península aunque se agudiza en la mitad sur.

Mapa de España que representa la media anual de Pluviometria

Del análisis de las temperaturas se deduce que las medias anuales presentan una gran variabilidad en su distribución espacial, condicionada por la altura y la continentalidad. Respecto a la oscilación térmica, se pueden distinguir:

Zonas con marcada amplitud térmica que comprenden las dos mesetas y el valle del Ebro. La influencia marítima está muy atenuada y los mecanismos de radiación determinan, en invierno, un fuerte enfriamiento, con inversiones térmicas en los valles, donde se acumula el aire frío y se producen frecuentes heladas por radiación. En verano estos mismos procesos ocasionan un fuerte recalentamiento de la superficie y del aire en contacto con ella.

Zonas del borde septentrional y gran parte de la costa atlántica, tienen inviernos suaves y veranos frescos como consecuencia de la influencia atlántica que se manifiesta a lo largo de todo el año.

Zonas de la costa mediterránea, tienen unos inviernos cálidos por la influencia marítima y la posición de abrigo orográfico frente a los flujos fríos septentrionales y unos veranos muy calurosos por las reducidas dimensiones de este mar y las frecuentes inversiones de aire cálido.

3.1.2 Tipos agroclimáticos

La caracterización climática del país se ha realizado a partir de la clasificación agroclimática de Papadakis obtenida del Atlas Agroclimático Nacional.

El sistema desarrollado por Papadakis presenta, como fundamento y originalidad, el que define la naturaleza y posibilidades de un clima en términos de los cultivos que en él pueden vegetar. Para ello, y de acuerdo con las necesidades ecológicas de las plantas cultivadas, las ordena en función de sus requisitos térmicos de invierno y de verano, de su resistencia a las heladas y a la sequía. Esto le permite definir una zona o estación utilizando determinados cultivos indicadores cuyas exigencias son conocidas y se satisfacen en ella.

Considera que las características fundamentales de un clima que afectan al desarrollo de los cultivos son dos: el régimen térmico en sus dos vertientes, tipo de invierno y tipo de verano, y el régimen de humedad.

En relación con los grandes tipos climáticos o ecoclimas, en España tienen representación los siguientes grupos fundamentales: el mediterráneo, que con sus diversas variantes ocupa la mayor extensión superficial, el marítimo, el continental y, por último, el desértico que se presenta en reducida extensión en Canarias.

En el correspondiente capítulo dedicado a la caracterización y tipificación de los regadíos existentes se detalla la distribución y localización de los regadíos en los distintos tipos climáticos predominantes en el país.

Mapa de España que representa los tipos climáticos por provincias, autonomías y ríos

3.1.3 Índice climático de potencial agrícola de L. Turc

El índice climático del potencial agrícola de Turc permite establecer el potencial productivo de un territorio y comparar dicho potencial entre distintas zonas.

El método se basa en la existencia de una correlación entre los valores de determinadas variables climáticas, a lo largo de un periodo dado (un mes, una estación, un año) y la producción, expresada en toneladas métricas de materia seca por hectárea, de una planta adaptada y cultivada en condiciones técnicas actuales normales, es decir, sobre suelo bien labrado y fertilizado.

Aunque la relación producción-índice sea diferente para los distintos cultivos, es evidente que solo el valor numérico del índice permite jerarquizar zonas por su mayor o menor capacidad productiva. Dentro de esta disposición se distinguirán los resultados obtenidos en condiciones de secano de los que se obtienen para el regadío (partiendo de que el suministro de agua no actúa como factor limitante).

La comparación del índice anual en secano y en regadío, para un mismo lugar, permite establecer el incremento global que desde el punto de vista productivo supone la transformación en regadío en el área considerada.

En segundo lugar, fijadas las condiciones de cultivo, sea de secano o de regadío, el índice facilita la comparación de potenciales productivos interzonales respecto de un cultivo determinado, expresando las diferencias atribuibles a cualquiera de los factores climáticos integrados en su elaboración, en términos estrictamente productivos.

El índice de Turc para secano oscila, para el conjunto de la superficie nacional, entre los valores inferiores a 5 y los próximos a 45. Los índices menores se localizan en ambas submesetas y en el sureste y los índices mayores en las áreas costeras del Cantábrico y, mas concretamente, en el conjunto de la media montaña Cántabro-Pirenaica.

Mapa de España que representa el índice de potencial agrícola de L. Turc en secano
Mapa de España que representa el índice de potencial agrícola de L. Turc en regadío

Para el regadío, los índices más bajos se sitúan en las alturas del interior con valores próximos a 15. La potencialidad máxima corresponde a toda la franja costera mediterránea y a su continuación atlántica, ampliada a la depresión del Guadalquivir, con valores del índice en el entorno de 60. En este ámbito la potencialidad agrícola máxima corresponde al sureste e islas del archipiélago canario en los que se rebasa el valor 60 y se llega en algunas estaciones a rebasar el valor 65.

3.1.4  El suelo

Para el estudio general de las características de las tierras se ha utilizado el mapa de suelos 1:1.000.000 del CSIC, de todo el territorio nacional y cuyas unidades pueden pasarse a sus equivalentes en otras clasificaciones (Soil Surveys USDA y FAO). Se han tenido en cuenta los estudios de usos del suelo a escala 1:100.000 y los Mapas de cultivos y aprovechamientos  y  clases  agrológicas  a  escala  1:50.000,  realizados  por  el  Ministerio  de  Agricultura,  Pesca  y Alimentación, y los estudios de usos del suelo realizados por la Dirección General de Desarrollo Rural en las diferentes cuencas. Asimismo se han evaluado las características generales de las tierras, actualmente bajo riego y de posibles zonas a transformar.

El objetivo consiste en dar una visión de los regadíos actuales, con sus problemas debidos a las limitaciones de sus parámetros físicos, clima, suelo y agua de riego, y, por otro lado, dar una visión general de las tierras en las diferentes cuencas para nuevas transformaciones.

El estudio por cuencas muestra el alto potencial climático del suroeste, sur, litoral mediterráneo y archipiélagos con suelos aptos para el riego. Inclusive cuando el factor suelo no es apropiado, la creación de suelos artificiales es práctica bastante común.

A menudo se desprende que el factor suelo no es el más limitativo para la implantación de diversos regadíos, teniendo mayor importancia el agua, tanto en calidad, como en cantidad y el clima como condicionante para ciertos cultivos.

3.1.5 El agua

Los recursos hídricos de la España peninsular con cerca de 500.000 km² de superficie vienen condicionados por su orografía, su clima y su situación geográfica. La precipitación media anual de 684 mm, equivalente a 346.000 hm³/año, le permite una escorrentía media de 220 mm, que proporciona un volumen de recursos naturales en un año medio de 111.000 hm³, de los cuales algo más de 82.000 hm³ son superficiales y unos 29.000 hm³ subterráneos, de los que 2.000 hm³ aproximadamente corresponden a acuíferos drenados directamente al mar.

De los recursos totales del país, sólo son aprovechables en su estado natural, con una demanda uniforme, el 9% de ellos. Este porcentaje se reduce a menos del 5% para una demanda variable para riego, en la que las necesidades en los meses secos supera notablemente a la de los húmedos, lo que ha obligado a ejecutar numerosas presas (1.174) con una capacidad de embalse, incluyendo las pequeñas, de 56.000 hm³, aunque los recursos regulados disponibles quedan reducidos a 43.000 hm³. No todos los recursos naturales podrían ser regulados económicamente, estimándose el techo potencial de regulación en unos 70.000 hm³.

La distribución geográfica de los recursos hídricos es muy irregular. La zona norte con el 11% de la superficie peninsular española aporta el 40% de los recursos pero con un coste elevado para su aprovechamiento. El 89% de la superficie restante suministra el 60% de los recursos, tiene una escorrentía inferior a la media y presenta dentro de ella unos valores variados (Ebro, Duero, Tajo y Pirineo Oriental son superiores) y así mismo, una cobertura por habitante variable (Litoral de Levante y Canarias presentan los índices más bajos).

Desde la óptica de la gestión de los recursos, el conjunto nacional se divide en cuencas hidrográficas definidas en la Ley de Aguas como el territorio en que las aguas fluyen al mar a través de una red de cauces secundarios que convergen en un cauce principal único.

Las cuencas hidrográficas pueden ser intercomunitarias cuando el territorio que comprende pertenece a varias Comunidades Autónomas e intracomunitarias cuando está comprendido en una sola Comunidad Autónoma.

Las cuencas intercomunitarias dependen orgánicamente del MIMAM,  y las cuencas intracomunitarias (Galicia Costa, Cuencas Internas de Cataluña, Baleares y Canarias) han sido transferidas a las Administraciones Autonómicas respectivas.

Para el conjunto de recursos naturales las cuencas se dividen en zonas y subzonas hidrográficas. Para la gestión de los recursos disponibles, con el fin de satisfacer las demandas de agua, se dividen en sistemas y subsistemas de explotación. Un resumen de ambas zonificaciones se expresa en el siguiente cuadro.

CUENCAS HIDROGRÁFICAS: SUPERFICIE (km2), ZONAS Y SISTEMAS DE GESTIÓN

CuencaSuperficie (km2) Zonas (recursos)Sistemas de gestión
Nº ZonasNº SubzonasNº SistemasNº Subsistemas
Galicia Costa13.9162
Norte40.8136132835
Duero78.056512412
Tajo55.7691477510
Guadiana59.87395
Guadalquivir63.085102015
Sur18.391516516
Segura18.63114341
Júcar42.90499
Ebro86.0982832
Cataluña CI16.49331349
Baleares4.7004
Canarias25.9941625

3.1.6  Resumen

La agricultura española se desenvuelve en unas condiciones físicas más difíciles que las de otras agriculturas con las que ha de competir.

Las temperaturas extremas, tanto en invierno como en verano, dificultan las alternativas de cultivo o las sitúan en situaciones marginales.

Las precipitaciones no sólo son escasas en una gran parte del territorio, sino que se distribuyen irregularmente a lo largo del año agrícola. La vulnerabilidad de la agricultura española ante el medio físico se refleja en los casi 3,5 millones de hectáreas anuales de barbecho agronómico; esta cifra es semejante a la de la superficie regada que viene a ser la expresión del esfuerzo realizado para, por un lado, afrontar la escasez de un elemento imprescindible para la actividad productiva como es el agua y, por otro, aprovechar las favorables condiciones de luz y sol del clima mediterráneo.

La diversidad física de las regiones es muy elevada y determina tipos de agriculturas muy diversas, con una cierta especialización productiva, lo que da lugar en muchas comarcas a una gran dependencia económica y social de un cultivo determinado (olivar y viñedo, por ejemplo).

3.2 Demografía y población activa

3.2.1  Introducción

En los estudios de los problemas del desarrollo económico las condiciones demográficas de los territorios afectados por procesos de crecimiento se consideran como un factor crítico para el éxito de los programas o medidas que se puedan concebir, tanto si se habla de estrategias de desarrollo insertas en un plan como de iniciativas de carácter más espontaneo, más endógeno. En uno y otro caso la pervivencia de las inversiones depende muy esencialmente de los recursos humanos comprometidos en el proyecto.

La puesta en regadío implica una de las medidas de desarrollo rural de más fuerte impacto territorial, afectando de modo evidente a las poblaciones concernidas, modificando las expectativas poblacionales a un plazo inmediato y abriendo otras expectativas con repercusiones de largo plazo.

Una categoría a la vez demográfica y económica la constituye la fracción de la población total que puede asumir la actividad, es decir que protagoniza el ejercicio efectivo de la vida económica. La evolución de la población activa, así como su estructura y distribución en el territorio dan la medida del potencial productivo, de la capacidad de empleo que efectivamente puede ser movilizado por una acción de desarrollo semejante a la puesta en riego de una zona o comarca.

Potencial demográfico y potencial laboral perfilan el marco de los programas de desarrollo que consideren la resonancia territorial de sus programas de actuación.

En el marco de una planificación de regadíos, que por su propia naturaleza tiene incidencia directa en el territorio, se hace necesario considerar los siguientes epígrafes significativos: Evolución y tasas de crecimiento o regresión anual de la población y distribución territorial de la población, la evolución de la población agraria y sus relaciones con el conjunto de la actividad así como sus relaciones con la transformación en regadío.

3.2.2      Evolución en la población española

La población española ha evolucionado de forma diferente a los países de nuestro entorno, en un contexto de mayores tasas de crecimiento para España. Sin embargo, en los últimos años se ha modificado dicho crecimiento, suponiendo un cambio de tendencia, siendo actualmente la tasa de crecimiento de la población española equiparable a la de la U.E. e incluso levemente inferior si se excluye la inmigración.

La población española ha pasado de 30.583.466 habitantes en 1960 a 40.251.100 habitantes en 2000. Sin embargo la población ha evolucionado hacia una disminución de las tasas de crecimiento que han pasado del 1,01% anual   entre 1960 y 1981 al 0,44 % anual entre 1981 y 1991 continuando su evolución negativa entre 1991 y 1996 en que se alcanza el 1,5 %.

En el último periodo analizado se ha producido cierta recuperación de esta tendencia regresiva, causada principalmente por el crecimiento de la inmigración, que sin embargo no impide que las estimaciones de tasas de crecimientos sean negativas a partir del año 2011, si se mantienen las tendencias demográficas actuales y en ausencia de movimientos migratorios.

Gráfica que representa la evolución de la población española por periodos entre 1960 y 2000
Gráfica que representa el incremento de la población española por periodos entre 1960 y 2000

Contemplada en su conjunto, la población española ha evolucionado como muestran los siguientes indicadores que expresan con claridad un proceso de aproximación a los parámetros demográficos del conjunto de los países europeos.

INDICADORES DEMOGRÁFICOS

Indicadores 196019701981199119961998
Tasa Bruta de Natalidad (‰)21,619,514,110,19,239,37
Tasa Bruta de Mortalidad (‰)8,78,37,88,68,958,88
Crecimiento Vegetativo (‰)12,911,26,31,50,280,49
Esperanza de vida al Nacer (años)69,872,375,676,978,3*
Tasa de Supervivencia > 65 años (nº por 100.000)74,578,182,484,185,8*
Fuente : INE. (*) Datos no disponibles

El cambio demográfico producido en España en los últimos cuarenta años ha significado una caída de la tasa bruta de natalidad de 12,2 puntos (de 21,6 a 9,4 nacimientos por cada mil habitantes) en tanto que la tasa de mortalidad se ha mantenido estable lo que ha dado lugar a un fuerte proceso de envejecimiento, con efectos de diferente intensidad según el grado de ruralidad de los núcleos de población.

Tanto el crecimiento de la esperanza de vida al nacer que ha experimentado un incremento de 8,5 años en el periodo 1960- 1996 como la tasa de supervivencia de la población de más de 65 años que ha crecido en 11,3 puntos expresan claramente las condiciones de evolución previsible de la población y sus previsibles repercusiones sobre la estructura de los servicios sociales.

Se ha producido una tendencia de las tasas de crecimiento vegetativo hacia el estancamiento demográfico, al pasar de una aportación de población anual del 12,9‰ a la incorporación de menos de medio punto en 1998. (0.49‰).

Más allá de la perspectiva global contemplada anteriormente, el mapa nº 7 muestra la evolución de la población española sobre la base territorial que constituye la comarcalización agraria elaborada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y publicada en 1996, que se considera la más apropiada para relacionar con las zonas de regadío.

Las tasas comarcales de crecimiento acumulativo anual de la población entre 1981 y 1996 (o sus valores negativos: regresión demográfica) permiten apreciar su evolución y destacar la tendencia hacia el despoblamiento de las comarcas interiores, con cesión regular de población, a las regiones costeras y a las grandes aglomeraciones. Se ha referido la evolución con base comarcal a 1996 por ser el último año de Padrón oficial de la población hasta la celebración del próximo Censo de población en octubre del año 2001.

La pérdida de población a lo largo del periodo 1981-1996 se puede apreciar con rotundidad en el conjunto de comarcas que cubren el territorio denominado de Lusitania interior, hasta la zona regable de las Vegas Bajas del Guadiana, zona en la que se produce una recuperación demográfica que se mantiene hacia el sur hasta la zona regable del río Chanza. Se encuentran en proceso grave de despoblamiento muchas comarcas montañosas del Sistema Central, Ibérico y Bético, todas ellas con muy escasa incidencia en la presencia de áreas regables, con la particularidad de la presencia en las mismas de alguna zona regable antigua (El Rosarito).

La comparación de las densidades comarcales entre los dos periodos señalados permite matizar la información aportada los la evolución de las tasas anuales de crecimiento de la población al relacionar la población con el territorio ocupado. Los mapas nos  5 y 6 reflejan las densidades de población comarcal de los años 1991 (Censo) y 1996 (Padrón) estableciendo cuatro categorías reconocidas de límites de ruralidad: La primera, según el criterio de la Comisión (Directiva 466/86/CEE) fija el límite poblacional para las zonas desfavorecidas en el 50% del promedio nacional de densidad, es por esto que el intervalo en que se encuentra el promedio de densidad de España sea diferente en cada mapa ( 77 habitantes por km2.en 1991 y 79 en 1996).

Mapa de España que representa la densidad de la población por comarcas en el año 1991
Mapa de España que representa la densidad de la población por comarcas en el año 1998

Se incorporan en los mapas los límites de ruralidad según Eurostat y la OCDE respectivamente situados en 100 y 150 hab./km2 que han sido ampliamente utilizados por sus organismos correspondientes para la formulación de sus estrategias territoriales o sus estudios e informes.

Los mapas sitúan las comarcas con más graves problemas de despoblamiento (comarcas con densidades  de población inferiores a 10 hab./km2 ) en los perfiles de los sistemas montañosos, si bien debe resaltarse la importancia de la amenaza al sistema central   y comarcas de los montes de Rioja y algunas comarcas de la   altiplanicie cerealista de Castilla y León. La serie de comarcas que constituyen la Lusitania interior que no cuentan con el refuerzo de la agricultura regada, se encuentran igualmente en el marco de las áreas amenazadas, con densidades inferiores a 20 hab./km2 que pueden ser consideradas como el límite superior de las zonas amenazadas.

El mapa nº 8 detalla la desigual distribución de la población desde el punto de vista de la importancia de la proporción de personas en edad de jubilación, que se concentra en las zonas que han sufrido una erosión demográfica mas fuerte que se traduce en densidades más bajas. Son por tanto simultáneamente más envejecidas y más despobladas, alcanzando en las zonas de montaña proporciones de grave deterioro. Ambas Castillas presentan síntomas de envejecimiento significativos, amortiguados por la presencia de zonas regables, en algunas comarcas, fenómeno que se produce igualmente en el valle del Ebro. Las zonas con niveles de envejecimiento más suaves cubren tan solo la fracción de territorio, de las comarcas costeras del arco mediterráneo y sur Atlántico, en que coincide la máxima complejidad territorial con zonas metropolitanas, áreas de gran importancia turística y áreas regadas igualmente de gran importancia económica. Un caso singular en esta distribución territorial lo presenta la cuenca del Guadalquivir, imputable posiblemente a la vitalidad demográfica de esa región.

Mapa de España que representa la evolución de la población por comarcas entre los años 1981 y 1996
Mapa de España que representa la tasa de envejecimiento de la población por comarcas en el año 1998

3.2.3 Evolución de la población en zonas rurales

La Unión Europea ha establecido en su política de acción estructural una definición de espacio rural que no implica una simple delimitación geográfica sino que se refiere al tejido económico y social que abarca actividades diversas e incluye los espacios naturales y cultivados, así como los pueblos, villas, ciudades pequeñas y centros regionales. (Futuro del Mundo Rural, 1988,39) definición que abarcando un territorio muy grande (más del 80 % de la superficie de la Unión Europea) a requerido definiciones más operativas fundamentadas en la densidad de población o en el número de habitantes.

Una de las variables más utilizadas para la valoración de un modo operativo del grado de ruralidad en las sucesivas iniciativas comunitarias referidas al mundo rural es la densidad de población y es en función de la proporción de municipios con densidades rurales, según la normativa comunitaria, como se presenta el mapa nº 9 que detalla el grado de ruralidad de las comarcas españolas, considerando la densidad límite en los 120 habitantes por km2. en coherencia con lo establecido por las Iniciativas Comunitarias y que permite vincular para las comarcas españolas las entidades municipales rurales y las estructuras urbanas de las mismas comarcas, asumiendo la conciencia de que toda comarca contiene algún grado de ruralidad. El mapa detalla de este modo un gradiente de ruralidad que facilita una tipología.

Desde el punto de vista censal, los datos del Padrón en el año 1999 en España había una población de 40.202.760 habitantes, de la cual un 51 % habitaba en municipios de más de 50.000 habitantes y un 15,4 % en municipios de menos de 5.000 habitantes, según se detalla en el cuadro adjunto.

POBLACIÓN EN LAS ENTIDADES MUNICIPALES EN 1999


Menos de 5.000De 5.000 a 10.000De 10.000 a 20.000De 20.000 a 50.000De más de 50.000ESPAÑA
%%%%%%
Población en 19996.174.90915,43.517.4748,74.611.42411,55.415.17313,520.483.78051,040.202.760100
Mapa de España que representa la ruralidad según densidad de población por comarcas en el año 1996

En el periodo que va desde el censo de 1960 a 1996 se ha producido una completa modificación de la distribución territorial de la población que ha significado una pérdida del 47,1 % de la población residente en núcleos de menos de 5.000 habitantes y un incremento de población en las ciudades de más de 50.000 habitantes ha alcanzado un crecimiento del 46,3 % o, lo que es lo mismo, el número de entidades municipales mayores de 50.000 habitantes existentes en 1960 se ha incrementado en un 59,5%. El cuadro siguiente detalla la evolución de la población en cada periodo censal. El cuadro permite apreciar la aguda tendencia al despoblamiento rural para lo que se ha reiterado el cálculo de la variación de la población rural o semi rural (las entidades singulares de menos de 10.000 habitantes, según el INE) y las poblaciones en agregados poblacionales de más de diez mil, de más de veinte mil y de más de 50.000 en que entendemos concluye el ámbito de la definición de ruralidad comunitaria.

VARIACIÓN DE LA POBLACIÓN (%) DE LOS NÚCLEOS SEGÚN SU TAMAÑO

PeriodoMenos de 5.000De 5.000 a 10.000Mayores de 10.000Mayores de 20.000Mayores de 50.000ESPAÑA
1960/96-47,137,540,945,546,329,5
1970/96-22,122,423,826,326,116,7
1981/96-6,87,87,86,845,1
1991/96-1,33,32,61,61,10,6

Desde el punto de vista del territorio se ha dado lugar a la formación de grandes áreas metropolitanas que cubren amplios territorios con la aparición de agricultura periurbana en proporciones significativas en esas regiones en que coexiste la agricultura y las conurbaciones que determinan la interacción entre varias grandes ciudades dentro de un espacio comarcal.

El poblamiento ha evolucionado en forma congruente con la redistribución de la población pudiéndose señalar dos periodos en la distribución reciente de la población y el hábitat:

El periodo de 1981 a 1991 mientras que el 57,9 % de los municipios inferiores a los 2000 habitantes perdieron más del 10 % de su población y el 13,2 % crecieron por encima del promedio nacional, tan solo un 25,6 % de los municipios intermedios (de 2.000 a 5.000 habitantes) han experimentado pérdidas superiores al 10 %. Sin embargo, en estos municipios un 27,7 % ha crecido por encima del promedio nacional de su grupo, lo que evidencia un comportamiento irregular del conjunto nacional.  Para los municipios superiores  a  5.000  habitantes,  la  proporción  de  núcleos  que  crecen  es  más importante  que la de los que pierden población, evidenciándose de este modo tanto los mecanismos de reestructuración de la población como la tendencia a la concentración demográfica a partir de los núcleos más rurales.

EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURA DEL HÁBITAT EN EL PERIODO 1981-1991


Municipios según nº de habitantes
Municipios en crecimientoMunicipios en regresión Totales
Crecimiento superior al promedio nacionalCrecimiento entre el promedio nal. y 0Disminución entre 0 y el 10 %Disminución superior al 10 %
%%%%
< 2.00077013,22384,11.44624,83.37157,95.825
2.000 a 5.00030327,711510,539636,228025,61.094
5.000 a 10.00022942,36612,215729,08916,5541
10.000 a 20.00018357,25717,85717,8237,2320
20.000 a 50.00011263,63017,02715,374,0176
> 50.0007057,91814,92823,154,1121
España1.66720,65246,52.11126,13.77546,78.077
Fuente: Censos de Población de España 1981 y 1991. INE

Las pérdidas de población durante el periodo 1981-1991 en los núcleos menores de 2.000 habitantes, es decir los más rurales, se reparte entre las dos Castillas y Aragón (48 % del total de los municipios que han perdido más del 10 % de su población) siendo al tiempo estas Comunidades Autónomas las que poseen la cantidad más importante de municipios en esta categoría (44,2 % del total de municipios con menos de 2.000 habitantes).

EVOLUCIÓN DE LA ESTRUCTURA DEL HÁBITAT EN EL PERIODO 1991-1999

Municipios según nº de habitantesMunicipios en crecimientoMunicipios en regresión Totales
Crecimiento superior al promedio nacionalCrecimiento entre el promedio nal. y 0Disminución entre 0 y el 10 %Disminución superior al 10 %
%%%%
< 2.0001.18219,94016,72.07234,82.29138,55.946
2.000 a 5.00034434,115615,541741,4919,01008
5.000 a 10.00023846,39819,115530,2234,5514
10.000 a 20.00020261,25516,76820,651,5330
20.000 a 50.00012768,62915,7126,5179,2185
> 50.0005748,32823,73328,000,0118
España2.15026,57679,52.75734,02.42730,08.101
Fuente: Censos de Población de España 1991 y Padrón rectificado de 1999. INE

Durante el periodo 1991 – 1999, el 38,5 % de los municipios inferiores a 2.000 habitantes perdieron más del 10 % y el 19,9 % de este mismo grupo crecieron por encima del promedio nacional, reduciendo a la mitad la tendencia a la pérdida de población de los pequeños municipios rurales (un municipio crece por cada dos que decrecen en 1999, frente al ratio del periodo anterior – 1 por cada 4 -). Los municipios intermedios presentan una pauta semejante, creciendo el 34,1 % de la cohorte y perdiendo población en proporciones superiores al 10 % tan solo el 9 % de este grupo, mientras que en el decenio anterior la relación entre crecimiento y pérdida era prácticamente a la par. Para los municipios superiores a los 5.000 habitantes, la proporción de los núcleos que crecen por encima de del promedio nacional es más importante que la de los que pierden población situación coherente con la producida en el periodo anterior. Asimismo, con respecto a la década anterior y con respecto a los municipios de más de 10.000 habitantes, se percibe un aumento del porcentaje de municipios que pierden población por encima del 10 %.

3.2.4 Evolución de la población y regadío

La incidencia del regadío en la evolución demográfica es un hecho cierto, aunque las formas de influencia no son en modo alguno lineales. En general, las comarcas con presencia de tierras en regadío mantienen densidades de población superiores y tasas de crecimiento anual positivas; en los casos que se producen pérdidas de población, la salida de población es más lenta que en el caso de ausencia de regadío.

En el caso de las comarcas de la franja costera Atlántico – mediterránea (véanse mapas 5 y 6) que acumula algunas de las zonas con mayores densidades demográficas y de superficie con regadíos de larga tradición y amplia oferta concurren varios factores de crecimiento, es decir crecen tanto por causa de la migración interior como de su propio potencial de desarrollo.

Compárese la tasa de crecimiento acumulativo anual   de España (0.33 % anual entre 1981 y 1996) con las correspondientes al conjunto de estas comarcas (por encima del 1 % anual) según se detalla en el mapa nº 7.

En lo concerniente a los regadíos del interior, la relación entre crecimiento de la población y regadío resulta igualmente manifiesta, aunque más matizada. Las cuencas del Ebro y del Guadalquivir destacan por la convergencia entre áreas regadas y mejores densidades, especialmente en el alto Ebro, las Vegas del Guadiana, y las comarcas del Campo de Calatrava, Mancha y Centro de Albacete, muestran una condición territorial que podría calificarse de “islas demográficas” dado el entorno de baja intensidad poblacional que las rodea.

Los regadíos de las Cuencas del Duero y del Tajo, presentan un comportamiento demográfico menos claro, en un contexto climatológico que no permite variaciones de la productividad explosivas por causa de la puesta en riego, la función del regadío, desde el punto de vista de la población estriba en amortiguar la presión migratoria, favoreciendo un nivel poblacional que mantenga la viabilidad territorial que, en su ausencia, sería problemática.  En los mapas 5 y 6 se puede apreciar como el entorno de las comarcas que cuentan con zonas regables del Duero se encuentran regularmente por debajo de los niveles poblacionales que corresponden a las zonas con riego. En resumen, si en otras zonas el regadío es una medida de desarrollo rural, en estas comarcas el regadío puede ser entendido como una medida de apoyo al desarrollo rural.

Tomada en conjunto la población en las diferentes comarcas con áreas regables muestra la evolución siguiente:

EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN EN ZONAS REGADAS (%)

Área comarcal1970-811981-911991-99
Menos del 20 %7,83.4-0,5
Entre el 20 y el 50 %17,77,07,9
Más del 50 %20,76,05,4
ESPAÑA11,24,51,9

Se consideran como áreas significativamente regadas, a los efectos de este análisis, aquellas comarcas que cuentan al menos con el 20 % de su superficie cultivada puesta en regadío. Entre las comarcas por debajo de este umbral se puede detectar la existencia de 8,5 millones de personas residiendo en comarcas con menos del 2 % de su superficie cultivada puesta en riego.

Comparando el crecimiento de la población residente en las áreas regadas a lo largo de los tres periodos analizados, se detecta que las tasas de crecimiento intercensal de la población registrada en los espacios regados son sistemáticamente superiores al promedio de crecimiento en el conjunto de España. Ello indica trasvase de población desde las zonas no regadas a las regadas.

La densidad demográfica con  relación  a  la  extensión  de  la  superficie  comarcal  regada  arroja  la  siguiente distribución:

DENSIDAD DE POBLACIÓN (HABITANTES/KM2) SEGÚN LA SUPERFICIE REGADA

Promedio Nacional< 20 % regado>20 y < 50% regado> del 50%
797188133

En conjunto, las zonas regables más eficientes se encuentran vinculadas a procesos de urbanización que generan su propia dinámica de diversificación y desarrollo económicos. Las densidades superiores de población solapan estos dos fenómenos no contradictorios: la tendencia creciente a la concentración urbana, representa niveles más altos de densidad que se corresponden con la presencia, en muchos casos histórica, de comarcas con proporciones muy altas de superficie regada y gran diversificación ocupacional.

La estructura de la población comparada entre las comarcas con y sin regadío evidencia las diferencias de respuesta demográfica en los aspectos siguientes:

a) La estructura por edades de las zonas de riego se encuentra a varios puntos por encima de la correspondiente a las zonas sin riego en la proporción de población joven, lo que no es sino expresión de las mayores oportunidades de empleo de las primeras

b) Coherentemente con lo anterior, el envejecimiento de la población es más importante en las zonas sin regadío.

c) El mundo rural en general presenta una grave tendencia al despoblamiento de población femenina, sobre todo en edad genésica, problema que se hace considerablemente más grave en las zonas sin riego que en aquellas regadas: la razón entre sexos es de equilibrio en estas últimas (100,52) en tanto que para las comarcas no regadas es de 95, 3 %.

d) El índice de sustitución o reemplazamiento de la población que entra y sale en actividad es mucho más favorable en las zonas regadas, situándose en torno al 120 % en tanto que las zonas sin regadío afrontan el problema de mantenimiento de la actividad junto con el de mantenimiento del reemplazo de las cohortes de población que alcanzan la edad de jubilación.

Gráfica comparativa entre las estructuras poblacionales de las zonas regadas y las no regadas

3.2.5 Problemas de las áreas rurales con dificultades

Los grandes cambios que han acontecido en el medio rural en los últimos años, expresados por una fuerte y constante reducción de la mano de obra agraria, así como el apreciable crecimiento de la diversificación económica en estas zonas ha generado una redefinición del papel del sector agrario en el desarrollo rural.

Por otra parte se ha producido una profunda transformación de la estructura ocupacional rural como consecuencia de los mecanismos de deslocalización industrial y las nuevas tecnologías de información y comunicación que han facilitado una mayor vinculación de las zonas rurales con el sistema económico global, además de su tradicional vinculación con el sistema agroindustrial, generando una situación en las que se perciben comarcas rurales en crecimiento junto a otras en condiciones de dificultad, creciendo en población y potencialidad económica las primeras y perdiendo recursos las últimas.

Las áreas rurales en dificultades pueden estar afectadas por algunas de las situaciones siguientes:

a) Áreas presionadas por el proceso de urbanización

Las áreas y comarcas rurales próximas a grandes aglomeraciones o incluidas en sistemas metropolitanos, bien comunicadas generalmente, ocupan gran parte de la franja litoral y de los entornos periurbanos de las grandes aglomeraciones poblacionales del interior.

En términos generales, la principal limitación que sufre la producción agraria en estos entornos se refiere a la lucha por el cambio de uso del suelo, en los casos en los que la presión urbanística amenaza la permanencia de la actividad agraria. Debe destacarse que algunas de las zonas de regadío más eficientes y más productivas se encuentran en los entornos de las zonas urbanas y en las conurbaciones costeras coexistiendo con los procesos de expansión urbana. En ambos casos debe planificarse adecuadamente el futuro de estos regadíos como defensa y conservación del medio ambiente en armonía con el sistema de urbanización creciente.

En conjunto estas comarcas crecen en población activa agraria, al tiempo que crecen en riqueza generada y en diversificación de la estructura productiva. No son por tanto comarcas deprimidas y suelen tener problemas asociados al medio ambiente y riesgos de reducción de los espacios cultivados, por lo que la mejora y consolidación de sus regadíos debe actuar sobre la problemática derivada del uso intensivo del agua, la sobreexplotación de recursos subterráneos, los riesgos de salinización de suelos y aguas, y la escasez del recurso hídrico.

b)  Zonas rurales en decadencia

Las zonas rurales de agricultura poco intensiva, básicamente extensiva, y con escasa diversificación económica se sitúan en la periferia lejana de los centros de servicios o de los agregados de actividad industrial más dinámicos, constituyendo el grueso de las áreas rurales agrarias.

Se trata de regiones que unen la pérdida de población activa agraria a la de población rural, si bien en los últimos tiempos el proceso migratorio ha evolucionado favoreciendo la formación de pequeños núcleos urbanos en casi todos los entornos rurales, haciendo posible una agricultura que responda fácilmente a la condición de multifuncionalidad que la sociedad reclama actualmente y hace posible la perspectiva de la complementariedad de rentas en los casos en que se contemplen programas de desarrollo rural que puedan integrar actividades agrarias y actividades complementarias en el sentido que se establece en la vigente legislación de modernización de las explotaciones.

Los cuadros de evolución de la estructura del hábitat muestran como los municipios de diez a veinte mil habitantes, que en el periodo intercensal 1981 a 1991 ganaron población en el 75 % de los casos han pasado a representar casi el 78 % en el periodo 1991-1999. Del mismo modo el grupo de pequeñas ciudades situadas en el entorno de 20 a menos de 50.000 habitantes ha crecido igualmente pasando del 80,6 % en 1991 a 84,3 en 1999.

Una situación peculiar de las regiones agrícolas extensivas se relaciona con la existencia de grandes áreas de regadíos tradicionales, principalmente en las dos Castillas, Aragón y Extremadura, sujetos a fuerte dependencia de una política de modernización que les permita mejorar su rentabilidad así como un aprovechamiento más eficaz de los recursos hídricos. El P.N.R. incluye estas zonas dentro de los mencionados programas de mejora y consolidación de regadíos favoreciendo el uso más eficiente de los recursos y la mejora de los sistemas de riego.

Para las demás zonas con agricultura en decadencia la planificación debe recoger la introducción de pequeños regadíos que responden al concepto de regadíos sociales por orientarse principalmente al refuerzo de la vertebración territorial, a la consolidación de la población residente en esas comarcas y a la mejora de las rentas de los agricultores.

Las posibilidades de atracción de recursos turísticos como fuente de la diversificación y las posibilidades de implantación agroindustrial forman parte esencial de los programas de desarrollo rural diseñados para estas áreas en sus modalidades de Leader o Proder o dentro de programas regionales más amplios.

c) Áreas agrarias marginales

Las zonas agrarias de muy baja productividad, las de difícil acceso y muchas comarcas de agricultura de montaña configuran un entorno de espacios agrarios muy despoblados y con importantes problemas de viabilidad demográfica (en general en estas zonas, el reemplazo de la población activa es muy problemático y la proporción de población de edad superior a los 55 años duplica el promedio nacional).

Se pueden ubicar estas zonas en algunas comarcas de montaña y en zonas próximas a la frontera con Portugal, áreas del sistema Ibérico y algunas comarcas repartidas entre las dos Castillas, Aragón y Extremadura.

La incidencia del regadío es muy escasa en las zonas mencionadas y sus posibilidades en este aspecto muy limitadas. Las estrategias de desarrollo principales de esta zona se fundamentan en el medio ambiente, el paisaje, como instrumento de desarrollo, lo que implica programas de fomento de microempresas de artesanía local, instalaciones de turismo rural y asunción de la responsabilidad local de conservación del patrimonio cultural en armonía con las exigencias del desarrollo rural.

3.2.6 La población activa agraria

Desde una perspectiva global, el crecimiento demográfico producido a lo largo de los últimos decenios se ha traducido en un crecimiento de la población activa total, que ha pasado de 11.816.600 personas en 1960 a 16.844.200 personas en el año 2000, lo que supone un crecimiento total para el referido periodo de un 42,5 %, que refleja no solo el incremento censal sino también la, igualmente creciente, incorporación de la mujer a la población económicamente activa.

Sin embargo, el ritmo de crecimiento de la población ocupada ha sido notablemente inferior, yendo de 11.640.900 a 14.473.700 personas en el mismo periodo, lo que supone un crecimiento del 24,3 %, casi la mitad del de los activos en condiciones de trabajar. Este desfase entre crecimiento de la población activa y capacidad del sistema económico para generar empleo se ha traducido en una evolución negativa del desempleo que ha pasado de una proporción del 1,49 % en 1960 al 14,1 % para el año 2000 según la Encuesta de la Población Activa. El cuadro referido a las tasas de actividad y de paro resalta una tendencia al crecimiento de la población activa a lo largo de los últimos años. (51,3 % de la población mayor de 15 años es activa en el año 2000).

Gráfica de la evolución de la población total activa, ocupada y en paro entre 1960 y 2000
Gráfica que representa la evolución de las tasas de actividad y paro totales entre 1960 y 2000

La tasa de desempleo presenta una tendencia al decrecimiento regular que favorece la aproximación del peso de la población ocupada a la población activa, si bien a una velocidad quizá demasiado reducida, cuestión que podría vincularse con la velocidad de creación de empleo antes mencionada.

Desde el punto de vista territorial, el mapa nº 10 muestra la distribución regional de las tasas de dependencia de la población residente en las comarcas, según la información proporcionada por la rectificación Padronal de 1998. La tasa de dependencia compara la cantidad de población que se encuentra fuera del intervalo de población potencialmente activa, sea por no alcanzar el umbral de entrada en actividad (población infantil) o por haberlo rebasado (población en edad de jubilación) con las cohortes de población en edad productiva, es decir indica la carga de población no activa que corresponde a cada persona en edad activa.

Mapa de España de la tasa de dependencia de la población potencialmente activa en 1998

La distribución territorial de las tasas de dependencia muestra de nuevo las comarcas costeras, más desarrolladas, en términos agrarios y no agrarios como las zonas con mayor potencial demográfico junto con los núcleos metropolitanos del interior. Las comarcas del interior sin vinculación con alguna superficie regada se encuentran en situaciones de gran debilidad al contar con un número de activos que en alguna comarcas es inferior al de los inactivos, con el factor de riesgo adicional de que la carga principal de la población dependiente corresponde a ex activos (población de 65 y más años) , que si bien en el momento presente pueden representar una fuente de las denominadas “rentas invisibles” (percepciones del sistema de pensiones) en una perspectiva a más largo plazo son un factor de vulnerabilidad.

La población activa agraria ha disminuido constantemente desde el año 1960 hasta el 2000, periodo durante el cual paso de representar el 40,76 % del total a ser el 7,11 % en el año 2000. Desde el año 1980 al año 2000, el número de ocupados en la agricultura se ha reducido un millón de personas.

Gráfica evolutiva de la población total activa, ocupada y en paro entre 1960 y 2000

La estimación para el horizonte 2008 es de una pérdida mínima de 300.000 activos en el sector. Esta reducción del número de activos agrarios se estima basándose en los siguientes datos de referencia:

  • El promedio Europeo de porcentaje de población activa agraria es de 4,7 % para 1999 según datos de Eurostat
  • Las variaciones del volumen de mano de obra agraria en el conjunto de la U.E. es negativa, oscilando entre el mínimo de Irlanda (-0,5 %) y el máximo de Alemania (-6 %) con una media conjunta    para la UE de -2,7 % (periodo 1996-97). La variación de la mano de obra agraria en España se sitúa en el -3,3 % lo que implica una mayor velocidad de reducción de la mano de obra agraria en España.
  • La evolución de las tasas de actividad agraria muestra claramente el proceso seguido a lo largo de los años por la agricultura en las sucesivas etapas de la modernización de la agricultura española, desde la primera transformación de la agricultura en los años sesenta hasta el acceso a la competencia intercomunitaria e internacional desde mediados de los años ochenta. La tendencia a la pérdida de población activa del sector agrario puede considerarse efecto, entre otros factores, del crecimiento de la productividad.
Gráfica evolutiva de las tasas de actividad y de paro agrarias por periodos entre 1960 y 2000

El fuerte retroceso de la población ocupada en agricultura va acompañado de un alto crecimiento de la productividad de la mano de obra que, si ya fue muy intenso tras la crisis de la agricultura tradicional de los años 60 y 70, ha resultado mayor a partir de 1980. Entre los años 1980 y 2000 la población ocupada agraria ha descendido de 2.049.500 a 988.850 y la producción agraria (en pesetas constantes de 1980) ha pasado de 834.759 a 2.111.014 millones de pta. en 1999, último año disponible, lo que representa un incremento de la productividad de la mano de obra del orden del 9,0 % anual en dicho periodo.

En los últimos años la agricultura española ha obtenido incrementos de productividad gracias a las transformaciones en regadío, a la incorporación de capital y, fundamentalmente, a la mecanización y el uso de medios de producción modernos. El proceso de pérdida de la población en agricultura muestra una tendencia regular a la disminución fruto del continuado proceso de tecnificación que hace recomendable la disminución de la población agraria en algunas regiones y la introducción de procesos   productivos agrarios que requieran mayores cuotas de mano de obra.

Los mapas nos  11 y 12 detallan la distribución de la población ocupada en la agricultura por comarcas agrarias en 1991, según las informaciones recogidas por el censo de población realizado en ese  año y la situación del sector en cuanto a la población ocupada en agricultura en el año 2000, si bien en este último caso la fuente disponible es la Encuesta de la Población Activa que únicamente facilita informaciones de ámbito provincial, por lo que la comparabilidad entre ambos mapas es relativa.

Contemplado en conjunto los mapas ponen en evidencia la desigual distribución de la población ocupada en agricultura que varía considerablemente entre unas provincias y otras, siendo especialmente significativo su peso en aquellas comarcas o territorios con escasez de alternativas de empleo fuera del sector.

Mapa de España que representa la población ocupada en la agricultura por comarcas en el año 1991
Mapa de España que representa la población ocupada en la agricultura por comarcas en el año 2000

3.3 Rasgos macroeconómicos básicos de la agricultura

3.3.1 Introducción

Las macromagnitudes de la actividad económica general están influidas por la evolución de los mercados, por las condiciones generales del mercado del trabajo, por la evolución de la producción, de la demanda y de los precios y ello se refleja en el valor del Producto Interior Bruto para cada periodo, tanto en términos globales como regionales.

Las macromagnitudes agrarias están influidas por los mismos factores de orden socioeconómicos y, además, por otros de índole climático (régimen de lluvias, temperaturas medias) que afectan directamente al resultado anual de la actividad económica agraria, produciendo variaciones temporales que, en años de irregularidades  climáticas,  no  se concilian fácilmente con la tendencia plurianual.

El gráfico siguiente muestra estas diferencias de productividad anual que se pueden reflejar en las macromagnitudes agrarias para el conjunto de la Unión Europea en 1999, último año de que se dispone de información completa:

Gráfica evolutiva de las tasas de crecimiento del Valor Añadido Bruto agrario en Europa en 1999

La diferente evolución de las magnitudes agrarias y los parámetros del sistema económico global se relacionan, entre otras variables, con la incidencia que los factores climáticos ejercen sobre la producción agraria, pudiéndose dar, en condiciones climáticamente adversas, tasas de crecimiento interanuales negativas, dentro de un contexto plurianual de evolución positiva.

3.3.2 Las magnitudes agrarias

La producción final agraria es la base de todas las consideraciones y proyecciones de la economía agraria, al recoger en su sentido estricto los resultados en términos de valor de todas las producciones brutas de todas las unidades productivas que constituyen el sector agrario. Su evolución explica, por tanto, la situación global de la producción vegetal, la producción animal y, en determinadas circunstancias se considera igualmente la producción silvícola considerando la totalidad del sector productivo primario (excepto la pesca).

EVOLUCIÓN DE LA PRODUCCIÓN FINAL AGRARIA (Millardos de pta.)


PRODUCCIÓN FINAL
(precios corrientes)
PRODUCCIÓN FINAL
(precios constantes de 1990)
VEGETALANIMALAGRICOLAVEGETALANIMALAGRICOLA
19902.090,01.357,53.447,52.090,01.357,53.447,5
19912.097,31.374,13.471,42.060,11.406,13.466,2
19921.876,61.372,83.249,42.096,61.398,63.495,2
19931.923,71.405,53.329,21.976,21.394,73.370,9
19942.113,61.583,03.696,61.894,01.462,63.356,6
19952.167,71.620,83.788,51.738,61.497,53.236,1
19962.628,01.801,04.429,02.149,21.584,43.733,6
19972.572,81.850,74.423,52.372,81.616,03.988,8
19982.598,21.755,54.353,72.441,61.656,44.098,0
1999*2.545,41.713,44.258,82.430,91.581,94.012,8
2000**2.530,11.869,64.399,72.428,91.794,84.223,7
Fuente: Anuario de la Producción Agraria  MAPA
NOTAS: * Avance; ** Estimación

La observación de las series agrícola y ganadera permite apreciar una tendencia regular de crecimiento que, a pesar de las oscilaciones coyunturales, como la caída de la producción en 1995 o la subida considerable en 1996, indican un sistema productivo agrario estable y consolidado.

La relación entre los subsectores agrícola y ganadero señalan una tendencia al crecimiento de la importancia de la ganadería en el sistema productivo primario español, un ratio entre el valor de la producción ganadera y la agrícola señala un avance del peso económico ganadero, debido sin duda a mejores evoluciones de los precios respecto a la evolución del valor de la producción agrícola. Ello se traduce en una leve, pero constante, tendencia al crecimiento del vacuno carne que compensa la reducción de las vacas de ordeño, si bien en el último periodo la incidencia de la EEB ha alterado considerablemente el sector y, en general, se han compensado los efectos negativos sobre los bovinos con los positivos sobre porcino y aves.

El peso de la producción vegetal sobre el PFA ha evolucionado desde representar, en pesetas constantes de 1990 el 60,6 % del PFA hasta un 57,5 % en el 2000, lo que no obstante representa una estructura sólida cuyo promedio se sitúa a lo largo del decenio en el 58,5 % con un coeficiente de variación del 3 %.

La evolución interanual de la producción final agraria muestra las oscilaciones propias de la incidencia de los factores climáticos y del mercado, que para los últimos años se reflejan en una variación nominal del 3,3 % entre el 2000 y el año anterior, frente a una variación de -2,2 % en 1999 respecto al año anterior.

EVOLUCIÓN DE LAS MACROMAGNITUDES AGRARIAS (Millardos de pta. corrientes)

AÑOP.F.A.C.I.V.A.B.A. (p.m.)V.A.B.A. (c.f.)V.A.N.A. cf (R.A.)
19903.492,41.462,32.030,12.145,21.858,7
19913.496,91.497,61.999,32.169,81.876,1
19923.248,71.513,31.735,41.954,41.666,9
19933.327,21.533,41.793,82.245,61.952,7
19943.727,61.634,42.093,22.665,52.354,6
19953.837,21.710,82.126,42.816,32.480,4
19964.466,41.829,02.637,43.285,02.932,4
19974.454,51.892,72.561,83.236,02.851,1
19984.384,71.932,42.452,33.167,62.745,1
19994.289,81.935,12.354,73.073,52.699,3
20004.430,71.991,62.439,12.699,32.813,8
Fuente: MAPA

En este cuadro los valores de Producción Final Agraria anotados no coinciden con los reflejados en el cuadro anterior por haberse omitido la partida correspondiente a los Bienes de Capital Producidos por Cuenta Propia en las explotaciones, que aun siendo una cantidad no significativa, implican un crecimiento que oscila en torno al 1 % de la PFA. que no ha sido reflejada en la tabla que descompone las aportaciones a la Producción Final de los subsectores agrícola y el ganadero. Un caso particular es el correspondiente a los años 1992 y 1993 en los que las desinversiones en plantaciones de las citadas campañas, dieron lugar a valores negativos, lo que se traduce en que las cifras de PFA de esos años son levemente inferiores a las cifras de producción vegetal y animal.

Los consumos intermedios (C.I.) reflejan los gastos necesarios para la realización de la producción y su crecimiento repercute sobre el resultado económico, junto con los factores climáticos mencionados antes. El gráfico siguiente muestra la evolución, en pesetas corrientes, de la Producción Final Agraria y de los Gastos de Fuera de la Explotación o Consumos Intermedios.

Gráfica evolutiva de la Producción Final Agraria y los Consumos Intermedios entre 1990 y 2000

La evolución de los consumos intermedios muestra una tendencia leve de crecimiento, que puede incidir sobre la evolución del resultado de la producción agraria, ello quiere decir que en los últimos años parece existir una tendencia a la mejora de la eficiencia si se considera que, en pesetas constantes, el peso de los gastos de fuera del sector alcanzaba al 42,4 % del PFA alcanzando un valor promedio en el decenio de 43,3 % del PFA. En términos de pesetas constantes de 1990 las dos partidas más importantes de estos gastos (Alimentación para el ganado y Maquinaria) suponen unos valores, a lo largo del decenio, relativamente estables con un coeficiente de variación de 0.52 y de 0.40 respectivamente.

El Valor Añadido Bruto a precios de mercado   es el parámetro que integra los resultados de la agricultura en la Contabilidad Nacional, recoge   realmente el resultado económico de la gestión agraria en sus dos situaciones más significativas: En su condición de precios corrientes de mercado, refleja estrictamente la cantidad de la Producción final que queda para distribuir una vez deducidos los consumos intermedios. En realidad y desde 1993, esta formulación se corrige por la aparición como fuente de ingresos de la agricultura de las subvenciones de explotación derivadas de la aplicación de la Política Agraria Comunitaria lo que modifica considerablemente el valor añadido bruto a coste de los factores que se obtiene añadiendo o deduciendo el resultado de incorporar el valor de las subvenciones de explotación menos los impuestos ligados a la producción.

Gráfica evolutiva de los valores añadidos brutos entre 1990 y 2000

El gráfico muestra la importancia que las subvenciones netas de impuestos han representado durante los últimos años llegando a representar en promedio más del 25% de la renta agraria siendo para algunas CC.AA. una partida que rebasa el 40% del Valor Añadido.

La Renta Agraria o Valor Añadido Neto a coste de los factores es la última serie de la tabla anterior es el resultado de deducir del Valor Añadido a coste de los factores el consumo de capital fijo (básicamente construcciones y maquinaria) cuya evolución representa variaciones muy considerables en función tanto de la producción y los avatares climáticos de la misma como la evolución de los precios de los insumos y la tasa de amortización. Con relación al último año se detecta un incremento del VAN de 4,2% en tanto que en la campaña de 1999 la renta alcanzó valores negativos (-1,2 %) respecto al año anterior.

Referido a la población ocupada en agricultura la evolución de la renta agraria y su comparación con la evolución del IPC en los mismos años presenta la siguiente distribución.

EVOLUCIÓN DE LA RENTA AGRARIA

AñoRenta / Ocupado (ptas. corrientes)  Índice 1980=100  IPC 1980=100Renta / Ocupado (ptas. constantes 1980)
1980405,3100,0100,0405,3
19901.363,5336,4243,7559,5
19952.452,4605,1313,7781,8
20003.160,9779,9356,9885,7
Fuente: Estimaciones del MAPA

Puede apreciarse como, al margen de las oscilaciones temporales de la evolución de las campañas, se ha producido un incremento de la renta por ocupado en agricultura, de la cual no es ajena la constante reducción de la población ocupada en agricultura (de 1,3 millones en 1990 a 0,9 millones en año 2000) pero que repercute, en términos reales, en un incremento  claro  respecto  al  crecimiento  de  valor  de  la  renta  agraria  a  precios  corrientes,  aunque  la  velocidad  de crecimiento de IPC resulta mayor que la evolución de la renta por ocupado en términos reales.

Otro rasgo importante del sector se refiere a su peso relativo dentro de la economía nacional, expresado por su contribución al Valor Añadido Bruto y al empleo.

La actividad agroalimentaria – expresión que integra la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca e industrias transformadoras de los productos agrarios y pesqueros – aporta actualmente en España el 6,8 % de la riqueza generada anualmente, proporciona ocupación a cerca de un millón y medio de personas (10,6 % del total de ocupados y 7,3 % si se excluye la industria agroalimentaria) y produce el 14 % de los intercambios totales de mercancías con el exterior.

El análisis histórico de los indicadores globales de participación del sector agrario en el V.A.B. y en el empleo total refleja una tendencia decreciente. Esta pérdida de importancia relativa del sector agroalimentario  y pesquero  en  la economía nacional es consecuencia del crecimiento económico y de los cambios en la composición de la demanda global. Es una tendencia común en los países desarrollados y va, normalmente, acompañada de un proceso de terciación de la economía (es decir, de un incremento continuado del peso relativo del sector servicios).

EVOLUCIÓN DEL VALOR AÑADIDO BRUTO AGRARIO (a precios de mercado) Y LA POBLACIÓN OCUPADA EN EL SECTOR RESPECTO A SUS TOTALES (%)

AÑOV.A.B.A.(p.m.)V.A.B. Total (1) Empleo
Agrario/Total (2)
19909,5 11,8
19918,2 10,6
19927,6 10,1
19937,9 10,1
19948,0 9,8
19957,17,229,1
19967,228,6
19977,078,3
19986,778,0
19993,82**7,3
2000 n.d. 6,8
Fuente: MAPA
Notas:
(*) Para el cálculo del VAB a partir de 1995 se utiliza el Nuevo Sistema de Cuentas
Nacionales y Regionales de la UE (SEC-95). Este cambio metodológico supone un aumento del peso relativo de las ramas agraria y pesquera y una reducción casi paralela de la rama agroindustrial.
(**) El dato de 1999 se refiere al VAB a precios básicos de la rama agraria y pesquera sin contar la aportación de la industria agroalimentaria.
(1)   Participación del sector agrario, pesquero e industria agroalimentaria en el
VAB total a precios de mercado, excepto el año 1999 que cuenta el VAB a precios básicos (SEC-95) sin incluir la industria agroalimentaria.
(2)   Participación del empleo agrícola, ganadero, forestal y pesquero en el total de
población ocupada.

3.4 Estructuras de las explotaciones

La diversidad de la agricultura española no se debe exclusivamente a los factores físicos que la condicionan, también la estructura de las explotaciones es muy diferente en una y otras regiones, e incluso en una misma región coexisten situaciones de minifundio con grandes explotaciones que concentran considerables superficies de cultivo.

Dentro de esta gran diversidad interna, que más adelante se analizará, algunos rasgos estructurales caracterizan la agricultura española en comparación con la europea.

  • La dimensión superficial media es ligeramente superior en España que en EUR 15, pero la diferencia de productividad de la tierra determina que el margen bruto por hectárea de los agricultores españoles sea la mitad del europeo, y el más bajo de todos los países de la UE
  • La dimensión económica de las explotaciones españolas, medida en UDE, alcanza el 63% de la media comunitaria y en porcentaje hay más explotaciones económicamente pequeñas y menos explotaciones grandes en España que en el promedio europeo.
  • La productividad del trabajo en la agricultura española no llega a alcanzar las tres cuartas partes de la media europea y viene a ser la mitad de la francesa, alemana, británica o sueca y un tercio de la belga, danesa u holandesa. Sólo Grecia, Italia y Portugal tienen una productividad de la mano de obra más baja.

DIMENSIONES DE LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS EN LA UE

PAÍSESHa SAU/Explot.MB/explot. (UDE)MB/Ha (UDE)MB/UTA (UDE)
Bélgica20.647.02.342.6
Dinamarca42.657.21.345.5
Alemania32.132.31.027.2
Grecia4.35.81.48.2
España21.210.60.512.3
Francia41.735.30.824.5
Irlanda29.418.70.613.8
Italia6.48.01.311.3
Luxemburgo42.535.20.823.3
Holanda18.684.14.539.3
Austria16.311.60.718.5
Portugal9.26.50.74.9
Finlandia23.723.51.017.6
Suecia34.722.80.725.4
Reino Unido69.347.70.729.1
UE 1518.416.70.917.3
España/UE 15115%63.5%55.6%71.1%
Fuentes: La Agricultura en la Unión Europea. Información Estadística y Económica. (Comisión
Europea). Encuesta sobre la estructura de las explotaciones agrarias. 1997. SAU: Superficie Agrícola Utilizada.
UDE: Unidad Dimensión Europea equivalente a 1.200 euros de margen bruto estándar.
 
UTA: Unidad de trabajo año. Una UTA equivale al trabajo que realiza una persona a tiempo completo a lo largo de un año. 228 jornadas y más. 1.826 horas y más.

La estructura de las explotaciones agrarias españolas se caracteriza por el predominio de la explotación de pequeña dimensión económica. Alrededor de 950.000 explotaciones tienen una dimensión inferior a 12 UDE y su margen bruto no alcanza los 2,4 millones de pesetas anuales, que, en el otro extremo, hay 58.000 explotaciones cuyo margen bruto anual supera los 8 millones de pesetas y que en situación intermedia hay cerca de 200.000 explotaciones con un margen bruto anual entre 2,4 y 8 millones de pesetas.

Gráfico de la distribución de las explotaciones agrarias en España según la dimensión económica

De estos datos se deduce que más de la mitad de las explotaciones o bien constituyen para los titulares una fuente de renta complementaria de las que obtienen de otra actividad o son de dudosa viabilidad, salvo que puedan aumentar su dimensión económica intensificando la producción. En esta intensificación es relevante el papel que suele desempeñar el regadío.

Estos rasgos estructurales son comunes en la mayoría de las regiones españolas, si bien hay grandes diferencias territoriales como se aprecia en el siguiente gráfico.

Gráfica que representa la dimensión económica de las explotaciones agrarias en España en 1997

DISTRIBUCION DE LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS ESPAÑOLAS

COMUNIDADES AUTONOMASNúmero de explotaciones (Miles)SAU/explot. (ha)Trabajo utilizado (miles UTA)Margen Bruto/explot. (UDE)
Galicia114.85.4165.74.2
Asturias39.910.153.64.5
Cantabria16.414.022.56.6
País Vasco22.715.524.16.6
Navarra23.125.117.914.5
La Rioja12.917.113.313.5
Aragón60.442.047.914.7
Cataluña68.916.679.415.2
Islas Baleares17.413.514.55.3
Castilla y León117.545.4101.115.3
Madrid10.630.18.510.0
Castilla-La Mancha133.335.477.410.4
Valencia165.34.274.66.3
Murcia47.410.842.613.2
Extremadura68.442.258.011.3
Andalucía274.118.0267.112.6
Canarias15.13.330.812.2
España1208.321.21099.010.6
Fuente: Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrícolas. 1997. INE.

El porcentaje de explotaciones de más de 12 UDE sobre el total de explotaciones de cada región es similar a la media nacional en Cantabria, Madrid, Castilla-la Mancha, Murcia, Extremadura, Andalucía y Canarias, claramente inferior en Galicia, Asturias, País Vasco, Baleares, Valencia y más elevado en Navarra, la Rioja, Aragón, Cataluña y Castilla-León.

Por el contrario, el mayor porcentaje de explotaciones de menos de 2 UDE, y económicamente marginales o residuales, sobre el total de explotaciones supera la media nacional en todas las regiones de la Cornisa Cantábrica e Islas Baleares.

Dentro de esta diversidad regional existen muchos factores para explicar la no existencia de una clara relación entre tamaño físico y dimensión económica de las explotaciones, quizás uno de esos factores es sin duda el mayor o menor peso de los regadíos en cada región.

Gráfico que representa la dimensión física y económica de algunas provincias de España

Del gráfico se desprende que seis Comunidades Autónomas tienen una dimensión física superior a la media nacional, teniendo casi todas ellas una dimensión económica, medida en margen bruto por explotación, en torno o superior a la media, destacando en este sentido Aragón y Castilla y León. Por otro lado, el resto de las Comunidades Autónomas, el 65% del total, poseen una dimensión física por debajo de la media nacional. Destacan dos grupos según es su dimensión económica. Un primer grupo, formado por Baleares, Cantabria, País Vasco, Asturias, Galicia y Valencia con una dimensión económica inferior a la media nacional y un segundo grupo formado por Andalucía, La Rioja, Cataluña, Murcia y Canarias cuya dimensión económica es superior a la media nacional.

3.5 Los sectores productivos: situación actual y perspectiva

INTRODUCCIÓN

En este apartado se pretende realizar una estimación de las oportunidades u opciones productivas que tiene la agricultura española, particularmente la de regadío, desde la perspectiva del mercado, que es un factor importante, aunque no el único decisivo, para valorar el posible grado de expansión de las producciones y de los regadíos.

Para ello se analizan los siguientes sectores productivos que se corresponden básicamente con la Organizaciones Comunes de Mercado (OCM): cultivos herbáceos, arroz, forrajes, algodón, azúcar, aceite de oliva, vino, tabaco y frutas y hortalizas. Sólo se han incluido las OCM de los distintos sectores vegetales pues, al realizar el estudio desde el punto de vista del regadío y de su influencia, se ha creído conveniente centrarlo en los cultivos y no incluir los sectores de producción animal como tales.

El análisis de cada uno de estos sectores responde a una estructura común conforme a los siguientes contenidos:

–           Descripción de las correspondiente OCM en los rasgos esenciales, tales como el régimen de precios y de intervención, ayudas, limitaciones o restricciones, procedimientos, etc., muchos de los cuales han de ser tenidos en cuenta al aplicar la política de regadíos.

–           Situación e importancia relativa de cada sector en España (superficie cultivada, rendimientos, productividad, competitividad, etc.).

–           Situación y producción de los mercados según los estudian Organizaciones Internacionales como la OCDE, FAO, Banco Mundial, Comisión Europea, etc.

–           Perspectivas que para el regadío se abren en cada sector considerado.

3.5.1 Cultivos herbáceos

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

El sector de los cultivos herbáceos incluye actualmente los cereales, las oleaginosas, las proteaginosas y el lino no textil (COPL). Tras la Agenda 2000, la OCM del sector de los cultivos herbáceos se encuentra regulada mediante el Reglamento (CE) 1251/99, por el que se establece un régimen de apoyo a los productores de determinados cultivos herbáceos. Pero fue en la Reforma de la PAC de 1992 donde se fijaron las bases del actual sistema.

En dicha Reforma de 1992 se introdujeron unos pagos compensatorios con el fin de compensar a los agricultores por las pérdidas de renta derivadas de la reducción de los precios institucionales.

La superficie que podía acogerse a estas ayudas directas (por hectárea) estaba limitada por una superficie de base regional. La superficie de base debía calcularse como la media de las superficies cultivadas de cereal, oleaginosas y proteaginosas en 1989, 1990 y 1991, aumentadas, en su caso, con las superficies dejadas en barbecho de acuerdo con un programa financiado con fondos públicos.

En España se estableció una superficie de base nacional para el secano y otra para el regadío. En principio sólo hubo una única superficie de base de secano nacional, lo cual podía suponer, en caso de superación de superficies, mayores posibilidades de compensación entre todas las zonas del territorio. Después, la superficie se dividió en 17 subsuperficies, de acuerdo con la estructura autonómica del Estado, con la posibilidad de imputaciones regionales de la superación de superficies. Por otra parte, se utilizó la alternativa de separar una superficie base de regadío de maíz, a la vista de la elevada productividad por hectárea del maíz de regadío en muchas zonas del territorio.

Inicialmente, la cifra total de superficies de base de regadío era ligeramente inferior, pero como consecuencia de los reiterados rebasamientos de la superficie de regadío, fundamentalmente de la correspondiente a maíz, (afectada probablemente por desplazamientos de cultivos originados por la sequía y limitaciones hidráulicas) se ajustaron las superficies. De esta forma, al incrementar la superficie de maíz regadío, se disminuyeron los rendimientos para conseguir la neutralidad financiara exigida y se fijaron las hectáreas de las distintas superficies base. Así, se establecieron 7.848.600 ha de superficie base de secano y 1.371.100 ha de regadío, de las cuales 403.400 corresponden al maíz de regadío.

Además, los Estado miembros debían realizar una regionalización productiva de rendimientos de cereales por zonas homogéneas, con el fin de aplicar lo pagos compensatorios, en términos de neutralidad presupuestaria, respecto a las superficies y rendimientos medios nacionales del periodo 1986/87 a 1990/1991, excluyendo los años de máximo y mínimo rendimientos. El plan de regionalización productiva, que tenía fijado un rendimiento medio nacional de 2,64 t/ha, se basó en las comarcas agrarias como unidades territoriales a efectos de establecer los rendimientos medios por razones de información estadística, pero también para reflejar mejor la diversidad climática y geográfica de la agricultura española.

La Reforma de 1992 estableció además un requisito de retirada obligatoria (set-aside) para aquellos productores que solicitaran pagos compensatorios, excepto para los pequeños productores (con menos de 92 toneladas por explotación). Las superficies retiradas también recibían pagos compensatorios, bajo ciertas condiciones. El set-aside tiene relevancia en España por razones territoriales (el barbecho afecta a 4 millones de hectáreas anuales), agronómicas y ambientales (el barbecho es una buena práctica para la fertilidad del suelo y la conservación de ciertos ecosistemas).

Hasta la campaña 1995/96 existían dos modalidades de retirada: fija y libre. La primera implicaba un compromiso de retirada rotativa y la utilización de la superficie retirada para producción de biomasa, la aplicación de medidas agroambientales o forestación, mientras que la retirada libre no exigía compromiso de rotación (si bien no podía superar en un porcentaje determinado a la superficie de retirada rotativa). La Comisión podía adaptar anualmente el porcentaje de retirada obligatoria en función de las previsiones de evolución de los mercados. No obstante, a partir de la campaña 1996/97 se estableció una tasa unitaria de retirada del 17,5%.

Aparte del set-aside obligatorio y salvo ciertos supuesto, se autorizaba a España una retirada voluntaria siempre que en total la retirada obligatoria más la voluntaria no superara el 30% de la superficie de secano por la que se solicitaba pago compensatorio (en regadío sólo podía realizarse, salvo casos excepcionales, retirada obligatoria).

La OCM del sector de los cultivos herbáceos está actualmente, como ya se ha comentado, y tras la reforma de la Agenda 2000, regulada mediante el Reglamento (CE) 1251/99. La reforma introducida en la OCM por la Agenda 2000 mantiene los criterios básicos de la reforma de 1992 pero introduce los siguientes cambios:

  • Una reducción del precio de intervención en un 15% en dos fases iguales a partir de la campaña 2000/01. El precio de intervención se rebajó a 101,31 euros/t, frente a los 119,19 euros/t anteriores. El objetivo del precio de intervención ya no es garantizar la estabilidad de los precios a un nivel elevado, sino servir de red de seguridad de las rentas agrarias. A partir de la campaña 2002/2003, el precio podrá ser revisado a la luz de la situación de los mercados.
  • Los pagos directos para cereales fijados por hectárea (hasta la Agenda 2000 eran de 54 euros/t multiplicado por el rendimiento histórico de referencia) se aumentan en dos fases anuales y para la campaña de comercialización 2001/2002 ascenderán a 63 euros/t. El aumento representa una compensación del 50% del recorte total.
  • El régimen aplicado al trigo duro, modificado en 1997, se mantiene. Así, se concede un suplemento del pago por superficie de 344,5 euros por hectárea para las superficies sembradas de trigo duro en zonas tradicionales de producción dentro de una superficie máxima garantizada que tiene derecho a ese suplemento. Para España esa superficie es de 594.000 ha y las zonas tradicionales de producción que se han establecido son: Almería, Badajoz, Burgos, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga, Navarra, Salamanca, Sevilla, Toledo, Zamora y Zaragoza.
  • Se ha incrementado el rendimiento medio en España de los cereales de 2,64 a 2,9 t/ha. En función de este nuevo parámetro y de acuerdo con la normativa comunitaria se ha readaptado el Plan de Regionalización productiva. En este sentido, se le ha devuelto al maíz esa diferencia de rendimientos originarios del primer modelo de superficie ya comentado. En el Real Decreto 1893/1999 se establece el Plan de Regionalización vigente, derivado del Acuerdo de la Agenda 2000.
  • Los principios del sistema de superficie de base y planes de regionalización se mantienen, en particular para los cultivos de regadío y para el maíz. Así, se mantiene la posibilidad de diseñar subsuperficies de base dentro de una superficie de base general, así como la de distinguir el rendimiento del maíz del de otros cereales.

En el caso español la superficie base de secano nacional sigue siendo de 7.848.600 ha, tal y como quedó establecida tras la reforma de 1992, y la superficie de base nacional de regadío 1.371.089 ha, de las cuales 403.360 ha corresponden a maíz.

  • En el caso de las semillas oleaginosas y las semillas de lino, los pagos directos por hectárea se reducirán en tres fases anuales, de forma que sean iguales a los pagos por cereal (es decir, 63 euros/t en 2002/2003). El sistema de precio de referencia para las semillas oleaginosas se abolirá a partir de la campaña de comercialización 2002/2003.

Los programas que incluyen el girasol y la colza de primavera pueden optar a los regímenes agroambientales. En España, el Real Decreto 4/2001, de 12 de enero, por el que se establece un régimen de ayudas a la utilización de métodos de producción agraria compatibles con el medio ambiente, incluye entre sus líneas de ayuda al cultivo de girasol.

  • Para garantizar la rentabilidad de las proteaginosas respecto a otros cultivos, éstas reciben una prima de 9,5 euros/t además del pago directo básico, lo que sitúa en una sola fase la ayuda en un total de 72,5 euros/t a partir de 2000/2001.
  • La compensación por retirada de tierra (obligatoria o voluntaria) se establece en la misma proporción que para cultivos herbáceos, es decir 63 euros/t a partir de 2001/2002. La retirada de tierra obligatoria se mantiene hasta 2006/2007 en el porcentaje básico del 10% (recorte desde el 17,5%) a partir de 2000/2001, pero el porcentaje efectivo puede adaptarse según las condiciones del mercado.

Se mantiene la retirada voluntaria, pero se mejorará el régimen, en particular para incorporar los aspectos medioambientales.

  • Para los pequeños productores de menos de 92 toneladas se mantiene la excepción a la retirada obligatoria. A partir de 2000 los pequeños productores pueden optar a pagos específicos por semillas oleaginosas, proteaginosas, semillas de lino y maíz, en lugar de los pagos basados en el rendimiento cerealista medio. Estos productores también pueden participar en el régimen de retirada voluntario.

SECTOR PRODUCTIVO EN ESPAÑA

El sector de cultivos herbáceos en la Unión Europea ocupa un lugar destacado dentro del sector agrario, tanto en lo que se refiere al consumo humano como a la demanda procedente de la industria alimentaria animal. Su cultivo representa un 40% de la Superficie Agrícola Util (SAU) y un 41,3% del gasto del FEOGA-Garantía.

La producción comunitaria de cereales de la campaña 1998/1999 ha sido de 211 millones de toneladas correspondiendo a una superficie de 37,4 millones de hectáreas y un rendimiento medio de 5,67 t/ha. Por otro lado, el total de la producción de semillas oleaginosas en 1998/99 se cifró en 15,1 millones de toneladas, con 5.960.000 ha de cultivo. Respecto a las proteaginosas la producción total se elevó a 5,9 millones de toneladas, con una superficie aproximada de 1,5 millones de hectáreas para la campaña1998/99.

Dentro de España, para el conjunto de los cultivos herbáceos, la superficie de base puesta en juego es de 9,2 millones de ha, de las que 1,3 millones de ha son de regadío. Si a ellas se añaden los dos o tres millones de hectáreas de barbecho que van asociados a estos cultivos, se alcanzan los 12 millones de ha aproximadamente, que suponen un 24% de la superficie geográfica total y un 48% de la superficie Agrícola Util (SAU), representando un 27,8% del total de los gastos del FEOGA-Garantía españoles.

CULTIVOSSUPERFICIES (Ha)RENDIMIENTO (Kg/ha) PRODUCCION (t)
SecanoRegadíoTotalSecanoRegadío
CEREALES
Cebada3.306.236265.9143.572.1502.8874.33710.697.000
Trigo1.806.416206.0152.012.4312.8444.3826.040.454
Maíz75.322364.389439.7113.0819.6573.751.072
Resto611.466259.965637.4311.155.726
TOTAL *5.799.440862.2836.661.72321.644.252
OLEAGINOSAS
Girasol847.282250.9321.098.2148341.8771.177.757
Soja645.0735.1379171.98710.141
Colza16.30481.26297.5661.1381.100107.962
PROTEAGINOSAS
Guisante53.53928.59182.1307911.46084.110
Habas7.8352.62010.4557791.94911.206
Altramuz24.77428425.0586891.26617.435
* No incluye el arroz
Fuente: Anuario de Estadística Agraria 1999. MAPA (Datos 1996).

En términos de ocupación del territorio, y especialmente de la superficie agrícola, es claro que los cultivos herbáceos son la alternativa básica de la agricultura española. Desde un punto de vista territorial, las Comunidades Autónomas principalmente afectadas por los cultivos herbáceos son Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Madrid y Navarra: es decir toda España menos la Cornisa Cantábrica y Rioja, Levante (Valencia y Murcia) y los dos Archipiélagos. En las Comunidades Autónomas citadas anteriormente la Orientación Técnico Económica (OTE) predominante es la de los cultivos herbáceos, así como en el conjunto de España, donde solamente es superada por los frutales y cítricos, debido a la importante atomización de éstos en algunas Comunidades Autónomas, especialmente en la Comunidad Valenciana.

En cuanto a los rendimientos las cifras son muy dispersas. Los rendimientos medios nacionales son del orden de 2,9 t/ha, siendo en secano de 2,5 t/ha y de 5,4 t/ha en regadío (de las cuales el maíz tiene un rendimiento de 7,7 t/ha, y otros cereales distintos del maíz de 4,9 t/ha). Se aprecia claramente la enorme diferencia del secano al regadío. En el secano los rendimientos medios son muy variables, según las condiciones climáticas y edáficas naturales de las distintas regiones agrarias, estando enormemente afectados por la variabilidad anual de las precipitaciones.

Las cifras de rendimientos medios son muy inferiores a las de los demás países comunitarios. Para el conjunto de la Unión europea y para todos los cereales, el rendimiento medio es de 5,6 t/ha, con cifras máximas para Francia y Holanda, estando prácticamente todos los Estados Miembros por encima de España. Una situación semejante se da en oleaginosas. El único parámetro en el que España destaca es en el rendimiento del maíz de regadío, en donde está a la cabeza de la UE pero con un coste adicional importante, derivado del uso del agua y de las técnicas de cultivo necesarias.

MERCADOS

Del valor del comercio mundial de mercancías, 5,5 billones de dólares, cerca del 18% corresponden a productos agrarios y el 10% del valor del comercio de productos agrarios corresponde a los cereales comercializados mundialmente.

La cosecha mundial de cereales alcanzó los 1.482 millones de toneladas en la campaña 1998/99. El primer productor mundial es China con 400 millones de toneladas. Tras este país se encuentra Estados Unidos, India, la antigua Unión Soviética y la Unión Europea. A pesar de estas cifras de producción, China y la Antigua URSS resultan ser fuertes importadores netos de cereales.

La exportación de cereales se reparte entre cinco países: Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Argentina y Australia. Los Estados Unidos, por ejemplo, exportan unos 43 millones de toneladas de maíz, lo que representa el 60% de todas las exportaciones mundiales. En el mercado de cebada hay que destacar el carácter exportador de Canadá, Estados Unidos y Alemania.

Dentro de los cereales, mención especial debe hacerse del trigo. No sólo es el cereal más cultivado del planeta, con una producción de aproximadamente 600 millones de toneladas, sino también el más comercializado. China es el primer productor mundial con algo más de 100 millones de toneladas, seguida de la antigua Unión Soviética. Estos países resultan también ser grandes importadores. Tras ellos, en producción, se sitúan la Unión Europea y los Estados Unidos.

Frente a una demanda de trigo muy dispersa, sólo cinco países realizan el 90% de las exportaciones mundiales (Estados Unidos, Unión Europea, Canadá, Australia y Argentina).

Por otro lado, y dentro del contexto español, España es un país importador de cereales, principalmente de trigo, maíz y sorgo. En cuanto a las importaciones de trigo, el 95% del comercio es intracomunitario. La mitad de las compras de maíz se realizan fuera de la Unión Europea, fundamentalmente a Estados Unidos. La cebada es el más exportado de nuestros cereales. Algo más del 10% se vende a países de fuera de la UE.

Con relación al maíz, hay que hacer mención al acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y la Comunidad, por el cual aproximadamente 2 millones de toneladas de este producto pueden entrar en España en condiciones preferenciales, basándose en el comercio tradicional existente antes de la entrada de España a la CEE, y cuyo acuerdo está consolidado en el Acuerdo de la Ronda Uruguay del GATT.

Respecto a las semillas oleaginosas, la producción mundial está caracterizada por el liderazgo de la soja que representa el 50% de la producción total de semillas. Otra característica importante es el alto índice de autoconsumo de los países productores, que reduce los intercambios internacionales. De estas transacciones de nuevo es la soja la que ocupa el primer puesto con casi el 75% del total del comercio de semillas. La UE es el principal importador de semillas y Estados Unidos el principal exportador. El total de las importaciones de semillas oleaginosas comunitarias ascendió a 17,2 millones de toneladas en 1998. La semilla de soja constituye la mayor parte de estas importaciones (80%).

PERSPECTIVAS PARA EL REGADIO

Desde la perspectiva de las limitaciones de la PAC en este sector, respecto al regadío, dos grupos de factores deben considerarse:

  • Superficies de base y clave económica de las ayudas.
  • Precios y mercados

Como ya se ha dicho, actualmente la superficie de base de los cultivos herbáceos en España está formada por 7.848.600 ha de secano y 1.371.100 ha de regadío, de las cuales 403.400 ha corresponden a maíz de regadío.

La realidad de las circunstancias económicas y climatológicas de cada año, hace que varíe la superficie sembrada de los distintos tipos de cultivos, por lo que no pueden tomarse decisiones sobre la situación puntual de un año concreto. En el supuesto de que se constatase una reiterada superación de las superficies de regadío como consecuencia de la puesta en marcha del Plan, tanto en maíz como en otros cultivos, podría decidirse o mantener esta situación conviviendo con la penalización correspondiente, o trasvasar superficies de base de secano a superficies de base de regadío. Se trata de una cuestión de política nacional para la que la OMC actual ofrece margen suficiente de flexibilidad. Pueden y deben buscarse equilibrios de trasvase de superficies de base de secano a regadío, a nivel nacional o autonómico, o de modificación de los niveles de rendimientos de secano y de regadío. En cualquier caso, hay que pensar que la incorporación de aproximadamente 20.000 ha/año al sistema de regadío no va a afectar mucho al esquema de las superficies de base formadas como se ha dicho por más de 1.370.000 ha. Además, se podrían incluir aquí las superficies de regadío para la producción del maíz que representan las importaciones españolas.

En cuanto a la regionalización productiva, que en parte es factor determinante para un mayor o menor apetencia de la siembra de cultivos herbáceos en regadío, es una cuestión nacional. España dispone de una clave económica, resultante de multiplicar el total de la superficie de base por el rendimiento medio nacional de cereales, establecido actualmente en el caso español en 2,9 t/ha. A partir de ahí, el modelo del Plan de Regionalización, admite una cierta flexibilidad, sobre la base la neutralidad financiera, y teniendo en cuenta siempre que estos rendimientos no tienen nada que ver con los rendimientos reales de cada momento, ya que son rendimientos técnicos para la concesión de unas ayudas que, en el futuro, como antes se ha indicado, estarán desconectadas no sólo de la producción real sino también de la producción potencial.

Finalmente está la cuestión del mercado, en donde España es deficitaria para el conjunto de los cultivos herbáceos, pero donde en todo caso hay que considerar que estamos en un Mercado Unico de más de 200 millones de toneladas de cereales. Dentro de este contexto hay que tener en cuenta las negociaciones en el marco de la OMC y los compromisos ya adquiridos dentro del Acuerdo de la Ronda Uruguay del GATT y que, concretando en el sector de los cultivos herbáceos, principalmente cereales, afectan fundamentalmente a la reducción de las exportaciones subvencionadas (en un 36% en términos monetarios y en un 21% en cantidades físicas). Ello puede suponer, según condiciones de mercado, una cantidad de cereales incorporada a la oferta interior o una exportación de cereales sin subvenciones y probablemente precios inferiores a los actuales.

En el orden de magnitud de las cifras españolas, incrementos de producción derivados de nuevas transformaciones de superficie en regadío o de mayor productividad de los regadíos mejorados, no deben ser un grave problema. El problema es la competitividad relativa de nuestras producciones respecto a las comunitarias, en términos de costes, de calidad y de comercialización, aspectos éstos en donde España tiene ventajas y desventajas relativas con independencia de la política de regadíos.

En todo caso, el rendimiento agronómico no es en sí un factor absolutamente decisivo, en cuanto a la posibilidad de supervivencia del cultivo ante condiciones negativas de los precios, o con respecto a la eficacia comparativa de otros países, regiones o sistemas de cultivo. Igual o más importancia tienen los aspectos técnicos y sistemas de producción, y sobre todo la dimensión estructural que permita la reducción de costes unitarios, así como la concentración de la producción y su tipificación.

3.5.2 Remolacha y azúcar

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

Desde su introducción en 1968, los principios básicos de la OCM del azúcar han permanecido prácticamente invariables. Las reformas de la PAC de 1992 y de la Agenda 2000 no le afectaron directamente. Las normas básicas de la OCM figuran en el Reglamento (CEE) nº 1751/81 del Consejo y, tras su reciente consolidación, en el Reglamento (CE) nº 2038/1999 del Consejo.

La OCM en su estado actual, sigue estando vigente hasta el 30 de junio de 2001. El 31 de diciembre de 2000, el Consejo debía decidir las normas que se aplicarán posteriormente. La adaptación y/o reforma de la normativa de este sector está en proceso de discusión y elaboración.

Las principales características de la OCM son:

  • Un rígido sistema de cuotas aplicado a los productos finales (azúcar blanco), en paralelo a los productos agrícolas de base (remolacha y caña). Las cuotas principales se denominan cuotas A; existen además las cuotas B para las que rigen precios más bajos. El Consejo, a propuesta de la Comisión, establece las cuotas para un periodo específico de 5 a 7 años normalmente (la más reciente fue en 1994, para el período 1995-2001). Las cuotas se basan en datos históricos y actualmente, derivado del GATT, se ajustan conforme a previsiones de producción, importación, consumo, almacenamientos, excedente exportable, etc. Las cuotas A+B constituyen una cantidad garantizada; el azúcar e isoglucosa (y jarabe de inulina) producidos por encima de esa cantidad se designa como cuota C (que se tiene que exportar sin restitución).

Una vez asignadas las cuotas A y B de azúcar y de isoglucosa por Estado miembro, éstos las distribuyen entre las empresas productoras de su territorio, en las condiciones que establece la normativa. Las cuotas de azúcar en vigor para España son de 960.000 toneladas de cuota A y 40.000 de B (ambas expresadas en equivalentes de azúcar blanco). Y las cuotas de isoglucosa son de 75.000 y 8.000, respectivamente

El propósito de las cuotas es limitar la producción comunitaria de azúcar, puesto que los precios interiores son mucho más elevados que los mundiales.

  • Un sistema de precios, establecidos cada año por el Consejo, a propuesta de la Comisión:
    • precio indicativo del azúcar blanco de la calidad tipo (precio de referencia, como índice para calcular el resto);
    • precio de intervención del azúcar blanco [calidad tipo], distinguiendo un precio para zonas no deficitarias y otro precio derivado para zonas deficitarias;
    • precio de base para la remolacha, para una fase de entrega y calidad tipo determinadas;
    • un precio mínimo de la remolacha A (que equivale al 98% del precio base) y un precio mínimo de la remolacha B (que equivale al 68% del precio base), ambos para una determinada calidad tipo y fase de entrega.

Los fabricantes de azúcar deberán pagar [al agricultor], al menos, un precio mínimo ajustado mediante la aplicación de bonificaciones o depreciaciones correspondiente a las diferencias de calidad con la calidad tipo, en el momento de comprar remolacha que sea apta y destinada para ser transformada en azúcar. Este precio mínimo se distingue también según la zona (deficitaria o no) y la remolacha A ó B. A tal fin se establecen contratos entre compradores y vendedores de remolacha en los que se especifican las condiciones de compra, entrega, recepción y pago de la remolacha.

La campaña de comercialización va del 1 de julio al 30 de junio del año siguiente.

  • Un programa de exportaciones con restitución, por el que se exporta el azúcar de cuota y el azúcar de caña preferencial refinado que no se ha vendido en el mercado comunitario. La Comisión gestiona este programa decidiendo cada semana los importes de las restituciones a partir de las ofertas realizadas por los comerciantes de azúcar.
  • Un programa de importaciones de azúcar de caña a tipos preferenciales.
  • Un mecanismo de cotizaciones a la producción, destinadas a recuperar de la industria azucarera el coste de las restituciones a la exportación (menos el importe equivalente a las importaciones de azúcar preferencial) y, también, cotizaciones de almacenamiento para recuperar los pagos efectuados a las empresas que almacenan el azúcar.

En los últimos años hay una mayor presión a favor de reformar la regulación de este sector. Ello se justifica por diversos factores. Por un lado, la próxima ampliación de la UE y, por otro, las previsiones de un aumento de restricciones a las exportaciones subvencionadas como consecuencia de las negociaciones en la OMC. Internamente, se considera que la actual OCM tiene varias consecuencias negativas, principalmente unos precios internos altos con respecto al mercado mundial, un alto nivel de existencias, un ámbito muy regulado, lo que no fomenta la competencia, y costosos sistemas de gestión y control.

Por otra parte, en febrero de 2001 se aprobó una propuesta de la Comisión Europea por la que se concederá un acceso libre de arancel para todos los productos excepto las armas, procedentes de los 48 países más pobres del mundo (“países menos avanzados” o PMA). La propuesta se conoce como “Todo menos las armas”. En el caso del azúcar, así como del arroz y del plátano, esta liberalización tendrá lugar de forma progresiva. Los aranceles sobre el azúcar (y del arroz) procedentes de estos países se irán reduciendo a partir del 2006 hasta su eliminación total en el 2009; durante este período de transición, se les ofrecerá cuotas de importación de azúcar (y arroz) libres de arancel.

Actualmente se está debatiendo la reforma del sector del azúcar planteada por la Comisión, en los siguientes términos:

  • Una prórroga de la OCM actual por dos a cuatro campañas. A partir de entonces, la OCM se volvería a revisar, teniendo en cuenta sobre todo la evolución de las negociaciones multilaterales de comercio y del acuerdo “todos menos las armas”. Algunas voces apuntan a extender la prórroga hasta el 2006.
  • Reducción de las cuotas de producción en 115.000 toneladas (para España supondría una reducción de unas 3.000 toneladas).
  • Y supresión de los sistemas de cotización y reembolso de gastos de almacenamiento y de la obligatoriedad actual de un stock mínimo.

SECTOR PRODUCTIVO

En España se cultiva una superficie de más de 150.000 hectáreas de remolacha, de las que casi el 80% son en regadío. El cultivo se concentra principalmente en Castilla y León, Castilla La Mancha y Andalucía. La producción media del trienio 1997-1999 fue de 8,5 millones de toneladas de remolacha. La producción de azúcar de remolacha fue de alrededor de 1,2 millones de toneladas y la de melaza de 0,36 millones de toneladas.

La superficie de caña de azúcar es mucho más pequeña, unas 1.200 hectáreas principalmente en Granada y Málaga, que producen unas 7.800 toneladas de azúcar.

En España, el rendimiento promedio de la remolacha en regadío es de unos 58.000 kg/ha, que casi duplica al del secano (31.000 kg/ha). Los rendimientos de remolacha son bastante variables entre provincias y también por campañas acusando, por ejemplo, un claro descenso por la sequía de las campañas 1994-95. En general, la producción española se ve afectada más intensamente por los factores climáticos (heladas, calor estival, etc.) que la de otros Estados miembros.

En todos los Estados de la UE salvo Luxemburgo se cultiva remolacha azucarera. Alemania, Francia e Italia son los principales productores de remolacha y de azúcar. En total, en la UE se cultivan unos 2 millones de hectáreas de remolacha y se producen alrededor de 17 millones de toneladas de azúcar. Gracias a la mejora tecnológica en el cultivo y las variedades de semillas, los rendimientos en azúcar de la UE han experimentado un aumento notable, alcanzando actualmente, en promedio, los 8.700 kg de azúcar/ha.

De acuerdo con la última Encuesta de Estructuras (1997), en España hay unas 23.800 explotaciones destinadas a la remolacha azucarera, con una superficie media de 7,1 hectáreas (la media de la UE es de 7,9).

MERCADOS

En los últimos años, el mercado mundial de azúcar se ha caracterizado por un exceso de producción y existencias en aumento. Las existencias mundiales se hallan en un nivel históricamente elevado, lo que ha llevado a un descenso de precios. En la UE la producción también supera considerablemente a la demanda y las cantidades almacenadas son elevadas.

El comercio mundial de azúcar es muy intenso (el segundo en importancia después del trigo) y su volumen crece de forma constante. Los principales países productores son Brasil, la UE, Australia, Cuba y Tailandia. Más del 70% del azúcar en el mundo se produce a partir de caña.

La mayor parte del azúcar de remolacha se produce en Europa. El suministro de azúcar de la UE procede en un 90% de la remolacha cultivada en su territorio (especialmente, Alemania, Francia e Italia) y el resto se obtiene en refinerías a partir de azúcar de caña, originario principalmente de países ACP, con los que la UE mantiene un acuerdo preferencial de acceso de 1,3 millones de toneladas.

El azúcar se sigue considerando un producto alimentario básico, especialmente en los países desarrollados, por lo que suelen mantener importantes stocks del producto y la sensibilidad a las fluctuaciones de los precios internacionales es bastante alta.

España es importadora neta de azúcar, aunque desde finales de los 80, las exportaciones españolas han aumentado progresivamente. Las importaciones alcanzaron las 376.000 toneladas en 1996, principalmente de Francia, Alemania y Brasil; y las exportaciones de ese mismo año llegaron a 184.000 toneladas, con diversos destinos, entre los que destacan Turquía, EEUU, otros países de la UE, Polonia o Chequia.

PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

Todavía hay una indeterminación del sistema normativo del sector aplicable a partir del 2003 (ó 2006). De todas formas, puede preverse una reducción de los precios y de la protección exterior, ya sea parcial o total, así como mayores restricciones sobre las exportaciones subvencionadas en próximas negociaciones de la OMC.

España produce a un mayor coste que otros países comunitarios, situación que no se puede mantener ya que, tarde o temprano, tendrá lugar un ajuste del sector vía GATT o vía OCM (reducción de precios institucionales). Por ello, el primer objetivo en el cultivo en regadío de la remolacha azucarera ha de ser la reducción de los costes de producción. Si los costes se redujeran de forma significativa, podría pensarse en producir azúcar C de tal forma que cada agricultor pudiese hacer un precio promedio con su remolacha A, B y C (en la UE se produce un 15-20% de azúcar C y especialmente Francia llega al 30-35%). Aunque la posibilidad de precio ponderado con el azúcar C disminuye si a medio plazo se reducen los precios.

En definitiva, y salvo reajustes territoriales, no puede pensarse en dedicación de tierras de nuevos regadíos al sector remolachero.

3.5.3 Algodón

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

El algodón es uno de los productos agrícolas no incluidos en el Anejo II del Tratado de Roma, por lo que no está sujeto a una OCM. El régimen de ayudas al algodón se estableció como consecuencia de la entrada de Grecia en 1980 a la entonces CEE; la regulación de las ayudas al sector fue adaptado posteriormente con la adhesión de España, el otro país productor comunitario. Actualmente, las normas generales del régimen de ayuda al algodón quedan recogidas en el Reglamento (CE) nº 1554/95.

La regulación afecta al algodón bruto, sin desmotar. Consiste básicamente en un régimen de ayudas (de “deficiency payments”), calculadas como la diferencia entre un precio objetivo y el precio mundial. Las ayudas se conceden a las empresas de desmotado que abonan un precio mínimo al productor. A tal fin, se celebran contratos entre industria y productor, en los que se establecen el precio de venta, calidad y cantidad del producto, condiciones de entrega y pago, etc.

El precio objetivo (actualmente, 106,3 euros/100 kg. de algodón sin desmotar) se aplica durante la campaña de comercialización, que va del 1 de septiembre al 31 de agosto del año siguiente.

El precio del mercado mundial del algodón sin desmotar se determina periódicamente, como un porcentaje del precio del mercado mundial del algodón desmotado. La Comisión determina este precio mundial del algodón desmotado a partir de las ofertas y cotizaciones registradas en una o varias bolsas europeas importantes del comercio internacional.

Si la producción de algodón sin desmotar rebasa una cantidad máxima garantizada, el precio objetivo y el importe de la ayuda se reducen proporcionalmente. En cada Estado miembro, la disminución de la ayuda es proporcional al rebasamiento de su cantidad nacional garantizada (782.000 toneladas para Grecia y 249.000 toneladas para España). No obstante, la penalización se reduce cuando el nivel del precio mundial permite limitar los gastos del régimen de ayudas.

En diciembre de 1999, la Comisión propuso una reforma del régimen de ayudas al algodón con el fin de lograr una mayor estabilidad presupuestaria e implantar una serie de condiciones medioambientales similares a las medidas comunes aplicables a las ayudas directas de la PAC. Los puntos más importantes serían:

a) la posibilidad de excluir del régimen de ayudas zonas de cultivo de algodón por razones medioambientales;

b) el aumento de las sanciones por superación de la CMG (del actual 0,5% por cada 1% de rebasamiento, al 0,6% de penalización por cada 1%).

En su dictamen de febrero de 2001, el Parlamento Europeo propuso una serie de enmiendas, entre ellas:

  • ajustar al alza las cantidades nacionales garantizadas, para reflejar el nivel de producción real (lo cual, desde el punto de vista de la Comisión sería inviable por motivos presupuestarios);
  • incrementar el precio objetivo y aplicar bonificaciones y depreciaciones a los precios en función de la calidad;
  • y la aplicación de medidas agroambientales por parte de los agricultores.

Desde el momento en que la Comisión hizo su propuesta de reforma hasta su aprobación, prevista para el primer semestre de 2001, ha variado la situación presupuestaria del sector debido a una coyuntura de precios altos en el mercado internacional, lo que se ha traducido en una reducción considerable de los gastos del régimen de ayudas.

SECTOR PRODUCTIVO

En España, la media histórica de superficie en los últimos años es de 100.000 hectáreas de algodón, la práctica totalidad en regadío. Los campos de algodón se concentran casi exclusivamente en Andalucía (lo que condiciona la ubicación de la industria desmotadora); el algodón también se cultiva, aunque en menor medida, en Murcia, Valencia y Extremadura. Esta concentración geográfica del cultivo en ciertas regiones confiere al algodón una gran importancia socieconómica.

La superficie cultivada es muy variable en función de las condiciones climáticas, como muestra el hecho de que en los años de sequía y la correspondiente escasez de agua para riego, entre 1993 y 1995, la superficie descendió hasta sólo 30-40 mil hectáreas. Las penalizaciones comunitarias por superación de la cantidad garantizada también influyen sensiblemente en las variaciones de superficie.

La producción media española del trienio 1997-1999 fue de 368.000 toneladas de algodón bruto. El rendimiento medio oscila entre 3.200 y 3.700 kg/ha de algodón bruto.

En Grecia, el otro productor comunitario de algodón, se cultivan unas 400.000 hectáreas, con un rendimiento medio de casi 3.000 kg/ha.

La producción total de la UE, para el trienio 1996-1998, fue de más de 1,4 millones de toneladas de algodón bruto.

MERCADOS

El producto agrícola es el algodón bruto, pero lo que se comercializa en los mercados internacionales es la fibra de algodón. La fibra se obtiene mediante el proceso de “desmotado” del algodón bruto, que consiste en despojar al algodón de semillas, restos de cápsulas, hojas y materias terrosas; se obtienen además las semillas de algodón, de las que se extrae aceite de semilla y las tortas de algodón para alimentación animal. En una fase posterior, la fibra de algodón se somete al proceso de hilatura y pasa a la industria textil.

Dado que la UE dispone de una capacidad de hilatura mucho mayor que su producción doméstica de fibras, importa cantidades considerables de fibra de algodón (unas 850-900 mil toneladas/año). Sus principales proveedores son Rusia, EEUU, Siria y algunos países africanos.

La situación de los mercados internacionales es muy importante para el sector productor del algodón, puesto que el importe de la ayuda se calcula como diferencia del precio objetivo y un precio medio mundial, además de que existe la posibilidad de revisión de las penalizaciones por exceder la cantidad garantizada si los precios internacionales son altos y los gastos en el sector no superan determinados límites.

Los precios internacionales del algodón siguieron una tendencia al alza durante la campaña 2000/01, pero las últimas previsiones apuntan a un descenso de precios por aumentos de la producción. En este contexto, la política de China en cuanto a fomento de la producción, consumo y reducción de stocks puede ser un factor determinante de la evolución del mercado internacional.

España importa fibra de algodón principalmente de EEUU, Argentina, Australia, Turquía y, dentro de la UE, de Grecia, Reino Unido y Alemania. El volumen medio de importaciones en el trienio 1994-1996 fue unas 100.000 toneladas, mientras que las exportaciones se han ido recuperando desde 1994 hasta alcanzar unas 30.000 toneladas en 1996. Los principales destinos son países de la UE: Francia, Reino Unido, Portugal, Bélgica y Luxemburgo.

PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

El régimen vigente de ayudas al cultivo del algodón establece una cantidad nacional garantizada para España de

249.000 toneladas de algodón bruto, que en determinadas circunstancias de mercados internacionales y de coste global de la regulación, puede elevarse hasta unas 270.000 toneladas.

Una producción de 249.000 toneladas puede obtenerse con una superficie de 70.000-75.000 hectáreas, dependiendo de los rendimientos. La superación de la CMG origina una reducción del precio objetivo en un porcentaje del 50% del porcentaje de superación. Evidentemente, existe un cierto margen de incremento de superficie en el supuesto de que la productividad permita coexistir con el precio objetivo afectado por un determinado nivel de reducción.

El problema estriba en que no es igual la eficacia y la vulnerabilidad de todos los agricultores y en que, frecuentemente, se presentan problemas ante eventuales descuentos (penalizaciones) que unos agricultores no quieren o pueden soportar, mientras que otros sí que podrían coexistir con ellos.

Por otra parte, los niveles de precios realmente pagados a los agricultores han estado afectados en diversas ocasiones por problemas entre las industrias desmotadoras, de competencia por cuotas de mercado de materia prima.

En resumen, el margen de incremento de superficie de regadío aplicable al sector de algodón es relativamente escaso.

3.5.4 Tabaco

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

La OCM en el sector del tabaco crudo se ha reformado recientemente en dos ocasiones. En 1992, por el Reglamento (CE) nº 2075/92, se estableció un régimen de cuotas por Estado miembro y por grupos de variedades (en total, 8 grupos) y se suprimieron la intervención y las restituciones de exportación.

Los 8 grupos de variedades son:

  • tabaco curado al aire caliente (“flue cured”)
  • tabaco rubio curado al aire (“light air cured”)
  • tabaco negro curado al aire (“black air cured”)
  • tabaco curado al sol (“sun cured”)
  • tabaco curado al fuego (“fire cured”)
  • Basmas (tabaco curado al sol)
  • Katerini (tabaco curado al sol)
  • Kaba Koulak y similares (tabaco curado al sol).

A partir de la cosecha de 1999, se viene aplicando una nueva reforma de la OCM, establecida por el Reglamento (CE) nº 2848/98, destinada a aumentar la calidad del producto y a facilitar los abandonos voluntarios de la producción; también se aprobó una intensificación de los controles y del cumplimiento de los requisitos de sanidad pública. El nuevo sistema ha tenido una fase de implantación de tres años y será plenamente operativo a partir de la campaña 2002.

Los mecanismos de la OCM son básicamente: un régimen de primas, un régimen de control de la producción, medidas de orientación de la producción, un régimen de intercambios y medidas de control.

Las primas se conceden a los productores a través de las empresas de primera transformación, mediante la celebración de contratos entre ambos, con el fin de garantizar una salida estable del producto para los agricultores y un abastecimiento regular para las industrias. Para cada cosecha, se establece un importe único por grupo de variedad.

Desde la reforma de 1998, la prima comprende una parte fija, una parte variable (destinada a fomentar la calidad) y una ayuda específica:

  • La parte fija se paga por la cantidad de tabaco en hoja entregado por el productor a la empresa de primera transformación, de acuerdo con el contrato celebrado, independientemente de la calidad siempre que se respeten los requisitos cualitativos mínimos.
  • La parte variable (del 30 al 45%), la pagan las agrupaciones de productores a sus miembros, en función del precio de mercado obtenido por lote y agricultor individual, siendo este precio el indicador de calidad establecido.
  • La ayuda específica (2% del total de la prima) se concede a las agrupaciones de productores con el fin de facilitarles las nuevas tareas de gestión y financiar medidas de mejora agroambiental.

El régimen de control de la producción se basa en la fijación de un umbral de garantía global máximo (para España:

42.000 toneladas de tabaco crudo en hoja), con umbrales específicos por cada grupo de variedades. Respetando estos umbrales, los Estados miembros distribuyen las cuotas de producción de cada grupo de variedad entre los productores individuales o sus agrupaciones, para tres cosechas consecutivas.

Con el objeto de favorecer la reconversión de los productores y la reestructuración de explotaciones, se aprobó además un sistema de readquisición de cuotas de los productores que decidieran abandonar el sector, con la posibilidad de excluir variedades o regiones sensibles, y se flexibilizó la transmisión y cesión de cuotas entre productores. Además, los Estados miembros han de constituir para cada cosecha una reserva nacional de cuotas de producción por grupos de variedades, que se reparten con vistas a consolidar la producción existente o para favorecer la instalación de jóvenes agricultores.

En cuanto a las medidas de orientación de la producción, consisten principalmente en: (1) el incremento del papel de las agrupaciones profesionales y de la interprofesional; (2) la constitución de un fondo comunitario de investigación e información sobre el tabaco, financiado mediante una retención sobre el importe de la prima; y (3) la puesta en marcha de programas de reconversión de ciertas variedades, hacia aquéllas menos nocivas y más adaptadas al mercado o hacia usos alternativos (investigación médica y farmacológica).

Las importaciones se gravan con el arancel aduanero común. Como se ha comentado antes, en la reforma de 1992 se suprimieron las restituciones a la exportación.

SECTOR PRODUCTIVO

El cultivo de tabaco ocupa en  España  unas  16-18.000  hectáreas,  en  regadío.  El  cultivo  se  localiza  casi exclusivamente en Cáceres y de forma más dispersa, en Granada, Avila, Toledo y Badajoz.

El rendimiento es de unos 2.700 kg/ha., bastante variable entre provincias y por grupos de variedades; en promedio, los rendimientos han experimentado un incremento sustancial desde nuestra adhesión. La producción de tabaco seco y fermentado en el trienio 1995-1997 fue de unas 44.500 toneladas. Se producen principalmente las variedades de tabaco curado al aire caliente, rubio curado al aire y negro curado al aire.

La producción total de tabaco crudo de la UE en el trienio 1996-1998 fue de unas 338.000 toneladas. Los principales productores son Italia (130.000 toneladas), Grecia (122.000 toneladas), España y Francia (unas 25.000 toneladas), seguidos de Alemania, Portugal y Bélgica. En promedio, el rendimiento de producción de tabaco crudo en la UE es de unos 2.400 kg/ha., variando entre los 2.000 de Grecia y los 3.600 de Bélgica.

Por razones técnicas, el cultivo de tabaco es difícilmente mecanizable y, por tanto, requiere una elevada utilización de mano de obra (unas 2.200 UTA/hectárea). En la UE, esta actividad emplea alrededor de 200.000 personas en la producción y transformación. El cultivo tiene además escasas alternativas agrícolas viables y se concentra en regiones desfavorecidas.  Su contribución al mantenimiento del tejido rural y la actividad industrial conexa son razones fundamentales para que la UE siga apoyando financieramente al sector, que de otra forma acabaría desapareciendo.

MERCADOS

La producción mundial de tabaco en rama se localiza sobre todo en Asia, siendo China el principal productor mundial (cerca del 40% del total), seguida de EEUU, India, Brasil y ciertos países africanos.

El mercado mundial de tabaco es muy dinámico pero poco transparente, por la existencia de un elevado número de variedades, distintas calidades y precios del tabaco en rama, así como por el dominio del mercado por un número reducido de grandes compañías multinacionales. EEUU es el país más activo en el mercado mundial, ya que es el primer importador y exportador mundial, con una importante producción, manufactura y consumo.

Normalmente los países desarrollados, con fuerte consumo, poca producción y mayor peso relativo de la manufactura, son los principales importadores. Actualmente la industria europea del tabaco importe aproximadamente el

80% de sus necesidades. Las importaciones de la UE alcanzan las 540.000 toneladas (1998).

La producción comunitaria sigue especializada en el segmento de calidad media-baja, que encuentra sus mercados en ciertos países con bajo nivel de vida y poco exigentes en calidad. En los últimos años, la UE ha incrementado sus exportaciones (hasta 178.000 toneladas en 1998), sobre todo de variedades orientales, solicitadas por sus características aromáticas.

España es importadora neta de tabaco en rama, procedente de EEUU, Brasil, Turquía y Canadá, aunque también exporta tabaco principalmente a otros países de la UE.

PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

La continuidad del sector del tabaco crudo en la UE está muy vinculada a la existencia de un sistema de subvenciones, que se mantienen por cuestiones sociales y de ocupación del territorio, ya que se estima que la supresión de la ayuda comunitaria a este sector provocaría la pérdida de unos 200.000 puestos de trabajo en la UE.

La OCM está basada en un régimen de cuotas de producción individual por variedades, de las que a España le corresponden 42.000 toneladas que equivalen a unas 16.000 hectáreas. Económicamente, no se puede producir tabaco sin la ayuda correspondiente a la cuota. En consecuencia, no existe margen de incremento de superficie de regadío en el cultivo del tabaco.

En las zonas en que actualmente se cultiva el tabaco, las actuaciones de mejora del regadío deben encaminarse a mantener la calidad de las aguas de riego, dada la alta sensibilidad de la planta a la calidad del agua, especialmente al contenido en cloruros.

3.5.5 Aceite de oliva

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

En 1998, se aprobó la introducción de importantes ajustes en la regulación comunitaria del sector del aceite de oliva, de forma transitoria hasta el 31 de octubre de 2001, fecha a partir de la cual debería entrar en vigor una nueva regulación que sustituya al Reglamento 136/66/CEE, por el que se establece la OCM de las materias grasas.

El mecanismo de apoyo a las rentas de los productores consiste básicamente en la concesión de una ayuda a la producción (actualmente, 1.322,5 euros/tonelada), limitada a una cantidad máxima garantizada, cuya superación implica una reducción proporcional de la ayuda para todos los productores.

Los principales cambios introducidos en la OCM a partir de la campaña 1998/99, vigentes durante el período 1998 a 2001, son:

  • la desaparición del régimen de intervención pública; si bien, en caso de fuertes desequilibrios de mercado, se pondría en marcha un mecanismo de ayudas al almacenamiento privado;
  • la desaparición de la ayuda al consumo de aceite de oliva;
  • la ayuda a la producción se concede por la producción real entregada, lo cual supone la desaparición del régimen especial de ayuda a tanto alzado a los pequeños productores;
  • como mecanismo estabilizador, la sustitución de la cantidad máxima garantizada comunitaria (CMG), por cantidades nacionales garantizadas de cada Estado miembro (CNG), calculadas sobre la base de producciones medias de un periodo de referencia (en España es de 760.027 toneladas); además, ahora la CMG total de la UE es de 1.777.261 toneladas, mientras que en el sistema anterior la CMG comunitaria era de 1.350.000 toneladas;
  • y la posibilidad de los Estados miembros de conceder una ayuda a las aceitunas de mesa, dentro de su CNG y de su ayuda a la producción (como se ha hecho en España).

Por otra parte, se ha mejorado el conocimiento estadístico del sector y se ha progresado en el control de las almazaras. No obstante, aún parece necesaria una mejor información sobre superficies y rendimientos del olivar en las distintas zonas de producción comunitarias, que era el objetivo a cubrir durante el período transitorio 1998-2001.

Las importaciones en la UE de aceite de oliva se gravan con un derecho aduanero. De todas formas, el volumen de importaciones es bastante reducido, en comparación con la producción interior, y prácticamente todo se realiza en condiciones preferenciales, principalmente de Túnez.

En cuanto a las exportaciones, se conceden restituciones que permiten mejorar las condiciones de competitividad del aceite comunitario en los mercados internacionales. Pero como consecuencia del compromiso GATT, queda limitado el volumen de exportaciones subvencionadas de cada campaña. Dado que la UE es el principal proveedor del mercado internacional, si el precio interior del aceite no sube demasiado, esta limitación no tendría por qué suponer demasiados problemas de competitividad del aceite de oliva frente a otros aceites vegetales. Pero, en cualquier caso, supone una restricción clara al aumento de la producción comunitaria y conlleva la necesidad de medidas complementarias, especialmente de promoción del consumo de aceite de oliva en los mercados interior y exterior.

La modificación de la actual OCM del aceite de oliva ya ha supuesto diversos acuerdos del Consejo, a partir del llamado “Documento de opciones”, en lo relativo a la supresión de la ayuda al consumo, la eliminación de la intervención y la creación de un sistema de información geográfica. Los debates se centrarán ahora en la permanencia o desaparición de la ayuda a la producción, proporcional a la producción real, con las medidas conexas de CMG y CNG. En caso de desaparición, se concedería una ayuda por árbol o por superficie olivarera cultivada.

Algunos Estados miembros, entre ellos España, siguen opinando que, a pesar de los estudios en marcha, la Comisión aún no dispone de datos fiables para una correcta fijación de la CNG o su equivalente, en el caso de que se llegaran a implantar ayudas por olivo o por superficie.

En diciembre de 2000, la Comisión presentó al Consejo una propuesta para la prórroga durante dos años del régimen de ayudas, junto con una nueva estrategia de calidad.

SECTOR PRODUCTIVO

El olivo es un árbol característico de la cuenca mediterránea. Se caracteriza por su longevidad, rusticidad y el fenómeno de la vecería, que consiste en la alternancia de producción de un año a otro, o incluso de uno a tres años (rasgo que influye sensiblemente en la comercialización y los precios del aceite). Su resistencia a condiciones subáridas y suelos pobres permite su implantación en zonas donde no sería posible otro cultivo. Las mejoras tecnológicas aplicadas al cultivo se traducen en incrementos notables de los rendimientos.

El principal producto es el aceite de oliva, pero no se puede subestimar la importancia de subproductos como el orujo de aceituna (para aceites, alimentación animal, etc.), la madera o las hojas (para industria farmacéutica).

La distribución de superficies y rendimientos del olivar en España, según el Anuario de estadísticas del MAPA (2000), es la siguiente:

Datos 1996Superficie en plantación regular, en producción (hectáreas)Arboles diseminados (número)Rendimiento superficie en producción (kg/ha)Rendimiento arboles diseminados (kg/árbol)
SecanoRegadíoSecanoRegadío
Aceituna de mesa 105.733 24.671 97.553 1.228 2.361 9
Aceituna de almazara 1.841.864 153.364 589.166 2.010 3.901 18
Olivar total 1.947.597 178.035 686.719

Desde la adhesión a la CEE, se rompió la tendencia anterior y fue aumentando la superficie de olivar, tanto por nuevas plantaciones como por la recuperación de otras que estaban casi abandonadas.

La superficie de olivar de aceituna de almazara en distribuye por casi todo el territorio (excepto la cornisa Cantábrica), con una clara concentración en la mitad sur y este peninsular. En Andalucía hay más de 1 millón de hectáreas en producción, con Jaén y Córdoba a la cabeza; le siguen Castilla La Mancha (258.000 hectáreas), Extremadura (213.000), Cataluña (105.000), y en menor medida, Valencia, Aragón y Madrid. La distribución del olivar de aceituna de mesa es muy similar, aunque se localiza casi totalmente en Andalucía y Extremadura.

Los rendimientos de aceituna para almazara son muy variables entre provincias, aunque en general muestran menor variación en el regadío. En Andalucía se dan los rendimientos más elevados, superando los 4.500 kg/ha en Málaga, Córdoba y Jaén.

La producción media del período 1996-1999 de aceituna para almazara fue de 4,3 millones toneladas. En promedio para el mismo período, se produjeron unas 867.000 toneladas de aceite de oliva.

La producción española de aceite de oliva en los primeros años noventa estuvo en torno a las 650.000 toneladas. La vecería y la sequía de las campañas 1994/95 y 1995/96 enmascararon el aumento de producción derivado del incremento de superficies y de las mejoras de técnicas de cultivos (entre ellos el regadío), y que salió a la luz en las campañas siguientes con cosechas del orden de las 900.000 toneladas. Los avances provisionales de producción, para los años 1999 y 2000, dan cifras de 650.000 y 945.000 toneladas.

Es previsible que la producción de aceite de oliva en España siga aumentando, por lo menos hasta 2006, que es cuando empezarán a producir las plantaciones realizadas en 1998 (se prevé que el ritmo de nuevas plantaciones decaiga puesto que las realizadas después de 1998 no pueden percibir ayudas). Además, la producción tiende a concentrarse: actualmente se estima que el 50% de la superficie aporta el 80% de la producción. De hecho, muchos olivares marginales o poco productivos tenderían a la desaparición si se reduce el nivel de ayudas económicas.

En España, se pueden identificar tres sistemas básicos de cultivo:

  • olivicultura tradicional en zonas con limitaciones agronómicas de clima y suelo y de difícil reconversión a otro cultivo, que han sobrevivido al abandono por la mayor rentabilidad derivada de las ayudas comunitarias; sólo desde un punto de vista medioambiental o paisajístico estos olivares serían sostenibles;
  • olivicultura tradicional mejorable, en zonas con limitaciones agronómicas superables, y cuya productividad va mejorando con la aplicación de mejoras tecnológicas;
  • olivicultura  intensiva,  principalmente  de  plantaciones  recientes  (de  los  últimos  20-25  años),  cuyo  modelo productivo se aproxima al de los frutales, con elección de variedades, material vegetal seleccionado para acortar el período improductivo, elección de densidades de plantación, riego localizado, fertirrigación   y control fitosanitario, empleo de maquinaria en recolección, etc.; estas plantaciones requieren grandes inversiones y una dimensión suficiente para el empleo racional de los medios de producción, pero consiguen buena rentabilidad productiva y económica.

MERCADOS

La producción, consumo y comercio internacional de aceite de oliva se concentra en los países del Mediterráneo, entre los que España históricamente ha tenido un gran protagonismo.

El aceite de oliva representa sólo alrededor del 3% del total de aceites comestibles del mercado mundial. Otros aceites comestibles (girasol, soja, …) operan en mercados más amplios. La principal competencia para el aceite de oliva proviene de los aceites de semillas que son parcialmente sustitutivos en el consumo, y cuyo precio es sensiblemente inferior al de oliva.

La producción mundial de aceite de oliva asciende por término medio a 2,3 millones de toneladas, de las que el 78% se produce en la UE. Otros países productores de importancia son Túnez (155.000 toneladas), Turquía (90.000), Siria (75.000) y Marruecos (45.000).

La situación del mercado mundial de aceite de oliva está muy influenciada por lo que ocurra en el mercado comunitario, no sólo por el volumen de producción comunitaria sino también porque el consumo en la UE supone el 73% del consumo mundial.

Los principales proveedores de aceite son Grecia y España, mientras que Italia, país productor y exportador, es el principal comprador. En la campaña 1997/98, las importaciones de aceite alcanzaron 46.000 toneladas, procedentes del Magreb en régimen preferencial, mientras que las exportaciones en la misma campaña fueron de 188.000 toneladas.

España es un importante y tradicional exportador de aceite de oliva. Las exportaciones se destinan principalmente a la UE, sobre todo a Italia, Portugal y Francia y, en cantidades inferiores, a países como Reino Unido, Alemania y Dinamarca. En los últimos años, como parte de una necesaria internacionalización de la producción española, poco a poco se están abriendo nuevos mercados en países con alto poder adquisitivo, como EEUU, Canadá, Japón y Suiza. Las importaciones en España proceden del resto de países productores de la UE, pero también de Turquía.

España es además un gran productor y exportador de aceituna aderezada, que se envía principalmente a EEUU, Italia, Francia, Alemania o Canadá.

Por último, es importante destacar los incrementos de producción de aceite de oliva en países terceros del Mediterráneo, en particular, Túnez, Marruecos, Siria y Turquía, que progresivamente se están introduciendo en el mercado comunitario y que, en el futuro, podrían dirigirse también a atender la demanda de nuevos mercados exteriores, en competencia con la producción española.

PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

La producción de aceite de oliva es muy sensible a los cambios en la normativa. La evolución previsible del sector en el período 2000-2006, estará ya condicionada por los acontecimientos de la última década. De cara al futuro, será crucial la búsqueda de nuevos mercados tanto dentro de la UE como en países terceros, sobre todo teniendo en cuenta la consolidación de importantes cifras de producción. A favor de ello juegan las tendencias gastronómicas y dietéticas, eventuales reducciones de precios y las posibilidades de la promoción; y en contra, las limitaciones a las restituciones a la exportación derivadas de los compromisos del GATT.

En todo caso, y en un análisis semejante al del viñedo, los resultados económicos de la aplicación del riego al olivar son espectaculares y por consiguiente se estima que son imparables. Tanto con regadíos de baja intensidad y aplicando técnicas de goteo, como en regadíos más intensivos, incluso con plantaciones y poda en espaldera, la seguridad de la producción y el incremento de la misma compensa los costes de su instalación.

Parece evidente que no se puede ir a un crecimiento incontrolado de las producciones y rendimientos, pues no hay mercado ni ayudas suficientes para ello, pero en la competitividad relativa entre el secano y regadío, éste último está llamado a consolidar mayores cuotas en el sector.

3.5.6 Vino

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

En la reforma de la PAC de la Agenda 2000 se incluyó finalmente el sector vitivinícola. La nueva OCM del sector vitivinícola, establecida por el Reglamento (CE) nº 1493/1999, entró en vigor el 1 de agosto de 2000.

En los últimos años, el mercado de los vinos había evolucionado hacia una coyuntura de relativo equilibrio, mucho más favorable para el sector que la situación excedentaria de 1994, momento en que se empezó a debatir la primera propuesta de reforma, que planteaba medidas de reducción del potencial de producción más drásticas que las actuales.

Los objetivos de la nueva OCM del vino son lograr un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado comunitario, dando al mismo tiempo a los productores la posibilidad de explotar los mercados en expansión, y ayudar al sector a alcanzar una competitividad duradera. Asimismo, tiene como finalidad eliminar el recurso a la intervención como salida de la producción excedentaria, mantener el conjunto de salidas comerciales tradicionales del alcohol de beber y de los productos de la vid, amparar la diversidad regional y reconocer el papel de las organizaciones de productores e interprofesionales. Por último, simplifica considerablemente la normativa de este sector, en línea con el ejercicio general de clarificación de la PAC iniciado en 1995 y ratificado en la Agenda 2000.

Los aspectos fundamentales de la nueva OCM aprobada en 1999 son:

1.     El mantenimiento del actual potencial vitícola, mediante dosmedidas básicas: la prohibición de nuevas plantaciones, salvo ciertos casos; yla creación de un sistema de reservas de derechos de replantación, de forma queun viticultor individual podría perder por caducidad un derecho, pero no, engeneral, el Estado miembro. Se mantienen las primas por abandono, quedando lassuperficies subvencionables y las condiciones de aplicación a decisión de losEstados.

La nueva plantación de vides queda prohibida hasta el 31 de julio de2010, salvo que se realice conforme a:

a)     Un derecho de nueva plantación, concedido por el Estado miembro (art. 3):

    Para superficies destinadas a nuevas plantaciones en el marco de medidasde ajuste estructural, adoptadas en aplicación de una legislación nacional; obien destinadas a experimentación vitícola o al cultivo de viñas de madres deinjertos; o para consumo familiar del viticultor.

    Y antes del 31 de julio de 2003, para superficies destinadas aproducción de vcprd (vinos de calidad producidos enregiones determinadas) o de un vino de mesa designado por una designacióngeográfica, cuando se haya reconocido que la producción de ese vino está muypor debajo de su demanda. Estos derechos de nueva creación están asignados porEstado miembro (en España: 17.335 hectáreas), más una reserva comunitaria de17.000 hectáreas.

b)  Derechos de replantación concedidos por el Estado miembro a productores que hayan procedido a arranques de vid, o derechos similares concedidos envirtud de una legislación comunitaria o nacional anterior (art. 4).

c)   Derechos de plantación procedentes de una reserva, nacional o regional,y que concederá el Estado miembro (art. 5).

2.     En materia de mercado, se pasa de un sistema de destilacionesbasado en la obligatoriedad de destilar un cierto volumen de vino (paramantener las cotizaciones de mercado), a un sistema en el cual se destilará enfunción de las necesidades de alcohol de boca que tengan los productores de brandies y vinos de licor. En caso de graves excedentes, sepuede desencadenar una destilación de crisis.

Por otra parte, la campaña se ha adelantado en un mes, quedando ahoradesde el 1 de agosto al 31 de julio del año siguiente.

3.     La adecuación de la oferta a la demanda a través de planes dereestructuración y reconversión del viñedo, que incluyen acciones de lareconversión varietal, reimplantación de viñedos y mejoras de las técnicas degestión. Los planes son responsabilidad de los Estados miembros.

Para poder beneficiarse de los derechos de nueva plantación, así como de las ayudas a la reestructuración y reconversión, se exige a los Estados uninventario previo (superficies, variedades, derechos de plantación, etc.), quepuede elaborarse por regiones.

Por otra parte, con la reforma de 1999, se afianzaron las medidasrelativas a la eliminación de subproductos de la vinificación, las ayudas alalmacenamiento privado de vinos de mesa y mostos, y el apoyo a la utilizaciónde mostos para el aumento del grado alcohólico y la elaboración de zumos.

En cuanto al régimen de intercambios, las importaciones de vinos segravan con el arancel aduanero común. En la Ronda Uruguay del GATT, la UEdecidió abandonar el sistema de protección vía precios de referencia (aunque síse aplican al mosto), para evitar tener que asumir los compromisos de accesomínimo, cuya aplicación en la UE habría sido complicada, ya que lasimportaciones en el período de referencia alcanzaban un porcentaje muy bajo delconsumo interno (inferior al 5% del compromiso GATT de acceso mínimo). Encuanto a las exportaciones, se conceden restituciones variables según productosy destinos, aunque no suelen representar volúmenes importantes.

 

SECTOR PRODUCTIVO

La superficie y rendimientos del viñedo en España, según el Anuario de Estadísticas del MAPA (2000), se distribuyen como sigue:

Datos 1996Superficie en producción (hectáreas)Rendimientos (kg/ha)
SecanoRegadíoSecanoRegadío
Viñedo uva de mesa 16.767 16.814 4.113 17.811
Viñedo uva de vinificación 1.024.661 60.350 4.000 8.274
Viñedo uva de pasificación 3.764 1.813
Total Viñedo1.045.19277.1643.98810.367

La superficie de viñedo se reparte por toda la geografía española, incluidas las islas, con una marcada especialización regional en cuanto a variedades de uva cultivadas, tipos y calidades de vinos producidos.

La producción de uva para transformación (que incluye pasificación, mosto y vino) del trienio 1997-1999 fue de 4.933 miles de toneladas. De este volumen, casi la totalidad se destina a vino y mosto, mientras que la producción de uvas pasas alcanza poco más del 0,2%.

La producción total de vino nuevo, como media del trienio 1996-1998, es de unos 32 millones de hectolitros. Desde la adhesión, la producción de vino ha seguido una tendencia irregular, con variaciones acusadas según la campaña agroclimática, oscilando entre máximos históricos de unos 39 millones de hectolitros (1990) y mínimos de 20-22 millones de hectolitros coincidentes con las sequías (1988, 1994 y 1995).

La distribución por tipos de vino nuevo producidos en la campaña 1996-97 fue la siguiente:

(hectolitros)BlancosTintos y rosadosTotal%
Vcprd5.502.3096.232.10111.734.41038,6
– espumosos1.217.2501.9631.219.213 
– de licor1.383.2431281.383.371 
– otros2.901.8166.230.0109.131.826 
Vinos de mesa10.044.3087.537.21217.581.52057,8
Otros vinos *953.076132.2441.085.3203,6
TOTAL Vino nuevo16.499.69313.901.55730.401.250100
Vcprd: vinos de calidad producidos en regiones determinadas
 
*: incluye vino de licor y espumosos no vcprd, aromatizados, para vinagres, etc.

El sector vitivinícola comunitario tiene una gran importancia socioeconómica, con 1,7 millones de productores y una posición líder en el mercado mundial; es dinámico y está muy diversificado. La superficie total de viñedo en la UE es de 3,3 millones de hectáreas, con una producción total de unos 160 millones de hectolitros (1997/98), de los que el 57% son vinos de mesa y el 35% son vcprd.

España es el primer país comunitario en cuanto a extensión superficial del viñedo, seguido por Francia e Italia y, a más distancia, Portugal y Alemania. Sin embargo, la producción de vino en Francia e Italia, con 53 y 50 millones de hectolitros en la campaña 1997/98 respectivamente, es muy superior a la española.

El rendimiento medio de la UE es de unos 49 hectolitros/ha. En España, el rendimiento es de 28 hectolitros/ha, mientras que en países como Alemania, Grecia o Luxemburgo superan en promedio los 75-80 hectolitros/ha, aunque Luxemburgo alcanzó en campañas anteriores los 150 hectolitros/ha. Francia e Italia tienen un rendimiento de 63 hectolitros/ha., y sólo en Portugal y Reino Unido las cifras son inferiores a las españolas (todos los datos son media de las campañas 1996/97 y 1997/98; fuente Eurostat).

Estas diferencias de rendimientos se explican por las distintas variedades, los métodos de cultivo y las prácticas enológicas. Principalmente, se debe a que en otros países comunitarios, especialmente Francia e Italia, la viña se ha cultivado casi como un frutal, obteniendo un gran desarrollo vegetativo; mientras que en España el viñedo se ha cultivado generalmente en secano, de forma extensiva e incluso en terrenos marginales, obteniendo una menor producción pero con mayor contenido en azúcar, gracias a las condiciones climáticas. También es cierto que en España, el Estatuto de la Viña, del Vino y los Alcoholes no permitía el riego del viñedo en las zonas en que tradicionalmente no se había regado.

Aparte, una de las prácticas enológicas que mayores diferencias de rendimientos introduce es la chaptalización o enriquecimiento artificial del grado alcohólico; práctica necesaria en las regiones con poca insolación y, por tanto, tradicional en las zonas productoras de la Europa septentrional. Obviamente, también los tipos de vino característicos de las distintas regiones vitícolas comunitarias son muy diferentes.

España estuvo especializada durante bastante tiempo en vinos de mesa, con una buena relación calidad-precio, y en los envíos de vino a granel a otros países comunitarios para realizar mezclas o coupages. No obstante, en los últimos años las regiones y productores nacionales están obteniendo vinos de más calidad, consolidando denominaciones de origen y mejorando la comercialización.

MERCADOS

El mercado internacional del vino se caracteriza por una gran concentración. Los grandes productores de vino son varios países de la UE, además de Estados Unidos, Argentina, Australia, y en menor medida, Rumanía y Hungría. La demanda de vino también se concentra en pocos países, principalmente los europeos, seguidos de países con alto nivel de vida (EEUU, Canadá, Suiza y Japón).

La UE en su conjunto representa el 60% de las exportaciones mundiales y casi el 30% de las importaciones (datos 1997; Eurostat). Los países comunitarios desempeñan un papel muy activo en los mercados mundiales, destacando Francia como gran importador y exportador. El comercio intracomunitario en el sector del vino es muy importante, con un volumen superior a los 30 millones de hectolitros.

La tendencia de los mercados, tanto a escala mundial como regional, es hacia la disminución del comercio de vinos a granel y el incremento del de vinos embotellados y de calidad. Aunque la producción comunitaria de vinos sigue siendo líder, en los últimos años los vinos de Australia, California, Sudáfrica… y otros países emergentes, están ganando terreno, en buena parte, gracias a agresivas estrategias comerciales.

España es exportadora neta de vino y mostos (con un saldo de 567.000 toneladas en 1996), siendo el tercer exportador mundial después de Francia e Italia. Los principales destinos son otros países de la UE (Alemania, Francia y Reino  Unido).  Las  importaciones  proceden  de  Francia,  Italia  y Portugal  y fuera  de  la  UE,  casi  exclusivamente  de Argentina, con un incremento espectacular en la campaña 1995.

En cualquier caso, un análisis completo del mercado mundial y comunitario del vino debería relacionarse con el mercado de otras bebidas alcohólicas: la cerveza (sustitutivo en el consumo) y las bebidas espirituosas.

PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

Se trata de un sector donde el futuro no depende fundamentalmente de la propia legislación comunitaria. España es excedentaria en la producción de vinos e incluso lo es también el conjunto de la UE, y cada vez se producirá una mayor importación de vinos procedentes de los nuevos países emergentes (Chile, Nueva Zelanda, Australia, Argentina). Así que, aunque se paralice la tendencia a la reducción del consumo o incluso éste se incremente o se desplace a otros vinos comunitarios, el sector estará ante una situación estructuralmente excedentaria. Se plantea entonces el problema de encontrar solución a aquellas superficies vitícolas que no tienen posibilidades de mercado ni alternativa de cultivo.

Sin perjuicio de lo anterior, todo viticultor español que pueda establecer un sistema de riego de apoyo con pocas inversiones, seguramente lo hará, para evitar la dependencia climática y para consolidar unos rendimientos que, aunque sean modestos comparados con los del Norte de Europa, le permitan traspasar el umbral de viabilidad de su actividad productiva. Se tratará normalmente de regadío de poca intensidad de consumo de agua.

No obstante, hay que señalar que, en general, la geografía del viñedo no se corresponde con la geografía del agua. Pero no cabe duda de que en Cataluña, en el valle del Duero, y en otras regiones semejantes, si es posible, se realizarán estos riegos de apoyo, si es que no se están realizando ya. Hay que destacar que las técnicas de riego por goteo permiten aplicar el regadío de las zonas de ladera que no admiten el riego tradicional.

En definitiva, se estima que el sector del viñedo español está llamado a absorber cifras significativas de superficie de regadío en la medida en que sea posible superponer el agua con las tierras vocacionalmente dedicadas al viñedo.

3.5.7 Frutas y hortalizas, patatas y flores

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

La última gran modificación de la OCM del sector de las frutas y hortalizas, tanto frescas como transformadas, data de 1996 y pretendía que los productores pudieran responder mejor a las expectativas del mercado y los consumidores en materia de cantidad, calidad y precios.

Con la adopción del Reglamento (CE) 2200/96 dentro del marco de las frutas y hortalizas frescas se pretendió reforzar el papel de las organizaciones de productores (OP), reducir los excedentes estructurales e impulsar progresivamente la disminución de las retiradas de productos del mercado, fundamentalmente, mediante la creación de fondos operativos gestionados por las OP con el fin de mejorar la calidad de la comercialización de los productos.

El principal instrumento que contempla la OCM es el fondo operativo. Las Organizaciones de Productores pueden constituir este fondo con una financiación comunitaria, dirigido a financiar mejoras en las estructuras de producción y comercialización. La ayuda máxima comunitaria se establece sobre un 4,5% del valor de la producción comercializada por cada organización de productores, siempre que el total de las ayudas financieras represente menos del 2,5% del total del volumen de negocios del conjunto de las organizaciones de productores. El objeto de estas mejoras es la obtención de una mayor competitividad, para afrontar los retos que se presentan ante la apertura de los mercados comunitarios, y las cada vez mayores exigencias y mayor poder de contratación de los compradores.

El segundo mecanismo que contempla la OCM para regular el mercado de frutas y hortalizas es el de la retirada, como red de seguridad de las rentas de los agricultores y regulador de la oferta en momentos coyunturales para evitar hundimientos de precios.

Para los productos transformados a base de frutas y hortalizas se aprobó el Reglamento (CE) 2201/96. Si bien, la organización común de mercados que regula este sector cubre, en principio, todos los productos transformados a base de frutas y hortalizas, la ayuda comunitaria se concentra en determinados productos:

  • ayuda a la transformación sujeta al cumplimiento del pago de un precio mínimo al productor en el caso de los tomates:
  • ayuda a la transformación sujeta al cumplimiento del pago de un precio mínimo al productor para otros productos: melocotones, peras, ciruelas pasas, higos secos y piña:
  • intervención y ayuda al almacenamiento de pasas e higos secos al final de la campaña y ayuda por hectárea para las pasas;
  • contingentes exentos de derechos de importación para los champiñones;
  • un régimen de precios mínimo de importación de pasas y de determinados productos transformados a base de cerezas, y de importación de frutos rojos procedentes de determinados países de Europa Central y Oriental, incluidos los países bálticos;
  • las frambruesas destinadas a la transformación y las pasas se benefician además de medidas específicas de mejora de la calidad del producto y de su comercialización.

La ayuda a la producción instaurada por este Reglamento se paga a los transformadores que hayan comprado sus materias primas a los productores a precios que no sean inferiores a los precios mínimos (fijados anualmente, así como las ayudas). Con este fin se celebran contratos entre las OP y los transformadores (hasta finales de 2001, en este sector también pueden celebrarse contratos entre productores individuales y transformadores, con un porcentaje decreciente).

El Reglamento fija umbrales comunitarios de producción cuyo rebasamiento entraña un descenso proporcional de la ayuda del año siguiente. Así, para España, el umbral de garantía para 1999 se fija en 582.000 toneladas de melocotón transformado y 102.805 toneladas para la pera Williams y Rocha transformada.

No obstante, en el caso de los tomates, la ayuda a los transformadores no se basa en tales umbrales sino en cuotas, distribuidas por Estado y grupos de productos y entre las empresas de transformación. Estas cuotas se establecen en función de la media de las cantidades de materias primas para las que se hayan respetado los precios mínimos durante las tres campañas anteriores. No se paga ayuda alguna por las cantidades producidas que sobrepasen la cuota, incluso si se respeta el precio mínimo. Las cuotas que correspondían a España, teniendo en cuenta las producciones pagadas al precio mínimo ascendían para la campaña 1999/2000 a 696.663 toneladas para el tomate concentrado, 149.948 toneladas para el tomate pelado entero y a 150.219 toneladas para otros, referidas a tomate fresco, dando un total de 1.004.830 toneladas.

Por último, el Reglamento (CE) 2202/96 establece ayuda a los productores de ciertos cítricos. Se trata de una ayuda de carácter compensatorio pagada directamente a las OP que entregan a la transformación limones, toronjas, pomelos, naranjas, mandarinas, clementinas y satsumas cosechados en la Comunidad en virtud de contratos entre las OP y los transformadores. El rebasamiento de los umbrales de transformación fijados en el Reglamento da lugar a una reducción proporcional de la ayuda el año siguiente.

La reglamentación existente en materia de frutas y hortalizas debía ser examinada entes de finales del año 2000. La Comisión debía presentar al Consejo, antes de dicha fecha, un informe sobre el funcionamiento de la OCM. Basándose en dicho informe, la Comisión estudiaría la necesidad de proponer una adaptación más completa de las disposiciones en cuestión. Dicha propuesta debía entrar en vigor en la campaña 2001/2002.

Por ello, a propuesta de la Comisión, el 4 de diciembre de 2000 el Consejo adoptó el Reglamento 2699/2000 que modifica a los tres reglamentos mencionados anteriormente.

Dicho reglamento será aplicable, para cada producto o grupo de productos en cuestión, a partir de la campaña de comercialización 2001-2002. Se trata pues de la primera modificación sustancial de la reforma del sector de frutas y hortalizas adoptada por el Consejo en noviembre de 1996. Sus elementos esenciales son los siguientes:

  • Sustitución del doble límite máximo para la ayuda comunitaria a los fondos operativos de las organizaciones de productores por un límite único del 4,1% del valor de la producción comercializada por cada organización de productores.
  • Se ha modificado sustancialmente el régimen previsto para la transformación del tomate. Las cuotas para los tres grupos de productos se sustituirán por un único umbral comunitario, distribuido en umbrales nacionales entre los Estados miembros (que éstos pueden a su vez subdividir en dos). En caso de rebasamiento del umbral comunitario, la ayuda para la campaña siguiente se reducirá proporcionalmente en los Estados miembros que hayan superado el umbral nacional.

La ayuda se fija en 34,5 euros por tonelada de tomates frescos, independientemente del producto acabado (concentrado, tomate pelado, etc.). El umbral comunitario se fija en 8.251.455 toneladas, lo que representa un aumento del 29,7% respecto de la cuota comunitaria para 2000-2001. La ayuda se pagará a las organizaciones de productores que deberán abonarla a los productores. El precio de venta de los tomates destinados a transformación se negociará libremente entre las organizaciones de productores y los transformadores; el precio mínimo queda suprimido.

  • El régimen para la transformación de los melocotones y las peras se ajusta al de los tomates: a partir de la campaña 2001-2002, la ayuda y el umbral de transformación se aplicarán a la materia prima. La ayuda se fija en 47,70 euros/t para los melocotones y en 161,70 euros/t para las peras. Los umbrales comunitarios quedan fijados en 539.000 t para los melocotones y en 104.617 t para las peras. También estos umbrales se distribuyen en umbrales nacionales. La ayuda se pagará a las organizaciones de productores, y ya no habrá precios mínimos.
  • Respecto a los cítricos, los umbrales de transformación han aumentado situándose en 1.500.236 t para las naranjas, 510.600 t para los limones y 384.000 para los pequeños cítricos. Los importes de las ayudas no cambian.

Por otro lado, los Acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT significaron para las frutas y hortalizas el desmantelamiento, con carácter general, del 20% de las protecciones en forma de derechos arancelarios y precios de entrada. Hay que señalar su bajo nivel medio para las frutas y hortalizas, así como su diferenciación a lo largo de la campaña, coincidiendo la menor protección de la UE con las épocas de producción española de productos hortícolas de exportación. Además, se establece una reducción de las exportaciones subvencionadas un 36% en términos monetarios y en un 21% en cantidades físicas, que puede afectar, según las condiciones del mercado, a las cantidades totales de productos hortofrutícolas exportados bajo restitución. La tendencia de estas conversaciones multilaterales dentro del marco de la OMC es continuar con esta apertura en las próximas negociaciones.

Las consecuencias de esta apertura son, por una parte, el incremento de las exportaciones de otros países a la UE, dado que se trata de uno de los mercados con mayor capacidad de compra y, por otra parte, la necesidad de que los productos comunitarios compitan en muchas ocasiones con productos procedentes de países con bajos costes de producción, como consecuencia de su nivel de salarios, cargas impositivas y otros factores de producción.

Complementariamente a las políticas comerciales acordadas en el ámbito multilateral, la Comunidad establece acuerdos bilaterales por interés comercial (Mercosur o Suráfrica) o de ayuda al desarrollo y a la cooperación con determinados países (ACP, SPG, acuerdos euromediterráneos), que suponen facilitar en mayor medida el acceso de productos agrícolas y, en particular, productos hortofrutícolas a la UE.

En este sentido, los acuerdos con los países de la cuenca mediterránea son los que tienen mayor repercusión en España por su proximidad, sus similares condiciones de producción, el abanico de productos que pueden desarrollar y sus bajos costes de producción. La competitividad de estos países se ha manifestado particularmente en los productos hortícolas de invierno, habiendo tenido menos influencia en los cítricos.

Por otra parte, el acuerdo con Sudáfrica puede tener su influencia en el mercado de cítricos, mientras que los acuerdos con Mercosur pueden afectar a manzana, uva de mesa y limones. El suministro de estos productos se produce fuera de la temporada de producción española, pero puede repercutir en la comercialización de los productos conservados en frío. El mercado de productos tropicales viene más afectado por importaciones de Méjico, Sudáfrica o Israel, en particular en lo que se refiere al aguacate.

SECTOR PRODUCTIVO EN ESPAÑA, MERCADOS Y PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

Aspectos generales

El cultivo español de las frutas y hortalizas, incluida la patata, ocupa una superficie de alrededor de 1,8 millones de hectáreas, correspondiendo un 30% a hortalizas (incluida patata), un 15% a cítricos, un 20% a fruta dulce y un 35% a frutos secos.

La superficie de cultivo se distribuye por todo el territorio nacional, aunque entre las Comunidades de Andalucía (24%), Valencia (23%), Murcia (11%) y Cataluña (11%) reúnen más de las dos terceras partes de la superficie total. La producción total alcanza en números redondos los 20 millones de toneladas de producto (excluida la patata), de los que un 55% corresponde a hortalizas, un 22% a cítricos y el 23% restante a otras frutas.

No obstante, seis productos superan el 50% de la producción hortifrutícola española. Se trata del tomate para el consumo en fresco e industria (17%), naranja (12%), grupo mandarinas (9%) y lechuga, melón y cebolla (con aproximadamente el 5% cada uno). Si a estos seis productos se añaden melocotón, pimiento y manzana (que suponen el 4,5% cada uno de ellos de la producción total), entre nueve productos se obtienen las dos terceras partes de la producción hortofrutícola española.

En términos monetarios, la producción de frutas y hortalizas supone una cifra a nivel de explotación próxima a los 1,2 billones de pesetas, lo que representa alrededor del 25% de la Producción Final Agraria y el 45% de la producción vegetal.

Dentro de la Comunidad, España es el segundo productor de frutas y hortalizas, aportando del orden del 26% del valor de la producción total y situándose ligeramente por detrás de Italia, que produce el 29%, y a gran distancia de otros principales países productores, como son Francia (12%) y Grecia (10%).

Este sector contribuye con el 50% a las exportaciones del sector agroalimentario español, que arroja una cifra del orden de los 2,2 billones de pesetas, correspondiendo un 26% a las exportaciones de frutas, en su mayor parte cítricos, un 16% a las hortalizas y un 8% a los productos transformados a base de frutas y hortalizas. El destino del 90% de las exportaciones lo constituye la Unión Europea. El fuerte superávit del saldo de la balanza comercial hortofrutícola refleja la orientación exportadora del sector y su dependencia de los mercados exteriores.

Por otro lado, las importaciones en el sector de frutas y hortalizas sólo suponen el 10% de las importaciones del sector agroalimentario, correspondiendo el 4% a fruta fresca, el 5% a hortaliza fresca y el 2% a transformado de frutas y hortalizas. El origen de estas importaciones se reparte entre un 40% procedente de la UE y un 60% procedente de países terceros.

La producción mundial de frutas y hortalizas está en constante aumento. En 1997 se elevó a casi 915 millones de toneladas, lo que representó un aumento del 1,1% respecto a 1996 y del 28,2% respecto a la producción media del periodo 1989-1991. De este total, aproximadamente el 65% corresponde a las hortalizas. En 1997 la Comunidad resultó ser el segundo productor mundial con 88 millones de toneladas, después de China (286 millones de toneladas).

La Comunidad es importadora de productos hortofrutícolas, representando el volumen de las exportaciones (3,35 Mtm) el 63% de las importaciones globales (5,3 Mtm) en 1998. Así, la Unión Europea en su conjunto es deficitaria en fruta, fundamentalmente naranja transformada en zumo, frutas tropicales y manzanas. El importe total de las importaciones de frutas y hortalizas en la UE se eleva a un total de 15.000 millones de dólares.

Sin embargo, la demanda de frutas y hortalizas en el área comunitaria, destino prioritario de nuestras exportaciones, se encuentra estancada y en peligro de recesión por la competencia que están ejerciendo otros productos sustitutivos, así como el lento crecimiento demográfico.

Por otra parte, se está produciendo un incremento de la cantidad ofertada, presentando productos diferentes a los tradicionales, como consecuencia de las nuevas exigencias del mercado.

La próxima ampliación europea por la incorporación de países del Este de Europa va a suponer un incremento muy significativo del número de consumidores. En la medida en que se produzca la mejora de sus rentas, es de esperar que se produzca un incremento de la demanda de frutas y hortalizas, particularmente en nuestros productos de exportación.

Hortalizas

La distribución aproximada de las tierras dedicadas a hortalizas en España es la siguiente:

SUPERFICIE (ha)
Secano42.049
Regadío al aire libre286.347
Regadío protegido70.335
Total398.727

Las principales dedicaciones son:

CULTIVOSSUPERFICIE (Ha) PRODUCCION (t)
SECANOREGADÍO TOTAL
Aire libreProtegido
Col3.3328.09778012.209354.227
Espárrago2.54412.6513.02018.21574.135
Lechuga1.05731.64582133.523923.605
Sandía5.1458.0886.89520.128651.419
Melón8.05622.66812.71043.434967.860
Tomate1.75141.86113.22256.8343.326.397
Pimiento62612.9099.71223.247867.667
Alcachofa9018.92410819.122278.397
Ajo8.47217.74826.220212.918
Cebolla3.18722.356125.544967.140
Judía verde1.11813.0286.70220.848246.680
Pepino512.2033.5845.838375.827
Fresa-fresón1941.4727.2148.880231.233
Coliflor33616.4704016.846358.386
Fuente: Anuario de Estadística Agraria 1999. MAPA (Datos 1996)

Como se ha dicho, en la OCM de frutas y hortalizas transformadas existe un umbral de producción de tomate comunitario para transformación, distribuido en umbrales nacionales entre los Estados. Las demás hortalizas no tienen (salvo la limitación de las retiradas) ninguna limitación cuantitativa en la OCM, que como se sabe está basada en el protagonismo de las Organizaciones de Productores, para adaptarse al mercado, con la ayuda de los correspondientes fondos operativos.

Por consiguiente, el problema de la expansión de la superficie de regadío en hortalizas depende de la eficacia relativa y capacidad de expansión en los mercados comunitarios. En los productos precoces de exportación, que generalmente se producen en regadíos protegidos, hay que tener bastante cuidado pues el mercado es muy sensible y no admite fácilmente incrementos importantes. Además, hay que tener en cuenta que este tipo de producción puede tener problemas medioambientales. Hay cierto margen de expansión desplazando a los productos de otros países (Estados Miembros o países terceros), pero hay que ser conscientes de que una lucha sin cuartel en términos de precios puede arrastrar también a una parte de la producción nacional menos eficaz.

En los productos hortícolas menos intensivos también hay margen de expansión sobre la base de una mayor eficacia en la distribución y eventuales reducciones de precios derivadas de mejoras de la productividad. Para algunos productos será necesario contar con una industria alimentaria más implantada y consolidada de la actualmente existente.

La apertura de los mercados es inevitable y algunos países terceros ocupan nichos de mercado donde pueden hacer daño a la producción nacional y comunitaria (como por ejemplo el ajo) pero el nuevo modelo de la OCM debería permitir hacer frente a estas situaciones sobre la base de la calidad, seguridad y estabilidad del suministro comunitario.

En resumen, es un sector donde existe un cierto margen de incremento de superficie.

Frutales no cítricos

La producción comunitaria de manzanas alcanzó los 7,2 millones de toneladas en la campaña 1997/98, la de peras alcanzó los 1,96 millones de toneladas, la de melocotones 2,6 millones y las nectarinas 628.000 toneladas. Las uvas de mesa alcanzaron los 2,2 millones de toneladas en la campaña 1998.

Durante la campaña 1998/99 se transformaron en la Comunidad unas 480.000 toneladas de melocotones en conservas en almíbar o al natural. La Comunidad sigue siendo exportadora de este producto (113.000 toneladas en 1998).

La producción comunitaria en la campaña 1998/99 de peras Williams y Rocha transformadas en conserva en almíbar o al natural superó las 162.000 toneladas. Italia sigue siendo el principal productor comunitario (el 49% del total), por delante de España (31%) y Francia (15%). La Comunidad es deficitaria en este producto; en 1998 las exportaciones se cifraron en 5.000 toneladas de producto acabado frente a las 33.000 toneladas importadas.

Según el Anuario Estadístico del MAPA, la distribución de los principales frutales de este grupo es la siguiente:

CULTIVOSUPERFICIE (Ha)ARBOLES DISEMINADOSPRODUCCION (toneladas)
SecanoRegadíoTotal
Manzano11.89937.47449.3732.924.571899.356
Peral1.07038.32139.3911.433.076665.336
Otros1253.9374.062398.46650.359
F. PEPITA13.09479.73292.8264.756.1131.615.051
Albaricoquero6.11118.87124.982229.423197.870
Cerezo y guindo20.2707.28027.550849.10176.029
Melocotonero7.39963.87271.271797.444869.716
Ciruelo7.84912.48120.330880.385147.015
F. HUESO41.629102.504144.1332.756.3531.290.630
Otros frutos carnosos20.56928.88949.4581.449.580541.287
TOTAL F. No cítricos75.292211.125286.7148.962.0463.446.968
Fuente: Anuario de Estadística Agraria 1999. MAPA (Datos 1996).

La OCM de frutas y hortalizas frescas no establece ninguna limitación, salvo las derivadas de los mecanismos de regulación de la retirada por las Organizaciones de Productores. La OCM de frutas y hortalizas transformadas concede una ayuda a determinadas elaboraciones industriales (melocotón en almíbar, pera Williams y Rocha en almíbar, higos secos, uvas pasas, ciruela seca de Ente) de las que el melocotón y la pera tienen, como ya se ha dicho, umbrales comunitarios a partir de las cuales se produce penalización en las ayudas.

En todo caso, el problema de la expansión del regadío de estos productos no es el de las limitaciones de las retiradas o de estas ayudas concretas, sino las posibilidades de mercado. En este sentido los frutales de pepita (manzana principalmente) tienen unas perspectivas negativas ante la dificultad de concurrir con las importaciones de contratemporada de productos del Hemisferio Sur (Argentina, Chile) que acortan el período de comercialización en cámara de la producción comunitaria.

Los frutales de hueso (melocotón, albaricoque, cerezas, ciruelas, etc.) no deben temer tanto esta concurrencia por problemas de conservación y transporte, y en tal situación la producción española puede estar bien posicionada para ligeros incrementos de producción en concurrencia con las producciones comunitarias.

Finalmente, en el grupo de los frutales carnosos (chirimoya, aguacate, kiwi, kaqui, etc.) hay posibilidad de expansión en el mercado aun cuando puedan existir problemas de concurrencia con países terceros.

En conjunto el sector puede tener ciertas posibilidades de incremento de superficie de regadío, todo ello, como en todos los casos, condicionado a la realización de inversiones técnicamente bien gestionadas y con esfuerzos en la comercialización.

Cítricos

La producción mundial de cítricos alcanzó los 93,2 millones de toneladas en la campaña 1998/99. La Comunidad, con una producción de casi de 9,3 millones de toneladas, ostenta el tercer puesto a escala mundial, detrás de Brasil (20,6 millones de toneladas) y Estados Unidos (12,6 millones de toneladas) y por delante de China (9,1 millones de toneladas) y Méjico (5,1 millones de toneladas). En lo que se refiere a las exportaciones, los intercambios internacionales abarcaron el 10,4% de la producción mundial de cítricos.

La producción comunitaria de naranjas alcanzó los 5,3 millones de toneladas y la de limones 1,5 millones de toneladas. España sigue siendo el mayor productor europeo con el 54% de la producción en 1998/99.

La producción de cítricos en España es aproximadamente de 4,5 millones de toneladas, con la siguiente distribución:

CULTIVOSUPERFICIE (Ha)RENDIMIENTOS (Kg/ha)PRODUCCION (t)
Naranjas dulces133.79317.9952.200.766
Naranjas amargas69218.38412.747
Mandarinas97.07218.1491.503.772
Limones42.64411.308713.200
Pomelos99222.75120.280
Otros47810.4454.846
TOTAL275.6714.455.611
Fuente: Anuario de Estadística Agraria 1999. MAPA (Datos 1996).

Para este subsector, la OCM de frutas y hortalizas frescas regula con carácter general el volumen máximo de retirada, aplicable también a los cítricos. Ya se ha comentado que el reglamento especial para los cítricos establece determinadas ayudas para los transformados a base cítricos, ligadas al pago de un precio mínimo al agricultor y con umbrales máximos a partir de los cuales se produce una penalización de las ayudas semejante en porcentaje a la superación.

En el tema de la industrialización de cítricos, y especialmente por su volumen en el del zumo de naranja, hay que considerar que la producción europea nunca podrá competir con el zumo concentrado producido a partir de plantaciones especializadas de Brasil ó Florida. Por el contrario aparece ahora un interesante segmento de mercado de zumo fresco refrigerado de calidad, donde la producción comunitaria tiene ventajas objetivas en términos de suministro, transporte y distribución. En todo caso la producción de cítricos españoles tiene vocación de mercado en fresco, y la transformación debe ser siempre considerada como una actividad complementaria de dicho mercado.

En cuanto al mercado de frescos hay factores positivos y negativos respecto a su futura evolución. Entre los negativos puede citarse la relativa saturación de los mercados tradicionales europeos; la consolidación de las importaciones de países terceros del Hemisferio Austral (Sudáfrica), que acortarán el período de comercialización de la producción comunitaria; la necesidad política de dar facilidades a los países de la cuenca mediterránea, (Marruecos, Israel); y la relativa tendencia del consumo a rechazar la naranja y sustituirla en todo caso por cítricos fáciles de pelar (easy peel).

Por el contrario, y como elementos positivos, se puede considerar el potencial de consumo de los PECO (sin posibilidades de poner restricciones a las importaciones comunitarias una vez integrados) y de los otros países del Este de Europa; el desplazamiento en otros países comunitarios de las producciones de Italia y de Grecia, con lo que somos más competitivos; e incluso la propia consolidación de la naranja española en el mercado italiano.

El sector citrícola español se ha caracterizado históricamente por su capacidad de adaptación al mercado, realizando los ajustes varietales necesarios. En todo caso, hay que afrontar el problema de la tristeza y la mejora de la competitividad, especialmente reduciendo costes de producción. A partir de este reto, que parece asequible, es posible un relativo incremento de superficie y producciones.

Frutos secos

La situación española de los principales frutos secos, según el Anuario del MAPA, que quizá comporte cierta inercia estadística, es la siguiente:

CultivoSuperficie (ha)Arboles diseminados Producción (t)
SecanoRegadíoTotal
Almendro594.55442.994637.5482.743.000242.300
Avellano14.46414.97229.436419.00021.252
Nogal1.7801.2162.996473.00010.059
Fuente: Anuario de Estadística Agraria 1999. MAPA (Datos de 1996)

A partir de la campaña 1989/90, como consecuencia de la incorporación de España a la UE y ante la falta de protección contra las importaciones de países terceros, especialmente almendras de California y avellanas de Turquía, se puso en marcha un programa de actuación de mejora de la producción comunitaria, a través de las correspondientes agrupaciones de agricultores, con el fin de incentivar la modernización de las plantaciones y su adaptación a las exigencias del mercado, con una duración de 10 años (recientemente prorrogada a 11 años) a partir de la aprobación de cada Plan, y que en España cubre actualmente unas 433.000 ha.

A pesar de estas ayudas, resulta difícil la concurrencia con los productos de importación y queda la incertidumbre de lo que sucederá cuando se acaben los Planes correspondiente (posibilidad de sustitución por otros Planes en el marco de acciones medio ambientales).

En cualquier caso parece demostrado que nuevas plantaciones de regadío de almendros, nogales, pistachos y avellanos, bien diseñadas y gestionadas y con adecuadas condiciones de comercialización pueden concurrir con los productos de importación, y por consiguiente, y con independencia del futuro incierto de las plantaciones de secano y de los regímenes de ayuda existentes, hay margen para nuevas superficies de regadío.

Patata

En la PAC no existe una regulación u OCM para la patata de consumo. Las medidas que existen para la fécula de patata no están en los momentos actuales al alcance de la producción española ni por la propia regulación ni por cuestiones de eficacia productiva.

Con una superficie cultivada total de casi 1.400.000 hectáreas, la Comunidad produce unas 48 millones de toneladas. La Unión Europea se autoabastece de patatas, salvo en lo que respecta a las variedades tempranas, que son importadas de los países mediterráneos en invierno y al principio de la primavera, época en que la producción comunitaria de patata es limitada o inexistente. Los principales proveedores son Chipre, Egipto, Marruecos e Israel. En los últimos años se ha importado de terceros países una media de 400.000 toneladas de patatas tempranas al año, exportándose algo más de 825 millones de toneladas a nivel europeo.

La patata, especialmente en España, tiene grandes variaciones interanuales de superficie y producción como consecuencia de la falta de regulación y del efecto cíclico de los precios.

CULTIVOSUPERFICIE (ha)RENDIMIENTO (kg/ha)PRODUCCION (t)
SecanoRegadíoTotalSecanoRegadío
P. extratemprana9493.3124.2619.62416.46863.674
P. temprana10.08820.49830.58612.91922.579593.151
P. media estación48.39250.45298.84416.28525.5032.074.765
P. tardía15.80830.56746.37516.42028.2841.124.118
TOTAL75.237104.829180.06615.77625.4593.855.708
Fuente: Anuario de Estadística Agraria 1999. MAPA (Datos 1996)

En los años 70 España llegó a tener 400.000 ha de patata. La regresión ha estado originada, por una parte, por la pérdida de posición exportadora de la patata extratemprana y temprana ante la mayor competitividad de la procedente de otros países de la cuenca mediterránea (Chipre, Egipto), y por otra parte, desde la integración en la UE, por las importaciones de patata de otros países comunitarios más competitivos que nosotros. (El rendimiento medio de España es aproximadamente de 21 tm/ha. cuando la media comunitaria es de 31,5 tm/ha.).

La consolidación de la situación actual de producción en España pasa por mejoras en la comercialización y en las variedades utilizadas, así como por reducciones de costes e incremento de rendimientos, que en parte podría hacerse con la acción de mejora de regadío. En consecuencia, no es previsible incremento de superficie por este cultivo, e incluso podría constatarse una ligera reducción.

Flores y plantas

La Organización Común del Mercado del sector de las plantas vivas y los productos de la floricultura se limita únicamente a definir normas de calidad y ofrecer una protección muy parcial respecto a las importaciones procedentes de países terceros.

Esta falta de protección se agrava ante las numerosas concesiones realizadas en el marco de los Acuerdos mediterráneos o en el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG), hasta el punto que la UE puso en marcha en 1996 un régimen comunitario de financiación de medidas específicas destinadas a fomentar el consumo de plantas vivas y productos de la floricultura.

El sector español es relativamente reducido, como se deriva de las últimas cifras disponibles:

CULTIVOSSUPERFICIE (áreas) PRODUCCIÓN (miles docenas)
SecanoRegadío Total
Aire libreProtegido
Clavel2.08516.783110.832129.700178.581
Rosa9205.53740.09346.55039.803
Otras flores4.51049.02741.12394.66045.429
TOTAL Flores7.51571.347192.048270.910263.813
Plantas ornamentales6.800121.59472.738201.132100.461
Fuente: Anuario de Estadística Agraria 1999. MAPA. (Datos 1996)

Aunque son cifras modestas, y el calendario de producción español es concurrencial con el de algunos países terceros competitivos, se trata de unas cifras con evidentes posibilidades de expansión si el sector afronta sus limitaciones estructurales internas (organización de los productores, canales de comercialización, material genético, etc.).

3.5.8 Arroz

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

La normativa del sector comunitario del arroz se reformó en 1995 (Reglamento (CE) nº 3072/95), conforme a las mismas directrices de la reforma de la PAC de 1992 para los cultivos herbáceos. La OCM del arroz se basa en los siguientes mecanismos:

a) Un régimen de precios de intervención, prefijados para las campañas 1996/97 en adelante, para una calidad tipo. La campaña de comercialización va del 1 de septiembre al 31 de agosto del año siguiente. Los precios de intervención están sujetos a incrementos mensuales entre el 1 de abril y el 31 de julio.

Los organismos de intervención nacionales comprar al precio de intervención, desde el 1 de abril al 31 de julio, las cantidades de arroz cáscara que se les ofrezcan siempre que cumplan unas condiciones determinadas; el precio de intervención se ajusta en función de la calidad del producto ofertado.

En la reforma de 1995, se acordó reducir en un 15% el precio de intervención entre las campañas 1996/97 y 1999/00 y siguientes. A cambio, se establecieron unos pagos directos por hectárea de 52,65 euros/tonelada. Este importe se multiplica por el rendimiento medio nacional, a fin de obtener el pago compensatorio por hectárea. En España el importe del pago compensatorio es de 334,33 euros/hectárea, para las campañas 1999/00 y siguientes.

Para cada Estado miembro productor se establece una superficie de base nacional (en España: 104.973 hectáreas). Si durante un año determinado la superficie destinada al cultivo de arroz supera esta superficie base nacional, se aplica para ese mismo año una reducción del pago compensatorio a todos los productores. La penalización puede alcanzar hasta 6 veces el porcentaje de superación si éste es mayor del 5%.

b) Un régimen de intercambios con terceros países, enmarcado en los compromisos adquiridos en las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT. Desde el punto de vista de la gestión, tanto exportaciones como importaciones está sometidas a la presentación de los certificados correspondientes.

Las importaciones se gravan con un arancel, basado en un precio máximo de importación, una vez pagados los derechos, y vinculado al precio de intervención. Los compromisos de acceso actual y mínimo se cubren con las importaciones preferenciales, con derechos nulos o muy bajos, en virtud de los diversos acuerdos bilaterales que mantiene la UE. En cuanto a las exportaciones, el compromiso GATT limita las restituciones a 133.400 toneladas anuales.

El sistema de protección en frontera derivado del GATT, junto con las nuevas concesiones comerciales, ha provocado que en la práctica el sector comunitario productor de arroz se encuentre muy desprotegido. El incremento de las importaciones de terceros países, incluidos los envíos a través del régimen especial a favor de los PTUM (Países y Territorios de Ultramar), es la principal causa de la actual situación excedentaria del mercado comunitario de arroz.

En junio de 2000, la Comisión presentó una propuesta de reforma de la OCM del arroz, justificada por la necesidad de restablecer el equilibrio del mercado comunitario. En aras de la simplificación de los mecanismos de la PAC y para facilitar la alternancia de cultivos, el arroz se incluiría además en el régimen de los cultivos herbáceos. Los elementos básicos de la reforma serían:

  • el aumento de la ayuda directa a los productores, de 52,65 a 63 euros/tonelada (que es la ayuda prevista para los cereales en la Agenda 2000 a partir de 2001/02);
  • y la supresión del mecanismo de intervención, con la posibilidad de recurrir al almacenamiento privado.

La supresión del régimen de intervención supondría dejar de aplicar el sistema vigente de determinación de los derechos de importación, que está vinculado al precio de intervención. En su lugar, se aplicaría el régimen de aranceles fijos previsto en la Ronda Uruguay.

La propuesta aboga por el mantenimiento del cultivo del arroz en determinadas zonas en las que es beneficioso para el medio ambiente. Para ello, los Estados miembros deberán remitir a la Comisión, antes de diciembre de 2003, un informe sobre la situación medioambiental de la producción de arroz, con especial referencia a las zonas tradicionales de cultivo y los efectos de las medidas de protección ambiental adoptadas.

La Comisión considera que esta reforma debería entrar en vigor a la mayor brevedad, en la campaña 2001/02. Sin embargo, la propuesta ha encontrado la oposición del sector productor europeo, especialmente en Italia y España. Se teme que la supresión del régimen de intervención conlleve una caída drástica de los precios, mayor que el que compensaría el incremento de los precios.

Además, preocupa, igual que en el caso del azúcar, el efecto del acuerdo de liberalización comercial “todo menos las armas”, por el que se concederá un acceso libre de arancel al mercado comunitario para todos los productos excepto las armas, procedentes de los 48 países más pobres del mundo. En el caso del arroz, la liberalización tendrá lugar progresivamente entre 2006 y 2009.

En cualquier caso, la aprobación de la reforma, prevista para la presidencia sueca del primer semestre de 2001 ha sufrido un evidente retraso.

SECTOR PRODUCTIVO

La producción comunitaria de arroz es de unos 2,6 millones de toneladas (trienio 1996-1998). España es el segundo país productor de arroz de la UE después de Italia (que produce el 52%, frente al 30% que produce España), seguidos de Grecia, Portugal y Francia. El rendimiento medio de la UE es 6.400 kg/ha, que varía entre los 8.000 kg/ha de Grecia y los 6.000 de Francia o Italia.

Tradicionalmente, y de acuerdo con las costumbres culinarias, en España e Italia se ha producido sobre todo arroz japónica (de grano corto y medio), mientras que en los países del norte se suele consumir más el tipo índica (de grano largo). En los últimos años, la producción de arroz índica ha seguido una tendencia creciente; en España ya supone alrededor del 50% de la superficie.

Una vez superada la sequía de 1994/95, la superficie de arroz en España se recuperó hasta alcanzar las 113.000 hectáreas de las últimas campañas, con un rendimiento medio de unos 6.700 kg/ha. La producción media del trienio 1997-1999 fue de unas 800.000 toneladas.

Las principales zonas productoras se concentran en Sevilla, Valencia, Tarragona y Badajoz, además de las riberas del Ebro. Las superficies de cultivo se ubican en zonas muy sensibles desde un punto de vista medioambiental, pero tradicionalmente integradas en los ecosistemas húmedos (Delta del Ebro, Albufera de Valencia, Delta del Guadalquivir, …).

MERCADOS

Más del 90% del volumen mundial de arroz se produce en Asia (China, India y países del Sudeste asiático); otros grandes productores son Brasil, EEUU y Egipto. La producción de arroz de la UE supone tan sólo el 0,5% del total mundial.

Las principales zonas productoras en el mundo suelen coincidir con las zonas consumidoras, por lo que sólo una parte muy pequeña del arroz entra en el comercio internacional. El arroz es uno de los productos básicos para la seguridad alimentaria de gran parte de la población mundial, lo que explica que su mercado esté tan intervenido (fijación de precios, comercio de Estado, distribución en programas gubernamentales, ayuda alimentaria, etc.).

Globalmente, la UE es deficitaria en arroz, aunque es importadora neta de arroz índica y exportadora neta de japónica. Dentro de la UE, los mayores importadores son Reino Unido, Francia y Alemania. El mercado comunitario se abastece principalmente de arroz índica procedente de países ACP (Africa, Caribe, Pacífico) en condiciones preferenciales.

Durante los últimos años, el mercado comunitario de arroz se enfrenta a un grave desequilibrio debido, por un lado, al incremento de estas importaciones preferenciales así como a la limitación de las exportaciones subvencionadas por los compromisos adquiridos en el GATT. Por otro lado, se ha recuperado la producción comunitaria de arroz, aumentando especialmente la producción de arroz índica. Todo ello se refleja en una acumulación de existencias de intervención que, a comienzos de la campaña 1999/2000, eran de más de 300.000 toneladas de arroz blanqueado (lo cual representa alrededor del 20% de la producción interna).

El comercio exterior español de arroz es bastante activo, siendo los países de la UE los principales orígenes y destinos. España es importadora neta de arroz, aunque el saldo esconde diferencias entre variedades y grados de elaboración. Por un lado, nuestro país es importador de arroz índica y exportador de arroz japónica. Por otro lado, España es importadora neta de arroz cáscara, originario de Grecia, Italia, Francia y EEUU; pero es exportadora neta de arroz cargo, que se envía principalmente al Benelux; y también es exportadora neta de arroz elaborado y partido, aunque también se importan cantidades considerables desde Italia.

PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

Las condiciones fuertemente excedentarias del mercado europeo y la perspectiva de mayor liberalización del comercio, hacen desaconsejable cualquier incremento de producción.

Además, no hay margen para el incremento de superficies de regadío, puesto que sería muy difícil concurrir en los mercados con penalizaciones del orden del 30%. Hay que tener en cuenta que las 104.000 hectáreas de superficie de base se vienen superando desde 1996. Los últimos datos provisionales de superficies de cultivo para 1999 y 2000 son de 112.000 y 115.000 hectáreas respectivamente.

Los datos globales enmascaran ciertos movimientos de nueva implantación del cultivo en algunas zonas del valle del Ebro, mientras que algunas zonas tradicionales podrían llegar a tener problemas de continuidad en el futuro, por cuestiones medioambientales o de concurrencia con otros usos de la tierra, incluidos los no agrarios (como el turismo o la expansión urbanística).

En definitiva, no es aconsejable un aumento de la producción nacional de arroz, por lo que no cabe dedicar nuevas superficies de regadíos a este cultivo y otras actuaciones de mejora de los regadíos existentes deben ligarse a consideraciones medioambientales (mantenimiento de zonas húmedas, conservación de ecosistemas específicos, etc.).

3.5.9 Forrajes

CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LA O.C.M.

El Reglamento (CE) 603/95, por el que se establece la OCM en el sector de los forrajes desecados, establece un régimen que se fundamenta en la concesión a las empresas de transformación de una ayuda a tanto alzado por los forrajes desecados. La ayuda está fijada en 68,83 euros/tonelada para los deshidratados y 38,64 para los secados al sol.

La ayuda se fija para la campaña, que va del 1 de abril al 31 de marzo del año siguiente. Para percibir la ayuda, los forrajes han de cumplir una determinada calidad y contenidos mínimos de humedad y proteína bruta.

La protección se limita a una cantidad máxima garantizada (CMG) de 4.412.400 toneladas para los deshidratados y 443.500 para los secados al sol. Esta cantidad se distribuye entre los Estados miembros de la UE, sobre la base de la producción media de 1992/93 y 1993/94, resultando la correspondiente cantidad nacional garantizada (CNG); en España: 1.224.000 toneladas de deshidratados y 101.000 secados al sol.

Si se supera la CMG comunitaria hasta un 5%, se aplica una reducción proporcional de la ayuda, en la misma campaña, a todos los productores comunitarios. Si el rebasamiento supera el 5%, se efectúan reducciones adicionales en el Estado que supere su CNG. La penalización se fija en un nivel que garantice la neutralidad presupuestaria del sector.

SECTOR PRODUCTIVO

Los cultivos forrajeros en España ocupan una superficie de más de 1,18 millones de hectáreas, con presencia en prácticamente todo el territorio. Los forrajes incluyen una gran diversidad de cultivos que, según el último Anuario Estadístico del MAPA (2000), se distribuyen en los siguientes grupos y superficies:

Datos 1996 Cosechada (hectáreas)Pastada solamente (hectáreas) Total
SecanoRegadíoSecanoRegadío
Gramíneas419.06258.5412.748308480.659
Leguminosas165.049187.92726.4321.182380.590
Raíces y tubérculos200.62147.04948.22410.992306.886
Forrajeras varias13.8423.47117.313
Total798.574296.98877.40412.4821.185.448

Dentro de las forrajeras y aparte de las gramíneas que se incluyen en el análisis de los cereales (cereales de invierno y maíz para forraje), el grupo más importante es el de las leguminosas y, especialmente, alfalfa y veza.

La superficie cultivada de alfalfa supera las 230.000 hectáreas (alrededor del 20% de la superficie forrajera total). El rendimiento promedio en verde es de unos 20.000 kg/ha en secano y 58.000 kg/ha en regadío, y muestra bastante variabilidad por provincias.

La producción alcanza las 11-12 millones de toneladas anuales. El destino de la producción de alfalfa es, por orden de importancia, la deshidratación (más del 50%), henificado (37%), consumo en verde (12%) y ensilado. Cada año los forrajes deshidratados artificialmente van ganando terreno a los secados al sol. Las industrias de deshidratación de forrajes se ubican casi exclusivamente en el valle del Ebro.

Las zonas productoras de alfalfa no coinciden exactamente con las principales zonas consumidoras, lo que en parte ha contribuido al desarrollo de la industria española de deshidratación de forrajes. La demanda interior de forrajes deshidratados de las zonas ganaderas (Cantábrico) se ve muy influida por el año climático y la disponibilidad de forrajes en verde.

En cuanto a la otra gran leguminosa forrajera, la veza, se cultiva en una superficie de unas 70.000hectáreas, con un rendimiento promedio de casi 13.000 kg/ha en secano y 30.000 kg/ha en regadío. La producción oscila entre 1-1,5 millones de toneladas, que se destinan principalmente al henificado.

MERCADOS

El complejo cárnico comunitario es un gran demandante de proteína vegetal, que en su mayor parte se obtiene de haba de soja importada, principalmente de EEUU, Brasil y Argentina. La alfalfa, junto con los guisantes, habas, altramuces y vezas es de las pocas fuentes de proteína vegetal que se cultivan en la UE, mientras que el cultivo de soja sólo tiene alguna importancia en Italia y Francia. El régimen de ayudas a la alfalfa desecada permite que la producción comunitaria sea competitiva frente a productos alternativos, especialmente la soja. Dentro de la UE, España es el primer país productor, seguido de Francia, Italia y Alemania.

España tiene una presencia activa en el comercio de forrajes desecados. Nuestros principales clientes y proveedores de forrajes son el resto de Estados miembros de la UE.

PERSPECTIVAS PARA EL REGADÍO

  • OCM de cultivos herbáceos, que afecta al maíz forrajero y cereales para ensilaje.

En la reforma de la PAC de la Agenda 2000 se consolidó la inclusión del maíz forrajero en la OCM de herbáceos, con la posibilidad de que en los países donde no hubiera tradición de maíz para ensilado, se pudiera incorporar la hierba para ensilado al régimen de ayudas (sin incremento de la superficie de base total) y con aplicación a efectos de las ayudas de los rendimientos básicos de las ayudas.

La limitación superficial que impone la OCM es relativa, puesto que no impide, a medio y largo plazo, una cierta flexibilidad en la redistribución de las superficies de secano y regadío, así como un ajuste de los rendimientos regionales. Ello permitiría que, por cuestiones de equilibrio territorial o de mantenimiento de la población, se pudieran destinar nuevas zonas al cultivo de cereales/maíz forrajeros en regadío.

También, a pesar de las limitaciones superficiales y de que, globalmente, los cereales son excedentarios en la UE, no es descartable que mediante una reducción de costes, la producción nacional pueda llegar a ser competitiva en el mercado interior comunitario, en determinados espacios, tiempos y calidades. El incremento moderado de la regadíopuede contribuir a esa reducción de costes en la producción y a la defensa de larentas de los agricultores, siempre que se complemente con una mejora de otros factores estructurales de la producción, la distribución y la comercialización.

Las limitaciones de la OCM y de mercado derivados de un incremento de superficie y de producción podrán ser asimilados razonablemente.

  • OCM de los productos forrajeros desecados, que incluye a la alfalfa, esparceta, trébol, altramuces, vezas, almortas y otros productos análogos.

La producción de alfalfa y otras leguminosas forrajeras con destino a desecación se encuentra limitada por la CNG y la reducción en la ayuda como consecuencia de su superación, lo que establece una autolimitación desde el propio sector y, sobre todo, desde la industria desecadora.

No obstante, cabe recordar que el régimen de penalizaciones, que no es acumulativo pues garantiza la absorción de toda la base financiera presupuestaria correspondiente, permitiría consolidar cifras más altas de producción española. Además, teniendo en cuenta que el primer 5% de rebasamiento de la CMG es de corresponsabilidad comunitaria, la penalización de la ayuda en muchos casos puede ser asumible por el productor.

Por otra parte, y con independencia de las ayudas de la OCM a los forrajes desecados, los cultivos forrajeros pueden ser empleados como base superficial para tener acceso a las primas ganaderas ligadas a densidades de carga ganadera por hectárea, y ello no sólo en términos de las ayudas de la PAC, sino de racionalidad de las explotaciones ganaderas.

También sería posible el incremento de la producción en regadío de otras superficies destinadas a la alimentación animal y no incluidas en el régimen comunitario de los forrajes desecados, como son los prados naturales y los pastizales.

Por todo ello, se puede afirmar que en España existe un margen razonable de expansión del cultivo de forrajeras en regadío. España cuenta, además, con unas condiciones naturales, especialmente de clima, muy propicias para la producción de leguminosas forrajeras, así como un importante “know how” en la industria de deshidratación.

Esta expansión sería tanto más positiva en el actual contexto del sector ganadero tras la crisis de la EEB. De hecho, la prohibición de utilizar harinas animales como fuente de proteínas en la alimentación animal, puede suponer una oportunidad para incrementar la producción de forrajes, especialmente de alfalfa y otras leguminosas, que han sido cultivos tradicionales de amplias zonas del interior de la península. Con ello, se abre la posibilidad de destinar nuevas superficies de regadío a estos cultivos, siempre que fueran rentables en términos económicos.

En marzo de 2001, la Comisión presentó un informe sobre la producción de proteínas vegetales ante la prohibición del uso de harinas animales en los piensos. El informe analiza las posibilidades de incremento de la producción comunitaria de proteínas vegetales en el plazo de 2 a 5 años, mediante el fomento de la producción de oleaginosas y proteaginosas, la autorización de producir cultivos ricos en proteína en las superficies retiradas y el fomento de la producción de forrajes desecados, aumentando la cantidad máxima garantizada, por ejemplo, en un 10%, y reduciendo la ayuda en un 5%.

En los principales países productores de alfalfa de la UE ya se está reclamando a la Comisión un aumento de las cantidades máximas garantizadas de forrajes desecados para hacer frente a la nueva demanda de proteína vegetal. Se lleve a cabo o no el incremento de la CMG, ésta sería una buena oportunidad para reforzar el sector comunitario de producción de proteínas vegetales destinadas a la alimentación animal, a la vista de la estrategia ofensiva que en este sentido, y concretamente en el sector de la soja, ha desarrollado EEUU en el GATT.

En el mapa adjunto se ofrece una visión global de los cultivos en regadío, en cuanto al porcentaje de superficie cultivada sobre las superficies de referencia.

*  *  *

Mapa de España de los cultivos en riego con superficies de referencia sobre el total de regadío

3.6 La industria alimentaria

3.6.1 Importancia de la industria alimentaria española

La industria alimentaria (IA) tiene un peso considerable en el contexto de la industria española, tanto como demandante de materias primas del sector agrario como generadora de empleo y de valor añadido, lo que se deduce de la comparación de las correspondientes magnitudes macroeconómicas.

Magnitudes macroeconómicas (1999)IAIA/Total industria
Valor de la producción9,1 billones de pesetas17,7%
Personas ocupadas376.364 trabajadores14,5%
Consumo materias primas5,3 billones de pesetas22,3%
Valor añadido generado2,3 billones de pesetas12,9%
Cuota de mercado UE5% mercado UE61,8% (*)
Número de empresas33.10520,1%
Número de establecimientos36.97014,2%
(*) Este dato se refiere a la participación de la industria alimentaria sobre el total de las transacciones del sector
agrario en el comercio comunitario.
Fuente.- Dirección General de Alimentación. MAPA.

El índice de producción de la industria alimentaria española ha crecido en el período 1995/1999 un 8,8%, lo que representa una tasa media anual del 2,2%. La contribución española a la industria alimentaria europea es del 10,9% del valor añadido y el 14,6% del empleo.

La capacidad de empleo del sector es aún elevada siendo el ratio inversión/puesto de trabajo creado favorable frente a la industria en general. Se estima que las inversiones necesarias para la creación de esos puestos de trabajo, debido a los esfuerzos modernizadores y de capitalización del sector agroalimentario, se iguala cada vez más.

Las industrias alimentarias ocupaban a 31 de diciembre de 1999 un total de 376.364 trabajadores, lo que suponía un 14,5% del total de la industria nacional.

En relación con el comercio exterior, las exportaciones correspondientes a las industrias alimentarias supusieron un valor de 1,267 billones de pesetas y las importaciones 1,304 billones de pesetas, con un saldo de –37.000 millones de pesetas y una tasa de cobertura del 97,1%.

3.6.2 Características del sector

La industria alimentaria, con una participación del 17,7% en el total de la producción industrial nacional es el sector más importante, si bien su valor añadido es inferior al procedente del sector energético.

Al integrarse en la UE, el sistema agroalimentario español se incorporó al principal conjunto de empresas agroalimentarias del mundo y al principal conjunto productor y consumidor de los productos procedentes de las IA. A partir de la adhesión se intensifican los procesos de concentración e internacionalización del sector, teniendo como protagonista de este dinamismo reestructurador, la entrada de capital extranjero dirigido, principalmente, al control de los canales de comercialización y a la adquisición de cuotas orientadas al mercado nacional. A pesar de esta evolución nos encontramos con una estructura sectorial caracterizada por un alto nivel de atomización, de forma que de las 33.105 empresas agroindustriales censadas el 1 de enero de 2000, el 97,1% de ellas dan empleo a menos de 50 personas (pequeñas empresas), mientras que sólo el 0,6% tienen un tamaño superior a los 200 empleados (grandes empresas) y el 2,3% restante corresponde a medianas empresas, pudiendo distinguir los siguientes tipos de empresas:

  • Empresas de pequeña dimensión, de carácter familiar.
  • Empresas intermedias que generalmente tienen su origen en empresas familiares y que, en unos casos, mantienen ese carácter o han evolucionado a formas societarias.
  • Empresas multinacionales, que han accedido al mercado español a través del establecimiento de filiales o por la compra de participaciones mayoritarias en empresas nacionales.

El movimiento cooperativo español, si bien no alcanza las dimensiones de algunos países europeos, ha obtenido importantes éxitos en la transformación y comercialización. Las organizaciones de productores también han tenido un papel preponderante en la estructuración de los mercados de frutas y hortalizas frescas.

3.6.3 Distribución sectorial

A continuación, se incluye un cuadro con el nº de empresas alimentarias por subsectores y la variación de empresas en el período 1995/1998. No se dispone de distribución por subsectores para el año 1999. Durante este año se produjo una reducción de 763 empresas, lo que supuso una disminución de alrededor del 2% respecto a las existentes en el año 1998, continuando la tendencia de los últimos años de ajuste y equilibrio en el sector para atenuar el elevado grado de atomización que lo caracteriza.

Nº DE EMPRESAS DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA POR SUBSECTORES (1995/1998)

IndicadoresAñosVariaciones (%)
19951998
Cárnicas4.3264.3280,0
Lácteas1.6041.511-5,8
Transf. de pescado7087424,8
Alimentación Animal925901-2,6
Grasas y Aceites1.6021.576-1,6
Transf. de Frutas y Hortalizas1.4981.476-1,5
Molinería1.2751.013-20,5
Vinos3.5603.8307,6
Cerveza y Malta2423-4,2
Otras Bebidas Alcohólicas820563-31,3
Agua y Bebidas Analcohólicas644490-23,9
Pan, Pastelería y Galletas14.80612.142-18,0
Azúcar, Chocolate y Confitería1.1931.109-7,0
Productos Diversos6.0114.164-30,7
Total Industria Alimentaria38.99633.86813,2
Fuente.- Dirección General de Alimentación. MAPA

En los cuadros y gráficos siguientes se detallan por subsectores la facturación y la ocupación de la industria alimentaria.

VENTAS NETAS, GASTOS DE PERSONAL Y PERSONAS OCUPADAS EN LOS DIFERENTES SUBSECTORES DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA A 31 DE DICIEMBRE DE 1999


Subsectores
Ventas netas productoPersonas ocupadasGastos de personal
Millones ptas%%Millones ptas%
Industrias Cárnicas1.654.57718.1165.07317.29193.44515.74
Transformación de Pescado344.7243.7719.1215.0846.8473.81
Conservas de Frutas y Hortalizas774.8328.4837.71810.02108.0018.79
Grasas y Aceites814.3508.9113.1333.4944.9233.65
Industrias Lácteas1.018.12311.1427.7457.37118.5639.64
Productos Molinería327.6593.597.3711.9628.6542.33
Productos Alimentación Animal717.4567.8512.4053.3049.2244.00
Pan, Pastelería y Galletas741.5068.12105.59228.06236.36419.23
Azúcar157.2561.722.9310.7815.8701.29
Cacao y Chocolate289.2893.1716.2474.3255.0844.48
Otros Productos Diversos465.4285.0922.9646.1093.5097.61
Vinos787.0108.6118.1524.8264.3205.23
Cerveza y Malta299.8193.288.4932.2668.6535.58
Otras Bebidas Alcohólicas184.0322.015.2151.3926.2312.13
Aguas y Bebidas Analcohólicas560.4136.1314.2023.7779.6166.48
Total Industria Alimentaria9.136.475100.00376.364100.001.229.305100.00
Total Industria51.553.8452.588.8729.820.878
Total IA/Total Industria (%)17,714,512,5

El sector de mataderos e industrias cárnicas es el más importante representando una producción del 18,1% sobre el total de la industria alimentaria. Las industrias lácteas constituyen el segundo grupo en importancia con una participación del 11,14%, y el tercero corresponde al sector de aceites y grasas (8,91%). Este conjunto de sectores significa más de la tercera parte (38,2%) del total de la producción bruta por lo que tiene una significación estratégica para la consolidación del sistema agroalimentario.

El sector de panadería, pastelería y galletas es el que mayor valor añadido y ocupación proporciona.

3.6.4 Distribución regional de la industria alimentaria

Las Comunidades Autónomas con más peso en el sector son Cataluña y Andalucía, seguidas a considerable distancia por Castilla y León, Valencia y Madrid, expresándose en esta distribución los dos factores de localización más importantes:

  • La proximidad a los grandes centros de consumo.
  • La proximidad a los abastecedores de materias primas.

Con relación a la importancia de la IA respecto a la capacidad industrial de cada Comunidad Autónoma, es evidente la predominancia de las regiones agrarias. Así para Extremadura el 45,4% de su producto industrial procede de la IA y en Andalucía, Murcia y La Rioja superan el 30%, mientras que en las regiones más industrializadas esa relación se reduce a un 7,6% para el País Vasco y a un 10,1% para Madrid.

PRODUCCIÓN DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA RESPECTO AL SECTOR INDUSTRIAL (AÑO 1999)

Comunidades AutónomasProducción bruta (millones de ptas.)Peso de la IA (%)
IATotal sector
Andalucía1.369.1424.292.40731,9
Aragón282.0632.077.52613,6
Asturias185.8241.063.79417,5
Baleares86.142347.60324,7
Canarias177.561689.37325,8
Cantabria101.003643.03015,7
Castilla y León851.6003.496.18524,4
Castilla-La Mancha581.3411.938.06130,0
Cataluña2.211.77913.320.38016,6
Extremadura161.331355.18745,4
Galicia567.0522.991.86719,0
Madrid626.3136.191.02410,1
Murcia388.1321.160.34733,4
Navarra235.3461.641.86414,3
País Vasco376.5454.945.0087,6
Rioja221.655579.68238,2
Valenciana713.6455.820.50812,3
Total España9.136.47551.553.84617,7

ESTRUCTURA DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA (AÑO 1999)

Número de empleados (%) Producción Bruta (%)
15.0314.99
2.923.09
2.022.03
1.400.94
3.371.94
1.471.11
8.879.32
5.046.36
20.9224.21
2.251.77
6.546.21
6.886.86
5.074.25
2.592.58
3.814.12
1.672.43
10.167.81
100,00100,00
Gráfica de la producción bruta sobre el total en la industria agraria en 1998
Gráfica del porcentaje de número de personas sobre el total en la industria agraria en 1998
Mapa de España del porcentaje de empleo de la industria alimentaria sobre el total de la industria
Mapa de España que representa el número de empleados de la industria alimentaria por comarcas

3.6.5 Rasgos característicos de la industria alimentaria

El análisis pormenorizado del sector agroindustrial permite identificar las siguientes características fundamentales:

  • Es un sector básicamente anticíclico, constatándose que en situaciones de bonanza económica crece a una tasa inferior que el resto de la industria, mientras que en período de crisis se comporta de forma más estable.
  • Su capacidad de empleo es elevada, el efecto multiplicador de la inversión sobre
  • La demanda de mano de obra está servida por las categorías menos cualificadas, lo que da lugar a un estrangulamiento en el desarrollo del potencial productivo.
  • La administración ha efectuado un esfuerzo económico importante en la formación profesional, inversión aún escasa que no supera el 50% de la media de los países de la UE.
  • El valor bruto añadido de la IA crece a velocidad superior que el conjunto del sistema industrial, si bien este crecimiento se encuentra desigualmente distribuido entre los diferentes subsectores en función de los esfuerzos de innovación tecnológica, se refiere en especial a los subsectores de industrias lácteas, cacao, chocolate, confiterías y productos elaborados (platos elaborados y semielaborados).
  • El grupo de las industrias cárnicas se descompone en dos grupos diferenciados: la elaboración y preparación de productos cárnicos, en crecimiento, respecto al valor añadido y el de sacrificio de animales en franco retroceso.
  • Los sectores de tecnología más moderna y con menores posibilidades de diversificación, aceites y grasas, azúcares, molinería y piensos se mantienen estables en términos corrientes.
  • El coste de la mano de obra en las IA españolas es más bajo que en las de la UE, pero se ve compensada esa posición de ventaja por el hecho de que algunos componentes de la estructura de costes son peores comparativamente a los de otros países de la UE.

3.7 El comercio exterior agrario

El análisis del comercio exterior agrario permite valorar su contribución a la economía del propio sector y a la del conjunto nacional. También permite evaluar la eficacia relativa del sistema alimentario español respecto a la de otros países e identificar los subsectores o segmentos productivos más dinámicos o competitivos.

En el cuadro resumen de las distintas balanzas comerciales se observan saldos y tasas de cobertura claramente favorables en los productos agrarios destinados a la alimentación humana o animal y dentro de ella a la de alimentos no transformados. Por el contrario, tienen saldos negativos y tasas de cobertura bajas, los productos agrarios no alimentarios (madera, pieles, fibras textiles) y los productos alimentarios transformados.

BALANZA COMERCIAL ESPAÑOLA

BALANZAEXPORTACIONES (miles millones ptas.)IMPORTACIONES (miles millones ptas.)SALDOS (miles millones ptas.)TASA DE COBERTURA (%)
1. Total17149.722606.3-5411.676.1
2. Agraria y pesquera2654.62694.3-39.798.5
3. Agraria2393.72163.2230.5110.7
3.1. Agraria alimentaria2267.01883.4383.6120.4
3.2. Agraria no alimentaria126.7279.8-153.145.3
4. Pesquera alimentaria260.2530.4-270.249.1
5. Alimentaria total (3.1.+4)2527.22413.8113.4104.7
5.1. Alim. Transformada1267.41304.7-37.397.1
5.2. Alim. Sin transformar1259.81109.1150.7113.6
Fuente: Agencia Tributaria. Departamento de Aduanas e impuestos Especiales. 1999

La agricultura española, desde la adhesión a la CEE, tiende a convertirse en una agricultura de exportación. El porcentaje de la Producción Final Agraria que se destina a la exportación no ha hecho más que crecer en los últimos quince años. Tras haberse mantenido alrededor de un 30% en el periodo 87/90, el crecimiento se acelera a partir de 1991 y actualmente la producción exportada es más del doble que en 1986.

En la evolución del comercio exterior agrario se observa también un crecimiento continuado del valor tanto de las importaciones como de las exportaciones, con unas tasas de cobertura en ascenso desde 1992 coincidiendo con el final del periodo transitorio establecido en el Acta de Adhesión y la puesta en marcha del Mercado Único. Con esta evolución, las tasas de cobertura son superiores a 100 desde 1996, habiendo alcanzado el 120,7% en 1997.

Gráfica de la evolución de las exportaciones agrarias sobre la Producción Final Agraria desde 1985
Gráfica evolutiva de las importaciones y exportaciones en el comercio exterior agrario desde 1985
Gráfica evolutiva de la tasa de cobertura del comercio agrario y el total desde el año 1985 a 1999

La importancia relativa del comercio exterior del sector agrario, que representa un 7% del PIB, se traduce en que las exportaciones agrarias representan un 14% de las exportaciones totales, mientras que las importaciones agrarias sólo representan un 9,6% de las importaciones totales.

Desde una perspectiva geográfica, hay que destacar que los intercambios comerciales intracomunitarios representan en el año 1999 el 78,64% y el 59,9% de las exportaciones e importaciones españolas respectivamente.

Los productos más significativos de exportación son las frutas y hortalizas, vino y aceite de oliva, todos ellos productos mediterráneos, y la carne de porcino.

Las importaciones más importantes son la de alimentos para el ganado (haba de soja y maíz sobre todo), madera, quesos, trigo blando y otros productos ajenos a la agricultura europea (café, cacao, grasas de origen tropical, etc.).

En esta síntesis sobre el comercio exterior agrario cabe destacar la posición competitiva en los mercados exteriores de las frutas y hortalizas, incluyendo los cítricos, vino y aceite de oliva. También se pone de manifiesto la dependencia del sector ganadero de las importaciones de alimentos para el ganado así como de los productos forestales.

De la ya muy próxima entrada en vigor del euro como moneda única y de la ampliación de la UE cabe esperar un impulso a los intercambios comunitarios y las futuras negociaciones en el seno de la OMC favorecerá el comercio con terceros países. Todo este desarrollo del mercado exigirá reforzar la competitividad de las producciones españolas en unos casos, para mantener y consolidar su buena posición en los mercados, y en otros, para aprovechar las oportunidades productivas que ofrece el desarrollo de los intercambios.

En otro apartado anterior se analizaron con detalle las perspectivas de los mercados en cada sector y su incidencia en las actuaciones y evolución de los regadíos.

3.8 Consideraciones medioambientales de incidencia en la agricultura

La creciente sensibilidad de la sociedad por el medio ambiente y el extenso campo normativo y legislativo existente en esta materia, tanto a nivel comunitario como nacional, hacen que los factores ambientales tengan una destacada influencia en toda planificación del desarrollo económico. En concreto, para la planificación de los regadíos la protección del medio natural va a establecer importantes limitaciones y condicionantes que hay que considerar en la elaboración del PNR.

3.8.1 Política medioambiental de la Unión Europea

El medio ambiente ha pasado en tres décadas de ser un concepto casi marginal e idealista a una necesidad práctica y concreta, sentida por toda la sociedad actual. A ello ha contribuido la generalización de un modelo de desarrollo acelerado e intensivo que ha provocado problemas ecológicos no deseados, sobre todo en la década de los 80.

Al tiempo que se comprobaba que ese modelo de desarrollo podía poder en peligro la continuidad de la vida en el planeta, fue cada vez más contestado, y se abrió camino un nuevo modelo que cuestiona los postulados de crecimiento económico indiscriminado y defiende otro tipo de valores que miran más hacia el respeto al medio ambiente, como un derecho de las generaciones futuras.

La Unión Europea consciente de esta realidad, ha reaccionado a favor de este nuevo modelo de desarrollo considerándolo como un desafío e incorporándolo en toda su normativa como un objetivo a alcanzar. Aunque hay antecedentes de la preocupación de la U.E. por los temas ambientales (desde la Conferencia de Estocolmo del año 1972, hasta el Acta Única del 86) es a partir de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992) cuando se adquiere, por parte de todos los Estados firmantes de la Declaración de Río y de los convenios internacionales que allí nacieron, el firme compromiso de avanzar hacia el llamado Desarrollo Sostenible.

Estos compromisos se incorporaron inmediatamente a la normativa comunitaria a partir de la aprobación del V Programa comunitario de política y actuación en materia de medio ambiente y desarrollo sostenible (1993). En este Programa se deciden cinco sectores prioritarios sobre los que tienen que aplicarse especialmente los contenidos del V Programa. Dichos sectores son la agricultura, la energía, el transporte, turismo y la industria.

Pero los antecedentes de la U.E son importantes, y con anterioridad a este programa se habían desarrollado otros cuatro programas de acción de política ambiental que han dado lugar a que, en la actualidad, exista un auténtico entramado más o menos armónico de normas y principios para la conservación del medio ambiente, que pone de manifiesto la intensa evolución de la política ambiental comunitaria.  Todo ello tiene como denominador común conseguir la plena integración de los principios de conservación de los recursos naturales y del medio ambiente en las políticas sectoriales.

Hay que ser conscientes que desde la entrada en vigor del Tratado de Amsterdam esta filosofía se consolida, al adquirir la cláusula de la integración un papel preponderante en el Tratado, y al ser considerado dicho principio el instrumento más idóneo para fomentar el desarrollo sostenible. Los Consejos europeos de Cardiff y de Viena (1998) impulsaron su pronta aplicación, de tal forma que las limitaciones ambientales surgidas como consecuencia de la aplicación de los compromisos existentes, no representan opciones voluntarias sino obligaciones imprescindibles para poder afrontar uno de los mayores retos que se ha planteado la Unión Europea en relación con su política ambiental y con todas sus políticas sectoriales.

De esa gran profusión de normas existentes en materia de medio ambiente en el seno de la UE, a continuación se señalan algunas de las normas generales de conservación del medio ambiente que tienen más incidencia en el sector agrario, a los efectos de la citada integración:

Directiva 79/409/CEE, relativa a la conservación de las aves silvestres.

Directiva 85/337/CEE modificada por la Directiva 97/11/CEE relativa a la evaluación de las repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente (evaluaciones de impactos ambientales).

Directiva 90/220 sobre la liberación intencional en el medio ambiente de Organismos modificados genéticamente y sus posteriores modificaciones.

Directiva 91/156/CEE, sobre residuos.

Directiva 91/676/CEE relativa a la protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos utilizados en la agricultura.

Directiva 92/43/CEE relativa a la conservación de los habitats naturales y de la flora y fauna silvestres. Directiva 96/61/CEE relativa a la prevención y control integrado de la contaminación.

Directiva 2000/60, marco del agua.

De todas las normas citadas hay cuatro que tienen una especial incidencia en el PNR, tanto en el proceso de planificación como en la posterior ejecución:

Directivas Aves y Hábitats

Las Directivas 79/409/CEE del Consejo de 2 de abril de 1979 y 92/43/CEE del Consejo de 21 de mayo de 1992, conocidas, para simplificar, respectivamente como “Aves” y “Hábitats” representan la normativa comunitaria más importante dirigida a la preservación de los hábitats y de la diversidad biológica, flora y fauna silvestres. Son instrumentos jurídicos por los que se comprometen   la Comunidad y los Estados miembros a adoptar una serie de medidas específicas para la protección no solo de las especies, sino también de sus hábitats. Esta concepción añade un nuevo criterio de conservación a los que tradicionalmente se venían utilizando, basado en la consideración conjunta de los hábitats y de las especies, al tener en la práctica efectos complementarios.

En virtud de ambas Directivas es preceptivo que los Estados miembros determinen unas superficies de territorio (Zonas de Especial Protección para las aves o ZEPAs y Lugares de Interés Comunitario o LICs, respectivamente) donde los Estados miembros deben establecer especiales medidas de protección y gestión para el mantenimiento de los hábitats y las poblaciones enumeradas en los anexos de ambas directivas. Entre estas medidas hay que destacar las que tratan de evitar dentro de estos territorios, la contaminación y el deterioro de los hábitats, así como las perturbaciones que afecten al ciclo biológico de las especies, en particular de las incluidas en los Catálogos de Especies Amenazadas.

No obstante, estas superficies o áreas de aplicación de las Directivas “Aves” y “Hábitats” pueden albergar junto a hábitats naturales otras zonas más antropizadas, generalmente cultivos u otras formas tradicionales de usos del suelo. En ellas existe también una biodiversidad, incluso, en ciertos casos más valiosa que la que hubiera poseído el mismo territorio sin esos usos, y que puede haber contribuido también a la creación de una ZEPA o un LIC determinado. Son paisajes agrarios cuya conservación empieza también a cobrar cada vez más importancia en las políticas agrícolas europeas y nacionales.

Las Listas de LIC propuestas por los Estados miembros, serán la base para la futura Red Europea de Zonas de especial conservación, Red Natura 2000, en la que todos los tipos de hábitats o espacios comunitarios de interés y en buen estado de conservación estarán representados. En cumplimiento de la Directiva de hábitats España ha presentado ante la U.E. su propuesta de LIC que, según información del Ministerio de Medio Ambiente, alcanza una superficie de 11.675.531 hectáreas, lo que representa más del 20 por ciento de la superficie nacional y cuya distribución regional es la del cuadro y mapa siguientes:

LUGARES DE INTERÉS COMUNITARIO (LICs). AÑO 2001

Comunidad AutónomaSuperficie (ha)
Andalucía2.587.143
Aragón1.045.788
Asturias218.037
Baleares170.276
Cantabria118.574
Castilla-La Mancha1.486.832
Castilla y León2.186.841
Cataluña621.192
Ceuta1.467
Extremadura828.942
Galicia325.798
Islas Canarias476.495
Madrid319.906
Murcia344.911
Navarra247.684
País Vasco110.989
Rioja166.423
C.Valenciana418.234
Total11.675.531
Mapa de España que representa los lugares de interés comunitario

En cumplimiento de la Directiva de Aves, el Estado Español ha venido estableciendo, desde su adhesión a la U.E., un gran número de áreas de su territorio como ZEPAs. Según información del Ministerio del Medio Ambiente, en las fechas actuales existen 280 ZEPAs, cuya superficie alcanza un total de 5.794.267 de hectáreas, todas ellas incluidas en los LIC. Esta superficie representa el 20% de la totalidad de las ZEPAs declaradas en la U.E., siendo España el Estado miembro con más superficie de ZEPAs declaradas, superior al conjunto de zonas designadas por países como Francia, Portugal, Italia y Grecia, que también cuentan con una gran riqueza ornitológica. La distribución regional se recoge en el cuadro y mapa  siguientes:

ZONAS DE ESPECIAL PROTECCIÓN AMBIENTAL (ZEPAs). AÑO 2001

Comunidad AutónomaSuperficie (ha)
Andalucía1.017.489
Aragón270.693
Asturias57.776
Baleares119.135
Canarias208.523
Cantabria79.114
Castilla-La Mancha959.636
Castilla y León1.852.555
Cataluña65.751
Ceuta630
Extremadura600.608
Galicia6.692
Madrid185.328
Melilla55
Murcia40.661
Navarra79.933
País Vasco39.277
Rioja165.870
C.Valenciana44.542
Total5.794.267
Mapa de España que representa las zonas de especial protección para las aves

Directiva de nitratos

La Directiva 91/176/CEE, relativa a la protección de las aguas contra la contaminación producida por nitratos de origen agrario, conocida como Directiva de Nitratos, es la norma comunitaria relacionada con la contaminación de suelos y aguas, que más puede incidir en el PNR.

Establece la figura de “zonas vulnerables” para aquellas superficies cuya escorrentía o filtración afecte o pueda afectar a masas de aguas contaminadas por nitratos o con riesgo de estarlo.

La Directiva exige a cada Estado miembro la declaración de las zonas vulnerables y su comunicación a la Comisión, así como la revisión de las mismas al menos cada cuatro años. Igualmente, fija la obligatoriedad de elaborar unos programas de acción para estas zonas que contengan medidas para prevenir y reducir la contaminación causada por los nitratos de origen agrario. Entre dichas medidas cabe citar la limitación de las aplicaciones de fertilizantes al terreno (según tipo de suelo, condiciones climáticas, necesidades de riego, etc.) e incluso su prohibición en ciertos períodos, asi como todas aquellas que incidan en la gestión del uso del agua. En todo caso estos programas incluirán las medidas incorporadas en los códigos de buenas prácticas agrarias, que así mismo prevé la Directiva para su aplicación voluntaria por los agricultores en condiciones normales. Es decir, dichos códigos pasan a ser obligatorios para las zonas vulnerables.

Hay que indicar que actualmente en España hay ya 1.300.000 hectáreas de superficie de regadío ubicadas en las zonas vulnerables declaradas por las Comunidades Autónomas, en consecuencia, los programas de acción que se vayan a elaborar para el futuro, deben tener muy presente las previsiones de regadíos contenidas en el PNR.

Directiva Marco de Aguas

Desde la década de los 70 la UE ha aprobado más de 25 Directivas que se refieren tanto a las aguas dulces como a las marinas y pueden diferenciarse fundamentalmente en dos tipos: las que tratan de impedir el vertido de sustancias peligrosas y las que fijan normas mínimas de calidad según el uso que vaya a tener el agua (para la bebida, para el baño, etc.).

Era, por tanto, muy conveniente actualizar y agrupar toda esta normativa en una Directiva global sobre la materia. Este es uno de los objetivos de la Directiva 2000/60, del Parlamento Europeo y del Consejo, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas. Trata de fijar unos principios comunes, además de garantizar la coordinación, la integración y la adaptación de las estructuras a esos principios generales de protección y uso sostenible del agua en la Comunidad, respetando la subsidiaridad de los Estados miembros.

La Directiva propicia la reflexión sobre la forma de abordar esta nueva política de aguas, en la que la dimensión ambiental es prioritaria y va a conducir a nuevas formas de gestión y a una nueva cultura del uso del agua. Al tratarse de un bien escaso hay que considerar este recurso como un bien económico que está sujeto a la aplicación del principio de quien contamina paga, y para el que también se tendrá en cuenta el principio de recuperación de los costes.

Esta Directiva que, en su conjunto es muy positiva, en cuanto pretende salvaguardar los intereses medioambientales, ha de ser tenida en cuenta en todas las actuaciones relativas a los regadíos, en las que como puntos más importantes hay que señalar los siguientes:

  • La protección de las aguas superficiales, subterráneas y marinas, para conseguir un buen estado de las aguas, considerando aspectos cuantitativos, cualitativos y ecológicos.
  • La utilización de las mejores técnicas medioambientales para el control de la contaminación difusa.
  • La recuperación de los costes de los servicios relacionados con el agua (referentes a la regulación, explotación, mantenimiento y amortización de las obras hidráulicas, así como los costes ecológicos). No obstante, debe tenerse en cuenta que el artículo 9 de la Directiva en su punto 4 establece que los Estados miembros no incumplirán la Directiva si deciden no aplicar la recuperación íntegra de los costes, de acuerdo con las prácticas establecidas para una determinada actividad de uso de agua y siempre y cuando ello no comprometa el logro de sus objetivos.

Las nuevas orientaciones para la política de regadío que se plasman en el PNR Horizonte 2008, incorporan las exigencias ambientales al tiempo que dan una gran importancia en sus programas de actuaciones al ahorro de agua de riego y a la gestión de la misma, reduciendo al máximo los retornos y propugnando la limitación a las transformaciones en regadío en determinadas unidades hidrogeológicas. A lo largo del desarrollo del Plan Nacional de Regadíos se deberá constatar la adecuación de las exigencias medioambientales en los distintos programas de actuaciones.

Para la total aplicación de la Directiva se establece un período de adaptación que va a permitir poder ir ajustando las actuaciones del Plan al cumplimiento de la misma, en todo caso sin necesidad de agotar el amplio margen de tiempo que permite la Directiva.

3.8.2 La política medio ambiental de la UE y la PAC

Al ser el sector agrario uno de los considerados por la Unión Europea como prioritarios a los efectos de la integración de los aspectos ambientales, puede decirse que la política ambiental comunitaria ha tenido una pronta repercusión en la política agrícola común (PAC), hasta el extremo que las dos últimas reformas de la PAC han estado muy condicionadas por los compromisos ambientales antes apuntados.

En efecto, la integración del medio ambiente en el sector agrario se empieza a plasmar en la reforma de la PAC del 92, que incorporó medidas de contenido claramente medioambiental, en especial a partir de los Reglamentos (CEE) 2078/92 y (CEE) 2080/92   del Consejo que, respectivamente, fomentaban medidas agroambientales y medidas forestales en la agricultura.  Pero es sobre todo en la última reforma, diseñada en la llamada Agenda 2000, cuando se completan las medidas para dicha integración y para el cumplimiento de los principios y normas derivados de los convenios internacionales en materia de medio ambiente. No en vano el artículo 2 del Tratado de Amsterdam refuerza como objetivo principal de la Política comunitaria la integración del medio ambiente para obtener un desarrollo sostenible.

En síntesis, podría decirse que la última reforma de la PAC persigue que la agricultura desarrolle al máximo sus efectos positivos sobre el medio ambiente, al tiempo que elimina los negativos. Por otra parte, pretende ser la respuesta para el principio del milenio a los nuevos retos planteados durante los últimos años a la agricultura europea, dos de los cuales son la clave de su futuro: la ampliación de la UE y las negociaciones que se llevan a cabo en la Organización Mundial de Comercio.

A este respecto, es general el reconocimiento del positivo papel que la agricultura desempeña en la consecución del desarrollo sostenible. Pero la evolución de las tecnologías que se están aplicando a la agricultura para intensificar la producción y lograr mejores rendimientos al menor coste, ha provocado una presión creciente sobre los recursos naturales y sobre el medio ambiente en general, poniendo de relieve la necesidad de incorporar requisitos medioambientales para evitar o paliar los posibles efectos negativos de estas tecnologías.

Es decir, la gran interdependencia existente entre la agricultura y el medio ambiente hace que de igual modo que pueden producirse efectos nocivos para el medio ambiente por una agricultura agresiva, también la agricultura puede contribuir de forma muy positiva a lograr los objetivos de conservación del medio natural.

Los Reglamentos surgidos de la reforma, parten de estos planteamientos y reflejan estas preocupaciones, incorporando numerosos criterios y disposiciones de carácter ambiental que permitan configurar un nuevo modelo de agricultura orientada a la consecución del desarrollo sostenible y la integración del medio ambiente en el sector.

Solo a título de ejemplo y sin pretender ser exhaustivos se pueden citar:

  • El Reglamento (CE) 1260/99, por el que se establecen disposiciones generales sobre los Fondos Estructurales regula de forma específica las exigencias medioambientales para que puedan ser aplicados dichos Fondos a la financiación de los programas propuestos por los Estados miembros. Con carácter general puede afirmarse que considera la fase de evaluación y seguimiento de los programas como una parte imprescindible para garantizar la integración       de la política ambiental en la PAC. Para dichas evaluaciones se utilizarán indicadores groambientales.
  • El Reglamento (CE) 1257/99 sobre ayuda al desarrollo rural también exige una valoración del impacto ambiental del Programa mediante los correspondientes indicadores. Pero además obliga a la aplicación de códigos de “buenas prácticas agrícolas”.
  • El Reglamento (CE) 1259/99, sobre los regímenes de ayuda directa de la PAC, condiciona el pago de dichas ayudas directas a los agricultores a que se cumplan una serie de requisitos en materia de medio ambiente.

Además, traslada a los Estados miembros la responsabilidad de adoptar las medidas apropiadas para la conservación del medio ambiente y de determinar las sanciones que correspondan por su incumplimiento.

  • Igualmente se podrían citar el Reglamento (CE) 1251/99 sobre el régimen de apoyo a los productores de determinados cultivos herbáceos; el Reglamento (CE) 1254/99 sobre la OCM en el sector de la carne de vacuno y los correspondientes a todos los sectores.

En todos ellos se exige el cumplimiento de “unas normas medioambientales mínimas” que o bien se establecen en cada Reglamento o de lo contrario, hay que entender que se refieren a la necesidad de fijar unos estándares ambientales que como mínimo comprendan “el respeto de las exigencias medioambientales obligatorias” (artículo 28 del Reglamento CE 1750/99).

Además, hay que señalar que la U.E. ha elaborado una Estrategia de integración de los aspectos medioambientales y el desarrollo sostenible en la PAC, que reconoce la diversidad de las distintas regiones europeas, basando la competencia de su aplicación y toma de decisiones en las autoridades nacionales y locales para poder así adaptarlas a las distintas situaciones particulares de cada zona.

En dicha Estrategia emerge un modelo agrario europeo que reserva a la agricultura un papel multifuncional en el que, además de su función productiva, se incluyen la protección del medio ambiente y el paisaje, la seguridad y la calidad alimentaria y el bienestar de los animales. Sin embargo, las medidas ambientales aplicadas en la PAC también deberán tener en cuenta la necesidad de mantener la competitividad de los agricultores europeos frente a los de los demás países.

En conclusión, la integración del medio ambiente en la agricultura implica, por una parte, el cumplimiento de los mandatos generales existentes en la U.E. en materia de medio ambiente y, por otra, el cumplimiento de las normas específicas surgidas de la reforma de la PAC, que están a su vez impregnadas de requisitos ambientales.

Todo ello condiciona de forma importante, la ejecución de la política agraria y de desarrollo rural. En ocasiones obligará a establecer limitaciones a ciertas prácticas agrícolas (empleo de fitocidas, fertilizantes, etc.) pero también puede conducir incluso a fijar prohibiciones para determinados cultivos o formas de explotación en algunas zonas. En este sentido, hay que prestar especial atención a las zonas vulnerables declaradas en virtud de la Directiva de Nitratos y a las zonas protegidas incluidas en la Red Natura 2000, creadas en virtud de la Directiva de Hábitats.

Para compensar estas limitaciones y prohibiciones, la PAC cuenta con un sistema de incentivos que estimula el desarrollo de una política más activa y respetuosa con el medio ambiente.   Dichos incentivos están recogidos principalmente en los Reglamentos derivados de la reforma de la PAC que antes se han citado.

Todo ello obliga a analizar los Programas Comunitarios Agrarios y las diferentes medidas que se vayan a aplicar desde la perspectiva ambiental y a hacer un seguimiento y una evaluación de los mismos. Entre los mecanismos a utilizar para tal fin se resalta el uso de indicadores agro-ambientales, así como de aquellos otros que inciden sobre los aspectos sociales y económicos necesarios para la consecución del desarrollo sostenible.

3.8.3      Política medioambiental nacional

Con carácter general, hay que indicar que la política medioambiental española, se sitúa en el marco de la política ambiental de la U.E. como ocurre con las políticas de todos los países miembros en esta materia, dado el carácter supranacional y obligatorio que tiene la normativa comunitaria. Sin embargo, ese plano supranacional permite diferentes aplicaciones que son afrontadas por los distintos Estados miembros en sus respectivas políticas nacionales.

Dentro de la política medioambiental española, únicamente se va a hacer una breve referencia a dos grandes áreas, por ser las que están más relacionadas con la agricultura, en general, y con el regadío, en particular:

  • La política de conservación de la naturaleza.
  • La política del agua y los recursos hidráulicos.

La política de conservación de la naturaleza está inspirada en la Estrategia Española para la Conservación y Uso sostenible de la Diversidad Biológica que a su vez se inscribe en la Estrategia de la Comunidad Europea en materia de Biodiversidad.

Uno de los apoyos fundamentales de tal Estrategia es la preservación de los ecosistemas. En este campo las acciones prioritarias han estado encaminadas a completar y consolidar la Red de Parques Nacionales, concebida como un muestrario suficientemente representativo y bien conservado de la diversidad ecológica de nuestro país. Para lograr este objetivo se han ido incorporando las representaciones más significativas de los principales ecosistemas españoles aún ausentes de la Red, y se les ha dotado a todos de los correspondientes instrumentos de planificación y gestión.

Otro instrumento básico para la protección de los hábitats lo forman los espacios protegidos autonómicos. Las diferentes Comunidades Autónomas en uso de sus competencias han declarado, a través de diferentes figuras de sus legislaciones, un elevado número de espacios protegidos con distintos niveles de protección según la figura legal de que se trate. A continuación, figura un cuadro resumen con la superficie de espacios protegidos por CC.AA., donde puede apreciarse que contamos con un total de 3.605.500 hectáreas. Completa la información un mapa de España donde se señalan en manchas de color verde estos espacios naturales.

ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS

Provincia/ComunidadSuperficie (ha)
Sevilla172.085
Málaga38.503
Jaen312.973
Huelva325.445
Granada/Almería171.832
Granada80.438
Córdoba133.705
Cádiz240.971
Almería96.545
ANDALUCÍA1.572.499
Zaragoza2.172
Teruel3.262
Huesca97.443
ARAGÓN102.877
Asturias101.113
ASTURIAS101.113
Tenerife103.237
Lanzarote75.398
La Palma26.446
Hierro16.330
Gran Canaria70.177
Gomera12.652
Fuerteventura50.390
CANARIAS354.630
Cantabria56.403
CANTABRIA56.403
Guadalajara/Cuenca105.780
Guadalajara69.071
Cuenca3.389
Ciudad Real42.599
Albacete4.444
CASTILLALA MANCHA225.283
Zamora24.300
Soria10.466
Segovia4.972
León141.764
Burgos3.089
Ávila96.878
CASTILLA Y LEÓN281.469
Tarragona11.577
Lleida17.569
Girona35.047
Barcelona76.023
CATALUÑA140.217
Cáceres210.731
Badajoz68.039
EXTREMADURA278.771
Pontevedra3.865
Orense25.977
Lugo564
A Coruña15.784
GALICIA46.190
Baleares38.508
ISLAS BALEARES38.508
La Rioja23.673
LA RIOJA23.673
Madrid104.046
MADRID104.046
Murcia56.764
MURCIA56.764
Navarra71.225
NAVARRA71.225
Vizcaya28.158
Guipuzcoa19.287
Álava32.679
PAÍS VASCO80.123
Valencia20.933
Castellón35.211
Alicante15.566
C. VALENCIANA71.709
Total3.605.500
Mapa de España que representa los espacios naturales protegidos

Pero la mayor extensión superficial la ocupan los Lugares de Interés Comunitario (LIC) que van a representar una aportación muy importante a la Red Natura 2000, no solo cuantitativa sino también cualitativa, por contener ecosistemas muy ricos en diversidad biológica. Entre ellos se incluyen a las ZEPAS, que tienen un papel destacado en la protección de las aves por la gran variedad de habitats y especies de aves que albergan, así como a muchos de los Espacios Naturales Protegidos, anteriormente citados.

Otro aspecto básico de la política de conservación de la naturaleza la constituye la conservación de especies y muy especialmente de especies amenazadas, tanto de flora como de fauna. Con este fin las Comunidades Autónomas están desarrollando planes de recuperación, conservación y manejo de estas especies. También ha servido para lograr este objetivo la elaboración, revisión y actualización de los Catálogos, nacional y autonómicos.

Los principales instrumentos normativos para la ejecución de esta política son la Ley 4/1984, de Conservación de las Especies Naturales y de la Flora y Fauna Silvestre, y las leyes 40/1997 y 41/1997, que modifican parcialmente la anterior; así como el Real Decreto 1997/1995, de medidas para contribuir a garantizar la biodiversidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la flora y fauna silvestres. Con él se hizo la transposición de la Directiva de hábitats al ordenamiento jurídico interno. Fue modificado por el R. Decreto 1193/1998, para adaptarlo a su vez a la última modificación de la citada directiva.

La política de aguas ha estado marcada por la planificación hidrológica, que cobró una especial importancia a partir de la Ley de Aguas de 1985 al considerarla imprescindible para poder hacer una política coherente en esta materia. El máximo exponente de esta planificación ha sido el Plan Hidrológico Nacional que constituirá el marco general de dicha política junto con la Directiva marco del agua, ya comentada.

Puede afirmarse que hay dos aspectos sobresalientes que acumulan los mayores esfuerzos: Conseguir el buen estado ecológico del dominio público hidráulico prestando la máxima atención a los factores ambientales (caudales ecológicos, controles de vertidos, etc.), y racionalizar el uso del agua ante el gran incremento de su demanda y el destacado papel que juega en el equilibrio del desarrollo regional y sectorial.

Los principales instrumentos normativos para llevar a cabo la política de aguas son:

  • La ya citada Ley 29/1985, de Aguas, así como el R. Decreto 849/86 que aprobó el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, el R. Decreto 650/87 que definió los ámbitos territoriales de los Organismos de cuenca y los Planes Hidrológicos, y el R. Decreto 927/1988 que aprobó el Reglamento de la Administración Pública Hidráulica.
  • Asimismo, hay que resaltar el R. Decreto 1138/90, por el que se aprueba el Reglamento Técnico Sanitario para abastecimiento y control de la calidad de las aguas potables y el R. Decreto 261/96 sobre protección de las aguas subterráneas contra la contaminación por nitratos de origen agrario, que traspone la Directiva 91/676/CEE del Consejo. Ambos configuran la política medioambiental de las aguas y los recursos hídricos en especial en los aspectos relacionados con la agricultura.
  • La Ley 46/99, de Aguas que modifica la anterior Ley del año 85, articula mecanismos jurídicos para mejorar la gestión del agua a nivel nacional y fomentar la participación en dicha gestión, pero sobre todo contempla una serie de medidas para la protección de la calidad de las aguas y para establecer políticas de ahorro de agua.

Respecto a las políticas de ahorro de agua, aparte de fomentar la utilización de nuevas tecnologías de desalación y reutilización, esta Ley establece lo siguiente, de gran influencia en los regadíos

  • La obligación de los titulares de derechos de uso privativo del agua a instalar y mantener sistemas de medida homologados.
  • El establecimiento de la obligatoriedad de la constitución de comunidades de usuarios en los acuíferos declarados sobreexplotados o en riesgo de estarlo.
  • La introducción de un factor corrector sobre los cánones de explotación y conservación de las obras hidráulicas, a satisfacer por los usuarios de agua para riego cuando estos consuman cantidades superiores o inferiores a las dotaciones de referencia. Este factor puede oscilar entre 2 y 0,5.

4 Situación actual de los regadíos

4.1 Introducción y estructura del capítulo

Para abordar con rigor una planificación de los regadíos es necesario tener un conocimiento sistematizado de su situación actual, de su importancia en la producción y la productividad de las explotaciones y de su contribución al empleo y al desarrollo socioeconómico de las comarcas rurales.

Algunos de estos aspectos ya han quedado reseñados, junto a otras referencias básicas en el capítulo 3 y no es necesario volver sobre ellos.

Este capítulo se estructura en CUATRO grandes apartados:

  • En el primero, referido a los regadíos existentes, se recogen   los datos globales sobre superficies regables y efectivamente regadas, y sobre la evolución histórica de las transformaciones en regadío promovidas por la iniciativa pública y privada; se detalla una amplia serie histórica comparativa de la producción y la productividad en secano y regadío, y se evalúa territorialmente el empleo en ambos casos. El contenido sustancial de este apartado sintetiza los resultados más significativos obtenidos en los estudios de caracterización y tipificación, realizados sobre el origen de las aguas, sistemas de riego, orientación productiva, estado de las infraestructuras, dimensión de las explotaciones, etc. que permiten determinar hasta qué punto es conveniente promover actuaciones de mejora en los regadíos que actualmente están en explotación.
  • El segundo apartado se refiere a 36 zonas regables que están en distintas situaciones administrativas y fases de ejecución por cualquier Administración Pública y que han sido investigadas con detalle. Los resultados de la investigación se presentan, para cada zona, en una ficha resumen acompañada de la información gráfica correspondiente.
  • El tercer apartado se refiere a los análisis y estudios realizados en posibles nuevas  zonas  a  transformar, entendiendo como tales aquellas áreas que alguna vez han sido consideradas como regables por las distintas Administraciones Públicas, ya sea dentro de una planificación general (Planes Hidrológicos de Cuenca, por ejemplo) o como actuaciones singulares territoriales. En este apartado, igual que en el segundo, se trata de definir la viabilidad actual de la transformación y el grado de prioridad de su inclusión en una planificación sectorial en un horizonte determinado, temporal y financiero.
  • En el cuarto apartado se analizan distintos aspectos de los regadíos en relación con la economía de las explotaciones, la demanda y consumo de agua, la utilización de aguas subterráneas, los planes energéticos, la ordenación del territorio y el medio ambiente.

4.2 Regadíos en explotación: caracterización y tipificación

4.2.1 Datos generales

Actualmente se riegan en España 3.344.637 ha que representan el 7% de la superficie nacional y el 13% de la superficie agrícola útil.

Gráfica que representa la superficie agraria útil y superficies regables y regadas

De esta superficie regada, hay 1.077.000 ha (aproximadamente un tercio del total) de regadíos tradicionales o históricos (anteriores a 1900) de los cuales 782.000 ha se consideran promovidos por la iniciativa privada y los restantes 295.000 ha por la acción pública.

En el siglo pasado en aplicación de la Ley de 1911, el Ministerio de Fomento de Obras Públicas ha promovido la transformación en riego de 316.000 ha, mientras que los regadíos realizados por el Instituto Nacional de Colonización y, posteriormente por el Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario, bien por iniciativa propia o mediante los Planes Coordinados con el Ministerio de Obras Públicas, han alcanzado la cifra de 992.000 ha.

Con posterioridad a los Decretos de transferencias de competencias en materia de reforma y desarrollo agrario, las Comunidades Autónomas han ejecutado 95.000 ha. Asimismo, la superficie puesta en riego por iniciativa privada se estima en 1.280.000 ha, de las cuales 115.000 ha han recibido ayuda pública.

De acuerdo con las cifras anteriores tenemos la siguiente distribución de las superficies regables:

Origen de los regadíosSuperficie (miles ha)
Regadíos históricos1.077
Iniciativa Mº Obras Públicas (Ley de 1911)316
Regadíos INC e IRYDA y Planes Coordinados (MAPA-MOPU)992
Iniciativa CCAA95
Iniciativa privada1.280
Total3.760

En el gráfico adjunto se analiza la evolución de la superficie regada según el promotor público o privado.

Gráfica que representa la superficie de la superficie regada según el promotor entre 1900 y 1996

El peso territorial relativo de los regadíos, medido como porcentaje que en cada comarca representa la superficie regada sobre la superficie comarcal total, y los perímetros de los regadíos actuales se recogen en los mapas siguientes.

Mapa de España que representa el porcentaje de riego sobre superficie total por comarcas
Mapa de España que representa los perímetros de los regadíos existentes

La relevancia económica del regadío en términos de producción y productividad en comparación con el secano se pone de manifiesto en los siguientes cuadros:

ANÁLISIS DEL VALOR DE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DEL REGADÍO Y DEL SECANO (millones Ptas.) Y DE LA PRODUCTIVIDAD (Ptas./ha) A PESETAS CONSTANTES DEL 96

AñoProducción Final Agrícola A Ptas corrientes    
A Ptas. constantes del 96
Ind. Productividad regadío/secano



Producción del regadío





Producción del secano





Productividad del regadío





Productividad del secano


1980833.0001.291.0961.388.082457.46276.5355,98
1981827.7001.136.9341.183.340398.63165.4006,10
19821.011.3001.216.3181.265.964417.41970.0675,96
19831.198.6001.311.0491.311.049448.52872.6676,17
19841.457.6001.432.4691.432.469476.88679.7455,98
19851.532.1001.425.8111.341.679474.25975.1156,31
19861.603.3001.392.6481.269.141456.20271.2256,41
19871.769.9001.486.7651.302.663478.70673.4596,52
19881.921.4001.558.0071.332.544496.68775.3746,59
19891.908.6001.465.5791.220.599462.44469.3496,67
19902.090.0001.531.9471.227.821478.88370.5056,79
19912.097.3001.447.5231.163.921453.28667.1446,75
19921.876.6001.212.643995.374378.03057.9576,52
19931.923.7001.190.939973.224367.64257.7796,36
19942.113.6001.248.9051.021.832399.61164.9726,15
19952.131.1001.202.580983.929376.05356.6816,63
19962.581.7001.419.9351.161.765424.62266.6076,38
Gráfica de la evolución en pesetas de la producción en secano y regadío desde 1980 a 1996

De estos cuadros se deduce que en el regadío se obtiene el 50% de la producción final agraria en tan solo un 13% de la superficie agrícola y que el valor bruto de la producción por hectárea se sitúa, según los años, entre 400.000 y 500.000 ptas., lo que equivale a algo más de 6 veces el del secano.

Desde la perspectiva del empleo, es evidente que los cultivos de regadío generan mayor demanda de mano de obra. Para completar lo indicado se hace ahora una referencia a las necesidades de mano de obra en secano y regadío en las diversas comarcas agrarias.

A pesar de las dificultades de realizar una diferenciación del empleo entre ambos tipos por la existencia de explotaciones mixtas de secano-regadío o agrícola-ganadera, se ha estimado que en 1996, año del estudio, el empleo vinculado al regadío fue de 610.000 UTA entre empleo fijo y temporal.

Las mayores necesidades de mano de obra del regadío respecto del secano son muy variables en función de los cultivos. Así, puede oscilar entre un 10% para un cereal regado por aspersión y cobertura total o un 100% en cultivos continentales regados por gravedad, hasta un 400% en frutas y hortalizas o un 4000% en cultivos forzados.

Los mapas que se incluyen a continuación dan una idea de las necesidades de mano de obra en las comarcas agrarias.

Mapa de España de la mano de obra anual por hectárea. Valores medios del secano por comarcas
Mapa de España de la mano de obra anual por hectárea. Valores medios del regadío por comarcas

Del análisis de los mapas se deduce que los mayores incrementos en la utilización de UTA se producen en la costa mediterránea y atlántica sur, principalmente en las comarcas cuya dedicación principal son los cultivos bajo invernaderos y plástico, posteriormente los hortícolas al aire libre y los frutales. En la España continental el incremento de la mano de obra producido en las transformaciones en riego es de menor importancia en valores absolutos, pudiendo pasar de 0,005 UTA por hectárea a cifras de entre 0,010 y 0,030, pudiendo en determinadas comarcas superar la cifra de 0,20 UTA.

Conviene señalar que en diversas comarcas de Castilla-La Mancha aparece en los mapas con una mayor demanda de empleo el secano que el regadío. Este hecho, aparentemente contradictorio, tiene su explicación en que el cultivo de mayor extensión en secano en dichas comarcas es el viñedo, y en el regadío son cereales, maíz y alfalfa, exigiendo aquel en secano mayor número de jornales que éstos en regadío, lo cual no quiere decir que las transformaciones en regadío en esas comarcas supongan una pérdida de empleo, pues difícilmente se producirá una transferencia de cultivo de viñedo en secano a cereales en regadío. En todos los casos no se ha tenido en cuenta el empleo indirecto inducido por el mayor consumo de inputs y la mayor producción generada en el regadío.

4.2.2      Caracterización y tipificación

Para un mejor conocimiento de la situación actualizada de los regadíos en explotación, se han realizado diversos estudios para su caracterización y tipificación, con objeto de planificar, cuantificar y ordenar la mejora y consolidación.

Para realizar el estudio se ha recopilado y analizado la información elaborada por los distintos organismos con ámbitos competenciales agronómicos o hidráulicos y la información recogida directamente en campo, mediante entrevistas directas a los responsables de las unidades de riego y recorridos de las superficies regadas. Las fases de trabajo desarrolladas han sido las siguientes:

  • Recopilación y análisis de la información existente.
  • Identificación de las unidades de riego colectivo y cuantificación de las superficies de los regadíos individuales, definiendo como unidad de riego al conjunto de explotaciones de regadío que tienen una toma de agua común, pudiendo ser colectivos de riego o regantes individuales.
  • División hidráulica del territorio en áreas de riego. Todo el territorio nacional se ha dividido en áreas de riego (811 áreas), en las que los regadíos existentes presentan un grado de uniformidad y un origen del agua suficientemente homogéneo para su caracterización agrupada. Las áreas de riego deben cumplir, para hacer comparables los resultados de estos estudios con los realizados en los Planes Hidrológicos de Cuenca, la condición de que toda su superficie esté incluida en una sola unidad de gestión hidráulica de una cuenca hidrográfica. La posibilidad de integración de todas las áreas correspondientes a una misma unidad de gestión hidráulica o sistema de explotación de una cuenca hidrográfica puede hacerlo útil al primar como elemento planificador
  • Identificación de subáreas administrativas. En el supuesto de que la superficie de un área de riego pertenezca a dos o más comunidades autónomas, dicha área se subdividirá en tantas subáreas como comunidades autónomas se vean afectadas.
  • Obtención y listado de mapas previos.
  • Selección de una muestra representativa de los regadíos existentes.
  • Definición de los modelos de cuestionario y normas de cumplimentación.
  • Entrevistas, recorrido de la superficie regada y delimitación de la unidad de riego.
  • Verificación de la información por parte de la Dirección del estudio, por parte de las Comunidades Autónomas y por las Confederaciones Hidrográficas correspondientes.
  • Creación de las bases de datos gráficas y documentales relativas a unidades de riego de regadíos colectivos e individuales.
  • Expansión de los datos a los regadíos investigados, pero no encuestados.
  • Criterios y proceso de tipificación. La tipificación de regadíos es un proceso que se basa en la diferenciación del regadío según tres características básicas, el clima, el origen del agua y el sistema de aplicación del riego.
  • Criterios y proceso de caracterización. Para la caracterización de los regadíos existentes se han seleccionado 20 variables referentes al clima, suelo, cultivos, calidad del agua, dotaciones, orientación técnico-económica y estructura de las explotaciones.

Todas estas fases de trabajo y sus interrelaciones responden al diseño adjunto.

Esquema metodológico para los estudios de los regadíos existentes

Siguiendo este esquema metodológico, en todo el territorio nacional se han detectado 2.596.731 ha de superficie regable gestionada por 7.196 comunidades de regantes y otros tipos de colectivos de riego y 1.164.303 ha de regadíos gestionados por agricultores de forma individual, lo que supone un total de 3.761.034 ha regables.

La superficie total encuestada en el estudio de caracterización y tipificación de regadíos en explotación, según se aprecia en el gráfico siguiente, asciende a 2.364.214 ha, lo que representa un 63% de la superficie total regable. De este elevado porcentaje encuestado se obtienen los resultados de la situación actual que se indican resumidamente en los puntos siguientes.

Cabe indicar que el contraste de estos resultados de superficies de regadío con los ofrecidos en los Planes Hidrológicos de Cuenca aprobados, muestra que la diferencia global existente es muy reducida (3,340 Mha frente a 3,437 Mha, es decir, del orden de un 3% de discrepancia), lo que confirma la validez y buen acuerdo general de las estimaciones realizadas. En algunas cuencas se observan, sin embargo, diferencias más apreciables, que pueden deberse a disparidades metodológicas, distintos periodos de evaluación o criterios diferentes en cuanto a la consideración o no como regadíos de algunas superficies. Desde el punto de vista de las demandas, los resultados obtenidos son también muy coincidentes (24.094 hm3/año según los PHC, frente a 23.552 hm3/año según los estudios que aquí se ofrecen). Similares concordancias se obtienen con las dotaciones unitarias (7.010 m3/ha/año en los PHC frente a los 7.042 m3/ha/año en los estudios del PNR).

Todo ello muestra, sin perjuicio de algunas singularidades puntuales, el buen acuerdo general de ambas determinaciones, con cifras perfectamente encajadas dentro del orden de magnitud de los errores e incertidumbres inherentes a este tipo de trabajos, máxime si los objetivos y horizontes temporales de ambas planificaciones son diferentes y se han realizado con metodologías técnicas no necesariamente iguales.

Gráfico que representa las hectáreas de superficie regable encuestada en hectáreas
Gráfico circular que representa el porcentaje de la superficie regable encuestada y no encuestada
4.2.2.1       Superficie regable y regada por Comunidad Autónoma
Gráfica que representa las hectáreas de superficie regable por cada comunidad autónoma
Gráfico circular que representa el porcentaje de la superficie regable por cada comunidad autónoma
Gráfica que representa las hectáreas de superficie regada por cada comunidad autónoma
Gráfico circular que representa el porcentaje de la superficie regada por cada comunidad autónoma

4.2.2.2       Superficie regada según tipos climáticos
COMUNIDAD AUTÓNOMAMEDITERRÁNEO SUBTROPICALMEDITERRÁNEO MARÍTIMO MEDITERRÁNEO MARÍTIMO FRESCOMEDITERRÁNEO TROPICALMEDITERRÁNEO TEMPLADOMEDITERRÁNEO TEMPLADO FRESCOMEDITERRÁNEO CONTINENTALMEDITERRÁNEO SEMIÁRIDO SUBTROPICALMEDITERRÁNEO SEMIÁRIDO CONTINENTALMARÍTIMO CÁLIDOMARÍTIMO TEMPLADO CÁLIDOMARÍTIMO TEMPLADO FRÍOMARÍTIMO PATAGÓNICO HÚMEDOOTROSTOTAL
ANDALUCIA560.215104.5550092.3634.4182.87015.459000000779.880
ARAGÓN0000388.7954.797000011208180394.522
ASTURIAS00001.78900003232.014216004.342
BALEARES5.33112.04500000000000017.376
CANARIAS7.3890067400010.1280000011.18829.379
CANTABRIA000002.5530000005002.603
CASTILLA Y LEÓN0000414.63672.04000000000486.676
CASTILLA-LA MANCHA170.112000159.97289217.19006.33500000353.801
CATALUÑA080.52300172.9727.62500001.89501.7780264.793
EXTREMADURA199.39003.64607.452000000000210.488
GALICIA019.8295.358048.8552230001.6899.53600085.490
MADRID000027.97300000000027.973
MURCIA90.01639.5920017.124035.08810.878000000192.698
NAVARRA000081.67300000000081.673
P. VASCO000012.8990000022700013.126
RIOJA000048.24100000000049.335
VALENCIANA202.343122.5760025.5631.09400000000350.482
TOTAL1.234.796379.1209.0046741.499.60793.64255.14836.4656.3352.01213.7842162.64611.1883.344.637
4.2.2.3       Superficie regada según el origen del agua y sistema de riego
COMUNIDAD AUTÓNOMASUPERFICIALSUBTERRANEATRASVASESRETORNOSDEPURADORASDESALINIZADORASTOTAL REGADA
ANDALUCIA546.703224.6702.783855.6390779.880
ARAGÓN373.88620.315032100394.522
ASTURIAS4.11023200004.342
BALEARES2115.895001.460017.376
CANARIAS2.05426.2770077527329.379
CANTABRIA2.600300002.603
CASTILLA Y LEÓN361.055113.164012.428290486.676
CASTILLA-LA MANCHA124.262228.5281.011000353.801
CATALUÑA205.03153.04306.3773420264.793
EXTREMADURA207.3373.1510000210.488
GALICIA85.0619233700085.490
MADRID25.6501.78900534027.973
MURCIA42.55393.81054.1043601.600271192.698
NAVARRA79.9411.6820500081.673
P. VASCO10.1671.208001.751013.126
RIOJA45.7713.56400049.335
VALENCIANA146.691154.82140.2584.1784.5340350.482
TOTAL2.262.893942.24498.49323.79916.6645443.344.637
Gráfica que representa las hectáreas de superficie regada según el origen predominante del agua
Gráfico circular del porcentaje de la superficie regada según el origen predominante del agua

SUPERFICIE REGADA (ha) POR COMUNIDAD AUTÓNOMA SEGÚN EL SISTEMA PREDOMINANTE DE RIEGO

COMUNIDAD AUTÓNOMAGRAVEDADASPERSION LOCALIZADOTOTAL REGADA
ANDALUCIA330.231164.343285.306779.880
ARAGÓN317.40968.4808.633394.522
ASTURIAS2.1142.22804.342
BALEARES4.3819.8233.17217.376
CANARIAS4.6105.59819.17129.379
CANTABRIA2862.31702.603
CASTILLA Y LEÓN298.089188.344243486.676
CASTILLA-LA MANCHA113.240195.58544.976353.801
CATALUÑA182.10432.33950.350264.793
EXTREMADURA145.18855.08510.215210.488
GALICIA55.08130.405485.490
MADRID24.0803.70818527.973
MURCIA116.1035.68670.909192.698
NAVARRA72.8287.98486181.673
P. VASCO1.32011.7664013.126
RIOJA32.58314.1882.56449.335
VALENCIANA281.1913.06666.225350.482
TOTAL1.980.838800.945562.8543.344.637
Gráfica que representa las hectáreas de superficie regada según los diferentes sistemas de riego
Gráfico circular del porcentaje de la superficie regada según los diferentes sistemas de riego
Gráfica de hectáreas de superficie regada según el origen predominante de agua y sistema de riego
4.2.2.4       Superficie regada según cultivos predominantes
Gráfica de miles de hectáreas de superficie regada según cultivos en la campaña 94-95
4.2.2.5       Superficie regada según el índice de dotación de agua

En el apartado “La demanda y el consumo de agua de riego” se incluyen la metodología y el resultado de la demanda de agua para los regadíos existentes, los regadíos en ejecución y las nuevas superficies en riego.

A continuación, se incluyen gráficos con la superficie regada a nivel nacional, en hectáreas y porcentaje, según dotación de agua de riego.

Para la clasificación de la superficie regada según el índice de dotación se han establecido cuatro grandes grupos en relación con la demanda bruta teórica calculada en el PNR y las demandas suministradas:

  • Superficie sobredotada: cuando el suministro bruto supera en un 10% a la demanda bruta en cabecera calculada en el PNR.
  • Superficie dotada: cuando el suministro bruto está incluido en el intervalo entre el 90% y el 110% de las demandas brutas en cabecera.
  • Superficie ligeramente infradotada: cuando esta relación se encuentra entre el 75% y el 90%.
  • Superficies infradotadas: cuando el suministro bruto es inferior al 75%.
Gráfica que representa las hectáreas de superficie regada según el índice de dotación
Gráfico circular que representa el porcentaje de superficie regada según el índice de dotación
4.2.2.6       Estado de las infraestructuras de riego

La existencia de 1.810.000 ha transformadas con anterioridad a 1960, de las que 1.077.000 ha tienen más de 100 años de antigüedad, determina que hoy existan 735.000 ha en las que las redes de distribución constituidas, en gran parte, por cauces de tierra, tienen elevadas pérdidas de agua. A su vez, de las 1.295.000 ha regadas actualmente mediante acequias de hormigón, 392.000 ha presentan graves problemas de conservación y mantenimiento. Así mismo, estos regadíos fueron proyectados de acuerdo con la tecnología entonces existente, utilizando el sistema de riego tradicional de gravedad (1.981.000 ha), y gran parte de ellos (1.635.000 ha) con riego por turnos. La pérdida de eficiencia de las conducciones con el transcurso del tiempo y la modificación de las alternativas de cultivo ha motivado que 1.129.000 ha estén actualmente infradotadas y 694.000 ha ligeramente infradotadas. Todo ello justifica la puesta en marcha de un programa de consolidación y mejora de los regadíos existentes, con el fin de una utilización más racional del agua y una mejora de la rentabilidad de las explotaciones y del nivel de vida de los agricultores.

Comunidad AutónomaSuperficie con acequias en tierraSuperficie con conducciones de hormigón en mal estado
Andalucía125.980123.764
Aragón171.98450.506
Asturias49785
Baleares0411
Canarias01.050
Cantabria7493
Castilla-La Mancha17.80514.225
Castilla y León133.28772.937
Cataluña119.34520.534
Extremadura2.71835.748
Galicia1.515739
Madrid5.267357
Murcia17.3123.099
Navarra37.88024.839
País Vasco676530
Rioja25.6015.221
Valenciana74.53338.056
Total734.475392.194
4.2.2.7       Tipo de tarifa de riego
Gráfico circular que representa el porcentaje del tipo de tarifa del agua
Gráfica que representa el coste medio del agua de riego en pesetas por hectárea
4.2.2.8       El tamaño de las explotaciones de regadío

La agricultura española ha hecho frente al difícil reto de la integración en la Unión Europea. Pero los recientes cambios registrados en la Política Agraria Común y en los acuerdos comerciales multilaterales en el marco del GATT marcan una nueva fase de cambios en los mercados, y, por tanto, la agricultura española habrá de enfrentarse a un nuevo proceso de adaptación en el que se tendrán que superar las deficiencias estructurales que limitan las posibilidades de competir de muchas explotaciones agrarias. En la actualidad persisten problemas de reducida dimensión de las explotaciones, de envejecimiento de la población agraria, de rigidez en los mercados de la tierra, de escasa flexibilidad en los medios de producción o de insuficiencia en la vertebración del sector y en la organización comercial.

La Ley 19/1995, de 4 de Julio de Modernización de las Explotaciones Agrarias, trata de afrontar estos problemas mediante actuación sobre explotaciones prioritarias, sean estas familiares o de carácter asociativo, de modo que aseguren la viabilidad económica de las explotaciones y justifiquen la posible concesión de apoyos públicos de modo preferente. Para que una explotación, individual o asociativa, tenga la consideración de prioritaria en orden a la atención preferente de los beneficios, ayudas y otras medidas de fomento prevista en esta ley, requiere que dé ocupación al menos de una unidad de trabajo agrario y que la renta unitaria de trabajo que se obtenga de la misma sea igual o superior al 35 por 100 de la renta de referencia e inferior al 120 por 100 de ésta.

El artículo 2 punto 11 de la Ley define como renta unitaria de trabajo el rendimiento económico generado en la explotación agraria que se atribuye a la unidad de trabajo y se obtiene dividiendo entre el número de unidades de trabajo agrario dedicadas a la explotación la cifra resultante de sumar el margen neto o excedente neto de explotación y el importe de los salarios pagados.

El artículo 2 punto 12 establece la renta de referencia como indicador relativo a los salarios brutos no agrario en España. La determinación anual de su cuantía se hará, por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en concordancia con lo previsto al respecto en la normativa de la Unión Europea y teniendo en cuenta los datos de salarios publicado por el Instituto Nacional de Estadística. La renta de referencia para el año 2001 se ha fijado en 3.133.051 ptas.

En este punto se analiza la distribución de superficies de regadíos según los intervalos de renta de las explotaciones (RE) establecidos por la citada Ley en relación con la renta de referencia (RF).

  • Renta inferior al 0,35 de la renta de referencia.
  • Renta igual o superior al 0,35 y menor del 1,2 de la renta de referencia.
  • Renta igual o superior al 1,2 de la renta de referencia.

Los datos por Comunidad Autónoma incluidos en los cuadros adjuntos se han obtenido utilizando la Encuesta de la Estructura de las Explotaciones Agrarias de 1997, en cuanto al tamaño de las explotaciones, y la base de datos del PNR en lo relativo a la dimensión económica y la definición de renta (disponibilidades familiares más salarios pagados).

DISTRIBUCIÓN DE SUPERFICIES DE REGADÍO (ha) SEGÚN LA RENTA DE LAS EXPLOTACIONES AGRARIAS AÑO 1997

Comunidad AutónomaRE<0,35*RF0,35*RF≤RE <1,2*RF RE≥1,2*RFTotal
Andalucía16.041197.129566.710779.880
Aragón2.112109.307283.103394.522
Asturias1363.7814254.342
Baleares1461.44115.78917.376
Canarias161.04928.31429.379
Cantabria441.1531.4052.602
Castilla-La Mancha8.43473.699271.669353.802
Castilla y León12.491273.025201.160486.676
Cataluña1.24656.811206.736264.793
Extremadura5.88237.411167.195210.488
Galicia2.66073.1799.65185.490
Madrid734.42823.47227.973
Murcia2.57153.462136.665192.698
Navarra43822.64558.59181.674
País Vasco763.7749.27613.126
Rioja26413.67935.39249.335
Valenciana2.32095.772252.390350.482
Total54.9501.021.7452.267.9433.344.638
RE= Renta de las explotaciones.
RF= Renta de referencia: 2.769.215 ptas. en 1997

DISTRIBUCIÓN (%) DEL NÚMERO DE EXPLOTACIONES CON REGADÍO SEGÚN TRAMOS DE RENTA

AÑO 1997

Comunidad AutónomaRE<0,35*RF0,35*RF≤RE< 1,2*RFRE≥1,2*RFTotal
Andalucía295912100
Aragón185130100
Asturias16794100
Baleares132662100
Canarias11089100
Cantabria125235100
Castilla-La Mancha354520100
Castilla y León374419100
Cataluña136423100
Extremadura333829100
Galicia16804100
Madrid75835100
Murcia226612100
Navarra155431100
País Vasco165825100
Rioja76725100
Valenciana56530100
Total215722100
RE= Renta de las explotaciones.
RF= Renta de referencia: 2.769.215 ptas. en 1997

4.3 Los regadíos en ejecución

4.3.1 Ámbito y metodología

Se consideran como regadíos en ejecución aquellas zonas regables, independientemente de que su promotor sea la Administración Central o la Autonómica, en las que ya se han ejecutado inversiones públicas de cierta importancia. De la superficie regable total de la zona, se considera como en ejecución la superficie total regable menos aquella que, declarada su puesta en riego o no, haya sido regada.

Se han considerado 36 zonas en ejecución, que agrupadas por CCAA son las siguientes:

ANDALUCÍA:Baza-Huéscar
Costa Noroeste de Cádiz
Cuevas de Almanzora
Chanza
Genil-Cabra
Guaro
Sur Andévalo (centro)
ARAGÓN:Bárdenas II (2ª parte)
Canal de Calanda – Alcañiz (1ª parte)
Canal del Cinca (3ª parte) y El Tormillo
Canal de Civán
Monegros I (4º tramo)
Monegros II
CASTILLA-LA MANCHA:Canal de Albacete
La Sagra – Torrijos
CASTILLA Y LEÓN:La Armuña
Las Cogotas (Z.R. Río Adaja)
Margen Izquierda del Tera
Páramo Bajo
Riaño (Porma)
Riaño (Payuelos)
CATALUÑA:Aldea-Camarles
Alguerri-Balaguer (1ª fase)
Ampliación de Vallfornés
Margalef
Muga – Margen derecha
Pla del Sas
Perelló- Rasquera
San Martín de Tous
Segarra-Garrigas
Xerta-Senia
EXTREMADURA: Ambroz
Centro de Extremadura
Zújar (Sectores V y VIII)
NAVARRA: Canal de Navarra
Mendavia
RIOJA: Najerilla

La zona regable de la Ribera de Fresnedosa (Extremadura), cuya transformación aún no ha finalizado, no se incluye entre los regadíos en ejecución, a solicitud de la Comunidad Autónoma, por haber sido desestimado el trasvase de aguas desde el Canal de la Margen Izquierda del Gabriel y Galán necesario para completar la zona.

En todas estas zonas consideradas como regadíos en ejecución, se ha realizado, en coordinación con la Administración Autonómica, un análisis pormenorizado, de acuerdo a la siguiente metodología:

  • Datos previos: recopilación y análisis de información gráfica y documental procedentes de:

      ∗ Planes Generales de Transformación

      ∗ Planes Coordinados de Obras

      ∗ Estudios temáticos del medio físico: clima, suelos, agua

      ∗ Estudios de Impacto Ambiental

      ∗ Estudios Sectoriales del PNR.

      ∗ Proyectos de obras

      ∗ Alternativas de cultivo

      ∗ Calendarios de actuaciones de las Administraciones Central y Autonómica

  • Estudio de las zonas regables

      ∗ Superficie dominada y superficie regable

      ∗ Estado actual de las obras

      ∗ Superficie actualmente regada

      ∗ Superficie pendiente de transformación

      ∗ Inversiones realizadas por las Administraciones Central y Autonómica

      ∗ Ritmo actual de la transformación

Hay que señalar que las superficies finalmente regadas, tanto en el caso de las zonas regables en ejecución, como en los regadíos de interés social, pueden verse alteradas en algún caso puntual por razones de disponibilidad de recursos hídricos, consideraciones ambientales u otras circunstancias especiales.

Esquema metodológico para llevar a cabo en los regadíos en ejecución

4.3.2      Situación administrativa de las zonas

La base legal por la cual se está actuando en las zonas regables en ejecución, en el ámbito de cada Comunidad Autónoma, es la siguiente:

Andalucía: Están declaradas como Zonas de Interés Nacional con anterioridad al Real Decreto de transferencias (16- 6-84), las zonas regables de Costa Noroeste de Cádiz, Cuevas de Almanzora, Genil – Cabra y Guaro. Declaradas como Zonas de Interés General de la Nación, con posterioridad al Real Decreto de transferencias, está la zona de Chanza. Como Zona de Interés General de la Comunidad Autónoma está la zona de Baza-Huéscar, mientras que la zona definida como Sur Andévalo (centro) se está ejecutando a iniciativa de los agricultores, con ayuda financiera de la Comunidad Autónoma, estando las obras de cabecera ejecutadas y financiadas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana.

Aragón: Las seis zonas, Bardenas II, Canal de Calanda – Alcañiz, Canal del Cinca (3ª parte), Canal de Civán, Monegros I (4º tramo) y Monegros II están declaradas de Interés Nacional con anterioridad a las transferencias (10-5-85).

Castilla – La Mancha: De las dos zonas incluidas como regadíos en ejecución, Canal de Albacete está declarada de Interés General de la Nación, y La Sagra – Torrijos es de Interés Nacional.

Castilla y León: Las zonas de la Margen Izquierda del Tera y la zona de Riaño tienen declaración de Interés General de la Nación, con posterioridad al Real Decreto de transferencias. La zona regable de Las Cogotas (Z.R. Río Adaja) está declarada de Interés General de la Comunidad Autónoma. En La Armuña se está aplicando el Plan de Aprovechamiento Integral de la cuenca del río Tormes, aprobado por Consejo de Ministros en 1961, mientras que el Páramo Bajo se encuentra recogida en el Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero.

Cataluña: Tienen declaración de Interés Nacional las zonas de Alguerri–Balaguer, Muga-Margen derecha y Aldea- Camarles ; mientras que en las zonas de Margalef, Perelló-Rasquera, San Martín de Tous y Valfornés se está actuando de acuerdo con la legislación de zonas de ordenación de explotaciones. La zona regable de Segarra-Garrigas tiene declarado de Interés General de la Nación la ejecución del Canal Principal, encontrándose la transformación en regadío recogida en el Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro. La zona de Pla del Sas se tramita de acuerdo con la Ley de Regadíos de Cataluña y la zona de Xerta-Senia según lo dispuesto en la O.M. que autorizó, para esta zona, la concesión de agua a perpetuidad.

Extremadura: La zona de Centro de Extremadura está declarada de Interés General de la Nación, mientras que las zonas regables de Ambroz y Zújar están declaradas de Interés Nacional.

Navarra: La zona regable de Canal de Navarra tiene declarada de Interés General de la Nación la ejecución del Canal, mientras que la transformación de la zona está declarada por Ley Foral. La zona regable de Mendavia está declarada como de Interés Nacional.

Rioja: La zona del Najerilla se está transformando por la Administración Hidráulica de conformidad con la Ley de Obras Públicas de 1939.

Como resumen de las disposiciones en las cuales se basan las actuaciones en las distintas zonas se tiene:

ZONAS SEGÚN LEGISLACIÓNNº ZONAS
Zonas declaradas de Interés General de la Nación6
Zonas declaradas de Interés Nacional16
Zonas declaradas de Interés de la Comunidad Autónoma2
Zonas de Ordenación de Explotaciones4
Legislación de Obras Públicas (Najerilla y Sur Andévalo-centro)2
Plan de Aprovechamiento Integral del río Tormes (La Armuña)1
Legislación Autonómica3
Sin Legislación (Páramo Bajo y Segarra-Garrigas)2
TOTAL36

4.3.3 Situación actual de los regadíos en ejecución

El análisis realizado con la metodología indicada se ha efectuado en las citadas 36 zonas, cuya distribución de superficies regable, regada y pendiente de transformación por Comunidad Autónoma es la siguiente:

Comunidad AutónomaSuperficie regable (ha)Superficie regada(ha)Superficie pendiente transf.(ha)
Andalucía115.57654.84760.729
Aragón122.35647.84174.515
Castilla – La Mancha55.6601.01554.645
Castilla y León128.85715.494113.363
Cataluña111.9802.496109.484
Extremadura38.29917.02621.273
Navarra60.7611.86158.900
Rioja18.78810.3808.408
Total652.277150.960501.317

En este capítulo se incluye para cada zona una ficha resumen con los datos y estado de situación siguiente:

  • Situación de la zona
  • Origen y calidad de las aguas
  • Sistema de aplicación del riego y dotación
  • Superficie dominada, regable, regada y pendiente de transformación
  • Suelo y clase de tierra
  • Clima
  • Alternativa actual y futura
  • Características sociales
  • Estado actual de las obras
  • Propuesta de actuación
Mapa de España que representa los regadíos en ejecución

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA ANDALUCÍA:

BAZA-HUESCAR

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Baza-Huescar
Mapa de Baza-Huescar (Granada) en que se representa su zona regable

COSTA NOROESTE DE CÁDIZ

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de la Costa Noroeste de Cádiz
Mapa de Costa Noroeste de Cádiz en que se representa su zona regable

CUEVAS DE ALMANZORA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Cuevas de Almanzora
Mapa de Cuevas de Almanzora (Almería) en que se representa su zona regable

CHANZA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Chanza
Mapa de Chanza (Huelva) en que se representa su zona regable

GENIL-CABRA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Genil-Cabra
Mapa de Genil-Cabra (Córdoba) en que se representa su zona regable

RÍO GUARO

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Río Guaro
Mapa de Río Guaro (Málaga) en que se representa su zona regable

SUR ANDÉVALO-CENTRO

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Sur Andévalo-Centro
Mapa de Sur Andévalo-Centro (Huelva) en que se representa su zona regable

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA ARAGÓN:

BÁRDENAS II (2a PARTE)

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Bárdenas
Segunda parte del mapa de Bárdenas (Zaragoza) en que se representa su zona regable

CANAL DE CALANDA-ALCAÑIZ (1a PARTE)

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Calanda-Alcañiz
Primera parte del mapa de Calanda-Alcañiz (Teruel) en que se representa su zona regable

CANAL DE CIVÁN

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Canal de Civán
Mapa de Canal de Civán (Zaragoza) en que se representa su zona regable

CANAL DEL CINCA- 3a PARTE

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Canal de Cinca (3ª parte)
Tercera parte del mapa de Canal de Cinca (Huesca) en que se representa su zona regable

MONTENEGRO I. 4o TRAMO

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Monegros (4º tramo)
Cuarto tramo del mapa de Monegros (Huesca) en que se representa su zona regable

MONTENEGROS II

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Monegros (2ª parte)
Segunda parte del mapa de Monegros (Huesca) en que se representa su zona regable

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA CASTILLA Y LEÓN:

LA ARMUÑA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de La Armuña
Mapa de La Armuña (Salamanca) en que se representa su zona regable

LAS COGOTAS (Z.R. RÍO ADAJA)

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Las Cogotas, Río Adaja
Mapa de Las Cogotas, Río Adaja (Ávila) en que se representa su zona regable

MARGEN IZQUIERDA DEL TERA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de La Margen Izquierda del Tera
Mapa de La Margen Izquierda del Tera (Zamora) en que se representa su zona regable

PARAMO BAJO

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable del Páramo Bajo
Mapa del Páramo Bajo (León) en que se representa su zona regable

RIAÑO

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Riaño
Mapa de Riaño (León-Valladolid) en que se representa su zona regable

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA CASTILLA-LA MANCHA:

CANAL DE ALBACETE

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Canal de Albacete
Mapa del Canal de Albacete en que se representa su zona regable

LA SAGRA- TORRIJOS

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de La Sagra-Torrijos
Mapa de La Sagra-Torrijos (Toledo) en que se representa su zona regable

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA CATALUÑA:

ALDEA- CAMARLES

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Aldea-Camarles
Mapa de Aldea-Camarles (Tarragona) en que se representa su zona regable

ALGUERRI- BALAGUER 1a FASE

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Alguerri-Balaguer (1ª fase)
Primera fase del mapa de Alguerri-Balaguer (Lleida) en que se representa su zona regable

AMPLIACIÓN DE VALLFORNÉS

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Ampliación de Vallfornés
Mapa de Ampliación de Vallfornés (Barcelona) en que se representa su zona regable

MARGALEF

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Margalef
Mapa de Margalef (Tarragona) en que se representa su zona regable

MUGA M.D.

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Muga M.D.
Mapa de Muga M.D. (Girona) en que se representa su zona regable

PERELLÓ- RASQUERA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Perelló-Rasquera
Mapa de Perelló-Rasquera (Tarragona) en que se representa su zona regable

PLA DE SAS

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Pla del Sas
Mapa de Pla del Sas (Lérida) en que se representa su zona regable

SAN MARTIN DE TOUS

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de San Martín de Tous
Mapa de San Martín de Tous (Barcelona) en que se representa su zona regable

SEGARRA- GARRIGA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Segarra-Garriga
Mapa de Segarra-Garriga (Lleida) en que se representa su zona regable

XERTA- SENIA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Xerta-Senia
Mapa de Xerta-Senia (Tarragona) en que se representa su zona regable

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA EXTREMADURA:

AMBROZ

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Ambroz
Mapa de Ambroz (Cáceres) en que se representa su zona regable

CENTRO DE EXTREMADURA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Centro de Extremadura
Mapa de Centro de Extremadura (Badajoz y Cáceres) en que se representa su zona regable

ZÚJAR

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Zújar
Mapa de Zújar (Badajoz) en que se representa su zona regable

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA LA RIOJA:

NAJERILLA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Najerilla
Mapa de Najerilla (La Rioja) en que se representa su zona regable

ZONAS REGABLES EN EJECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA NAVARRA:

CANAL DE NAVARRA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable del Canal de Navarra
Mapa del Canal de Navarra en que se representa su zona regable

MENDAVIA

Imagen que expone detalladamente los datos de la zona regable de Mandavia
Mapa de Mandavia (Navarra) en que se representa su zona regable

4.3.4 Características medioambientales de los regadíos en ejecución

En el perímetro geográfico de los regadíos en ejecución, se encuentran interacciones medioambientales de diferente consideración.

El cuadro adjunto muestra las posibles afecciones medioambientales en 238.977 ha, el 22,8% del territorio analizado, con una especial relevancia en zonas como La Armuña, Chanza, Costa Noroeste de Cádiz, Monegros II, Segarra Garrigas y Sur Andévalo.

En alguna de ellas como en los casos de Chanza, Costa Noroeste de Cádiz o Sur Andévalo, la transformación en riego con aguas superficiales reducirá la sobreexplotación de las aguas subterráneas.

En todo caso, aunque el inicio de las obras en algunas zonas se ha realizado antes de la adhesión de España a la Unión Europea, los nuevos proyectos de los sectores a ejecutar deberán someterse a los procedimientos de evaluación de impacto ambiental, así como definiéndose las medidas correctoras pertinentes.

INTERACCIONES SUPERFICIALES DE LOS PERÍMETROS DE LOS REGADÍOS EN EJECUCIÓN CON LAS DELIMITACIONES GEOGRÁFICAS MEDIOAMBIENTALES

Zona regableSuperficie con interacciones ha.Superficie sin interacciones ha.Tipo de interacciones
AMBROZ5912.501LIC  591
AMPL. DE VALFORNES6752LIC      6
ARMUÑA15.47131.935LIC Y ZEPAS  15471
BAZA-HUESCAR1.19439.310LIC 896, ENP y LIC 298
CENTRO EXTREMADURA2.18023.900LIC 1.963, ENP, LIC Y ZEPA 217
CALANDA ALCAÑIZ6518.692LIC 651
CANAL DE NAVARRA5.14465.734LIC 1.398, LIC, ENP 3.116, LIC, ENP y ZEPA 630
CINCA21433.728LIC 214
ZUJAR1.62122.072LIC 1.058, LIC y ZEPA 563
CHANZA23.278UHS 22.011, LIC, ENP y UHS 1.266, LIC y UHS 1
COSTA NO. CÁDIZ9.100UHS y ZV  4.711
CUEVAS ALMANZORA107.976ZEPA 10
GENÍL-CABRA14.67327.136ENP 8, LIC y ZEPA 35, LIC,  ENP y FPN 149
GUARO8.7501.952ZV  8.750
LAS COGOTAS11810.748LIC y ZEPA 118
MARGALEF1701.704LIC 170
MARGEN IZQ. TERA18616.864LIC  186
MENDAVIA13.970LIC 3
MONEGROS I – 4º TRAMO35.208LIC 3
MONEGROS II90.51893.953ZEPA 34.236, LIC 2.956, LIC y ZEPA 53.326
MUGA1.8231.216ZV 1.823
PÁRAMO BAJO11040.561LIC 110
PERELLÓ RASQUERA1134.113LIC 113
RIAÑO 1ª FASE (PORMA)8710.319LIC 50, LIC y ZEPA 37
RIAÑO PAYUELOS6.29468.116LIC 240, LIC y ZEPA 6.054
NAJERILLA2227.578LIC 22
S. MARTÍN DE TOUS11816LIC 11
SEGARRA GARRIGAS35.33958.787ZV 31.131, LIC 2.514, ENP 19, LIC y ZEPA 18, ENP y ZEPA 5, ENP y LIC 263, LIC, ENP y ZEPA 1.409
SUR ANDÉVALO21.20722.267 UHS 21.193, ENP, LIC y ZEPA 14
XERTA SENIA7223.879LIC 72
ENP  =  Espacios naturales protegidos
LIC   = Lugares de interés comunitario
ZEPA = Zona de especial protección de las aves UHS  = Unidad hidrogeológica sobreexpolotada ZV      = Zona vulnerable a nitratos

SIN INTERACCIONES:

Canal de Albacete, Canal de Civán, Sagra Torrijos y Pla del Sas. TOTAL 80.040 ha.

SIN AFECCIONES:

TOTAL   806.682

CON AFECCIONES:

TOTAL  238.977    22,8 % territorio

4.4 Estudio de otras zonas

Para completar la visión de conjunto sobre la situación de los regadíos, no pueden dejar de considerarse diferentes zonas que no están actualmente en ejecución, pero son susceptibles de nuevas transformaciones. Existen, en efecto, distintas estimaciones de regadíos potenciales a largo plazo, de las que, a la luz de su interés y posibilidades de realización, este Plan Nacional de Regadíos ha destacado las que se indican seguidamente.

Debe señalarse que todas estas actuaciones han sido contempladas en los Planes Hidrológicos de Cuenca, por lo que la compatibilidad de este Plan de Regadíos queda asegurada. De igual modo, y en concordancia con el Plan Hidrológico Nacional, en ningún caso se ha previsto la posibilidad de desarrollo de nuevos regadíos en las cuencas receptoras de transferencias con cargo a las aguas trasvasadas.

Las diferentes zonas se han agrupado en:

Nuevas zonas estudiadas con representación cartográfica: aquellas zonas que tienen una entidad y dimensión significativa, formando una unidad territorial con representación cartográfica y significación socioeconómica relevante en su ámbito territorial.

Nuevas zonas estudiadas sin cartografía precisa: aquellas zonas que, debido a su menor superficie, normalmente inferior a 1.000 ha, tienen un menor peso en la planificación de los futuros regadíos, y aquellas que aun reuniendo una dimensión superficial considerable su dispersión geográfica las hace carecer de entidad física individual. Estas últimas contemplan por lo general superficie a transformar por iniciativa privada.

Las zonas regables en las que se hayan efectuado inversiones en obras de cierta importancia, independientemente de su situación administrativa, se han considerado como zonas en ejecución, excluyendo de este apartado la superficie aún pendiente de transformar.

El objeto del estudio ha sido el análisis y la evaluación de la potencialidad de la transformación en regadío de cada zona estudiada en los aspectos económicos, sociales, hídricos, territoriales y medioambientales. De acuerdo con estos criterios de evaluación, y aplicando la metodología que se describe a continuación, se han seleccionado las actuaciones que se recogen en el apartado “Programa de actuaciones en nuevos regadíos”.

4.4.1      Metodología del estudio de las nuevas zonas estudiadas

Se han estudiado las nuevas zonas definiéndolas y caracterizándolas para establecer el programa de actuación en materia de futuras zonas regables.

4.4.1.1       Datos previos: información gráfica y documental
  • Estudios existentes sobre nuevas zonas.
  • Planes Hidrológicos de las diferentes Cuencas Hidrográficas.
  • Estudios sectoriales realizados en el ámbito del PNR.
  • Estudios temáticos generales y publicaciones especializadas.
  • Censo Agrario de España.
  • Base informática de cultivos MAPA.
  • Datos censales de INE.
  • Estudio del Uso Actual de la Tierra por teledetección. MAPA.
  • Estudios Agroclimáticos. MAPA.
  • MTN 1:50.000.
  • Planos existentes de las nuevas zonas estudiadas.
4.4.1.2       Proceso metodológico
  • Identificación de las nuevas zonas.
  • Contraste con CCAA y Confederaciones Hidrográficas de las zonas potenciales identificadas.
  • Inventario y justificación de zonas excluidas y las zonas a desarrollar en el estudio.
  • Recopilación y análisis de estudios específicos de zonas.
  • Revisión de la información para cada zona.
  • Elaboración de estudios necesarios por zonas.
  • Diseño de esquema hidráulico.
  • Valoración y estimación de costes de transformación.
  • Confección de fichas individuales en zonas significativas y colectivas para otras zonas.
  • Desarrollo de la información cartográfica de cada zona regable significativa.
  • Influencia de la Política Agraria Comunitaria.
  • Análisis de viabilidad técnica, social, económica y medio – ambiental por zonas.
  • Análisis comparativo de zonas y agrupación según su viabilidad temporal de ejecución.
4.4.1.3       Esquema metodológico: nuevas zonas estudiadas
Esquema metodológico para las nuevas zonas estudiadas

4.4.2      Nuevas zonas estudiadas cartografiadas

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS CARTOGRAFIADAS (1)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
ANDALUCÍACORUMBEL – CLARINAGUADIANAHUELVA1.306
ANDALUCÍASUR-ANDÉVALO SUB-ZONA ESTEGUADIANAHUELVA6.000
ANDALUCÍASUR-ANDÉVALO SUB-ZONA OESTEGUADIANAHUELVA2.500
ANDALUCÍABARBATEGUADALQUIVIRCÁDIZ2.777
ANDALUCÍAMARGEN DRCHA. DE BORNOSGUADALQUIVIRCÁDIZ1.200
ANDALUCÍAVILLAMARTÍNGUADALQUIVIRCÁDIZ3.054
ANDALUCÍAGOR – GORAFE (AMPLIACIÓN)GUADALQUIVIRGRANADA2.978
ANDALUCÍASOLANA DEL PEÑÓN (AMPLIACIÓN)GUADALQUIVIRGRANADA2.177
ANDALUCÍAGUARRIZASGUADALQUIVIRJAÉN4.480
ANDALUCÍAVILCHESGUADALQUIVIRJAÉN2.250
ANDALUCÍACORBONESGUADALQUIVIRSEVILLA3.484
ANDALUCÍAPALMA DEL RÍOGUADALQUIVIRSEVILLA, CÁDIZ2.763
ANDALUCÍAMOTRIL – SALOBREÑA (2ª AMPL.)SUR DE ESPAÑAGRANADA1.708
Total ANDALUCÍA   36.677

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS CARTOGRAFIADAS (2)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
ARAGÓNCABECERA DEL CINCAEBROHUESCA1.730
ARAGÓNCANAL DE ARAGÓN Y CATALUÑAEBROHUESCA1.180
ARAGÓNELEVACIÓN DE ALMUDEVAREBROHUESCA1.600
ARAGÓNELEVACIÓN ANTILLÓNEBROHUESCA6.650
ARAGÓNELEVACIÓN DE BARBUÑALES – AZARAEBROHUESCA2.260
ARAGÓNELEVACIÓN HUERTOEBROHUESCA1.160
ARAGÓNELEVACIÓN PERALTA ALC.- LACUADRAEBROHUESCA3.700
ARAGÓNELEVACIÓN DE POZÁN DE VEROEBROHUESCA3.500
ARAGÓNELEVACIÓN DE ROBRES – ALCUBIERREEBROHUESCA6.000
ARAGÓNHOYA DE HUESCAEBROHUESCA21.755
ARAGÓNJACETANIAEBROHUESCA11.259
ARAGÓNLITERA ALTAEBROHUESCA11.754
ARAGÓNCALANDA – ALCAÑIZ – 2ª PARTEEBROTERUEL7.380
ARAGÓNELEVACIONES ESCATRÓNEBROTERUEL, ZARAGOZ6.152
ARAGÓNMONREAL – TORRIJOSEBROTERUEL1.729
ARAGÓNACEQUIA DE LECIÑENAEBROZARAGOZA21.139
ARAGÓNBIOTAEBROZARAGOZA1.200
ARAGÓNBORJAEBROZARAGOZA1.690
ARAGÓNCANAL DE CIVÁN – 2ª PARTEEBROZARAGOZA2.580
ARAGÓNCANAL IMPERIAL (AMPLIACIÓN)EBROZARAGOZA10.285
ARAGÓNELEVACIÓN DE BARDENAS IEBROZARAGOZA1.940
ARAGÓNELEVACIÓN CANAL IMPERIALEBROZARAGOZA2.100
ARAGÓNELEVACIÓN DE CASPEEBROZARAGOZA1.337
ARAGÓNELEVACIÓN EMBALSE LOTETAEBROZARAGOZA7.785
ARAGÓNELEVACIÓN EMBALSE LOPÍNEBROZARAGOZA, TERUEL4.600
ARAGÓNELEVACIÓN DE MEQUINENZA – FAYÓNEBROZARAGOZA2.289
ARAGÓNLA TRANQUERA – MULARROYAEBROZARAGOZA13.954
ARAGÓNLUNAEBROZARAGOZA1.088
ARAGÓNMARGEN DCHA. DEL BAJO GÁLLEGOEBROZARAGOZA11.470
ARAGÓNMOLINO DE LAS ROCAS (EN ARAGÓN)EBROZAR, TERUEL,TARRA522
Total ARAGÓN   171.788

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS CARTOGRAFIADAS (3)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DE LOS LLANOSDUEROAVILA2.300
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DEL ARLANZADUEROBURGOS22.400
CASTILLA Y LEÓNALTO, MEDIO Y BAJO CEADUEROLEÓN, VALLAD, ZAMO10.208
CASTILLA Y LEÓNCABECERA DEL CEADUEROLEÓN1.600
CASTILLA Y LEÓNCABECERA DEL VALDERADUEYDUEROLEÓN1.200
CASTILLA Y LEÓNCANAL DE VALVERDE ENRIQUEDUEROLEÓN8.825
CASTILLA Y LEÓNERIA – DUERNADUEROLEÓN12.600
CASTILLA Y LEÓNTORIO – BERNESGADUEROLEÓN10.000
CASTILLA Y LEÓNVEGAS ALTAS DEL ESLADUEROLEÓN3.753
CASTILLA Y LEÓNVALDAVIADUEROPALENCIA2.400
CASTILLA Y LEÓNLA ARMUÑA (2ª FASE)DUEROSALAMANCA, AVILA35.000
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DEL AGUEDADUEROSALAMANCA5.161
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DE GUIJASALBASDUEROSEGOVIA1.400
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DEL CEGADUEROSEGOVIA, VALLAD.5.700
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DEL ERESMADUEROSEGOVIA, VALLAD.33.500
CASTILLA Y LEÓNRIO PIRÓNDUEROSEGOVIA6.400
CASTILLA Y LEÓNCANAL DE ALMAZÁN (AMPL.)DUEROSORIA2.500
CASTILLA Y LEÓNMATAMALA DE ALMAZÁNDUEROSORIA2.600
CASTILLA Y LEÓNRIAZA – DURATÓNDUEROVALLAD., SEGOVIA4.100
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DEL ESGUEVADUEROVALLADOLID4.500
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS MERIDIONALESDUEROVALLADOLID33.500
CASTILLA Y LEÓNVILLALPANDODUEROVALLAD., ZAMORA7.056
CASTILLA Y LEÓNELEVACIÓN DEL ESLA EN CAMPOSDUEROZAMORA9.500
CASTILLA Y LEÓNRIEGOS DE TABARA ESLA-TERADUEROZAMORA2.600
CASTILLA Y LEÓNMIRANDA E IRCIOEBROBURGOS3.650
CASTILLA Y LEÓNRIO AYUDA Y ARRIETAEBROBURGOS2.700
Total CASTILLA Y LEÓN   235.153
CASTILLA Y LEÓN Y PAÍS VASCORIO ROJO–BERANTEVILLAEBROBURGOS Y ÁLAVA2.321
Total CASTILLA Y LEÓN Y PAÍS VASCO  2.321
CASTILLA Y LEÓN Y LA RIOJASISTEMA OJA –TIRÓNEBROBURGOS LA RIOJA10.000
Total CASTILLA Y LEÓN Y LA RIOJA  10.000

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS CARTOGRAFIADAS (4)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
CASTILLA-LA MANCHAGUADIELATAJOCUENCA2.227
CASTILLA-LA MANCHATARANCÓNTAJOCUENCA9.002
CASTILLA-LA MANCHAALMOGUERA – ILLANATAJOGUADAL., CUENCA2.530
CASTILLA-LA MANCHACANAL DEL HENARES (AMPL.)TAJOGUADALAJARA9.057
CASTILLA-LA MANCHACOGOLLUDOTAJOGUADALAJARA1.100
CASTILLA-LA MANCHAM. IZQDA. CANAL DE CASTREJÓNTAJOTOLEDO2.217
CASTILLA-LA MANCHAMANCHUELA CENTROJÚCARCUENCA13.278
Total CASTILLA-LA MANCHA   39.411
CATALUÑAELEVACIÓN DE ALGUAIREEBROLLEIDA3.230
CATALUÑAELEVACIONES DEL BAJO SEGREEBROLLEIDA1.610
CATALUÑAGARRIGAS SUR (ZONAS A,C y D)EBROLLEIDA25.790
CATALUÑATERRA ALTAEBROTARRAGONA9.315
CATALUÑAMOLINO DE LAS ROCAS (CATALUÑA)EBROTARR., ZAR., TER.1.148
Total CATALUÑA   41.093
COMUNIDAD VALENCIANAVALLES CENTRALES DE CASTELLÓNJÚCARCASTELLÓN11.500
Total COMUNIDAD VALENCIANA  11.500
EXTREMADURAGARROVILLA – ESPARRAGALEJOGUADIANABADAJOZ3.042
EXTREMADURAGÉVORAGUADIANABADAJOZ1.590
EXTREMADURASERENA – BARROSGUADIANABADAJOZ60.000
EXTREMADURAZAPATÓNGUADIANABADAJOZ2.070
EXTREMADURAMIAJADAS – ALCOLLARÍNGUADIANACÁCERES4.275
Total EXTREMADURA   70.977
NAVARRAOTEIZAEBRONAVARRA12.800
NAVARRARECRECIMIENTO DEL YESAEBRONAVARRA7.271
NAVARRAREGADIOS DEL ARGAEBRONAVARRA8.200
NAVARRAREGADÍOS DEL IRATÍEBRONAVARRA1.980
NAVARRAVALLE DE ULZAMAEBRONAVARRA1.752
Total NAVARRA   32.003

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS CARTOGRAFIADAS (5)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
PAÍS VASCOLAGUARDIAEBROÁLAVA2.500
PAÍS VASCONORYESTEEBROÁLAVA5.000
PAÍS VASCORIOJA ALAVESAEBROÁLAVA9.500
PAÍS VASCOSALVATIERRAEBROÁLAVA5.300
PAÍS VASCOTUMECILLOEBROÁLAVA6.400
Total PAÍS VASCO   28.700
RIOJADEPURADORA DE LOGROÑOEBRORIOJA2.000
RIOJAEMBALSE DE SAN LORENZOEBRORIOJA1.634
RIOJAEMBALSE DE ENCISOEBRORIOJA2.200
RIOJAIREGUAEBRORIOJA2.000
Total RIOJA   7.834
TOTAL NACIONAL   687.457

4.4.3      Nuevas zonas estudiadas no cartografiadas

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS NO CARTOGRAFIDAS (1)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
ANDALUCÍAPRIVADOS DEL GUADALETEGUADALQUIVIRCÁDIZ6.000
ANDALUCÍAPRIVADOS DE VELILLOSGUADALQUIVIRGRANADA1.800
ANDALUCÍAPRIVADOS DEL OLIVARGUADALQUIVIRJAÉN,CORDOBA,GR ANADA60.000
ANDALUCÍAPRIVADOS DE LA COSTA DE HUELVAGUADIANAHUELVA5.000
ANDALUCÍAPRIVADOS DE LA COSTA MEDITERRÁNEASUR DE ESPAÑAGRANADA,ALMERÍ A,MÁLA5.000
Total ANDALUCÍA   77.800
ARAGÓNARENEBROHUESCA200
ARAGÓNGRAUSEBROHUESCA841
ARAGÓNEMBALSE GUARA-CALCÓNEBROHUESCA2.000
ARAGÓNCALANDA OLIVAREBROTERUEL711
ARAGÓNCASTELSERAS (AMPLIACIÓN)EBROTERUEL265
ARAGÓNLA CODOÑERAEBROTERUEL200
ARAGÓNMAS DE LAS MATASEBROTERUEL600
ARAGÓNCANAL DE MAELLAEBROZARAGOZA700
ARAGÓNHUERVAEBROZARAGOZA573
ARAGÓNMARGEN DCHA. DEL GUADALOPEEBROZARAGOZA500
ARAGÓNSÁSTAGOEBROZARAGOZA400
ARAGÓNMORA DE RUBIELOSJÚCARTERUEL155
Total ARAGÓN   7.145
BALEARESREGADÍOS DE AGUAS DEPURADASINSULARESTODAS LAS ISLAS750
Total BALEARES   750
CANARIASLAS PALMAS 400
CANARIASREGADÍOS DE APOYO A MEDIANIASINSULARESTENERIFE3.000
CANARIASREGADÍOS PRIVADOS DE CANARIASINSULARESTENERIFE,0
Total CANARIAS   3.400

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS NO CARTOGRAFIDAS (2)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
CASTILLA Y LEÓNARANDILLA Y ARANZUELODUEROBURGOS1.300
CASTILLA Y LEÓNZONAS DE PEQUEÑOS EMBALSESDUEROBURGOS2.000
CASTILLA Y LEÓNESCUREDO (PEQUEÑAS REGULACIONES)DUEROLEÓN600
CASTILLA Y LEÓNTABUYODUEROLEÓN400
CASTILLA Y LEÓNVILLAGATÓN – NUEVASDUEROLEÓN500
CASTILLA Y LEÓNREGULACIÓN DE BOEDODUEROPALENCIA600
CASTILLA Y LEÓNVALDIVIA Y ALEDAÑOSDUEROPALENCIA800
CASTILLA Y LEÓNVALLE DEL CERRATODUEROPALENCIA800
CASTILLA Y LEÓNPEQUEÑOS EMBALSESDUEROSALAMANCA1.900
CASTILLA Y LEÓNPEQUEÑAS ZONAS EN EL NOROESTEDUEROSEGOVIA600
CASTILLA Y LEÓNPEQUEÑAS ZONAS EN EL SUROESTEDUEROSEGOVIA700
CASTILLA Y LEÓNVALLE DE ALISTEDUEROZAMORA300
CASTILLA Y LEÓNVEGAS MEDIAS DEL SEQUILLO Y AFLUENTESDUEROZAMORA1.200
CASTILLA Y LEÓNAÑASTRO – LA PUEBLA DE ARGANZÓNEBROBURGOS1.500
CASTILLA Y LEÓNRIO JEREAEBROBURGOS700
CASTILLA Y LEÓNRIO NELA Y TRUEBAEBROBURGOS2.600
CASTILLA Y LEÓNRIO OCAEBROBURGOS2.000
CASTILLA Y LEÓNRIO ORONCILLOEBROBURGOS200
CASTILLA Y LEÓNVALLE DE TOBALINAEBROBURGOS1.500
CASTILLA Y LEÓNVALLE DE VALDIVIESOEBROBURGOS500
CASTILLA Y LEÓNREGADIOS DE PEQUEÑAS BALSAS EN EL TAJOTAJOÁVILA1.584
Total CASTILLA Y LEÓN   22.284

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS NO CARTOGRAFIDAS (3)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
CASTILLA-LA MANCHAAGUDOGUADIANACIUDAD REAL400
CASTILLA-LA MANCHAALFAMBRAGUADIANACIUDAD REAL300
CASTILLA-LA MANCHAMARISANCHEZ – LA CABEZUELAGUADIANACIUDAD REAL1.400
CASTILLA-LA MANCHAPICÓNGUADIANACIUDAD REAL700
CASTILLA-LA MANCHAPUERTO DE VALLEHERMOSOGUADIANACIUDAD REAL800
CASTILLA-LA MANCHARETUERTA DEL BULLARQUEGUADIANACIUDAD REAL300
CASTILLA-LA MANCHAEL PEDERNOSOGUADIANACUENCA500
CASTILLA-LA MANCHACASAS DE JUAN NUÑEZJÚCARALBACETE250
CASTILLA-LA MANCHAFUENSANTAJÚCARALBACETE500
CASTILLA-LA MANCHAJONQUERAJÚCARALBACETE350
CASTILLA-LA MANCHALAS ERASJÚCARALBACETE400
CASTILLA-LA MANCHACAÑETEJÚCARCUENCA400
CASTILLA-LA MANCHALANDETEJÚCARCUENCA400
CASTILLA-LA MANCHASISANTEJÚCARCUENCA700
CASTILLA-LA MANCHASUROESTE DE CUENCAJÚCARCUENCA1.000
CASTILLA-LA MANCHAVEGA DEL PICAZOJÚCARCUENCA400
CASTILLA-LA MANCHAALCADOZOSEGURAALBACETE600
CASTILLA-LA MANCHACANCARIX Y MINATEDASEGURAALBACETE600
CASTILLA-LA MANCHAFUENTEÁLAMOSEGURAALBACETE350
CASTILLA-LA MANCHAHELLÍN (2ª AMPLIACIÓN)SEGURAALBACETE595
CASTILLA-LA MANCHAALBALATETAJOCUENCA500
CASTILLA-LA MANCHAERCÁVICATAJOCUENCA600
CASTILLA-LA MANCHAALTO TAJUÑATAJOGUADALAJARA500
CASTILLA-LA MANCHARIBEREÑOS DE ENTREPEÑAS Y BUENDÍATAJOGUADA,CUENCA3.500
CASTILLA-LA MANCHARIO CAÑAMARESTAJOGUADALAJARA500
CASTILLA-LA MANCHATAJUÑA MEDIOTAJOGUADALAJARA2.460
Total CASTILLA-LA MANCHA  19.005
CATALUÑAVARIOS DEL BAJO SEGREEBROLLEIDA2.000
CATALUÑAPRIVADOS DEL BAJO EBROEBROTARRAGONA2.000
Total CATALUÑA   4.000
COMUNIDAD VALENCIANAPRIVADOS DEL JÚCARJÚCARVALENC,CASTEL,A LIC15.000
Total COMUNIDAD VALENCIANA  15.000

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS NO CARTOGRAFIDAS (4)

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONA REGABLECUENCA HIDROGRÁFICAPROVINCIASUPERFICIE REGABLE (ha)
EXTREMADURAAMPLIAC. SECTOR VIII DE ZÚJARGUADIANABADAJOZ1.100
EXTREMADURARIEGOS DEL OLIVAR EN EL GUADIANAGUADIANABADAJOZ, CÁCERES2.500
EXTREMADURAVEGA DEL RIO LÁCARAGUADIANABADAJOZ200
Total EXTREMADURA   3.800
PAÍS VASCOANDOLLUEBROÁLAVA70
PAÍS VASCOARRATOEBROÁLAVA1.000
PAÍS VASCOASPURUEBROÁLAVA120
PAÍS VASCOAZACETAEBROÁLAVA100
PAÍS VASCOLA BASTIDA, BAÑOS DE EBRO Y YÉCORAEBROÁLAVA1.700
PAÍS VASCOLOS PLANOS – BERNEDOEBROÁLAVA594
PAÍS VASCOMAESTUEBROÁLAVA800
PAÍS VASCOMENDILUCIAEBROÁLAVA1.000
PAÍS VASCOOYÓNEBROÁLAVA500
Total PAÍS VASCO   5.884
RIOJAREGADÍOS DE POSADASEBRORIOJA1.500
RIOJAREGADÍOS MARGEN IZQDA. DEL EBROEBRORIOJA1.000
RIOJAELEVACIONES PRIVADAS DEL EBROEBRORIOJA2.000
Total RIOJA   4.500
Total NACIONAL   163.568

4.4.4      Resumen de superficies de nuevas zonas estudiadas

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS SUPERFICIE REGABLE (ha) POR CUENCAS HIDROGRÁFICAS

CUENCA HIDROGRÁFICAZONAS CARTOGRAFIADASOTRAS ZONAS POTENCIALESSUPERFICIE REGABLE
DUERO228.80311.700240.503
TAJO26.1339.64435.777
GUADIANA80.78313.20093.983
GUADALQUIVIR25.16367.80092.963
SUR DE ESPAÑA1.7085.0006.708
SEGURA2.1452.145
JÚCAR24.77819.55544.333
EBRO300.08930.374330.463
INTERNA DE CATALUÑA
BALEARES750750
CANARIAS3.4003.400
TOTAL NACIONAL687.457163.568851.025

NUEVAS ZONAS ESTUDIADAS SUPERFICIE REGABLE (ha) POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS

COMUNIDAD AUTÓNOMAZONAS CARTOGRAFIADASOTRAS ZONAS POTENCIALESSUPERFICIE REGABLE
ANDALUCÍA36.67777.800114.477
ARAGÓN171.7887.145178.933
BALEARES750750
CANARIAS3.4003.400
CASTILLA-LA MANCHA39.41119.00558.416
CASTILLA Y LEÓN247.47422.284269.758
CATALUÑA41.0934.00045.093
EXTREMADURA70.9773.80074.777
NAVARRA32.00332.003
PAÍS VASCO28.7005.88434.584
RIOJA7.8344.50012.334
VALENCIANA11.50015.00026.500
TOTAL NACIONAL687.457163.568851.025
Gráfica de las hectáreas de superficie de las nuevas zonas estudiadas por cuencas hidrográficas
Gráfica de las hectáreas de superficie de las nuevas zonas estudiadas por comunidad autónoma

4.4.5      Evaluación de las nuevas zonas estudiadas con representación cartográfica

Para la elaboración del programa de actuación del PNR en materia de nuevos regadíos o futuras zonas regables, se han clasificado todas las zonas según la viabilidad técnico-económica de la transformación, excluyendo de los ingresos de las explotaciones las ayudas de la PAC en aquellos cultivos cuyas superficies o producciones máximas garantizadas están alcanzadas.

La viabilidad técnico – económica y la conveniencia social de la posible transformación en riego de una zona, se efectúa mediante el análisis de los siguientes factores:

  • Condiciones naturales de suelo y topografía.
  • Factores climáticos.
  • Calidad del agua aplicada.
  • Alternativas de cultivo antes y después de la transformación.
  • Incidencia medioambiental de la transformación.
  • Recursos humanos disponibles.
  • Incidencia social de la transformación.
  • Incidencia económica de la transformación.

Para el programa de actuación del PNR H-2008, como es lógico, se ha analizado la disponibilidad del agua necesaria para el riego, de acuerdo con el grado de ejecución de las obras de regulación y de las previsiones con relación a ellas en los distintos horizontes de los Planes Hidrológicos de Cuenca.

4.4.6      Evaluación de las nuevas zonas estudiadas sin representación cartográfica

Para las nuevas zonas estudiadas incluidas en este apartado, se ha efectuado el análisis de su viabilidad técnico- económica y conveniencia social, aplicando la misma metodología que para las nuevas zonas estudiadas significativas, procediendo también a la clasificación en grupos, considerando la disponibilidad de agua y la viabilidad técnico económica de las explotaciones sin considerar las subvenciones provenientes de la PAC en aquellos cultivos cuyas superficies o producciones máximas garantizadas están alcanzadas.

En relación con la disponibilidad del agua, se considera que, por las características propias de estas zonas, de menor superficie, normalmente inferior a 1.000 ha, y aquellas que teniendo una dimensión superficial considerable su dispersión geográfica las hace carecer de entidad física individual, estas últimas por lo general a transformar por iniciativa privada, se considera que tienen posible acceso al agua, o que las obras necesarias para su captación y regulación no son de importancia.

El programa de actuación sobre estos regadíos se incluye en el epígrafe “Programas de actuaciones en nuevos regadíos”.

4.4.7      Resultado de la evaluación de las zonas potencialmente regables

En los gráficos adjuntos se indican los resultados globales más significativos obtenidos.

Gráficos circulares de disponibilidad de agua (tipo 1 y 2) y de viabilidad (tipo 1 y 2)

Estos resultados tienen un alcance preliminar y orientativo, que han de ser verificados y contrastados en cada caso concreto, ya que, a veces, parámetros sociológicos relativos a la actividad de los potenciales usuarios, que no han sido considerados en los estudios previos, son determinantes para que una transformación se lleve a cabo o no.

Mapa de España que representa las nuevas zonas estudiadas

4.5 Análisis económico de las explotaciones de regadío

4.5.1      Descripción

Entre los criterios que deben aplicarse en la valoración, selección y priorización del interés de una transformación en regadío, deben figurar, como es natural, los resultados económicos previsibles en las explotaciones afectadas, lo que requiere, para cada una de las zonas consideradas, un análisis de los cultivos actuales y potenciales (costes de producción, precios percibidos y pagados, ingresos brutos, etc.), así como la determinación de indicadores apropiados para evaluar las diferentes zonas regables.

A tal fin, y con la metodología que más adelante se reseña, se han estudiado 449 zonas seleccionadas en todo el territorio nacional y que comprende una superficie total de 8,77 millones de hectáreas, de las cuales 2,83 millones de ha corresponden a regadíos y los 5,94 millones de ha restantes son de secano.

Para cada una de estas zonas se consideran en el estudio tanto las explotaciones de regadío como los cultivos de secano en explotaciones mixtas, ya que sus indicadores económicos sirven de referencia a las zonas próximas que puedan ser objeto de transformación.

En el gráfico que se incluye a continuación se indican de forma desglosada las superficies estudiadas por cuencas hidrográficas.

Gráfica que representa las hectáreas de superficie estudiadas por cuencas hidrográficas

Los estudios en el ámbito de las 449 zonas se han realizado siguiendo el proceso metodológico que se describe esquemáticamente en el cuadro que se incluye a continuación. La toma de datos relativos a técnicas empleadas, gastos, ingresos, costes de producción, etc., de los cultivos más significativos de cada zona, se han basado en encuestas de campo, lo que garantiza un elevado grado de fiabilidad en los indicadores obtenidos, dentro de los niveles de razonable aproximación que se precisan.

Esquema derivado del análisis económico de las explotaciones de regadío

Con esta metodología se han obtenido índices económicos de los cultivos, así como la de las diferentes alternativas de cultivos en las explotaciones de secano, de regadío y mixtos de cada zona. Los diferentes índices y las relaciones económicas se representan en el siguiente cuadro:

Cuadro de indicadores económicos

4.5.2      Síntesis de resultados

La información y resultados obtenidos de los estudios realizados en las 449 zonas analizadas son tan copiosos que no es posible recogerlos íntegramente en este apartado que, por lo tanto, sólo presenta un resumen gráfico de los índices más significativos, que permiten evaluar las transformaciones en regadío de nuevas zonas o las que están en ejecución.

El elevado número de zonas estudiadas y la variabilidad de los resultados económicos, aconseja su agrupación por comarcas. En   los dos primeros mapas que se insertan a continuación, se pueden comparar, dentro de cada comarca agraria, los ingresos brutos (ptas/ha) que en promedio se obtienen en secano y en regadío, como reflejo, en unos casos, del incremento de producción que las transformaciones generan y, en otros, de los cambios de orientación productiva que se puedan producir al pasar de cultivos extensivos en secano (cereales, por ejemplo) a cultivos de mayor valor e intensidad en superficie (frutas, hortalizas, tubérculos, etc.).

En otros dos mapas se comarcaliza, en secano y regadío, el margen neto (ptas/ha) que es el índice que expresa las disponibilidades económicas que quedan en las familias después de deducir de los ingresos totales los gastos efectivos de la explotación.

Finalmente, se incluyen mapas con los ratios “ingresos brutos y beneficios obtenidos por metro cúbico de agua utilizada”, que indican, cómo, en general, los resultados son más favorables en las comarcas mediterráneas, del interior de Andalucía y Valle del Ebro, que en las dos Mesetas.

Mapa de España de los ingresos brutos por hectárea (valores medios del secano por comarca)
Mapa de España de los ingresos brutos por hectárea (valores medios del regadío por comarca)
Mapa de España del disponible familiar por hectárea (valores medios del secano por comarca)
Mapa de España del disponible familiar por hectárea (valores medios del regadío por comarca)
Mapa de España de ingresos brutos (valores medios del secano por comarca)
Mapa de España del beneficio (valores medios del secano por comarca)

4.6 Las aguas subterráneas

Existen numerosos estudios sobre definición y caracterización de acuíferos y unidades hidrogeológicas. Los resultados que a continuación se ofrecen proceden del análisis de estas fuentes disponibles. Debe señalarse que desde la aprobación de los Planes Hidrológicos de Cuenca existe una definición oficial de estas unidades hidrogeológicas, si bien en este capítulo, y de forma no sistemática, se ha empleado información de las distintas fuentes previas para proporcionar, sin pretensión de exaustividad, una visión general de la situación de estos recursos en relación con los usos de regadío.

En los diferentes estudios realizados por el ITGE y la DGOH, los Planes hidrológicos de cuenca y el Libro Blanco de las aguas, se han definido 467 unidades hidrogeológicas con una recarga anual evaluada en 29.908 hm3, ubicada en una superficie de 174.745 km2 y una explotación media anual de 5.532 hm3/año, lo que representa aproximadamente el 18,5% de la recarga en régimen natural.

El hecho de que la explotación anual representa solamente el 18% de la recarga anual, y la existencia al mismo tiempo de una serie de unidades hidrogeológicas sobreexplotadas, en los que las extracciones para el regadío suponen el 85%, demuestra una problemática compleja, por lo que no puede aplicarse el mismo diagnóstico para todas estas unidades así como para las zonas regables con aguas subterráneas.

En relación con el régimen de explotación y la recarga, podemos clasificar las unidades hidrogeológicas como:

  • Sobre-explotadas.
  • Con riesgo de sobre-explotación.
  • Con problemas de intrusión marina.
  • Normalmente explotadas.

4.6.1      Unidades hidrogeológicas sobreexplotadas

La sobreexplotación de las unidades hidrogeológicas independientemente de sus afecciones a ecosistemas acuáticos, superficiales asociados, como humedales, y la discontinuidad de sus caudales, tiene unas implicaciones económicas y sociales a considerar.

De acuerdo con el Reglamento de Dominio Público Hidráulico, artículo 171.2, se considera acuífero sobre- explotado, o en riesgo de sobre-explotación, cuando se encuentra en peligro la subsistencia de los aprovechamientos existentes en el mismo o cuando se produzca un deterioro grave de la calidad del agua como consecuencia de venirse realizando extracciones anuales superiores o muy próximas al volumen medio de los recursos anuales renovables, o que produzcan un deterioro grave de la calidad del agua.

Independientemente de este concepto jurídico de sobreexplotación, que lleva aparejada la declaración de sobreexplotación y que actualmente acoge a 15 unidades hidrogeológicas con declaración provisional o definitiva, más dos unidades declaradas por la Generalitat de Catalunya y 21 acuíferos más con limitaciones de extracciones, actualmente existen 61 unidades hidrogeológicas, 44 de ellas en la península y 17 en los archipiélagos Balear y Canario, en las que el volumen de las extraciones supera al de recarga natural.

Las reservas calculadas para las unidades hidrogeológicas peninsulares son de 27.423 hm3 con un déficit de explotación estimado de 666 hm3/año, que afectan a 418.890 ha de regadío.

Cuenca HidrográficaComunidad AutónomaNº de unidades hidrogeológicasDéficit (hm3/año)
GuadianaCastilla-La Mancha1240,0
GuadalquivirAndalucía110,0
SurAndalucía8 (5+3 compartidas con el Segura)74,5
 Valenciana14 (8+6 compartidas con el Segura)88,0
SeguraMurcia16 (7 + 6 compartidas con el Júcar+ 3 compartidas con el Sur)152,0
 Valenciana325,7
 Castilla-La Mancha412,7
 Andalucía37,0
C.I. CataluñaCataluña310,4
BalearesBaleares714,0
CanariasCanarias1032,0
Total 61665,9
Mapa de la España peninsular que representa acuíferos sobreexplotados
Mapa de Baleares que representa acuíferos sobreexplotados
Mapa de Canarias que representa acuíferos sobreexplotados

4.6.2      Unidades hidrogeológicas con riesgo de sobreexplotación

Se han considerado 23 unidades hidrogeológicas en las que el índice de bombeos/recargas se encuentra entre el 0,8 y el 1, lo que indica un riesgo de sobre-explotación.

UDS. HIDROGEOLÓGICAS CON RIESGOS DE SOBRE-EXPLOTACIÓN INDICE BOMBEO/RECARGA (entre 0,8 y 1,0)

CUENCAUNIDAD HIDROGEOLÓGICAÍND BOMB/RECAR
GUADALQUIVIRGuadix – Marquesado0.88
 Bezmar – Jodar1.00
 Jaén0.96
 Lebrija0.86
 Arcos – Bornos – Espera1.00
 Rota -Sanlúcar – Chipiona0.94
 Béjer – Barbate0.85
SURBajo Almanzora1.00
 Río Verde0.81
 Río Vélez0.82
 Marbella – Estepona0.88
JÚCARPlana de Castellón0.89
 Mancha Oriental0.88
CUENCAS INTERNAS DE CATALUÑARidaura1.00
 Tordera Baix1.00
 Tordera Mig y Alt0.92
BALEARESLlano de Palma0.82
 Lluchmayor – Campos0.85
 San José0.95
CANARIASTascarte0.92
 Dorsal – Santa Cruz0.80
 Aznaje0.88
 Santiago – Teide0.87
FUENTE: MOPTMA-ITGE.

4.6.3      Unidades hidrogeológicas con problemas locales de sobreexplotación

Las unidades en las que se ha determinado que el índice bombeos / recarga se encuentra con valores inferiores a 0,8 pero en las que, no obstante, se han detectado descensos importantes en los niveles o se ha producido una degradación de la calidad del agua, que obliga a tomar medidas correctoras, se han considerado como unidades con problemas puntuales de sobre-explotación.

UNIDADES HIDROGEOLÓGICAS CON PROBLEMAS PUNTUALES DE SOBREEXPLOTACIÓN

CUENCAUNIDAD HIDROGEOLÓGICAÍNDICE BOMBEO/RECARGA
DUEROPáramo de Cuellar0.63
GUADIANAAyamonte – Huelva0.46
GUADIANA – GUADALQUIVIRCampo de Montiel0.41
GUADALQUIVIRAljarafe0.50
 Mancha Real – Rejalgar0.25
SUREl Saltador0.77
 Carchuna – Castel de Ferro0.75
JÚCARVinaroz – Peñíscola0.67
 Gandía – Denia0.50
CUENCAS INTERNAS DE CATALUÑAAubi0.76
 Maresme0.66
 Camp de Tarragona0.67
CANARIASLanzarote0.06
 Fuerteventura0.34
 Guiniguada0.77
 Fataga0.57
 Tauro0.45
 Teno0.20
 Cañadas0.46
 Guía de Isora0.74
 Arona – San Miguel0.52
 Granadilla0.23
 Tagaica0.43
 Dorsal – Candelar0.75
 Anagu0.66
FUENTE: MOPTMA-ITGE

4.6.4      Unidades hidrogeológicas con problemas de intrusión marina

Cuando una unidad hidrogeológica cuyo drenaje natural sea directo al mar y soporte extracciones que de forma general o local puedan alterar las interfacies de agua dulce y agua salada, se produce un aumento de sales en la masa de agua. Este hecho puede afectar gravemente a los cultivos en regadío que se benefician del agua procedente de estas unidades hidrogeológicas, debido a que este aumento de sales provoca una pérdida de la calidad del recurso, lo que conlleva una limitación en sus aplicaciones.

Las explotaciones de los acuíferos costeros en los que las extracciones superan a la recarga, presentan graves problemas debido al avance de la interfacies de agua dulce y salada y, consecuentemente, a su salinización.

De las 82 unidades hidrogeológicas costeras en la península y en las Islas Baleares, el 58% de ellas presentan algún grado de intrusión marina que puede ser de tres tipos: local, zonal y generalizada.

4.6.5      Contaminación por actividades agrarias

Las actividades agrarias, en función de las características de los suelos, del régimen hídrico y de las prácticas culturales, pueden añadir a las aguas subterráneas elementos químicos orgánicos o inorgánicos no deseables, pudiendo incluso afectar al consumo humano.

Estas actividades pueden constituir un factor importante de alteración de la calidad natural del agua subterránea, en cuanto que añade sustancias contaminantes, siendo las más significativas las derivadas de:

  • Los fertilizantes, principalmente los nitrogenados.
  • Los plaguicidas, que debido a sus características son retenidos o adsorbidos en el suelo y su descomposición puede dar lugar a una serie de residuos en ocasiones más tóxicos que los plaguicidas originales.
  • Los residuos de las actividades agropecuarias, contaminantes de carácter orgánico y bacteriológico, que son almacenados en lugares inapropiados o son utilizados como abonos.

La Directiva 676/91/CEE, relativa a la protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos utilizados en la agricultura, trata de limitar y corregir los efectos que las aportaciones nitrogenadas de la fertirrigación y de la actividad ganadera tienen sobre la calidad de las aguas subterráneas.

De acuerdo con la directiva y con el Reglamento derivado de la transposición de la misma al ordenamiento jurídico nacional RD 261/1996 de 16 de febrero (BOE de 11 de marzo).

Las Comunidades Autónomas han declarado las zonas vulnerables a la contaminación por los nitratos, de acuerdo con el citado Real Decreto, o la inexistencia de ella, redactando los códigos de buenas prácticas agrícolas preceptivas.

La superficie en regadío incluida dentro de las zonas declaradas vulnerables asciende a 610.939 ha, con un predominio neto de las aguas superficiales y el sistema de aplicación de riego por gravedad, tal y como se puede observar en los cuadros adjuntos.

La mejora de las condiciones de calidad medioambiental de las aguas subterráneas pasa no sólo la reducción de las dosis de abonado y la aplicación de mejores prácticas ambientales, sino además por la mejora de los sistemas de aplicación del agua de riego, y en los casos de riego con aguas subterráneas, por   la correcta aplicación, por los regantes, de los volúmenes de abonado aportados con el agua de riego.

SUPERFICIE DE REGADÍO EN ZONAS VULNERABLES (ha y %) SEGÚN EL ORIGEN DEL AGUA

Origen del aguaSuperficie (ha)%
Superficial345.00056,47
Subterránea260.26342,60
Trasvases
Retornos4.1960,69
Depuradoras1.4330,23
Desaladoras470,01
Total610.939100,00

SUPERFICIE DE REGADÍO EN ZONAS VULNERABLES (ha y %) SEGÚN EL SISTEMA DE RIEGO

Sistema de riegoSuperficie (ha)%
Gravedad322.60552,8
Aspersión165.18327,0
Localizado123.15120,2
Total610.939100,0

SUPERFICIE DE REGADÍO EN ZONAS VULNERABLES (ha y %) POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaSuperficie (ha)%
Andalucía239.61639,2
Aragón9.4831,6
Baleares4.5250,7
Canarias5.7120,9
Castilla y León8.5131,4
Castilla-La Mancha111.20518,2
Cataluña81.52813,3
Comunidad Valenciana146.71324,0
País Vasco3.6440,6
Total610.939100,0

4.6.6      Las aguas subterráneas y los regadíos

La superficie total de regadío abastecida predominantemente con aguas subterráneas asciende a 942.244 ha, lo que supone aproximadamente el 28% de la superficie total de riego.

SUPERFICIE REGADA CON AGUAS SUBTERRÁNEAS (ha y %) POR CUENCA HIDROGRÁFICA

Cuenca HidrográficaSuperficie (ha)%
Galicia Costa
Norte3430,1
Duero108.81511,5
Tajo2.0570,2
Guadiana159.85317,0
Guadalquivir134.53714,3
Sur72.3557,7
Segura115.45012,3
Júcar223.68523,7
Ebro43.5324,6
Cataluña C.I.39.7364,2
Baleares15.5181,6
Canarias26.3622,8
Total942.243100,0

En relación con el promotor de la transformación, el 11% de la superficie total de regadío con aguas subterráneas es de promoción pública, mientras que, con respecto a las aguas superficiales, este porcentaje se eleva hasta el 63%. Este hecho se debe principalmente al carácter privativo que las aguas subterráneas tenían con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Aguas de 1985.

Los sistemas de aplicación predominantes son los de aspersión y localizado, frente a los de gravedad, representando los sistemas a presión el 65,5% de la superficie regada, cuando en los regadíos con aguas superficiales este porcentaje únicamente alcanza el 36,5%.

Para tener una idea aproximada de la importancia de las aguas subterráneas en el regadío, podemos indicar que ese 28% de superficie aporta aproximadamente un 38% de la producción final agraria correspondiente al regadío, y consume un 20% del agua total empleado por el riego, mientras que el consumo de energía eléctrica alcanza la cifra del 80%. Todo esto es debido principalmente a que:

En general, una gran proporción de los regadíos con aguas subterráneas se ubican en zonas de productividad más alta. La eficiencia del riego es superior en los regadíos con aguas subterráneas que en los que utilizan aguas superficiales, por dos razones:

  • Utilizan sistemas de aplicación más modernos y eficientes.
  • Evitan pérdidas en conducciones desde el origen del agua a la parcela.

El grave problema al que tienen que hacer frente las aguas subterráneas, es que de las 942.244 ha, 418.890 ha (44%) se encuentran ubicadas sobre acuíferos en los que las extracciones son superiores a la recarga y, generalmente, obtienen los recursos de éstos. En el cuadro adjunto se contemplan, para las unidades hidrogeológicas con déficit de recarga y cuencas hidrográficas, las superficies de riego (ha), las necesidades brutas (hm3) y los déficits (hm3).

UNIDADES HIDROGEOLÓGICAS SOBRE-EXPLOTADAS SUPERFICIES DE RIEGO (ha), NECESIDADES BRUTAS (hm3) Y DÉFICITS (hm3) POR CUENCA HIDROGRÁFICA

CuencaNº AcuíferosSuperficie de riegoNecesidades brutasDéficit
Guadiana1127.372566,8240,0
Guadalquivir19.71671,410,0
Sur8 (*)30.487220,274,5
Segura26(*)100.626566,2197,4
Júcar14(*)121.666626,388,0
Cataluña CI36.14021,99,7
Baleares79.60041,714,0
Canarias1113.28390,932,2
Total61418.8902.205,4665,8

No todos los déficits hídricos son achacables a la agricultura, los abastecimientos urbanos, las urbanizaciones turísticas y la industria intervienen en este proceso. En cualquier caso, es necesario promover medidas para la recuperación de los acuíferos sobreexplotados.

Este programa debe contemplar posibles soluciones:

Las 418.890 ha situadas sobre los acuíferos sobreexplotados y abastecidas por éstos actualmente vienen disponiendo de los recursos necesarios, sin que este suministro pueda garantizarse en el futuro, dada la incapacidad del acuífero para mantenerlo. En el mapa adjunto se indican las zonas en las que el agua de riego procede de acuíferos sobreexplotados.

Estos acuíferos sobreexplotados deberán redotarse con otros recursos complementarios u ordenarse para el aprovechamiento de aquellos recursos disponibles a largo plazo o renovables.

Mapa de España de las áreas con predominio de riego con agua de acuíferos sobreexplotados

4.7 Regadíos y ordenación del territorio

La implantación o la presencia del regadío constituye siempre una actividad que ocupa un espacio en el territorio, y por tanto se ve condicionada por las características de este territorio mientras que, a la vez, lo transforma. La interacción planificación de regadíos y la ordenación del territorio presenta tres puntos de vista:

  • Los factores territoriales que condicionan a los regadíos.
  • Las condiciones bajo las cuales una política de regadíos puede reorientar las tendencias territoriales de las áreas receptoras.
  • Las políticas, planificaciones y actuaciones humanas en general que poseen incidencia territorial, complementándose o solapándose a veces, incluso de manera conflictiva.

4.7.1 Clasificación del territorio

El estudio de los regadíos españoles y la ordenación del territorio y del espacio rural ha efectuado una clasificación funcional de los municipios y comarcas españoles estableciendo las siguientes categorías:

Agrícola secano         
Agrícola regadío        
Ganadero  
Natural                                   Urbano                                  
Diversificado agrario
Diversificado industrial
Diversificado varios
Turístico
Marginal
 Se incluye mapa con la clasificación del territorio español.

4.7.2 Los espacios rurales y el regadío

De acuerdo con esta clasificación se ha elaborado una lista de ocho tipos de espacios rurales según los dos factores más representativos de dos conceptos, de carácter físico y socio-económico, que se han utilizado para tipificar los espacios rurales. Estos conceptos son la altitud del territorio sobre el nivel del mar y la intensidad de los usos artificiales con relación a su diversificación y evolución.

Las relaciones entre el regadío y los espacios rurales definidos en el estudio se pueden resumir de la forma siguiente:

Depresiones de especialización agrícola: la implantación de nuevos regadíos y la mejora de los tradicionales en estas zonas puede representar un importante papel para su desarrollo socioeconómico, dado que son áreas óptimas para el desarrollo de una agricultura competitiva de carácter extensivo y se ven inmersas en un riesgo de despoblamiento y desarticulación, por quedar fuera de los límites de influencia de las grandes concentraciones de actividad. Las actuaciones de regadío aportan, por tanto, un importante carácter tanto económico como social.

Altiplanos y somontanos de especialización agrícola: poseen una mayor altitud que en el caso anterior, por lo que su potencial productivo agrario y, por tanto, su dependencia del riego, es menor. Las propias deficiencias socio-territoriales ponen en peligro el desarrollo del regadío, aunque pueden superar el umbral mínimo de adecuación, por lo que se justifican actuaciones tanto de mejora como de transformación, sobre todo por criterios fundamentalmente sociales.

Depresiones de diversificación de actividad: tienen un mayor nivel de evolución socio-territorial que, en los casos anteriores, por lo que por un lado se ve reducida la prioridad de las actuaciones de regadío, aunque por otro existen mayores garantías de éxito. No llega a soportar una presión importante de otros usos, por lo que en la medida que exista una complementariedad con la estructura productiva de la zona, son especialmente aconsejables para llevar a cabo actuaciones de regadío desde un punto de vista fundamentalmente económico.

Altiplanos y somontanos de diversificación de actividad: presentan un cierto grado de evolución socio-territorial, aunque no llegan a interferir en las actividades de regadío, su potencial agro-climático no es muy destacado. Por todo ello pueden resultar aconsejables las actuaciones de regadío, aunque con escasa intensidad.

Interior montañoso y/o de vocación natural: son zonas inapropiadas para la agricultura competitiva. En consecuencia, la agricultura debe orientarse a objetivos ambientales y únicamente resulta aconsejable la mejora de pequeños regadíos tradicionales ya existentes con orientación hacia el autoconsumo o de apoyo a la ganadería local.

Litoral de especialización primaria: la presión que ejercen otros usos sobre el regadío, salvo la procedente del turismo, es escasa. Sin embargo, en estos espacios se registran limitaciones derivadas de la escasez de suelo o de déficit hídricos. En cualquier caso, resulta una agricultura de cultivos de elevada productividad. Son especialmente aconsejables determinados proyectos puntuales con elevadas condiciones de rentabilidad del tipo de cultivos forzados bajo plástico, y en general, las actuaciones de regadío por criterios económicos atendiendo de un modo especial a su impacto ambiental.

Litoral periurbano y/o de actividad evolucionado: se trata de zonas en las que el suelo y el agua entran en fuerte competencia con otras actividades, lo que se traduce en un continuo traspaso de suelo rústico a urbano. Se practica, generalmente, una agricultura a tiempo parcial con orientaciones productivas de elevada rentabilidad. La actuación en materia de regadíos debe concentrarse en la conservación y mejora del regadío tradicional como bien económico, cultural y agro-ambiental, y no están justificadas actuaciones adicionales ante una demanda social en relación con el suelo, el agua y la ocupación que se aleja del sector agrario.

Interior periurbano y/o de actividad evolucionada: es una agricultura interior generalmente de vegas de gran productividad y rentabilidad, aunque en ocasiones con estructuras obsoletas; la presión urbana y la fuerte competencia con otros usos son muy intensas, por lo que al igual que en el caso anterior no se justifican actuaciones adicionales. No obstante, resulta aconsejable la conservación de los regadíos tradicionales, más por su interés agro-ambiental y sociocultural que por su interés productivo, debido a la fuerte presión de otros usos.

Gráfico circular de la distribución en regadíos existentes y en ejecución según espacios rurales
Gráfico circular de la distribución en zonas potencialmente regables y en el total de zonas regables
Mapa de regadíos españoles, ordenación del territorio y espacio rural (clasificación territorial)
Mapa de regadíos españoles, ordenación del territorio y espacio rural (tipología del espacio rural)
Mapa de España de los espacios rurales protegidos, regadíos en ejecución y nuevas zonas estudiadas

4.8 Regadíos y medioambiente

4.8.1      Introducción

Para lograr la sostenibilidad del desarrollo es imprescindible utilizar racionalmente los recursos naturales y actuar con el máximo respeto al medio ambiente. Esto es especialmente aplicable a todas las acciones encaminadas al desarrollo rural, entre las que se encuentran las transformaciones en regadío. La planificación de los regadíos es un instrumento de capital importancia para impulsar el desarrollo de muchas zonas rurales, pero ha de incorporar las consideraciones medioambientales necesarias para que este desarrollo sea sostenible.

Tal y como se describió en el capítulo 2 (síntesis metodológica), en el proceso de elaboración del P.N.R. se han realizado análisis medioambientales sobre los regadíos en explotación y sobre los potenciales, para su consideración en la planificación y en el desarrollo de las zonas nuevas.

Estos análisis se realizaron sobre datos tomados entre los años 1996 y 1998 por lo que es posible que algunos de sus resultados hayan sufrido modificaciones cuantitativas, debidas fundamentalmente a las actuaciones ejecutadas o en curso desde la conclusión del estudio o a la evaluación, desde entonces, del grado de protección del territorio, cuya última situación se dejó reflejada en el epígrafe 3.8 sobre “consideraciones medioambientales de incidencia en la agricultura”.

No obstante, y sin perjuicio de que a lo largo de la ejecución del presente PNR se actualicen la información y los análisis medioambientales de los regadíos, se incorporan en este epígrafe, de forma resumida, los contenidos básicos y los resultados más significativos del estudio.

4.8.2      Contenidos del Estudio

Las líneas de trabajo seguidas por el Estudio fueron diseñadas en función de los siguientes objetivos operativos en:

  • Definir, cuantificar y cartografiar la situación actual de las distintas zonas de regadíos o regables con relación al medioambiente.
  • Realizar la caracterización ambiental del territorio afectado, tanto a nivel del medio abiótico como el biótico.
  • Identificar, definir y valorar los efectos o impactos ambientales más significativos actuales y potenciales que comportan las actuaciones.
  • Determinar las medidas protectoras y correctoras, que siendo técnica y económicamente viables, minimicen las afecciones observadas.
  • Establecer las líneas de un Programa de Vigilancia Ambiental.
  • Determinar los criterios para la integración en las diversas fases del Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (E.I.A.) de los proyectos que se elaboren para la ejecución de las actuaciones, según la normativa vigente a este respecto.

Teniendo en cuenta estos objetivos, se definieron tres ámbitos principales en los que se desarrolló el estudio:

  1. Estudio Básico (Regadíos Potenciales)
  2. Estudio de Regadíos en Ejecución y Explotación
  3. Integración en el procedimiento de E.I.A.

4.8.3      Estudio básico

En este ámbito se procedió al cumplimiento de los tres primeros Objetivos Operativos (Cartografía de las zonas potenciales, caracterización ambiental del territorio e identificación y valoración de los impactos medioambientales más significativos) mediante el siguiente proceso:

  • Caracterización global de las zonas de regadío y definición de la situación, en función de la información captada por el propio PNR
  • Inventario de los aspectos medioambientales más significativos para la actividad del regadío; se definieron las siguientes variables medioambientales:
    • Suelo, como soporte y elemento básico del regadío;
    • Hidrología superficial, como recurso del regadío y, a la vez, como receptor de los retornos del riego;
    • Hidrogeología, como elemento suministrador del recurso agua, fundamental en muchos regadíos, y, a la vez como receptor de retornos, más o menos directamente;
    • Vegetación, recurso natural que define el grado de aprovechamiento y calidad natural de la zona;
    • Fauna, recurso asociado al anterior que define la calidad de la naturaleza y grado de conservación de las zonas estudiadas;
    • Paisaje, la existencia actual de un catálogo de paisajes sobresalientes es condición suficiente para tener en cuenta esta variable al transformar en regadío una zona;
  • Para cada variable se definieron una serie de indicadores y, tras un análisis comparado de las áreas de regadío mediante los indicadores apropiados, a través de un modelo informático, se detectaron los aspectos más significativos o puntos más conflictivos, desde el punto de vista medioambiental.

4.8.4      Estudio de Regadíos en Ejecución y Explotación

Se analizaron las características medioambientales de mayor importancia en algunos regadíos en ejecución que poseen elaborado el Estudio de Impacto Ambiental. Así mismo, en este ámbito del Estudio se han caracterizado efectos o incidencias que, sobre el medio físico y socioeconómico han tenido determinados regadíos “históricos” elegidos en función del tipo de ecosistema donde fueron implantados, para poder comparar las conclusiones obtenidas en ellos con las de otros regadíos implantados o a implantar en ecosistemas análogos. Los macroecosistemas ecológicos elegidos fueron:

  • Ecosistemas estepáricos
  • Ecosistemas de zonas semiáridas
  • Humedales
  • Ecosistemas costeros
  • Dehesas
  • Riberas

También se ha realizado un inventario de las alteraciones esperadas por la mejora y modernización de regadíos, llegándose a un matriz formada en sus filas por las acciones divididas en dos tipos: las de modernización y las de mejora, desglosadas repetidamente hasta llegar a 27 acciones diferentes (por ejemplo, encauzamientos, tendidos eléctricos, redes de distribución, etc.); las columnas contemplan los factores afectados, divididos según el medio en abióticos y bióticos y perceptuales (paisaje) y subdivididos hasta llegar a 14 categorías (por ejemplo, erosión, calidad de las aguas, vegetación de riberas, etc.).

4.8.5      Afecciones ambientales en las nuevas zonas estudiadas

El estudio de las características medioambientales de las nuevas posibles transformaciones en riego es un instrumento más de la planificación general a fin de que las posibles afecciones ambientales sean detectadas.

Se realizó un análisis de la situación ambiental de las nuevas zonas estudiadas con representación cartográfica, estudiándose la variación de los indicadores considerados según las posibles afecciones más importantes, reflejando en una ficha, para cada zona regable, los componentes de los indicadores con mayores variaciones como consecuencia de la transformación en regadío, presentándose a continuación en el gráfico el porcentaje de las superficies afectadas a nivel nacional.

Gráfico circular del porcentaje de superficie de afección ambiental sobre el total nacional

El valor de las afecciones se calculó mediante la ponderación de los diferentes indicadores analizados, definiéndose cuatro tipos de superficies afectadas:

  • Superficie sin afecciones
  • Superficie totalmente afectada
  • Superficie parcialmente afectada
  • Superficie que interacciona con Espacios Naturales Protegidos (ENP)

Como puede observarse en el gráfico la superficie que interacciona con los espacios naturales protegidos en el momento de la realización del estudio representaba el 5%, sin embargo, los procesos de protección del medioambiente han seguido actuando y en los momentos actuales las interacciones de nuevas zonas estudiadas con la delimitación de zonas de protección medioambiental han incrementado su porcentaje.

Sobre un total de 1.036.088 ha de superficie geográfica analizadas, 111.125 ha, el 10,7% son superficies con alguna declaración de protección medioambiental de Espacio Natural Protegido (ENP), Lugar de Interés Comunitario (LIC), Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA), Unidad Hidrogeológica Sobreexplotada (UHS), Zona Vulnerable a la Contaminación con Nitratos de Origen Agranio (ZVN).

La distribución de superficies es la siguiente:

Figuras de protecciónSuperficie de interacción (ha)
ZVN34.685
UHS7.284
ZEPA1.643
LIC23.620
LIC y ZEPA41.191
LIC y UHS42
ENP31
ENP y LIC192
ENP, LIC y ZEPA440

4.8.6      Integración en el procedimiento según la normativa de E.I.A.

A partir de la problemática estudiada en las zonas de regadíos en funcionamiento, se han determinado los criterios necesarios para facilitar la integración de las actuaciones programadas en el procedimiento previsto en la normativa de E.I.A. según los siguientes aspectos:

  • Aspectos medioambientales clave a considerar
  • Impactos más significativos
  • Desarrollo de medidas minimizadoras
  • Criterios de Vigilancia Ambiental
  • Orientación sobre las Autoridades a considerar en la fase de consultas previas.

4.8.7      Propuesta de medidas correctoras a aplicar

Se ha propuesto una serie de medidas precautorias y correctoras para reducir al máximo posible las afecciones sobre los recursos representados en las variables estudiadas. Se presenta a continuación una relación de las más significativas según el recurso analizado:

  • Atmósfera: evitar la volatilización de elementos contaminantes, evitar la quema de rastrojos y residuos
  • Agua: conservación de humedales, aplicación correcta de fertilizantes, optimización de las dosis de riego y mejora de los sistemas de aplicación del riego, conservación y mejora de elementos dentro de la red general de riego
  • Suelo: laboreo de conservación, lucha contra la erosión eólica e hídrica, conservación y mejora de los sistemas de drenaje
  • Vegetación: conservación de variedades de especies autóctonas (biodiversidad a nivel de especies y genética), conservación de la vegetación natural entre cultivos, conservación y restauración de la vegetación de riberas
  • Fauna: preservación de hábitats asociados a especies protegidas, adecuación de tareas de laboreo y cosecha para la protección de la fauna, preservación de la biodiversidad de especies y genética
  • Paisaje: mantenimiento de los elementos singulares del paisaje, mejora del paisaje agrario y prevención de alteraciones en su textura.

4.8.8      Conclusiones

Las consideraciones que se desprenden del análisis medioambiental de las distintas zonas incluidas en el PNR, se resumen a continuación para los regadíos existentes, en ejecución y para las nuevas zonas estudiadas.

4.8.8.1       Regadíos existentes

Las afecciones que hayan podido causar los regadíos históricos o con cierta antigüedad no han podido, en unos casos, ser asimiladas por un entorno natural modificado por el regadío de forma definitiva, salvo que sea posible adoptar medidas correctoras y, en otros casos, se ha constatado que el regadío  ha modelado unos ecosistemas agrícolas que atesoran una serie de valores en cuanto a hábitats seminaturales, biodiversidad de flora y fauna y paisaje, que forman parte ya de un acerbo estético, cultural y social digno de ser conservado en muchas de nuestras zonas rurales.

4.8.8.2       Regadíos en ejecución

Al estar sometida la transformación en regadío al procedimiento de evaluación de impacto ambiental, las afecciones negativas que se puedan producir en las transformaciones pendientes en estas zonas serán identificadas y calificadas en los correspondientes estudios, que en cada proyecto propondrán las medidas correctoras necesarias para reducir al mínimo los impactos negativos.

Las posibles afecciones en los sectores pendientes de ejecución no se han producido, por estar en fase de proyecto. No obstante, y según el estudio realizado, se han podido detectar afecciones posibles que, sin duda, los preceptivos Estudios de Impacto Ambiental, aún no redactados, matizarán y darán adecuada respuesta para reducir las afecciones a los límites permisibles.

4.8.8.3       Nuevas zonas estudiadas

Los proyectos de nuevas transformaciones en las zonas estudiadas serán sometidos a la declaración de Impacto Ambiental, y su transformación en riego exigirá previamente un estudio individualizado de EIA, el cual establecerá las medidas correctoras correspondientes. No obstante, del estudio actual se pueden deducir las siguientes conclusiones:

  • El riesgo de erosión por prácticas agrícolas no presenta importancia apreciable excepto en zonas incluidas en la Cuenca Sur, donde se deberán tomar las correspondientes precauciones.
  • De las zonas estudiadas, alrededor del 50% de la superficie se asentará sobre acuíferos permeables, con el consiguiente riesgo de contaminación por abonos y fitosanitarios.
  • La vegetación de interés puede verse afectada en el 25% de la superficie, mientras que la fauna de interés, fundamentalmente la estepárica, se encuentra presente en más del 40% de la superficie.

La interacción de las nuevas zonas estudiadas con la delimitación de zonas de especial protección ambiental supera el 10%, destacándose que la mayor parte de esta interacción se produce en la Cuenca del Ebro.

4.9 Demanda y consumo de agua para riego

4.9.1      Introducción

El estudio de la demanda de agua para riego tiene por objeto identificar, comparar y analizar las diferencias obtenidas entre la demanda, el suministro y el consumo de agua para riego en cada unidad de superficie, al objeto de evaluar la viabilidad de las actuaciones programadas al horizonte 2008 con las demandas definidas en los Planes Hidrológicos de Cuenca que garanticen su suministro. El cálculo se realiza tanto para los regadíos existentes como para el resto de las zonas estudiadas. Los cálculos se han realizado con los datos meterológicos medios para los periodos y estaciones disponibles en la base de datos original de los estudios agroclimáticos del MAPA. Como resultado se genera una base de datos que será el instrumento básico del propio análisis y del seguimiento y desarrollo de las actuaciones del PNR. Los principales aspectos que se analizan son:

Regadíos existentes.

  • Cálculo de las demandas actuales y futuras necesarias para satisfacer las necesidades de los cultivos.
  • Estado actual de los regadíos en relación con el suministro.
  • Definición del suministro actual.
  • Cálculo de los retornos de riego.
  • Estimación de los consumos.
  • Cálculo de los recursos adicionales necesarios en los regadíos infradotados.
  • Determinación del ahorro de agua derivado de los programas de actuación.

Regadíos en ejecución y nuevas transformaciones en regadío.

  • Estimación de demandas y consumo.
  • Variación de la demanda entre la situación actual y la situación futura.

4.9.2      Metodología

Los cálculos del estudio de la demanda se establecen tomando como unidad territorial el área de riego, definida en los estudios de caracterización y tipificación de regadíos existentes como el ámbito territorial resultante de subdividir las unidades de gestión hidráulica, dentro del cual los regadíos presentan un grado de uniformidad y un origen del agua suficientemente homogéneo para su caracterización agrupada.

Para el cálculo de las necesidades teóricas de agua de los cultivos (demanda neta teórica) se han seleccionado y asignado a cada una de las áreas de regadío las estaciones meteorológicas del Instituto Nacional de Meteorología necesarias para el cálculo de la evapotranspiración potencial por el método de Penman-Monteith. Calculada la evapotranspiración potencial, con la aplicación de los correspondientes coeficientes de cultivo y de acuerdo con la superficie ocupada por cada uno de ellos en la alternativa correspondiente al área, se obtienen las necesidades netas de agua del área.

La demanda bruta teórica en la situación actual equivale al cociente entre las necesidades netas teóricas de agua en el área y el coeficiente de eficiencia global del riego. Este coeficiente de eficiencia global es producto del coeficiente de eficiencia de aplicación, que está en consonancia con el sistema de riego actualmente aplicado, y de los coeficientes de eficiencia de conducción y distribución, el cual está en relación directa con el estado de las infraestructuras hidráulicas, información proporcionada por los estudios de caracterización y tipificación de los regadíos existentes y contrastada con los datos de los PHC.

El proceso metodológico consta de las siguientes fases:

  • Asignación de las estaciones meteorológicas a cada una de las áreas.
  • Cálculo de la evapotranspiración potencial. La evapotranspiración potencial de referencia se ha determinado por el método de Penman-Monteith. Los coeficientes de cultivo se tomaron de distintos estudios realizados por las Universidades, el CEDEX y las Comunidades Autónomas.
  • Alternativas de cultivo. Para el cálculo de la demanda actual se han considerado las alternativas de cultivo en cada una de las áreas de riego, obtenidas de los estudios de caracterización y tipificación de los regadíos existentes. Para el cálculo de la demanda futura, debido a que las posibilidades de modificación de las alternativas de cultivo para las mismas condiciones agroclimáticas son muy reducidas y a que la influencia de estos cambios en el consumo de agua es poco significativa, en los regadíos existentes se mantienen las mismas alternativas y en los nuevos regadíos se consideran los cultivos actualmente en regadío en las áreas donde estos regadíos están ubicados.
  • Eficiencias actuales. La estimación de las eficiencias actuales se ha realizado en función de los sistemas de riego (eficiencia de aplicación) y del estado de las infraestructuras hidráulicas determinado por el PNR en base al material y al estado de conservación de estas infraestructuras.
  • Eficiencias futuras. Las eficiencias futuras se estiman para una situación posterior a la ejecución del programa de actuación previsto para los regadíos existentes. El programa de actuación de los regadíos existentes tiene la doble dificultad de establecer un estado de conservación, del conjunto de los regadíos, variable en el tiempo, y fijar la superficie concreta a aplicar cada una de las actuaciones cuando la decisión pueda tener origen múltiple (el propio PNR, los agricultores y las Administraciones Públicas). Por todo ello se ha seguido el método siguiente:
    • La eficiencia de aplicación se relaciona y cuantifica con la conveniencia de cambios en los sistemas de riego estimada en los trabajos de caracterización.
    • Las eficiencias de distribución y conducción se establecen a partir del ahorro de agua determinado en el plan de actuaciones establecido en los estudios de caracterización.
  • Demanda futura. Se obtiene para cada área mediante el cociente entre las necesidades de agua de los cultivos que integran las correspondientes alternativas y la eficiencia global (aplicación, distribución y conducción) estimada para la situación resultante de la aplicación de los programas del PNR.
  • Retornos generados, que se estiman de acuerdo con la metodología utilizada por el MIMAM.
  • Índice de dotación actual. Para el cálculo del índice de dotación de agua de la superficie de regadío existente en cada una de las áreas y en la situación actual, se compara la demanda bruta teórica para cada una de ellas con el suministro bruto. Para la clasificación de la superficie regada según el índice de dotación, se han establecido cuatro grandes grupos en relación con la demanda bruta teórica calculada y los suministros brutos.
    • Superficie sobredotada: cuando el suministro bruto supera en un 10% a la demanda bruta calculada por el PNR.
    • Superficie dotada: cuando el suministro bruto está incluido en el intervalo entre el 90% y el 110% de las demandas brutas calculadas.
    • Superficie ligeramente infradotada: cuando esta relación se encuentra entre el 75% y el 90%.
    • Superficies infradotadas: cuando el suministro bruto es inferior al 75% de la demanda bruta calculada por el PNR.
  • Ahorro bruto de agua, que se puede obtener con el programa de consolidación y mejora de regadíos. Se compone de la suma de las disminuciones de pérdidas de agua en la distribución y aplicación de la misma en los regadíos dotados o sobredotados, lo que provoca una disminución de las necesidades de agua en cabecera de área, y las disminuciones de pérdidas de agua en la distribución y aplicación de la misma en los regadíos infradotados, lo que provoca una disminución de los recursos adicionales necesarios.
  • Recursos adicionales. Los recursos adicionales expresados en los trabajos de caracterización y tipificación de regadíos del PNR y contemplados en los programas de actuación serán objeto de tratamiento desde el punto de vista del suministro sin indicar su procedencia, por corresponder ésta a la Planificación Hidrológica.
4.9.2.1       Esquema metodológico
Esquema metodológico para la demanda y el consumo de agua para riego

4.9.3      Demanda en la situación actual

4.9.3.1       Demanda bruta en cabecera de área

La demanda bruta de los cultivos equivale al cociente entre las necesidades netas de los cultivos y el coeficiente de eficiencia en riego. Este último está en consonancia con el sistema de riego actualmente aplicado.

Para el cálculo de la demanda bruta en cabecera de conducción o cabecera de área de riego, debemos dividir la demanda bruta de la alternativa por el coeficiente de eficiencia de las redes de distribución en la situación actual, el cual está en relación directa con el estado de las infraestructuras hidráulicas, información proporcionada por los estudios de caracterización y tipificación de los regadíos existentes y contrastada con los de los PHC.

4.9.3.2       Demanda bruta por área, sistema de explotación y cuenca hidrográfica

Una vez calculada la demanda bruta en cabecera de área (811 áreas en todo el territorio nacional), ésta se integra en los sistemas de explotación, y éstos en las cuencas hidrográficas a las que correspondan. A continuación, se detallan las dotaciones brutas medias en cabecera de área para cada cuenca hidrográfica.

DEMANDA NETA Y BRUTA TEÓRICA DE AGUA (hm3) EN LA SITUACIÓN ACTUAL POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaDemanda neta teórica (m3/ha)Demanda bruta teórica (m3/ha)Superficie regada (ha)Demanda bruta teórica (hm3)
Andalucía4.1517.128779.8805.559
Aragón4.5808.741394.5223.448
Asturias1.7493.6684.34216
Baleares3.5344.80417.37683
Canarias6.2618.03029.379236
Cantabria3.3055.5742.60315
Castilla-La Mancha3.5875.908353.8012.090
Castilla y León4.0837.302486.6763.554
Cataluña3.5376.201264.7931.642
Extremadura5.1189.602210.4882.021
Galicia2.0784.09685.490350
Madrid4.8069.33327.973261
Murcia3.8435.749192.6981.108
Navarra3.8047.35381.673601
País Vasco2.8733.94013.12652
Rioja2.9785.81849.335287
Valenciana3.5146.361350.4822.229
Total4.1167.0423.344.63723.552

DEMANDA NETA Y BRUTA TEÓRICA DE AGUA (hm3) EN LA SITUACIÓN ACTUAL POR CUENCA HIDROGRÁFICA

CuencaDemanda neta teórica (m3/ha)Demanda bruta teórica (m3/ha)Superficie regada (ha)Demanda bruta teórica (hm3)
Galicia Costa1.6702.94626.37178
Norte2.4014.61874.032342
Duero4.1357.354447.5763.292
Tajo4.9059.131201.3361.838
Guadiana4.0466.512335.5902.185
Guadalquivir4.3927.160602.9664.317
Sur4.6237.397142.4571.054
Segura3.8555.876276.3161.624
Júcar3.7436.373384.8022.452
Ebro4.1927.793738.6625.756
Cataluña CI2.8354.35267.774295
Baleares3.5994.80417.37683
Canarias6.2618.03029.379236
Total4.1167.0423.344.63723.552

4.9.4      Demanda futura

Las demandas futuras de agua para regadíos han sido fijadas de forma general en los PHC recientemente aprobados. Considerando tales previsiones, y con el objeto específico de evaluar los resultados de las medidas previstas en este Plan Nacional de Regadíos con horizonte temporal y objetivos diferentes, se ha procedido a evaluar la demanda futura de agua en los regadíos existentes teniendo en cuenta las actuaciones previstas por este Plan y que deben estar garantizadas por los Planes Hidrológicos de Cuenca.

Tal cálculo se incluye en el epígrafe 10.1.2, corrigiendo la demanda total actual de acuerdo con los programas de actuación de consolidación y mejora de regadíos, lo que provocará, por una parte una disminución de la demanda (ahorro por mejora de la eficiencia de riego en los sistemas de aplicación y en las infraestructuras hidráulicas dentro del área) y por otra un aumento de la demanda debido a los recursos adicionales necesarios para la rehabilitación y consolidación de los regadíos infradotados. Los cálculos de ahorro de agua y recursos adicionales derivados de estas actuaciones se incluyen en el epígrafe 10.1.

Una vez definido el programa de actuaciones para los regadíos existentes, y la superficie de regadíos a consolidar y mejorar en el epígrafe 9.1, se calcula la demanda futura de estos regadíos (epígrafe 10.1) donde corregimos la demanda total actual de acuerdo con las actuaciones de consolidación y mejora de los regadíos definidas.

Asimismo, una vez establecidas las nuevas superficies a transformar en regadío (regadíos en ejecución y nuevas transformaciones), epígrafes 9.2 y 9.3, se calcula la demanda futura asignada por estos programas en el epígrafe 10.1.

4.9.5      Consumo actual de agua de riego

El consumo actual de agua en un área de regadío se compone del agua suministrada en cabecera de área (suministro bruto) menos los retornos de agua originados por el riego. Se define como área de regadío el ámbito territorial resultante de subdividir las unidades de gestión hidráulicas de las cuencas hidrográficas dentro del cual los regadíos presentan un grado de uniformidad y un origen del agua suficientemente homogéneo para su caracterización agrupada. El PNR subdivide el territorio nacional en un total de 811 áreas de regadío.

El agua suministrada en cabecera de área se ha estimado a partir de los datos recogidos en las encuestas de campo, realizadas a las comunidades de regantes y regantes individuales y del análisis de las demandas agrarias incluidas en los Planes Hidrológicos de Cuenca, ya que su conocimiento exacto exigiría disponer de elementos de control y medida, que en la actualidad no existen en los puntos de suministro.

Dividiendo el agua suministrada en cabecera de área entre la superficie regada obtenemos el suministro actual por unidad de superficie (ha). Los retornos de agua de riego que se producen en cada una de las áreas se han estimado de acuerdo con la norma recogida en la Orden Ministerial de 27 de septiembre de 1992 del Ministerio de Obras Públicas y Transportes. Agregando los datos anteriores obtenemos los datos medios de demanda de agua por Comunidad Autónoma y el total nacional, y restando los retornos obtenemos el consumo anual de agua para riego.

El consumo actual total de agua de riego asciende a 20.432 hm3, que por Comunidad Autónoma y Cuenca Hidrográfica es el siguiente:

SUMINISTRO BRUTO Y CONSUMO DE AGUA (hm3) EN REGADÍOS EXISTENTES POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaSuministro bruto (m3/ha)Superficie regada (ha)Suministro bruto (hm3)Retornos de agua de riego (hm3)Consumo de agua (hm3)
Andalucía6.443779.8805.0256004.425
Aragón8.174394.5223.2255552.670
Asturias5.7584.34225124
Baleares7.82717.37613625111
Canarias7.14829.37921027183
Cantabria5.7632.60315213
Castilla-La Mancha6.408353.8012.2671712.096
Castilla y León6.888486.6763.3523552.997
Cataluña8.380264.7932.2193471.872
Extremadura8.052210.4881.6952751.420
Galicia7.24185.49061981538
Madrid9.58027.97326840228
Murcia6.388192.6981.2311271.104
Navarra6.29381.67351459455
País Vasco3.04713.12640040
Rioja6.93249.33534241301
Valenciana6.035350.4822.1151601.955
Total6.9653.344.63723.2982.86620.432

SUMINISTRO BRUTO Y CONSUMO DE AGUA (hm3) EN REGADÍOS EXISTENTES POR CUENCA HIDROGRÁFICA

CuencaSuministro bruto (m3/ha)Superficie regada (ha)Suministro bruto (hm3)Retornos de agua de riego (hm3)Consumo de agua (hm3)
Galicia Costa8.33726.37122044176
Norte7.73474.03257363510
Duero6.801447.5763.0443222.722
Tajo8.262201.3361.6632301.433
Guadiana6.657335.5902.2342361.998
Guadalquivir6.635602.9664.0005053.495
Sur5.620142.45780175725
Segura6.240276.3161.7241571.567
Júcar6.122384.8022.3561842.172
Ebro8.033738.6625.9349624.971
Cataluña CI5.96267.77440436368
Baleares7.80417.37613625111
Canarias7.14729.37921027183
Total6.9653.344.63723.2982.86620.432

4.9.6      Índice de dotación

Para el cálculo del índice de dotación de la superficie en riego existente, se comparó la demanda bruta requerida por los cultivos con dos referencias de suministro:

  • La proporcionada por los trabajos de caracterización del PNR.
  • La asignada, corregida en ciertos puntos por las garantías de suministro.

La determinación de la demanda bruta teórica se ha realizado considerando los coeficientes de eficiencia actuales de aplicación del agua en parcela y de distribución en las conducciones.

Para la clasificación de la superficie regada según el índice de dotación se han establecido cuatro grandes grupos en relación con la demanda bruta teórica calculada por el PNR y el suministro expresado:

  • Superficie sobredotada: cuando el suministro bruto supera en un 10% a la demanda bruta en cabecera calculada por el PNR.
  • Superficie dotada: cuando el suministro bruto está incluido en el intervalo entre el 90% y el 110% de las demandas brutas en cabecera.
  • Superficie ligeramente infradotada: cuando esta relación se encuentra entre el 75% y el 90%.
  • Superficies infradotadas: cuando el suministro bruto es inferior al 75%.

Integradas por Comunidad Autónoma las superficies por áreas calculadas según índice de dotación, se obtiene la superficie total nacional clasificada según el grado de dotación.

SUPERFICIE REGADA (ha) SEGÚN ÍNDICE DE DOTACIÓN POR CUENCA HIDROGRÁFICA

Cuenca HidrográficaSobredotadaDotadaLigeramente infradotadaInfradotadaTotal Superficie Regada
Galicia costa26.37100026.371
Norte49.94315.4748.615074.032
Duero131.01791.59982.582142.379447.577
Tajo26.13722.69173.12879.380201.336
Guadiana163.53327.935113.69830.424335.590
Guadalquivir95.43142.051114.520350.963602.965
Sur21.64312.17418.81489.827142.458
Segura22.823149.35329.28474.856276.316
Júcar41.176128.843105.991108.790384.800
Ebro247.060123.118126.828241.657738.663
Cataluña CI34.19621.86111.717067.774
Baleares15.0972.2790017.376
Canarias3.9475.2429.14611.04429.379
Total878.374642.620694.3231.129.3203.344.637
NOTA.- Al calcular como índice de dotación el porcentaje de demanda bruta suministrada en relación con la demanda bruta exigida  por  los  cultivos,  se  da  la  circunstancia  de  que  superficies  abastecidas  de  acuíferos  sobreexplotados  pueden  estar perfectamente dotadas actualmente, lo cual puede agudizar el proceso de sobreexplotación.

SUPERFICIE REGADA (ha) SEGÚN EL ÍNDICE DE DOTACIÓN POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaSobredotadaDotadaLigeramente infradotadaInfradotadaTotal superficie regada
Andalucía130.35568.904137.846442.775779.880
Aragón82.94284.37981.217145.985394.522
Asturias3.097141.23204.342
Baleares15.0972.2790017.376
Canarias3.9475.2429.14611.04529.379
Cantabria1.3495001.2042.603
Castilla-La Mancha160.65022.852106.15464.145353.801
Castilla y León140.34195.09688.152163.088486.676
Cataluña167.70938.71215.50242.870264.793
Extremadura5.65619.732143.17841.921210.488
Galicia66.16411.9427.383085.490
Madrid10.0491474.21113.56627.973
Murcia22.82387.87724.68057.318192.698
Navarra8.31512.77124.34436.24281.673
País Vasco1.7202.66508.74113.126
Rioja23.2629.93414.1911.94849.335
Valenciana34.897180.02337.08898.473350.482
Total878.374642.620694.3231.129.3203.344.637
NOTA.- Al calcular como índice de dotación el porcentaje de demanda bruta suministrada en relación con la demanda bruta exigida  por  los  cultivos,  se  da  la  circunstancia  de  que  superficies  abastecidas  de  acuíferos sobreexplotados  pueden  estar perfectamente dotadas actualmente, lo cual puede agudizar el proceso de sobreexplotación.

4.9.7      Exceso de agua suministrada y recursos adicionales necesarios

En el apartado anterior se han obtenido los índices de dotación de agua de las distintas áreas de regadío comparando la demanda bruta teórica para cada una de ellas, de acuerdo con los coeficientes de eficiencias en la situación actual, con el suministro bruto.

Esta clasificación se origina por el hecho de la existencia de áreas de regadío que reciben un suministro superior a las demandas brutas necesarias en la actualidad, lo que provoca un exceso de agua suministrada, o una sobredotación, y otras reciben volúmenes de agua inferiores a los actualmente necesarios, lo que significa una situación de infradotación y por tanto una necesidad de aporte de recursos adicionales. Entre los recursos adicionales se incluyen los recursos necesarios para corregir la sobreexplotación de los acuíferos.

En la situación actual se han calculado los recursos adicionales necesarios para la consolidación de la totalidad de la superficie de regadíos infradotados. Estos recursos adicionales, incluyendo los recursos necesarios para corregir la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos ascienden a 4.287 hm3/año.

El exceso de agua suministrada en los regadíos sobredotados asciende a 3.366 hm3/año. Parte de este exceso de agua se pierde por evaporación y el resto vuelve al ciclo natural del agua pudiendo ser reutilizado para:

  • Regadíos existentes.
  • Nuevos regadíos.
  • Recarga de acuíferos.
  • Otros usos.

Este exceso de agua de 3.366 hm3/año supone en la actualidad un incremento de los retornos calculados del agua de riego de 887 hm3.

Estos datos (recursos adicionales, excesos de agua, retornos) están referidos a los volúmenes de agua que reciben las áreas de riego (superficies de regadío de demarcación igual o superior a una zona regable) y por tanto no son sumables a efectos de balances hídricos por cuenca hidrográfica.

Por esta razón no se ofrecen datos agregados por cuencas hidrográficas, pues tal agregación carecería de sentido físico, induciendo a confusión. Para la determinación de los recursos adicionales requeridos por cuencas es necesario construir modelos de los sistemas hidráulicos, que no se limiten a la mera suma aritmética de las zonas, y que reproduzcan con detalle los flujos, demandas, suministros, retornos y almacenamientos del sistema. De este modo pueden evaluarse a la escala de la cuenca los efectos globales de determinadas actuaciones sobre demandas concretas. Esta labor se ha desarrollado en el marco de los Planes de Cuenca y el Plan Hidrológico Nacional, y queda fuera de los objetivos de este Plan Nacional de Regadíos.

RECURSOS ADICIONALES NECESARIOS PARA SATISFACER LAS DEMANDAS EN LAS ÁREAS DE RIEGO INFRADOTADAS (hm3)

Comunidad AutónomaRecursos adicionales necesarios
Andalucía1.458
Andalucía1.458
Aragón515
Asturias2
Baleares14
Canarias77
Cantabria4
Castilla-La Mancha394
Castilla y León572
Cataluña82
Extremadura360
Galicia6
Madrid41
Murcia226
Navarra126
País Vasco16
Rioja24
Valenciana370
Total4.287
Nota.- La cifra de recursos adicionales para los regadíos insuficientemente dotados en la situación actual incluye los recursos necesarios para corregir la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos.

4.9.8      Consumo futuro de agua de riego

El cálculo del consumo futuro de agua en los regadíos se incluye en el epígrafe “El PNR y los planes hidrológicos de cuenca”.

4.10  Los regadíos y la planificación energética

Las distintas planificaciones sectoriales de rango nacional, realizadas por las Administraciones Públicas tienen que ser consideradas en el PNR. Sin embargo, las previsiones del anterior Plan Energético Nacional (PEN) en el período de vigencia (1990-2000) no incluyen una exposición específica de los regadíos. Por ello, parece aconsejable situarlos dentro del contexto atendiendo a los parámetros que puedan tener mayor interés planificador:

  • Los regadíos y el consumo de energía.
    • Consumo del regadío en el marco de la planificación energética.
    • Consumo del regadío por actividad: Riego y labores.
    • Consumo por tipo de energía: Electricidad y gasoil.
    • Distribución espacial del consumo de energía.
  • Los regadíos y la producción de energía.
    • Energía cesante (altura de los embalses más significativos).
    • Embalse de uso compartido.

Para ello se han estudiado los siguientes aspectos:

  • Inventario del consumo de energía eléctrica del regadío a través de los datos que las compañías eléctricas proporcionan a los Ayuntamientos en los que vienen reflejados los abonados que tienen derecho a que se les aplique las tarifas de riego. Este inventario comprende:
    • Número de abonados
    • Potencias contratadas
    • Consumos
  • Estudio del consumo de gasoil en las explotaciones de riego diferenciando el consumo en la propia actividad de riego (presurización de los sistemas de riego y extracción de aguas subterráneas) del consumo por las labores y actividades propiamente agrícolas. Se utilizan los datos correspondientes al Ministerio de Industria y Energía (MINER) y a los estudios realizados de caracterización y tipificación de regadíos existentes.
  • Análisis del incremento en el consumo de energía producido por la aplicación de los diferentes programas de actuaciones de consolidación y mejora de los regadíos existentes (cambios de sistemas de riego) y los previstos en los regadíos en ejecución y los nuevos regadíos.
  • Cálculo de la producción de energía eléctrica en las infraestructuras de riego.
  • Inventario de los embalses de uso compartido, indicando cuáles de ellos son atribuidos al regadío.

La estructura de la producción neta de la energía eléctrica se resume en el siguiente cuadro:

ESTRUCTURA DE LA PRODUCCIÓN NETA

TIPO DE FUENTE PRODUCTIVA19902000
GW⋅h%GW⋅h%
Hidráulica24.67317,532.78116,4
Nuclear51.66436,746.38323,2
Carbón nacional48.96034,857.60828,9
Carbón importado6.5074,611.5015,8
Fuel2.0341,500,0
Gas6190,422.61211,3
Importación Exterior00,08.7604,4
Autoproducción6.2674,519.96410,0
Total140.724100,0199.609100,0

En Baleares, Ceuta y Melilla la totalidad de la energía eléctrica es de origen térmico. En Canarias de los 1.736 MW⋅h previstos para el año 2000 únicamente 0,8 MW⋅h son de origen hidráulico.

4.10.1  Demanda de energía primaria en la agricultura

Se ha calculado la demanda de energía primaria en el conjunto de la agricultura y pesca, distinguiendo entre ella la correspondiente a los regadíos. En estos se ha diferenciado el consumo de energía correspondiente a la propia actividad del riego, energía necesaria para la captación del agua y para proporcionar la presión necesaria a los distintos sistemas de aplicación del riego, del consumo de energía de las propias labores agrícolas en las superficies de riego.

4.10.1.1   Distribución por Comunidades Autónomas

Los 2.867 GW⋅h consumidos por riego durante 1995 representan el 1,8% del consumo nacional (158.841 GW⋅h en 1995).

La distribución   de demandas de energía por CCAA, muestra un consumo importante de energía eléctrica en regadío en cuatro CCAA: Castilla La Mancha, C. Valenciana, Andalucía y Murcia, superando ampliamente los 500.000 MW ⋅h. Andalucía, seguida de lejos por Castilla y León aparecen como los principales consumidores de gasoil en regadío.

CONSUMO DE ENERGÍA EN REGADÍOS, AGRICULTURA Y PESCA POR CCAA

Comunidad AutónomaRegadíosAgricultura y Pesca
BombeosLaboresTotalConsumoConsumoConsumo
Eléctricos (MWh)Gasoil (t)Gasoil (t)Gasoil (t)Energía (Ktep)Gasoil (t)Energía (Ktep)
Andalucía530.86348.047108.505156.552270467.191581
Aragón103.2547.05855.56862.62685177.389199
Asturias0104377481052.49252
Baleares21.9611.9012.3604.281936.80041
Canarias139.2949.4194.06113.4804349.21079
Cantabria3999356455036.84237
Castilla-La Mancha595.81722.04449.04771.091198301.970429
Castilla y León190.33027.62767.86695.493136436.927476
Cataluña46.22114.33436.66350.99861286.221296
Extremadura58.68613.81329.30943.1225695.567108
Galicia5253.26011.79315.05415413.306413
Madrid10.1111.7103.8045.514881.95384
Murcia543.66215.22627.23842.48415985.507202
Navarra26.2811.45011.41612.8661844.05350
País Vasco2.9635191.8782.3983137.211138
Rioja7.3538646.8037.667932.55734
Valenciana589.86814.90348.55663.459190214.691341
Total2.867.228182.399465.601648.0001.2612.949.8843.563
4.10.1.2   Demanda de energía primaria en la agricultura

Para el cálculo de la energía en la agricultura española se han tomado las cifras correspondientes al año 1995 que por actividades se desglosan, incluyendo el regadío, de la forma siguiente:

DEMANDA DE ENERGÍA PRIMARIA EN LA AGRICULTURA EN 1995


Gasoil Agrícola KtepEnergía eléctrica para riego (Ktep)Total Energía Ktep% sobre España
Secano1.34901.3491,.33
Bombeos Regadío2246138370,83
Labores Regadío4244240,41
Pesca85308530,83
Otros10001000,10
Total2.9506133.5633,5
4.10.1.3   Consumo de energía primaria para riego

Del análisis del cuadro anterior se obtienen las siguientes conclusiones:

  • La demanda de energía primaria en Agricultura y Pesca con 3.563 Kteps representa el 3,5% del conjunto nacional (101.833 Kteps).
  • El regadío consume 1.261 Kteps de los cuales corresponden 648 Kteps a gasoil y 613 Kteps a energía eléctrica consumida en bombeos de riego (estación aguas subterráneas, presurización de riegos).
  • El gasoil representa algo más del 25% del total de la energía primaria consumida en bombeos de regadío.
  • El consumo de energía eléctrica para riego es de 2.867 GW⋅h., representando el 1,8% del consumo nacional (158.841 GW⋅h en 1995).

4.10.2  Producción de energía hidroeléctrica

Los embalses construidos en el territorio nacional se diferencian según el uso atribuido a cada uno de ellos, que generalmente no corresponde a una sola actividad, sino que presentan un uso compartido entre producción energética, riegos, abastecimientos urbanos, uso industrial, actividades recreativas. No obstante, normalmente se les asigna un uso principal.

La potencia instalada para el total de los embalses asciende a un total de 16.429.273 kW distribuidos en los siguientes usos principales:

POTENCIA INSTALADA POR EMBALSE SEGÚN EL USO PRINCIPAL ATRIBUIDO

USO PRINCIPAL ATRIBUIDOkW
Abastecimiento1.258.970
Abastecimiento-Recreo4.320
Abastecimiento-Energía70.519
Derivación2.700
Energía12.290.820
Riegos575.102
Riegos-Abastecimiento403.907
Riegos-Abastecimiento-Energía201.074
Riegos-Defensa40.720
Riegos-Energía1.525.312
Riegos-Pesca-Energía240
Usos Industriales55.590
TOTAL16.429.273

La producción anual hidroeléctrica nacional, como es lógico, depende en gran medida de la pluviometría y su distribución en los distintos años. El Plan Energético Nacional, estimó una producción de 24.673 GW⋅h para 1990 y de 32.781 GW⋅h para el año 2000, cifra que oscila alrededor del 17% de la producción eléctrica total.

4.10.3  Influencia en el PEN de los programas de actuaciones del PNR

Los distintos programas de actuación del PNR, tienen una influencia diversa en la producción y consumo de energía eléctrica. Por una parte, el programa de consolidación y mejora de regadíos existentes provoca un aumento de consumo debido al cambio de sistema de aplicación del agua con una mayor superficie regada con presión artificial, y por otro lado los programas de regadíos en ejecución y de nuevos regadíos, no sólo producen un mayor consumo sino que pueden afectar a la producción de energía por uso consuntivo del agua cuenca arriba de la ubicación de la central de producción hidroeléctrica.

El análisis de la influencia del PNR en la producción y consumo de energía eléctrica se efectúa en el epígrafe 10.2. una vez definidos los programas de actuación.

Mapa de España que representa el consumo de energía eléctrica para el riego por comarcas

5 Programas de actuación

5.1 Introducción

Ha quedado señalado que el regadío es una necesidad ineludible para superar las difíciles condiciones naturales en que se desenvuelve la actividad agraria en muchas comarcas y regiones españolas.

En el capítulo 3 se ha tratado sobre la importancia que el regadío, desde una perspectiva general, tiene en la agricultura y sobre su contribución al asentamiento de población en el medio rural, al sostenimiento de un tejido socioeconómico activo, a la ocupación del territorio, al incremento de la dimensión económica de las explotaciones y a la creación y mantenimiento del empleo en el sector agrario. También se ha analizado la relación de la agricultura de regadío con la industria alimentaria, en cuanto una parte de ella está vinculada directamente, y en gran medida, a las producciones de regadío (conservería vegetal, zumos, azúcar, alimentación animal, etc.) y se ha visto como en la balanza agraria alimentaria, las producciones típicas de regadío como las hortofrutícolas, influyen decisivamente en los saldos favorables de los intercambios comerciales. Finalmente, el capítulo 3 se ha completado con un detallado análisis de las perspectivas que los mercados ofrecen para el futuro inmediato de los regadíos y con unas consideraciones medioambientales a tener en cuenta en la planificación de las actuaciones.

En el capítulo 4 se han tipificado y caracterizado las zonas actualmente regadas según sistemas de riego, dotaciones de agua, estado de las infraestructuras, cultivos predominantes, etc., se han examinado los regadíos que se están ejecutando respecto de su situación jurídico-administrativa, inversiones realizadas, estado de las obras, etc. y se estudiaron otras zonas susceptibles de transformación.

Toda esta información sistemática, conduce a un diagnóstico de la situación desde perspectivas sociales, económicas, ambientales, territoriales. etc.

En este capítulo, como consecuencia lógica de los anteriores, se establecen las prioridades en las actuaciones y los objetivos concretos a alcanzar, considerando el horizonte temporal del 2008. Tales actuaciones son compatibles con los Planes Hidrológicos de Cuenca aprobados, materializando así los principios y directrices generales en que se basan las nuevas orientaciones de la política de regadíos.

Las actuaciones que se proponen se agrupan en tres programas básicos referidos, respectivamente, a la mejora de los regadíos existentes, a las transformaciones que se vienen ejecutando y a las nuevas transformaciones de carácter social y en un programa de apoyo que incluye diversas medidas de vigilancia ambiental, evaluación de los sistemas de riego, formación y tecnología, etc.

Para cada uno de los tres programas básicos se establecen las superficies de actuación, las inversiones a realizar y su financiación debidamente territorializadas. Hay que señalar que la elaboración del Plan Nacional de Regadíos, se ha planteado como una colaboración institucional del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y las Comunidades Autónomas y es el resultado final del razonable consenso alcanzado, son perfectamente compatibles con el Plan Hidrológico Nacional y están incluidos en los Planes Hidrológicos de Cuenca.

5.2 Prioridades y objetivos de actuación al horizonte 2008

1. Los análisis de situación y diagnóstico de los regadíos que actualmente están en explotación, han permitido identificar y cuantificar varios tipos de problemas que es necesario corregir tanto para optimizar la gestión del agua utilizada, como para mejorar los resultados económicos de las explotaciones y la calidad de vida de los usuarios.

Los casi 3,5 millones de ha que se riegan actualmente en España, presentan, en términos relativos, un panorama de deficiencias y obsolescencias de las infraestructuras de distribución del agua y de los sistemas de riego. Este panorama viene determinado por el hecho de que un tercio de la superficie regada está servida por acequias de tierra o de fábrica en mal estado que dan lugar a grandes pérdidas de agua en las conducciones y por el predominio del riego por gravedad que representa todavía las tres quintas partes de la superficie total, frente a una escasa sexta parte en la que se utiliza el riego localizado.

Por otro lado, se ha detectado que aproximadamente un tercio de la superficie regada tiene un suministro bruto de agua que no alcanza el 75% de sus necesidades.

La combinación de estas dos situaciones implica, a mayor o menor plazo, problemas de sostenibilidad del regadío en algunas zonas, con las consecuencias negativas de todo orden a que daría lugar.

Por todo ello, las actuaciones dirigidas a resolver estos problemas se consideran prioritarias en su doble vertiente de mejora de los regadíos en los que, partiendo de las infraestructuras  de cabecera y hasta la aplicación del agua en las parcelas, es necesario reducir las pérdidas y ahorrar agua renovando las conducciones y adaptando los sistemas de riego hacía un menor consumo del agua, y en la de consolidación y mejora de aquellas otras cuyas dotaciones puedan ser completadas dentro de las previsiones de la planificación hidrológica o de los que se derivan de este Plan de Regadíos. La superficie total que requiere actuaciones de mejora y consolidación es de 2.269.781 ha, el 50% de las cuales se pretende alcanzar en el horizonte 2008.

2. Las nuevas orientaciones de la política de regadíos no consideran conveniente abordar nuevas transformaciones de grandes zonas regables, entre otras razones, porque las perspectivas de la producción y de los mercados permiten en el medio plazo un margen para un crecimiento moderado de los regadíos, que es aconsejable aplicarlo preferentemente en las zonas donde se están ejecutando planes de transformación.

Actualmente hay 36 zonas regables en transformación cuya situación jurídica, ejecución de inversiones, superficies transformadas y pendientes, etc. es muy diversa, y ya quedó reflejada en el capítulo correspondiente.  La superficie total afectada por estos planes – alguno de los cuales fue diseñado hace varias décadas en circunstancias muy diferentes a las actuales-  es de 652.277 ha. de las que ya han sido transformadas y se están regando 150.960 ha., estando ejecutándose o pendiente de transformación las 501.317 ha.  restantes, que disponen de reservas de agua en la planificación hidrológica vigente.

Por razones financieras, limitaciones ambientales, posibilidad de los cultivos a implantar, disponibilidad presupuestaria, etc, no es posible ni deseable, en un horizonte temporal limitado, en principio, al año 2008, abordar la transformación en regadío de una superficie de algo más de medio millón de hectáreas, por lo que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las CC.AA. afectadas han evaluado conjuntamente la situación y han establecido las prioridades de ejecución en dichas zonas, con criterios selectivos de optimización de las inversiones ya realizadas  y de interés productivo, social y ambiental.

En el horizonte 2008 el objetivo es transformar 138.365 ha. cuya distribución por zonas regables y Comunidades Autónomas se especifica más adelante.

3. El criterio de no planificar grandes transformaciones en nuevas zonas regables no puede excluir la posibilidad de transformar en regadío pequeñas áreas en zonas rurales desfavorecidas, en declive o en proceso de despoblamiento. En general, estos pequeños regadíos responden al concepto multifuncional propio del modelo europeo de agricultura y, por lo tanto, vienen a satisfacer no solo la función productiva, sino la necesidad de fijar población, reducir diferencias de renta y nivel de vida entre las áreas rurales frágiles y las más desarrolladas, equilibrar el territorio y crear o sostener el empleo agrario.

El interés social de estos regadíos, en cuanto son determinantes para el progreso socioeconómico de las áreas rurales con mayores dificultades de desarrollo, aconsejan que sean considerados como prioritarios en el programa de nuevas transformaciones.

La superficie total que se ha estudiado y catalogado como potencialmente regable y susceptible de transformación es de 851.025 has, entre las cuales se han seleccionado las 86.426 ha. que como objetivo de transformación, se proponen en el horizonte 2008.

La relación y superficie de las zonas en que se concreten estas 86.426 ha. de actuación prioritaria ha sido establecida conjuntamente por el MAPA y las Comunidades Autónomas, de acuerdo con el interés social, las opciones productivas de cada caso específico y la necesidad de equilibrar con realismo las legítimas aspiraciones de establecer nuevos regadíos que tienen los diversos espacios territoriales.

***

5.3 Programas de actuación en las actuales zonas de regadío

En el proceso de análisis y diagnóstico de situación se han identificado y cuantificado los problemas que se presentan en las zonas actualmente regadas. El impulso a la solución de estos problemas se considera prioritario dentro de la planificación sectorial a fin de:

  • Optimizar el riego del agua disponible, reduciendo su consumo en las zonas sobredotadas o con dotaciones suficientes y disminuyendo la demanda o, en su caso, aportando recursos adicionales en los regadíos infradotados.
  • Fomentar la incorporación de nuevas tecnologías en los sistemas de riego que, además, de reducir los costes de producción y reforzar la competitividad, favorezcan condiciones de trabajo más adecuadas en las explotaciones en regadíos.
  • Contribuir a la recuperación de acuíferos sobreexplotados o en riesgo de sobreexplotación.

Para conseguir estos objetivos, las actuaciones en las citadas zonas de regadíos se agrupan en un programa de mejora de aquellos que, en principio, no tienen problemas de suministro de agua y en un programa de consolidación de los infradotados, ya sea por insuficiencia en las dotaciones o por excesivas pérdidas de agua en sus infraestructuras.

Estos dos programas se traducirán normalmente en acciones similares (toda consolidación implica una mejora), pero es conveniente una cierta distinción entre ambos para que no haya un aumento aparente de las superficies de actuación y, por que el efecto sobre los niveles de producción pueden ser diferentes en cada uno de ellos.

En el cuadro adjunto se detallan por Comunidades Autónomas las superficies en las que, de acuerdo con los resultados de la tipificación y caracterización, es preciso mejorar o consolidar los regadíos. En una primera etapa que alcanza el año 2008, se pretende actuar sobre 1.134.891 ha, que representan el 50% de la superficie total.

PROGRAMA DE CONSOLIDACIÓN Y MEJORA DE REGADÍOS SUPERFICIES DE ACTUACIÓN (ha) POR PROGRAMAS Y POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaSuperficies
ConsolidaciónMejoraTotal ProgramaTotal al H-2008 (50%)
Andalucía442.775134.691577.466288.733
Aragón145.985138.679284.664142.332
Asturias0413413207
Baleares09.0629.0624.531
Canarias11.04511.50022.54511.273
Cantabria1.2041.3482.5521.276
Castilla-La Mancha64.145119.705183.85091.925
Castilla y León163.088221.916385.004192.502
Cataluña42.870112.890155.76077.880
Extremadura41.92185.928127.84963.925
Galicia012.91112.9116.455
Madrid13.56613.53427.10013.550
Murcia57.31882.425139.74369.872
Navarra36.24228.76765.00932.504
País Vasco8.74108.7414.370
Rioja1.94834.12636.07418.037
Valenciana98.472132.566231.038115.519
Total1.129.3201.140.4612.269.7811.134.891
Nota.- En el País Vasco figuran como regadíos a consolidar las 8.741 ha correspondientes a la superficie regada, siendo la superficie regable a consolidar de 22.600 ha, superficie sobre la que se calculan las inversiones del PNR.

Para la mejora y consolidación de los regadíos se desarrollarán los siguientes tipos de actuaciones:

  • Reparación de las estructuras hidráulicas existentes.
  • Modificación del sistema de transporte y distribución.
  • Cambio del sistema de aplicación del riego.
  • Actuaciones complementarias.
    • Mejora de la red de drenaje.
    • Mejora de la red de caminos.
    • Mejora de la capacidad de regulación y control del agua.
    • Reordenación de la propiedad agraria.
    • Control del consumo de agua (instalación de contadores).
    • Mejora de la gestión del agua.
  • Incorporación de agua adicional.

En el cuadro siguiente se detallan por CC.AA. las superficies afectadas por los tipos de actuación que se llevarán a cabo:

PROGRAMA DE CONSOLIDACIÓN Y MEJORA DE REGADÍOS SUPERFICIES DE ACTUACIÓN DEL PNR(ha) POR TIPOS DE ACTUACIÓN Y COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaReparación de estructuras hidráulicasModificación del sistema de transporte y distribuciónCambio del sistema de aplicación del riegoActuaciones complementarias
Andalucía129.606213.599105.840482.150
Aragón115.69370.51267.029368.444
Asturias464001.406
Baleares3757.6714.43820.334
Canarias4.35010.0508.6709.415
Cantabria0003.501
Castilla-La Mancha25.37529.72797.272189.627
Castilla y León155.568127.123115.972832.591
Cataluña69.61041.81067.670260.360
Extremadura13.17357.31011.201107.147
Galicia6.7031.5481.54824.599
Madrid13.84203.98921.223
Murcia060.96062.155178.153
Navarra20.61729.29515.60285.996
País Vasco06.855038.407
Rioja6.05434.00623.23739.451
Valenciana47.1785.889146.278409.848
Total608.608696.355730.901 
Nota.- La suma de los distintos tipos de actuación es superior a 1.134.891 ha, ya que en una misma superficie pueden concurrir más de dos actuaciones distintas.

Complementariamente a estas actuaciones de aplicación general se debe prestar atención particular a las 418.890 hectáreas de regadío ubicadas sobre acuíferos sobreexplotados. En estas zonas, el ahorro de agua que cabe esperar por la mejora o cambio de los sistemas de riego tiene un efecto limitado sobre los volúmenes totales extraidos ya que, debido a los altos costes de extracción, los agricultores suelen utilizar métodos de aplicación eficientes. Por lo tanto, la recuperación de los acuíferos requiere medidas adicionales, cuya aplicación debe impulsarse mediante la colaboración y coordinación entre las Administraciones Públicas competentes y los propios usuarios, tales como:

  • Recarga con aguas superficiales
  • Aporte de aguas desaladas, desalinizadas o depuradas
  • Cambio de orientación productiva de las explotaciones hacia cultivos con exigencias hídricas más reducidas que las actuales
  • Compromisos voluntarios de abandono de superficies regadas o de reducción de los volúmenes extraídos

Dentro de las medidas agroambientales de los programas de desarrollo rural para el período 2000-2006 se han previsto actuaciones para incentivar, mediante primas compensatorias, compromisos de reducción del consumo de agua al menos en un 50% de la concesión.

5.4 Regadíos en ejecución

En concordancia con las prioridades establecidas y de acuerdo con la situación actual de cada zona regable en ejecución, se proponen las siguientes superficies a transformar por zona y Comunidad Autónoma al horizonte 2008 y en horizontes posteriores.

REGADÍOS EN EJECUCIÓN SUPERFICIES (ha) A TRANSFORMAR EN HORIZONTE 2008 (1)

ZONA REGABLECOMUNIDAD AUTÓNOMASUPERFICIE DOMINADASUPERFICIE REGABLESUPERF. REGADA EN 1997SUPERFICIE A TRANSFORMAR H-2008SUPERFICIE PENDIENTE H>2008
Baza-HuéscarANDALUCÍA28.33923.01213.6919.321
Costa Noroeste de  CádizANDALUCÍA9.1009.0965.8583.238
Cuevas  de  AlmanzoraANDALUCÍA7.6424.9453.9451.000
ChanzaANDALUCÍA21.67716.9905.69811.292
Genil-CabraANDALUCÍA44.58040.60016.0992.29622.205
GuaroANDALUCÍA10.8858.9334.9013.0321.000
Sur Andévalo (centro)ANDALUCÍA44.00012.0008.6003.400
 Total ANDALUCÍA166.223115.57654.84723.80336.926
Bárdenas IIARAGÓN48.45627.35511.3926.0459.918
Canal de Calanda – AlcañizARAGÓN5.0004.7262.3002.426
Canal del Cinca (3ª parte) y El TormilloARAGÓN26.61823.08718.2504.837
Canal de CivánARAGÓN2.295744744
Monegros I (4º tramo)ARAGÓN4.6171.6991.358341
Monegros IIARAGÓN164.84364.74514.54112.00038.204
 Total ARAGÓN251.829122.35647.84126.39348.122
Canal de AlbaceteCASTILLA-LA MANCHA42.07831.4256.74424.681
La Sagra – TorrijosCASTILLA-LA MANCHA31.13624.2351.0155.16618.054
 Total CASTILLA-LA MANCHA73.21455.6601.01511.91042.735

REGADÍOS EN EJECUCIÓN SUPERFICIES (ha) A TRANSFORMAR EN HORIZONTE 2008 (2)

ZONA REGABLECOMUNIDAD AUTÓNOMASUPERFICIE DOMINADASUPERFICIE REGABLESUPERF. REGADA EN 1997SUPERFICIE A TRANSFORMAR H-2008SUPERFICIE PENDIENTE H>2008
La ArmuñaCASTILLA Y LEÓN48.10026.5006.57719.923
Las Cogotas (Río Adaja)CASTILLA Y LEÓN9.0007.5003.0003.0001.500
Margen Izquierda del TeraCASTILLA Y LEÓN17.00010.4031.4612.4796.463
Páramo BajoCASTILLA Y LEÓN43.20030.2499.50020.749
Riaño (Porma)CASTILLA Y LEÓN12.0119.0321.5337.499
Riaño (Payuelos)CASTILLA Y LEÓN66.57545.17324.00021.173
 Total CAST.Y LEÓN195.886128.85715.49443.55569.808
Aldea – CamarlesCATALUÑA7.5006.0001005.900
Alguerri-BalaguerCATALUÑA8.5038.0001.2462.1694.585
Ampliación de VallfornésCATALUÑA80050035050100
MargalefCATALUÑA4.5001.500900600
Muga – Margen derechaCATALUÑA3.9672.7002002.500
Perelló-RasqueraCATALUÑA1.200880200680
Pla del SasCATALUÑA4.5003.5001003.400
San Martín de TousCATALUÑA650400100300
Segarra-GarrigasCATALUÑA90.00072.0001.00071.000
Xerta-SeniaCATALUÑA25.00016.50013316.367
 Total CATALUÑA146.620111.9802.4964.652104.832
AmbrozEXTREMADURA11.8003.2001.0002.200
Centro de ExtremaduraEXTREMADURA27.00013.8319.0084.823
Zújar (Sectores V y VIII)EXTREMADURA29.07521.26816.0265.242
 Total EXTREMADURA67.87538.29917.02616.4504.823
Canal de NavarraNAVARRA78.82657.7135.70752.006
MendaviaNAVARRA3.6533.0481.8611.187
 Total NAVARRA82.47960.7611.8616.89452.006
NajerillaRIOJA29.80018.78810.3804.7083.700
 Total RIOJA29.80018.78810.3804.7083.700
 TOTAL1.013.926652.277150.960138365362.952

5.5 Programa de regadíos de interés social

PROGRAMA DE ACTUACIONES AL HORIZONTE 2008 DE REGADÍOS SOCIALES (1)

ZONA REGABLECOMUNIDAD AUTÓNOMACUENCAPROVINCIASUPERFICIE A TRANSFORMAR (ha)
PLAN LITORAL (VARIAS ZONAS)ANDALUCÍAVARIASVARIAS4.000
 Total ANDALUCÍA  4.000
ALCALA DE GURREAARAGÓNEBROHUESCA1.320
ALCUBIERREARAGÓNEBROHUESCA409
ARENARAGÓNEBROHUESCA200
CABECERA CINCA/ LA FUEVAARAGÓNEBROHUESCA1.885
CANAL DE BERDUNARAGÓNEBROHUESCA2.500
CASTEJON DE MONEGROSARAGÓNEBROHUESCA428
EMBALSE DE GUARAARAGÓNEBROHUESCA1.250
FUENTES DE EBROARAGÓNEBROZARAGOZA2.500
GRAUSARAGÓNEBROHUESCA841
GURREA DE GÁLLEGOARAGÓNEBROZARAGOZA1.400
LA HOYA DE HUESCA (manchas)ARAGÓNEBROHUESCA8.000
LA SARDAARAGÓNEBROHUESCA870
LITERA ALTA * (manchas)ARAGÓNEBROHUESCA8.000
MAELLAARAGÓNEBROZARAGOZA700
MAS DE LAS MATASARAGÓNEBROTERUEL300
MORA DE RUBIELOSARAGÓNJÚCARTERUEL155
QUINTO DE EBROARAGÓNEBROZARAGOZA1.234
SOMONTANOARAGÓNEBROHUESCA2.000
 Total ARAGÓN **  20.967
REGADÍOS DE AGUAS DEPURADASBALEARESBALEARESBALEARES2.250
 Total BALEARES  2.250
REGADÍOS DE AGUAS DEPURADASCANARIASCANARIASVARIAS3.500
REGADÍOS DE MEDIANIAS  CANARIAS  CANARIAS  VARIAS1.000
 Total CANARIAS  4.500
(*) Esta zona solo tendrá financiación de la Comunidad Autónoma
(**) Del total de las superficies propuestas en Aragón solo se ejecutarán 20.967 ha al H-2008

PROGRAMA DE ACTUACIONES AL HORIZONTE 2008 DE REGADÍOS SOCIALES (2)

ZONA REGABLECOMUNIDAD AUTÓNOMACUENCAPROVINCIASUPERFICIE A TRANSFORMAR (ha)
VALDERREDIBLECANTABRIAEBROCANTABRIA1.000
LIEBANACANTABRIANORTECANTABRIA500
ZONA DE REINOSACANTABRIAEBROCANTABRIA900
SOBACANTABRIANORTECANTABRIA100
 Total CANTABRIA  2.500
LA GRAJUELACASTILLA-LA MANCHAJÚCARCUENCA2.450
ALTO CABRIELCASTILLA-LA MANCHAJÚCARCUENCA700
ALTO JÚCARCASTILLA-LA MANCHAJÚCARCUENCA700
MANCHUELA CENTROCASTILLA-LA MANCHAJÚCARCUENCA4.000
VEGA DEL PICAZOCASTILLA-LA MANCHAJÚCARCUENCA400
RIBEREÑOSCASTILLA-LA MANCHAJÚCARCUENCA500
RÍO CALVACHECASTILLA-LA MANCHATAJOCUENCA250
TRADICIONALES DEL TAJO (A.)CASTILLA-LA MANCHATAJOCUENCA700
ALMOGUERA M.I. TAJOCASTILLA-LA MANCHATAJOCUENCA-GUADALAJARA1.000
GUADIELACASTILLA-LA MANCHATAJOCUENCA500
RÍO CAÑAMARESCASTILLA-LA MANCHATAJOGUADALAJARA200
ATANCECASTILLA-LA MANCHATAJOGUADALAJARA300
COGOLLUDOCASTILLA-LA MANCHATAJOGUADALAJARA600
ALTO Y MEDIO TAJUÑACASTILLA-LA MANCHATAJOGUADALAJARA250
PUEBLA DE VALLESCASTILLA-LA MANCHATAJOGUADALAJARA100
CASTREJÓN M.I.CASTILLA-LA MANCHATAJOTOLEDO500
TORRE DE ABRAHAMCASTILLA-LA MANCHAGUADIANACIUDAD REAL1.000
CANAL DE  LOS AURILESCASTILLA-LA MANCHAGUADIANACIUDAD REAL400
CANCARIXCASTILLA-LA MANCHASEGURAALBACETE300
FUENTE ÁLAMOCASTILLA-LA MANCHASEGURAALBACETE650
TOBARRA (AMPLIACIÓN)CASTILLA-LA MANCHASEGURAALBACETE700
ONTUR –  ALBATANACASTILLA-LA MANCHASEGURAALBACETE500
HELLÍNCASTILLA-LA MANCHASEGURAALBACETE300
 Total CASTILLA-LA MANCHA  17.000

PROGRAMA DE ACTUACIONES AL HORIZONTE 2008 DE REGADÍOS SOCIALES (3)

ZONA REGABLECOMUNIDAD AUTÓNOMACUENCAPROVINCIASUPERFICIE A TRANSFORMAR (ha)
PEQUEÑAS BALSAS (OLMILLOS Y OTROS)CASTILLA Y LEÓNDUEROSORIA1.500
VALDAVIACASTILLA Y LEÓNDUEROPALENCIA2.400
TÁBARACASTILLA Y LEÓNDUEROZAMORA2.500
 Total CASTILLA Y LEÓN  6.400
ESPLUGA CALBACATALUÑAEBROLLEIDA120
FREGINALSCATALUÑAEBROTARRAGONA472
GARRIGUES SUD ETAPA IIICATALUÑAEBROLLEIDA844
GARRIGUES SUD ETAPA IV FICATALUÑAEBROLLEIDA850
GARRIGUES SUD ETAPA IV F2CATALUÑAEBROLLEIDA455
ELS GUIAMETSCATALUÑAEBROTARRAGONA2.024
L´OLVERA AL VILOSELLCATALUÑAEBROLLEIDA100
L´OLVERA A L´ALBIL, POBLA DE CERVOLES I LES BORJES BLANQUESCATALUÑAEBROLLEIDA385
LA SENIA (AGUAS RESIDUALES)CATALUÑAEBROTARRAGONA200
MAS DE BARBERANSCATALUÑAEBROTARRAGONA400
VALLS (AGUAS RESIDUALES)CATALUÑAEBROTARRAGONA350
 Total CATALUÑA  6.200
ALCOLLARIN-MIAJADASEXTREMADURAGUADIANACÁCERES2.500
AMPLIACIÓN ZÚJAREXTREMADURAGUADIANABADAJOZ1.100
LA SERENAEXTREMADURAGUADIANABADAJOZ2.500
OTRAS ZONASEXTREMADURAGUADIANACAC/BAD850
 Total EXTREMADURA  6.950
VARIAS ZONASGALICIAVARIASVARIAS2.500
 Total GALICIA  2.500
BARGOTA IINAVARRAEBRONAVARRA100
FUNES “EL RASO Y LAS SUERTES”NAVARRAEBRONAVARRA800
URRAUL BAJO-LUMBIERNAVARRAEBRONAVARRA217
SESMA IIINAVARRAEBRONAVARRA100
SANTACARA IINAVARRAEBRONAVARRA420
ANDOSILLA IINAVARRAEBRONAVARRA750
AIBAR “EL SASO”NAVARRAEBRONAVARRA500
 Total NAVARRA  2.887
RIOJA ALAVESA (VARIAS ZONAS)PAÍS VASCOEBROÁLAVA5.000
 Total PAÍS VASCO  5.000
CIDACOSRIOJAEBRORIOJA1.000
IREGUARIOJAEBRORIOJA2.000
OJA-TIRÓNRIOJAEBRORIOJA1.200
YALDERIOJAEBRORIOJA1.072
 Total RIOJA  5.272
 TOTAL NACIONAL  86.426

PROGRAMA DE ACTUACIONES AL HORIZONTE 2008 DE REGADÍOS SOCIALES RESUMEN POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaNº de zonasSuperficie (ha)
AndalucíaVarias4.000
AragónVarias20.967
Baleares12.250
Canarias24.500
Cantabria42.500
Castilla-La Mancha2317.000
Castilla y León36.400
Cataluña116.200
ExtremaduraVarias6.950
GaliciaVarias2.500
Navarra72.887
País Vasco15.000
Rioja45.272
Total 86.426

5.6 Programa de regadíos privados

En la planificación de nuevos regadíos también se deben tener en cuenta las iniciativas privadas, de conformidad con la legislación vigente sobre concesiones, autorizaciones, ayudas públicas, etc.

En el Horizonte 2008 se estima que las transformaciones promovidas por particulares pueden alcanzar las 18.000 hectáreas.

5.7 Resumen de actuaciones en nuevos regadíos

En el Horizonte 2008 se propone la puesta en riego de 242.791 ha de nuevas superficies, concediendo prioridad a la terminación de 138.365 ha de planes en ejecución y a la transformación de 86.426 ha por razones de interés social, con la siguiente distribución territorial:

CUADRO RESUMEN DE NUEVOS REGADÍOS PNR H-2008 (ha)

COMUNIDAD AUTÓNOMAREGADÍOS EN EJECUCIÓNREGADÍOS SOCIALESREGADÍOS PRIVADOS SUBVENCIONADOSTOTAL
Andalucía23.8034.00027.803
Aragón26.39320.96747.360
Asturias
Baleares2.2502.250
Canarias4.5004.500
Cantabria2.5002.500
Castilla-La Mancha11.91017.00028.910
Castilla y León43.5556.40049.955
Cataluña4.6526.20010.852
Extremadura16.4506.95023.400
Galicia2.5002.500
Madrid
Región de Murcia
Navarra6.8942.8879.781
País Vasco5.0005.000
La Rioja4.7085.2729.980
Comunidad Valenciana
Sin regionalizar18.00018.000
Total138.36586.42618.000242.791

5.8 Programas de apoyo

De forma complementaria a las actuaciones para la mejora y consolidación de regadíos y a las nuevas transformaciones, es necesario prever actuaciones de apoyo que permitan, por un lado, hacer un seguimiento y evaluación de los resultados que se vayan obteniendo y, por otro, mejorar las técnicas de riego, la calidad de los materiales y la formación de técnicos y regantes.

5.8.1 Apoyo a las actuaciones de modernización y transformación

1. En cada zona de actuación se realizará un seguimiento de la evolución tanto del grado de eficiencia de los sistemas de riego y drenaje, como de los suelos en función de la calidad del agua de riego, así como, del estado de las infraestructuras.

Para ello se impulsarán en el CENTER y en colaboración con los fabricantes, los trabajos de normalización, ensayo y homologación de materiales y equipos y se establecerá la necesaria colaboración con las Comunidades Autónomas en materia de suelos y calidad de aguas.

2. Para evaluar los resultados derivados de las actuaciones programadas se estudiarán en cada zona distintas variables socioeconómicas y, entre ellas, los impactos en la estructura de las explotaciones, en las producciones y rentas agrarias, en el empleo y en la población rural.

3. Tanto en la fase de ejecución de los proyectos como en la de explotación de los regadíos se realizará un seguimiento de las condiciones formales derivadas de las declaraciones de impacto ambiental y de los efectos sobre el suelo, la vegetación, la flora y la fauna, paisajes, etc.

5.8.2 Transferencia de tecnología

Un factor decisivo para alcanzar una gestión eficaz de los recursos hídricos consumidos, es el nivel de capacitación profesional de los técnicos y agricultores que, en los casos de cambios de sistemas de riego derivados de las actuaciones de modernización, han de adaptarse a la utilización de nuevos materiales, métodos de fertirrigación, automatismos, etc. y que en las nuevas transformaciones han de iniciarse en el manejo de equipos y técnicas de riego.

Por lo tanto, es necesario facilitar la formación y perfeccionamiento profesional de técnicos y regantes, mediante cursos, seminarios, jornadas, etc. de carácter técnico-práctico y de nivel adecuado a los distintos grupos de destinatarios.

5.9 Inversiones

De acuerdo con las distintas propuestas de actuaciones incluidas en los epígrafes 5.3, 5.4, 5.5, 5.6. y 5.8., se han establecido las inversiones necesarias desglosadas en los distintos programas. Estas actuaciones, que corresponden a las Administraciones Agrarias, son concordantes con las que plantea el Plan Hidrológico Nacional.

5.9.1 Regadíos existentes

Se incluye cuadro con las inversiones totales del programa de actuación de consolidación y mejora de los regadíos y con las inversiones previstas al Horizonte-2008, donde se ejecutará el 50% del total del programa.

PROGRAMA DE CONSOLIDACIÓN Y MEJORA DE REGADÍOS INVERSIONES TOTALES (millones Ptas.) POR TIPOS DE ACTUACIÓN Y COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaReparación de estructuras hidráulicasModificación de sistemas de transporte y distribuciónCambio del sistema de aplicación del riegoActuaciones complementariasTotal ProgramaTotal H-2008 50%
Andalucía24.52256.76144.06742.456167.80583.903
Aragón36.56133.06925.93815.427110.99555.497
Asturias1520076228114
Baleares1164.8331.6121.2257.7863.893
Canarias1.5426.2144.2922.46614.5127.256
Cantabria000275275138
Castilla-La Mancha7.85715.59935.4256.49665.37632.688
Castilla y León55.15276.17042.33045.318218.969109.484
Cataluña16.50225.11628.39413.78983.80141.901
Extremadura4.08425.4054.7168.59742.80121.400
Galicia2.8159755651.2245.5802.790
Madrid4.29101.4561.6937.4403.720
Murcia038.89830.76718.12787.79243.896
Navarra8.05720.2166.3105.19039.77319.887
País Vasco03.70201.8945.5952.798
Rioja2.28520.7989.9462.98236.01118.006
Valenciana20.2664.29972.35625.461122.38261.191
Total184.201332.053308.172192.6961.017.123508.562

5.9.2      Regadíos en ejecución

La inversión total necesaria para transformar en riego la superficie de los regadíos en ejecución al Horizonte 2008 asciende a 189.108 millones de pesetas, cifra obtenida de acuerdo con los costes previstos de ejecución de las obras de transformación.

REGADÍOS EN EJECUCIÓN: INVERSIONES TOTALES (Millones Ptas.) POR ZONA REGABLE Y COMUNIDAD AUTÓNOMA

ZONA REGABLETOTAL
Costa Noroeste de  Cádiz785
Cuevas  de  Almanzora9.930
Chanza17.320
Genil-Cabra4.310
Guaro9.245
Total Andalucía41.590
Bárdenas II9.100
Canal de Calanda – Alcañiz4.680
Canal del Cinca (3ª parte) y El Tormillo4.680
Monegros I (4º tramo)520
Monegros II24.050
Total Aragón43.030
Canal de Albacete9.100
La Sagra – Torrijos6.500
Total Castilla – La Mancha15.600
La Armuña7.800
Las Cogotas (Río Adaja)4.550
Margen Izquierda del Tera3.250
Riaño Porma7.800
Riaño Payuelos33.800
Total Castilla y León57.200
Aldea – Camarles130
Alguerri-Balaguer2.340
Ampliación de Vallfornés68
Margalef520
Muga – Margen derecha325
Perelló-Rasquera195
Pla del Sas130
San Martín de Tous130
Segarra-Garrigas1.430
Xerta-Senia160
Total Cataluña5.428
Ambroz1.300
Centro de Extremadura13.650
Zújar1.560
Total Extremadura16.510
Mendavia1.950
Canal de Navarra7.800
Total Navarra9.750
Najerilla
Total Rioja
TOTAL189.108

5.9.3 Regadíos de interés social

De conformidad con el programa de actuación al Horizonte 2008, las inversiones totales necesarias para la transformación en riego de la superficie propuesta, incluyendo la parte correspondiente a las obras definidas por la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario como obras de interés común y obras de interés agrícola privado por Comunidad Autónoma, son las siguientes:

REGADÍOS DE INTERÉS SOCIAL: INVERSIONES TOTALES (Millones Ptas.) POR  COMUNIDAD AUTÓNOMA

COMUNIDAD AUTÓNOMATOTAL
Andalucía8.580
Aragón22.100
Baleares5.200
Canarias8.450
Cantabria2.600
Castilla-La Mancha19.600
Castilla y León9.100
Cataluña8.320
Extremadura8.450
Galicia2.600
Navarra3.900
País Vasco5.460
Rioja9.100
Total113.460

ACTUACIONES DEL PLAN NACIONAL DE REGADÍOS HORIZONTE 2008 INVERSIONES TOTALES (Millones de Ptas.)

COMUNIDAD AUTÓNOMACONSOLIDACIÓN Y MEJORAREGADÍOS EN EJECUCIÓNREGADÍOS SOCIALESREGADÍOS PRIVADOS SUBVENCIONADOSOTROS PROGRAMASTOTAL
Andalucía83.90341.5908.580134.074
Aragón55.49743.03022.100120.626
Asturias114114
Baleares3.8935.2009.094
Canarias7.2568.45015.706
Cantabria1382.6002.738
Castilla-La Mancha32.68815.60019.60067.888
Castilla y León109.48457.2009.100175.784
Cataluña41.9015.4288.32055.648
Extremadura21.40016.5108.45046.360
Galicia2.7902.6005.390
Madrid3.7203.720
Región de Murcia43.89643.896
Navarra19.8879.7503.90033.538
País Vasco2.7985.4608.258
La Rioja18.0069.10027.106
Comunidad Valenciana61.19161.190
Sin regionalizar20.6004.27524.875
Total508.562189.108113.46020.6004.275836.005
Mapa de España que representa las actuaciones del Plan Nacional de Regadíos (PNR)
Mapa de la comunidad autónoma de Andalucía que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Aragón que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Asturias que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Baleares que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Canarias que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Cantabria que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Castilla y León que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Cataluña que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Extremadura que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Galicia que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Madrid que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Murcia que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Navarra que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de País Vasco que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de La Rioja que representa las actuaciones del PNR
Mapa de la comunidad autónoma de Valencia que representa las actuaciones del PNR

5.10 Financiación

5.10.1 Condiciones generales

Las inversiones correspondientes a las Administraciones Públicas Agrarias y el apoyo económico a los agricultores, se financiarán al 50% por parte de la Administración Central (MAPA) y al 50% por parte de las Comunidades Autónomas, excepto para Navarra y el País Vasco, a las que les serán de aplicación medidas concordantes con su régimen de recaudación y cupo.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las Comunidades Autónomas establecerán los convenios de colaboración necesarios para la ejecución, control, seguimiento, evaluación y revisión de los programas de actuación, donde se especifiquen los proyectos y ayudas a financiar por cada Administración, de forma que se cumpla que la financiación pública de las inversiones para el conjunto de todos los programas sea al 50%, lo cual no impide que una de ellas supere este porcentaje en una determinada actuación y no lo alcance en otra.

5.10.2  Programa de consolidación y mejora

La financiación de las inversiones necesarias para los programas de consolidación y mejora de regadíos corresponderá en un 50% a los agricultores y en un 50% a las Administraciones Agrarias.

Como se ha indicado en el epígrafe 2 “Antecedentes”, la Ley 50/1998, de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y de Orden Social en su artículo 99, establece la posibilidad de la creación de sociedades mercantiles estatales para la ejecución de obras e infraestructuras concretas de modernización y consolidación de regadíos, de acuerdo con lo previsto en el Plan Nacional de Regadíos vigente en cada momento.

En la actualidad se han creado, por acuerdo de Consejo de Ministros, cuatro Sociedades Estatales que abarcan la totalidad del territorio español, las cuales ejecutarán y financiarán las correspondientes obras de acuerdo con los convenios de colaboración entre las comunidades de regantes o usuarios. Estas actuaciones se ejecutarán a propuesta de las CCAA y con la aprobación del MAPA.

5.10.3  Programa de regadíos en ejecución

La inversión total necesaria para la transformación en riego de los regadíos en ejecución al Horizonte 2008 de 189.108 millones de ptas. será financiada de acuerdo con lo dispuesto en las disposiciones legales por las cuales se están ejecutando las distintas zonas regables y en las que le son de aplicación la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario, incluyendo en la financiación de las Administraciones Agrarias la parte correspondiente a las obras definidas como obras de interés común y obras de interés agrícola privado.

Respecto a las inversiones de las Administraciones Agrarias, será de aplicación lo dispuesto en las disposiciones legales por las cuales se están ejecutando las distintas zonas regables.

5.10.4  Programa de regadíos de interés social

Los regadíos de carácter social serán declarados de Interés General de la Nación o de Interés General de la Comunidad Autónoma, por lo que se acogerán a lo dispuesto en la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario y tendrán preferencia en el desarrollo de los correspondientes PHC. La tramitación de las pertinentes concesiones se vinculará expresamente a las reservas establecidas al efecto en los PHC para dichos regadíos sociales.

5.10.5  Programa de regadíos de iniciativa privada

La financiación de las inversiones necesarias para el programa de regadíos de iniciativa privada corresponderá en un 50% a los agricultores y en un 50% a las Administraciones Agrarias.

El sistema de aprobación y definición de las ayudas a conceder a estos proyectos se establecerán en los correspondientes convenios de colaboración entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y las Comunidades Autónomas.

5.10.6  Programa de apoyo

La financiación del conjunto de todos los programas del PNR se efectuarán, como se ha indicado anteriormente, al 50% por la Administración General y al 50% por las CCAA.

5.10.7  Cofinanciación de la UE

Dentro de la programación de las medidas de desarrollo rural aprobada para el período 2000-2006 se han incluido actuaciones en materia de regadíos que, por lo tanto, cuentan con una cofinanciación por parte del FEOGA asignada a la medida “Gestión de recursos hídricos para la agricultura” que asciende a las siguientes cantidades:

COFINANCIACIÓN DEL FEOGA

ProgramaMillones de EurosMillones de pesetasCofinanciación
Objetivo 1780,047129.793FEOGA-Orientacion
Fuera de Objetivo 1226,36437.664FEOGA-Garantía
País Vasco3,358559FEOGA-Garantía
Cantabria0,13522FEOGA-Orientacion
TOTAL1009,931168.038 

Las anualidades a asignar en los presupuestos anuales de inversiones de las distintas Administraciones se ajustarán al desarrollo de los programas operativos y la financiación de la UE.

5.10.8  Financiación del PNR al horizonte 2008

Para el cumplimiento de las propuestas de los distintos programas de actuación del PNR al Horizonte 2008 son necesarias las siguientes inversiones por parte del conjunto de las Administraciones Agrarias y de los regantes.

El análisis financiero de las inversiones se expone en los cuadros siguientes.

INVERSIONES TOTALES POR PROGRAMAS Y COMUNIDAD AUTÓNOMA AL HORIZONTE 2008 (Millones de ptas.)

Comunidad Autónoma Consolidación y mejora Regadíos en ejecución Regadíos sociales Regadíos privados Programas de apoyoTotal
Inversión AA Agrarias Inversión privada Inversión AA Agrarias Inversión privada Inversión AA Agrarias Inversión privada Inversión AA Agrarias Inversión privada Inversión AA Agrarias Inversión privadaInversión AA Agrarias Inversión privada Total
Andalucía41.95241.95231.8009.7906.6001.98080.35253.722134.074
Aragón27.74827.74933.1009.93017.0005.10077.84842.778120.626
Asturias57575757114
Baleares1.9471.9474.0001.2005.9473.1479.094
Canarias3.6283.6286.5001.95010.1285.57815.706
Cantabria69692.0006002.0696692.738
Castilla- Mancha16.34416.34412.0003.60015.7003.90044.04423.84467.888
Castilla y León54.74254.74244.00013.2007.0002.100105.74270.042175.784
Cataluña20.95020.9514.1751.2536.4001.92031.52524.12355.648
Extremadura10.70010.70012.7003.8106.5001.95029.90016.46046.360
Galicia1.3951.3952.0006003.3951.9955.390
Madrid1.8601.8601.8601.8603.720
Región Murcia21.94821.94821.94821.94843.896
Navarra9.9449.9447.5002.2503.00090020.44413.09433.538
País Vasco1.3991.3994.2001.2605.5992.6598.258
La Rioja9.0039.0037.0002.10016.00311.10327.106
Cdad. Valenciana30.59630.59630.59530.59561.190
Sin regionalizar10.30010.3004.27514.57510.30024.875
Total254.284254.284145.27543.83387.90025.56010.30010.3004.275502.031333.974836.005

INVERSIONES POR PROGRAMAS Y COMUNIDAD AUTÓNOMA AL HORIZONTE 2008 DE LAS ADMINISTRACIONES AGRARIAS (Millones de Ptas.)

Comunidad AutónomaRegadíos existentesRegadíos ejecuciónRegadíos socialesRegadíos privadosProgramas de apoyoTotal
Andalucía41.95231.8006.60080.352
Aragón27.74833.10017.00077.848
Asturias5757
Baleares1.9474.0005.947
Canarias3.6286.50010.128
Cantabria692.0002.069
Castilla-La Mancha16.34412.00015.70044.044
Castilla y León54.74244.0007.000105.742
Cataluña20.9504.1756.40031.525
Extremadura10.70012.7006.50029.900
Galicia1.3952.0003.395
Madrid1.8601.860
Región de Murcia21.94821.948
Navarra9.9447.5003.00020.444
País Vasco1.3994.2005.599
La Rioja9.0037.00016.003
Cdad. Valenciana30.59530.595
Sin regionalizar10.3004.27514.575
Total254.281145.27587.90010.3004.275502.031

INVERSIONES POR PROGRAMAS Y COMUNIDAD AUTÓNOMA AL HORIZONTE 2008 DEL MAPA Y COMUNIDADES AUTÓNOMAS (Millones de Ptas.)

Comunidad Autónoma Consolidación y mejora   Regadíos en ejecución Regadíos sociales Regadíos privados   Programas de apoyo Total
MAPACCAAMAPACCAAMAPACCAAMAPACCAAMAPACCAAMAPACCAA
Andalucía20.97620.97615.90015.9003.3003.30040.17640.176
Aragón13.87413.87416.55016.5508.5008.50038.92438.924
Asturias29292928
Baleares9749742.0002.0002.9742.973
Canarias1.8141.8143.2503.2505.0645.064
Cantabria35351.0001.0001.0341.035
Castilla-La Mancha8.1728.1726.0006.0007.8507.85022.02222.022
Castilla y León27.37127.37122.00022.0003.5003.50052.87152.871
Cataluña10.47510.4752.0882.0883.2003.20015.76315.762
Extremadura5.3505.3506.3506.3503.2503.25014.95014.950
Galicia6986981.0001.0001.6981.697
Madrid930930930930
Región de Murcia10.97410.97410.97410.974
Navarra9.9447.5003.00020.444
País Vasco1.3994.2005.599
La Rioja4.5024.5023.5003.5008.0028.001
Cdad. Valenciana15.29815.29815.29715.298
Sin regionalizar5.1505.1502.1382.1377.2887.287
Total121.469132.81268.88876.38840.35047.5505.1505.1502.1382.137237.996264.035

INVERSIONES POR PROGRAMAS Y COMUNIDAD AUTÓNOMA AL HORIZONTE 2008 DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (Millones de Ptas.)

Comunidad AutónomaRegadíos existentesRegadíos ejecuciónRegadíos socialesRegadíos privadosProgramas de apoyoTotal
Andalucía20.97615.9003.30040.176
Aragón13.87416.5508.50038.924
Asturias2929
Baleares9742.0002.974
Canarias1.8143.2505.064
Cantabria351.0001.035
Castilla-La Mancha8.1726.0007.85022.022
Castilla y León27.37122.0003.50052.871
Cataluña10.4752.0883.20015.763
Extremadura5.3506.3503.25014.950
Galicia6981.0001.698
Madrid930930
Región de Murcia10.97410.974
Navarra
País Vasco
La Rioja4.5023.5008.002
Cdad. Valenciana15.29815.298
Sin regionalizar5.1502.1387.288
Total121.46968.88840.3505.1502.138237.996

5.11 Efectos esperados del PNR

5.11.1 El PNR y los Planes Hidrológicos de Cuenca

En el epígrafe 4.9 “La demanda y el consumo de agua de riego”, se ha analizado la situación actual de las distintas cuencas según los datos incluidos en los PHC y los obtenidos en el PNR.

En este apartado se va a estudiar la incidencia de la ejecución de los programas propuestos por el PNR al H-2008 en las demandas de riegos.

5.11.1.1 Ahorro y disminución de la demanda de agua derivado de consolidación y mejora de regadíos

La disminución de la demanda bruta debido a las menores pérdidas derivadas de la ejecución del programa de consolidación y mejora del PNR, como consecuencia de la mejora de las eficiencias de riego en los sistemas de aplicación y la mejora de las infraestructuras hidráulicas, nos permite obtener un ahorro de agua, en regadíos dotados y sobredotados lo que provoca una disminución de las necesidades de agua en cabecera de área.

Las disminuciones de pérdidas de agua en la distribución y aplicación de la misma en los regadíos infradotados, produce una disminución de las necesidades de agua y, por tanto, una disminución de los recursos adicionales.

La disminución de los retornos de riego debido a la mejora de la eficiencia de las conducciones y de la optimización de la aplicación del agua en parcela.

El ahorro máximo de agua, disminución de la demanda bruta más el ahorro de agua propiamente dicho, para la totalidad del programa de consolidación y mejora de los regadíos existentes, se estima en 2.751 hm3/año, desglosado en 1.691 hm3 de disminución de recursos adicionales necesarios en regadíos infradotados más 1.876 hm3 obtenido por la disminución de pérdidas de agua en los regadíos actualmente dotados o sobredotados y menos la disminución de retornos cuantificada en 816 hm3.

Como en el caso de los recursos adicionales, y por las mismas razones allí expuestas, la agregación por cuencas carece de sentido físico por lo que no se ha incluido en las tablas.

Esquema con información sobre regadíos sobredotados (distribución del agua suministrada)
Esquema con información sobre regadíos infradotados (distribución del agua suministrada)

AHORRO MÁXIMO DE AGUA (hm3) EN ÁREAS DOTADAS POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaDisminución de pérdidas de agua (hm3)Disminución de retornos (hm3)
Andalucia9229
Aragón262108
Asturias00
Baleares54
Canarias185
Cantabria11
Castilla-La Mancha25393
Castilla y León354212
Cataluña193103
Extremadura17073
Galicia296
Madrid233
Murcia9740
Navarra5221
País Vasco00
Rioja4925
Valenciana27893
Total1.876816

DISMINUCIÓN DE LA DEMANDA EN ÁREAS INFRADOTADAS (hm3) POR COMUNIDAD AUTÓNOMA

Comunidad AutónomaDisminución recursos adicionales necesarios (hm3)
Andalucia570
Aragón265
Asturias0
Baleares0
Canarias18
Cantabria2
Castilla-La Mancha128
Castilla y León290
Cataluña42
Extremadura37
Galicia0
Madrid22
Murcia83
Navarra42
País Vasco3
Rioja2
Valenciana187
Total1.691

5.11.1.2 Demanda futura del PNR Horizonte 2008 y recursos adicionales

Como se ha indicado anteriormente, el PNR sólo analiza la demanda de los regadíos. En este apartado incluimos las demandas originadas por las actuaciones del PNR. Estas actuaciones son compatibles con lo expresado en los Planes Hidrológicos de Cuenca.

Para el cálculo de la demanda futura del PNR tenemos que tener en cuenta, no sólo el aumento de demanda producido en las nuevas transformaciones de regadío, sino también la disminución de la demanda actual producida por el programa de consolidación de regadíos y el ahorro generado por el programa de mejora.

La demanda futura para los regadíos existentes dependerá del grado de cumplimiento de los programas de consolidación y mejora de estos regadíos. Suponiendo que se alcance una ejecución del 50% de los programas, esta demanda estaría formada por la demanda actual menos la disminución de ella conseguida con el programa de consolidación y el ahorro derivado del programa de mejora.

A la demanda futura para los regadíos existentes habrá que añadir las demandas necesarias para los nuevos regadíos (regadíos en ejecución, regadíos sociales y privados).

DEMANDA DE NUEVOS REGADÍOS PNR – HORIZONTE 2008

Comunidad AutónomaSuperficie de regadíos en ejecución (ha)Superficie de regadíos sociales (ha)Superficie de regadíos privados (ha)Superficie total (ha)Demanda nuevos regadíos (hm3/año)
Andalucía23.8034.00027.803146
Aragón26.39320.96747.360278
Asturias0
Baleares2.2502.2509
Canarias4.5004.50031
Cantabria2.5002.5000
Castilla-La Mancha11.91017.00028.910148
Castilla y León43.5556.40049.955264
Cataluña4.6526.20010.85217
Extremadura16.4506.95023.400139
Galicia2.50010
Madrid0
Región de Murcia0
Navarra6.8942.8879.78143
País Vasco5.0005.00016
La Rioja4.7085.2729.98040
Comunidad Valenciana0
Sin regionalizar18.00018.000922
Total138.36586.42618.000242.7911.233
La dotación empleada para el cálculo de la demanda de los nuevos regadíos no coincide con la dotación media por cuenca porque:
•  Se ha calculado de acuerdo con las alternativas de cultivo previstas en cada una de las nuevas zonas.
•  La mejor eficiencia de conducción y distribución en las infraestructuras hidráulicas de nueva construcción y la eficiencia de los sistemas de aplicación del riego en los nuevos regadíos es superior a la de los regadíos existentes.

DEMANDA FUTURA DE RIEGO (hm3) AL HORIZONTE 2008

Comunidad AutónomaDemanda actual de agua riegoIncremento demanda nuevos regadíosDisminución demanda prog. MejoraRecursos adicionales al H-2008Demanda de agua al H-2008
Andalucía5.025146464445.569
Aragón3.2252781311253.497
Asturias2500126
Baleares136937149
Canarias21031930262
Cantabria1501115
Castilla-La Mancha2.2671481261332.422
Castilla y León3.3522641771413.580
Cataluña2.2191796202.160
Extremadura1.695139851601.909
Galicia6190143608
Madrid26801110267
Región de Murcia1.231049721.254
Navarra514432642573
País Vasco40160763
La Rioja342402511368
Comunidad Valenciana2.1150139912.067
Sin regionalizar 102  102
Total23.2981.2339381.29824.891
Nota.- La demanda actual calculada en base a las necesidades de agua de los cultivos y las eficiencias de
riego comprende la demanda suministrada actualmente por los PHC y los recursos adicionales necesarios previstos en el programa de consolidación y mejora de regadíos.

5.11.1.3 Consumo y ahorro de agua al Horizonte 2008

  • VARIACIÓN DE LA DEMANDA AL H-2008

De acuerdo con las previsiones del grado de ejecución de los distintos programas del PNR, para el horizonte 2008 se producirán las siguientes variaciones en las demandas, calculadas en cabecera de las áreas de regadío.

VARIACIÓN DE LA DEMANDA AL H-2008 (hm3)
Incremento de demanda en regadíos en ejecución 733
Incremento de demanda en regadíos sociales 398
Incremento de demanda en regadíos privados 102
Total incremento de demanda al H-2008 1.233
Disminución de demanda derivado del programa de mejora (50%) 938
Disminución recursos adicionales en programa de consolidación (50%) 845
Total disminución de demanda al H-2008 1.783
  • RECURSOS ADICIONALES APLICADOS AL HORIZONTE 2008

Se estima que para el horizonte 2008 se habrán corregido el 50% de las necesidades de recursos adicionales necesarios para la consolidación de la superficie infradotada, lo que supone un total de 2.143 hm3. A esta cifra hay que restarle las disminuciones de recursos adicionales a obtener con este programa y que ascienden a 845 hm3, por lo que el total de recursos adicionales necesarios al Horizonte 2008 se reducen a la cifra de 1.298 hm3.

Total recursos adicionales al H-2008 1.298
  • VARIACIÓN DE LOS RETORNOS DE RIEGO AL HORIZONTE 2008

Los programas de actuación del PNR provocarán una disminución de los retornos de riego estimados en 883 hm3.

Disminución de retornos de agua de riego por mejora 408
Disminución de retornos por corrección de exceso de agua 443
Incremento de retornos por nuevos regadíos 32
Total disminución de retornos al H-2008 883
  • DEMANDA DE AGUA DE RIEGO AL HORIZONTE 2008

Si a la demanda actual para riego le corregimos con las variaciones producidas al aplicar los distintos programas del PNR obtenemos la siguiente demanda al Horizonte 2008:

Demanda actual de agua para riego 23.298 hm3
Incremento demanda nuevos regadíos 1.233 hm3
Disminución por programa de mejora 938 hm3
Recursos adicionales al H-2008 1.298 hm3
Demanda de agua de riego al H-2008 24.891 hm3
  • AHORRO DE AGUA DE RIEGO AL HORIZONTE 2008

El ahorro de agua estimado al Horizonte 2008, disminución de la demanda bruta (845 hm3/año) más el ahorro de agua propiamente dicho (938 hm3/año), para la totalidad del programa de consolidación y mejora de los regadíos existentes, es de 1.783 hm3/año, el cual producirá una disminución de retornos de 408 hm3, por lo que obtendremos un ahorro neto de 1.375 hm3.

Considerando el exceso de agua suministrado en los regadíos en la situación actual, estimado en 3.366 hm3, y suponiendo que, análogamente a los restantes programas de actuación, se habrá conseguido corregir este exceso en un 50%, el ahorro de agua por esta actuación será de 1.683 hm3, con una disminución de retornos de 443 hm3, con lo que el ahorro al H-2008 sería de:

AHORRO Y DISMINUCIÓN DE DEMANDA DE AGUA BRUTO AL H-2008

Programa de mejora 938 hm3
Disminución de recursos adicionales 845 hm3
Disminución exceso de suministro 1.683 hm3
Total ahorro bruto al H-2008 3.466 hm3

AHORRO DE AGUA NETO AL H-2008

Si tenemos en cuenta la disminución de los retornos de agua con los programas de actuación, tendremos un ahorro de agua neto de:

Ahorro y disminución de la demanda bruta 3.466 hm3
Disminución retornos por programa mejora 408 hm3
Disminución retornos corrección exceso suministro 443 hm3
Total ahorro neto al H-2008 2.615 hm3
  • CONSUMO DE AGUA AL HORIZONTE 2008

El consumo de agua al horizonte 2008, igual a la demanda de agua de riego (24.891 hm3) menos los retornos de agua originados por el riego (2.047 hm3), se calcula en 22.844 hm3.

CONSUMO DE AGUA

Demanda de agua de riego H-2008 24.891 hm3
Retornos de agua en la situación actual 2.866 hm3
Disminución de retornos al H-2008 819 hm3
Total consumo al H-2008 22.844 hm3
  • RESUMEN DE CONSUMO Y AHORRO DE AGUA AL HORIZONTE 2008

CONSUMO DE AGUA

Consumo actual 20.432 hm3
Consumo H-2008 22.844 hm3

AHORRO DE AGUA

Ahorro neto total 2.751 hm3
Ahorro neto H-2008 2.613 hm3

5.11.1.4 Influencia de las nuevas superficies del PNR H-2008 en los PHC

Las  nuevas  superficies  a  transformar  que  se  presentan  en  los  programas  de  actuaciones  del  PNR,  están contempladas en la planificación de las cuencas en las que están situadas, dado que la Administración Hidráulica es la competente para llevar a cabo el suministro de agua y las correspondientes infraestructuras de conducción a las zonas, por lo que existe una plena compatibilidad entre las actuaciones previstas en el PNR y el contenido de los distintos PHC, de cara a la asignación y reserva del recurso agua para las mismas.

Por ello cabe señalar lo siguiente:

  • ZONAS EN EJECUCIÓN
  • Baza-Huéscar: Se encuentra ubicada en la cuenca del Guadiana Menor, incluida en la del Guadalquivir, entre los 700 y 1.000 m de altitud; las aguas utilizadas para esta zona se regulan en los embalses de Portillo, San Clemente y Negratín, aguas que podrán ser utilizadas en otras zonas bajas claramente deficitarias. La orientación productiva de esta zona aconseja no continuar con la transformación de la misma al horizonte 2008.
  • Costa Noroeste de Cádiz: Ubicada en la cuenca del río Guadalete, prácticamente en regadío. La pequeña superficie que resta para finalizar su transformación no afecta de forma importante al déficit de esta cuenca.
  • Cuevas de Almanzora: Zona iniciada recientemente que toma el agua de la presa de la Cueva de Almanzora que regula las aguas del río Almanzora, junto con las aportadas por el trasvase Tajo-Segura. Aguas abajo de la zona no existen superficies suceptibles de ser regadas.
  • Chanza: Se abastece de la regulación del río Chanza. Actualmente dispone de la concesión de agua para su finalización.
  • Genil-Cabra: Regada con recursos regulados del río Genil; las aguas no utilizadas en esta zona pueden utilizarse en el bajo Guadalquivir, el cual presenta problemas de déficit de agua. La vocación agrícola de la zona aconseja la finalización de los sectores en ejecución y posponer el resto a los resultados de los análisis macroeconómicos de los sectores actualmente en riego o en ejecución.
  • Río Guaro: Aunque la cuenca Sur es claramente deficitaria, la zona del Guaro se abastece del embalse de la Viñuela, construido en un sistema de explotación suficiente para la transformación de esta zona.
  • Sur Andévalo-Centro: Toma el agua del río Piedras, afluente del río Chanza. Actualmente se está regando en precario. Se pospone a horizonte posteriores la ampliación de la zona.
  • Bárdenas II (2ª Parte), Calanda-Alcañiz (1ª Parte), Canal del Cinca (3ª Parte), Canal del Civán, Monegros I 4º Tramo, Monegros II: Estas zonas se abastecen más o menos directamente del río Ebro o de sus afluentes, cuenca generalmente excedentaria. Los problemas que presentan la transformación en riego de estas zonas, no consisten en el volumen de agua a utilizar, sino principalmente en la rentabilidad de las explotaciones por su vocación agrícola, dirigida en su mayor parte a cultivos COP o forrajeros.
  • Canal de Albacete: El origen del agua es el río Júcar, regulado por el embalse de Alarcón. El recurso hídrico es conducido a la zona por el canal del Acueducto Tajo-Segura. Sólo se contemplan actuaciones en tres municipios con una superficie regable de 6.744 ha, posponiendo a horizontes posteriores la transformación del resto de la zona, 24.681 ha.
  • La Sagra-Torrijos: Se encuentra situada en la cuenca del río Tajo. Tiene una superficie regable de 24.235 ha, estando en ejecución los sectores II y III, por lo que, a pesar de su vocación agrícola hacia cultivos COP, el PNR propone la finalización al Horizonte 2008 de estos dos sectores.
  • La Armuña, Las Cogotas (Z.R. Río Adaja), Margen Izquierda de Tera, Páramo Bajo y Riaño: Son zonas dependientes del río Duero sin problemas de déficit, pero todas ellas tienen una clara vocación agrícola dirigida a cultivos COP y orrajeros por lo que su rentabilidad es muy dudosa, debiendo limitar su transformación a pequeñas superficies que absorban los excedentes de cupos provocados por los abandonos de secano.
  • Aldea-Camarles, Alguerri-Balaguer, A. Vallfornés, Margalef, Muga M.D., Perelló-Rasquera, Pla del Sas, S.Martín de Tous, Segarra-Garrigas y Xerta-Senia. Las zonas del Muga, Vallfornés y S.Martín de T. pertenecen a C.I. Cataluña y el resto a Ebro. Existen ya actuaciones en Alguerri, Vallfornés, Margalef y Muga, siendo el resto de nueva ejecución. En Segarra-Garrigas el MIMAM ha iniciado las conducciones principales.
  • Ambroz, Centro de Extremadura y Zújar: La zona regable de Ambroz se sitúa en la cuenca del Tajo, y debido a su pequeña superficie no crea déficit, por lo que se propone su finalización. Las zonas Centro de Extremadura y Zújar están en la cuenca del Guadiana. En la zona Centro de Extremadura existe ya una inversión importante en los canales de conducción y primarios, competencia del MIMAM; su mayor problema, además del medioambiental, consiste en la viabilidad de las alternativas futuras de cultivo. En la zona regable del Zújar se propone finalizar las actuaciones de los dos últimos sectores (V y VIII) que quedan para su total transformación.
  • Canal de Navarra: El agua para riego de la zona proviene del embalse de Itoiz y llegará a la zona a través del canal de Navarra iniciado recientemente. Se propone la transformación de una pequeña superficie al horizonte 2008.
  • Mendavia: Se abastece de recursos hídricos del propio río Ebro, derivados en el azud de Mendavia; no presenta problemas de abastecimiento y las obras se encuentra en avanzado estado de ejecución.
  • Najerilla: Zona de actuación exclusiva de OH pendiente de finalizar; se encuentra sobre el río Najerilla, regulado con el embalse de Mansilla, en la cuenca del Ebro; sin problemas de déficit.
  • REGADÍOS SOCIALES

Todos ellos tienen la característica común de no superar las 2.500 ha y estar ubicados en áreas donde previsiblemente no deben existir problemas importantes de abastecimiento de agua; su principal función consiste en asentar población en el territorio.

5.11.2 Las actuaciones del PNR H-2008 y el Plan Energético Nacional

Se han calculado los incrementos del consumo eléctrico debido a los programas de actuación del PNR, como consecuencia de las mejoras de los regadíos existentes y de las nuevas transformaciones en regadío.

Dicho incremento desglosado por actividades puede estimarse en las siguientes cantidades:

Programas∆ Consumo (GW.h)
Programa de consolidación y mejora de regadíos450
Regadíos en ejecución157
Regadíos potenciales95
Regadíos privados57
Total759

Este incremento de 690 GW.h representa un 1,8% anual durante un período de diez años, porcentaje que coincide con el consumo actual de riego y que es inferior a los incrementos de consumo de energía previsto por el PEN.

Los programas de mejora de regadío no van específicamente encaminados a producir un ahorro en energía eléctrica, si bien al contrario, provocarán, como se ha indicado anteriormente, un mayor consumo por la utilización de sistemas de riego que exigen mayor energía. Algunas actuaciones de mejora de regadío tienen como objetivo el utilizar la energía en horas valle, bombeando agua y embalsándola en cotas superiores, lo que permite su posterior utilización en horas punta; esta actuación tiene como finalidad la rebaja en las tarifas eléctricas, pero no reducir el consumo de energía.

En las zonas con mayor consumo de energía eléctrica, aquellas que utilizan aguas subterráneas, sus únicas posibilidades de ahorro en energía provienen de los posibles cambios de sistemas de aplicación de riego de alta presión por los de baja presión, y por las hipotéticas recuperaciones de niveles dinámicos de los acuíferos.

El consumo de gasóleo, cuantitativamente minoritario en relación con el consumo de energía eléctrica, tiene mayores márgenes para reducir su consumo, al utilizar instalaciones móviles con bombeos no ajustables a las necesidades de servicio, si bien gradualmente se están sustituyendo por grupos motobomba adaptados a los caudales disponibles o por instalaciones eléctricas, cuando el tamaño de la parcela lo aconseja económicamente.

El consumo de gasóleo, cuantitativamente minoritario en relación con el consumo de energía eléctrica, al utilizar instalaciones móviles con bombeos no ajustables a las necesidades de servicio, tiene márgenes más amplios para reducir su consumo. Actualmente se están sustituyendo dichas instalaciones por grupos motobomba adaptando a los caudales disponibles y las necesidades de los cultivos, o por instalaciones eléctricas cuando el tamaño de las parcelas lo aconsejan económicamente; por tanto, ya se ha iniciado el proceso de reducción del consumo de gasóleo para el riego.

5.11.3 Las actuaciones del PNR H-2008 y el empleo

Las transformaciones de secano a regadío generan una mayor demanda de empleo, no solamente por la propia actividad del regadío sino por la posibilidad de implantar cultivos de mayor rentabilidad económica que generalmente exigen un mayor número de jornales (hortalizas, frutales, forrajes).

Los incrementos de jornales originados por el riego son muy variables en todo el territorio nacional, dependiendo principalmente de los posibles cambios de las alternativas de cultivo, de los sistemas de riego empleados y de los sistemas de cultivo, así puede variar desde un 10% para un cereal con riego por aspersión con cobertura total, a un 100% en los cultivos continentales con riego por gravedad, un 400% en frutas y hortalizas y un 4.000% en cultivos forzados.

El PNR entre sus objetivos incluye la fijación de la población rural, ésta puede conseguirse mediante la implantación de cultivos intensivos con una mayor demanda de mano de obra o por el aumento de la rentabilidad de las actuales explotaciones agrarias de forma que se impida que éstas sean abandonadas por los agricultores.

El PNR ha analizado para cada uno de los programas de actuación previstos la creación de empleo permanente debida a la propia actividad agraria y la generada como consecuencia de la ejecución de las obras no incluyéndose el empleo indirecto que se generará como consecuencia de los programas de actuaciones.

Estos cálculos han sido efectuados por comarcas agrarias en el estudio de los regadíos y la economía incluido en el apartado 8.4., y del análisis de los mismos se desprende que los mayores incrementos de la mano de obra se producen en las comarcas mediterráneas y atlántica sur.

Debido al extenso número de comarcas analizadas se elabora el cuadro adjunto con los valores de variación de la mano de obra en UTH generada por Comunidad Autónoma y para cada uno de los programas de actuaciones. En el mismo se presentan las variaciones de la mano de obra generada en UTH consecuencia de la realización de los programas de actuación incluidos en el Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008.

  • Programa de consolidación y mejora.

Se han analizado por separado las consecuencias en el empleo rural de los distintos programas obteniéndose cifras muy variables, dependiendo no sólo de las actuaciones en sí mismas sino además de la comarca donde se ejecutan, desprendiéndose las siguientes conclusiones:

Para el programa de consolidación y mejora de regadíos, en algunas Comunidades Autónomas se produce un decremento del empleo agrario, debido principalmente a la modernización de las instalaciones y a la mejora en la gestión, con una mejor aplicación del agua y un ahorro de la mano de obra.

Destacan entre las Comunidades Autónomas con signo positivo la de Andalucía, donde esta modernización conlleva un cambio de uso del suelo hacia cultivos intensivos, que demandan una mayor mano de obra, en una mayor proporción que en el resto del territorio.

Entre las Comunidades Autónomas con signo negativo destacan las de la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, donde una gran proporción de la superficie en riego se dedica a cultivos hortícolas intensivos, y donde se prevé que este programa actúe principalmente en la modernización de las estructuras existentes y en el cambio en los sistemas de riego, dirigido hacia una mejor utilización del recurso agua, lo que unido a una menor utilización de mano de obra, mejorará la rentabilidad de las explotaciones agrarias.

Este programa de consolidación y mejora de regadíos existentes generará 14.574 UTH permanentes y 45.702 UTH/año para el período de 8 años de ejecución del PNR.

  • Programa de regadíos en ejecución.

Analizando los regadíos en ejecución se detecta la enorme variabilidad existente en cuanto a la mano de obra generada como consecuencia de la diversidad de cultivos a implantar, así como del sistema de cultivo aplicado. Así en la Comunidad Autónoma de Andalucía, donde las actuaciones en nuevas superficies regables se concentran en la costa (zonas regables de Chanza, Guaro y Cuevas de Almanzora), se obtienen mayores incrementos en la mano de obra, obteniéndose los menores aumentos por hectárea transformada en las Comunidades Autónomas del interior peninsular (Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Extremadura).

Para el programa de regadíos en ejecución se crearán a nivel nacional 18.255 UTH de forma permanente y como consecuencia de la realización de las obras 12.140 UTH/año a lo largo de los 8 años de vigencia del PNR.

  • Programa de nuevos regadíos.

Por su propia definición, en los regadíos sociales donde las zonas a transformar son de pequeña extensión y donde se pretende fijar la población rural evitando el despoblamiento, el porcentaje de cultivos intensivos será superior a los previstos en las extensas zonas de regadíos en ejecución, por lo que para cada una de las Comunidades Autónomas se obtiene como regla general una mayor creación de empleo por hectárea en los regadíos sociales que en los regadíos en ejecución.

Para el conjunto nacional, con el programa de regadíos de interés social se prevé la creación de 6.551 UTH de carácter permanente y 9.033 UTH/año derivados de la ejecución de las obras de regadíos de interés social para el período de 8 años, y con el programa de regadíos privados 976 UTH permanentes y 1.108 UTH/año generados por la ejecución de la obra.

Teniendo en cuenta la totalidad de los programas de actuaciones del Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008, se crearán 40.356 UTH de carácter permanente y 67.983 UTH/año como consecuencia de la ejecución de las obras a lo largo del período de los 8 años de vigencia del PNR.

En esta síntesis sobre el Plan Nacional de Regadíos al H-2008 y la creación de empleo, no se ha incluido el ratio inversión/empleo generado, pues un análisis somero del mismo podría llevar a conclusiones erróneas por las siguientes razones:

En el programa de consolidación y mejora de los regadíos existentes, uno de los objetivos principales es la mejora de la rentabilidad de las explotaciones y la mejora de la calidad de vida de los agricultores, siendo secundaria en este programa la creación de empleo, por lo que el ratio inversión/empleo generado no es indicativo.

En los regadíos en ejecución el PNR calcula las inversiones de las Administraciones Agrarias necesarias para la transformación en riego de las superficies incluidas en el programa de actuación, encontrando que en ciertos sectores donde su puesta en riego depende de las últimas actuaciones se obtendría un ratio inversión/empleo mucho más bajo que en aquellas cuya transformación apenas está iniciada.

VARIACIÓN DE LA MANO DE OBRA EN UTH SEGÚN PROGRAMAS DE ACTUACIONES

Comunidad AutónomaConsolidación y mejoraRegadíos en ejecuciónRegadíos socialesRegadíos privadosTotal
Superficie (ha)Mano de obraSuperficie (ha)Mano de obraSuperficie (ha)Mano de obraSuperficie (ha)Mano de obraMano de obra
Permanent e (UTH)Eventual UTH/añoPermanente (UTH)Eventual UTH/añoPermanent e (UTH)Eventual UTH/añoPermanent e (UTH)Eventual UTH/añoPermanente (UTH)Eventual UTH/año
Andalucía288.73318.7927.44423.80314.2723.2704.0001.64072034.70411.434
Aragón142.332295.00026.3931.0562.04520.9678391.8161.9248.861
Asturias2071010
Baleares4.5313512.250225405225756
Canarias11.2736544.5001.8007661.8001.420
Cantabria1.276122.500125455125467
Cast-Mancha91.925-2232.94511.91059666317.0006801.7151.0535.323
Cast-León192.502-599.86343.5554354.1676.4006458144014.611
Cataluña77.880-6863.7754.6524652986.200310620894.693
Extremadura63.925-2651.92816.4509873786.9503726951.0943.001
Galicia6.4562512.500250455250706
Madrid13.550335335
Murcia69.872-1.4783.955-1.4783.955
Navarra32.505231.7926.8942097842.887862833182.859
P.Vasco4.371262525.000146459172711
Rioja18.037-1491.6224.7082355355.2722645183502.675
Valenciana115.519-1.4365.513-1.4365.513
Sin regionalizar18.000857973857973
Total1.134.89414.57445.702138.36518.25512.14086.4266.8019.48818.00085797340.48768.303

5.11.4 Efectos esperados en las producciones agrarias

Se ha calculado a nivel nacional el incremento de producción que supone para todos y para cada uno de los programas de actuación en dos supuestos: Propuesta del P.N.R al horizonte 2008 y ejecución completa de todos los programas del PNR al horizonte 2008.

  • Consolidación y mejora de regadíos

Se ha realizado una estimación, según la metodología propugnada por la FAO, de los incrementos de la producción por la disminución del estrés hídrico existente en las superficies infradotadas de acuerdo con los valores del factor Ky de respuesta, para las distribuciones de cultivo existentes en las áreas infradotadas.

Al haberse superado los correspondientes cupos, determinados incrementos de producción, tales como la remolacha, exigirán su comercialización a precios de mercado.

En el programa de consolidación de regadíos se han considerado entre las superficies infradotadas las de aquellas explotaciones que en la actualidad poseen una infraestructura de regadío pero que no están siendo regadas por falta de agua. La distribución de los cultivos, análogamente al apartado anterior, será semejante a la distribución actual de superficies de cultivo de los regadíos existentes en el entorno.

  • Superficies de nuevos regadíos

A efectos del análisis de producciones se han diferenciado entre los regadíos de interés social y los regadíos individuales correspondientes a iniciativas privadas.

En el primer caso se ha considerado un total de 86.426 ha, con una distribución de superficies por cultivos, obtenida de la base de datos del PNR, de forma que la alternativa de cada zona propuesta sea similar a la de los regadíos de su entorno.

En el caso de los regadíos transformados por iniciativa privada, a las 35.000 ha estimadas (incluidas las 18.000 ha subvencionadas) se les ha atribuido una distribución de cultivos de un 40% olivar, 15% cítricos y frutales, 15% viñedo, 15% hortícolas, 10% cultivos herbáceos (COP) y 5% alfalfa y forrajes.

  • Regadíos en ejecución

Para cada una de las zonas regables en ejecución se han seleccionado las alternativas de cultivos futuras de acuerdo con las orientaciones productivas de cada zona y la distribución actual de las superficies de cultivo de regadío en las áreas de riego donde se encuentran localizadas, obtenidas de los Estudios de Caracterización y Tipificación.

5.11.4.1 Balances de producciones al aplicar los programas de actuaciones

  • Balance con la propuesta de actuaciones del PNR al H 2008

Partiendo del balance actual, se estima la situación al H 2008, calculando las disminuciones debidas al abandono de superficie de cultivos de secano y a las pérdidas de las producciones derivadas de la disminución de la superficie de secano como consecuencia de las transformaciones en regadío y los incrementos debido a todos los Programa de Actuación al H-2008,  consolidación  y  mejora  de  regadíos,  regadíos  en  ejecución,  nuevos  regadíos  de  carácter  social  y  privados, obteniéndose los balances de producciones por cultivo y programas de actuación al H-2008.

INCREMENTOS DE PRODUCCIONES SECANO-REGADÍO(MILES DE t) SEGÚN LOS PROGRAMAS PROPUESTOS POR EL PNR AL H-2008

COPMaízArrozPatataRemolachaAlgodónForrajesHortofrutícolaViñaOlivar
  Consolidación y mejora de regadíos H 2008 334,1 144,6  2,6  108,4  173,3  24,6  156,8  1.747,30 63,8 120,6
Regadíos en ejecución H-2008 116,1 123,0  21,2  173,0  0,0  6,1  412,5  940,9  1,8  3,4
Nuevos regadíos de interés social H-2008  49,1  63,5  0,6  160,1  224,7  0,8  38,2  240,8 24,9  17,1
Abandono de tierras -291,8  0  0  -40,3  -33,1  0  -142,6  -15,4  -60  -66,3
Regadíos privados -15,6  14,5  0  -3,5  -2,9  0  81,4  244,9 35,3  33,3
Variación de las producciones PNR H-2008  191,9 345,6  24,4  397,7  362,0  31,5  546,3  3.158,5 65,8 108,1
% Incremento sobre producción nacional H-2008  0,8  9,0  3,2  9,5  4,2  11,3  3,0  17,6  1,3  2,5
  • Balance con la propuesta del total de actuaciones del PNR

INCREMENTOS DE PRODUCCIONES SECANO-REGADÍO (MILES DE t) SEGÚN LA TOTALIDAD DE LOS PROGRAMAS DEL PNR

COPMaízArrozPatataRemolachaAlgodónForrajesHortofrutícolaViñaOlivar
  Consolidación y mejora de regadíos  690,5  316,8  13,3  253,4  359,9  50,9  414,1  3.661,7 128,8 246,8
Regadíos en ejecución  676,1  722,3 116,5  759,0  0,0  22,4  2.552,2  1.905,8  40,0  37,8
Nuevos regadíos de interés social H-2008  866,6  883,0  20,0 1.599,1  1.770,4  7,3  2.250,0  2.986,2  50,2 182,8
Abandono de tierras  -291,8  0,0  0,0  -40,3  -33,1  0,0  -142,6  -15,4 -60,0  -66,3
Regadíos privados -15,6  14,5  0,0  -3,5  -2,9  0,0  81,4  244,9  35,3  33,3
Variación de la producción. Totalidad PNR 1.925,8 1.936,6 149,8 2.567,7  2.094,3  80,6  5.155,1  8.783,2 194,3 434,4
% Incremento sobre producción nacional H-2008  8,4  50,6  19,6  60,3  24,8  29,0  28,4  49,3  3,9  9,8
  • Incremento de superficie al aplicar los programas de actuaciones

Se ha calculado los incrementos de superficie originados con las propuestas de actuaciones del PNR.

VARIACIONES DE SUPERFICIES SECANO-REGADÍO (MILES DE ha) RESULTADO DE APLICAR LOS PROGRAMAS DEL PNR AL H 2008

COPMaízArrozPatataRemolachaAlgodónForrajesHortofrutícolaViñaOlivar
Regadíos en ejecución  -40,3 18,4  3,5  6,1  -0,2  1,6  12,5  34,3 -0,3  0,0
Nuevos regadíos interés social H 2008  -16,6 10,5  0,1  5,2  4,5  0,3  -2,3  10,5 -0,1  0,7
Nuevos regadíos privados  -23,8  3,3  0,4  0,1  0,0  0,2  2,0  14,1  2,0  8,5
Abandono de tierras -347,0  0,0  0,0  -3,5  -1,5  0,0  -7,5  -4,0 -40,0  -68,5
Variación de superficie H 2008 -427,7 32,2  4,0  7,9  2,8  2,1  4,7  54,9 -38,4  -59,3
% Variación de superficie sobre total nacional al H-2008  -3,8  6,7  3,7  3,7  1,6  2,6  1,2  5,5  -3,4  -2,8

VARIACIONES DE SUPERFICIES SECANO-REGADÍO (MILES DE ha) RESULTADO DE APLICAR LA TOTALIDAD DE LOS PROGRAMAS DEL PNR

COPMaízArrozPatataRemolachaAlgodónForrajesHortofrutícolaViñaOlivar
Regadíos en ejecución -183,7 112,3  20,4  28,3  0,0  6,8  82,1  85,6 -0,5  0,0
Nuevos regadíos interés social -227,1 151,6  3,2  51,3  36,3  2,3  17,0  148,2 -1,7  24,2
Nuevos regadíos privados  -23,8  3,3  0,4  0,1  0,0  0,2  2,0  14,1 2,0  8,5
Abandono de tierras -347,0  0,0  0,0  -3,5  -1,5  0,0  -7,5  -4,0 -40,0  -68,5
Total transformación -781,6 267,2  24,0  76,2  34,8  9,3  93,6  243,9 -40,2  -35,8
% Variación de superficie sobre total nacional  -6,8  55,1  22,5  36,1  21,8  12,0  20,6  24,7-3,1  -1,6
Gráfica que representa las toneladas de producción por grupos de cultivo en secano y regadío
Gráfica que representa las hectáreas de producción por grupos de cultivos en secano y regadío
  • Resumen de la influencia de los programas de actuaciones

En el análisis de la influencia de los programas de actuación en las producciones totales y superficie de secano y regadío hay que matizar que la superficie correspondiente a los COP incluye el barbecho tradicional, y las producciones de referencia han sido tomadas de los datos correspondientes a los datos medios.

Del estudio de los cuadros incluidos anteriormente, se deducen las conclusiones cuyo resumen se expone en los epígrafes que siguen.

  • Influencia del programa de actuaciones propuesto al H 2008

Del análisis de los incrementos de producción al H-2008 con el del año de referencia (1996) se deduce que en cultivos COP se produce un ligero aumento del 0,8%, junto con un notable incremento del maíz (9,0%). En superficie la reducción de cereales es de catorce veces superior al crecimiento de la del maíz, esta disminución se debe principalmente al abandono de cultivos marginales de secano.

Se producirán aumentos poco significativos, próximos al 3% en arroz, forrajes y olivar y alrededor del 1% para el viñedo.

Aumentos significativos y con gran importancia en el mercado se producirán para la patata (9,5%), el algodón (11,3%) y los productos hortofrutícolas (17,6%).

  • Influencia de la ejecución del total de programas del PNR

En el hipotético caso de desarrollarse la totalidad de los programas contemplados en el PNR, las consolidaciones y mejoras, la finalización de las zonas en ejecución, y el desarrollo de todos los regadíos potenciales, en el horizonte temporal analizado y con la política agraria actual de la Unión Europea, los desequilibrios que se producirían en el mercado agrario nacional serían realmente importantes y muy difícilmente asumibles. Es por ello que, sin perjuicio de la necesaria y previa acreditación de las disponibilidades hídricas que debe contemplarse en los Planes Hidrológicos, las posibles futuras nuevas transformaciones de regadío deben ser cuidadosamente estudiadas desde este otro punto de vista antes de proceder a su definitivo desarrollo.

6 Desarrollo y ejecución del Plan Nacional de Regadíos

6.1 Introducción

El Plan de Regadíos Horizonte 2008, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en coordinación con las Comunidades Autónomas (CC.AA.), necesita para su implementación de la definición de un modelo de gestión para conseguir que las actuaciones que se exponen en sus programas de desarrollo que, a su vez, generan un determinado nivel de inversiones, sean operativas por parte de las Administraciones implicadas, con el mayor nivel de rentabilidad y máxima eficiencia.

Para ello, es necesario fortalecer el establecimiento de un Acuerdo Marco de colaboración entre el MAPA y las distintas CC.AA., en el que se definan los principios que regulen los mecanismos de colaboración entre las Administraciones competentes en materia de regadíos, para una mejor coordinación de la ejecución y financiación del Plan.

No hay que olvidar que el PNR promueve el máximo consenso, dentro de un propósito de cooperación y colaboración entre el Estado y las Comunidades Autónomas, en una tarea común en la que concurren dos ámbitos competenciales para el desarrollo de los regadíos en España. El MAPA y las CC.AA. acuerdan objetivos territoriales, convienen actuaciones y establecen conjuntamente los instrumentos de ejecución entre los que hay que señalar al antecitado Acuerdo Marco de Desarrollo del PNR y los Convenios Específicos de Colaboración, que tengan en cuenta las especificidades de cada Comunidad Autónoma, dentro de los criterios y pautas generales del PNR.

6.2 Marco de referencia

En primer lugar, se hace necesario señalar el marco global financiero del PNR, que alcanza los 836.005 millones de pesetas de inversión, entre la pública y la privada, no superando los 237.996 millones de cofinanciación con cargo a los Presupuestos Generales del Estado al 31 de diciembre de 2008, para la totalidad del mismo. La inversión conjunta con cargo a los presupuestos de las Comunidades Autónomas tampoco superará a la anterior fecha los 264.035 millones de pesetas, correspondiendo 333.974 millones de pesetas a los agricultores beneficiarios de los distintos programas de actuación del Plan.

Para cada Comunidad Autónoma se define un marco presupuestario y financiero de acuerdo con el coste de las actuaciones convenidas con cada Administración.

En segundo lugar, se considera, que complementariamente a la normativa autonómica, las Sociedades Estatales de Infraestructuras Agrarias (SEIASAS), constituyen uno de los instrumentos básicos para la promoción y ejecución de las obras de mejora y consolidación de regadíos, en coordinación con las CC.AA. Las actuaciones cuya ejecución se acuerde realizar a través de las SEIASAS requerirá la previa declaración de interés general que se propondrá por el Gobierno de la Nación a instancias del MAPA, previo acuerdo con la Comunidad Autónoma y oídas las Comunidades de Regantes y Usuarios, como potenciales beneficiarias.

En tercer lugar, corresponde al MAPA la realización de los trámites ante las Instituciones Comunitarias y Nacionales para la consecución de los retornos comunitarios que correspondan.

Finalmente, las CC.AA, cofinanciarán las actuaciones de todos los  programas del PNR en los términos previstos dentro del Programa Operativo Horizontal de Mejora de Estructuras en las regiones de Objetivo nº 1, del Programa de Desarrollo Rural para la mejora de estructuras de producción en regiones situadas fuera de Objetivo nº 1 y  del Programa Operativo Integrado de Cantabria como región en régimen de transición.

6.3 Aceptación del Plan

Tras múltiples acuerdos bilaterales y multilaterales con las CC.AA. el Gobierno propone el PNR-Horizonte 2008, como texto único de consenso básico ante las correspondientes Instancias. Cualquier modificación que se pretenda introducir por cualquier causa, en los distintos trámites hasta su aprobación definitiva, requerirá el consenso previo con las Administraciones afectadas por aquéllas.

Por su parte, las CC.AA. aceptan el contenido del PNR, fruto del consenso con ellas, asumiendo el contenido de la totalidad de los programas de actuación para su territorio.

6.4 Flexibilidad y dinamismo del Plan

La planificación de regadíos debe de responder a una serie de principios que sean capaces de incorporar los cambios institucionales, económicos y sociales, las nuevas tendencias y criterios contenidos en el Tratado de la Unión y en los Reglamentos y Directivas que afecten de forma indirecta o directa al desarrollo del regadío.

Entre estos principios podemos citar el de flexibilidad, por lo que se trata de adaptar la planificación de regadío a las condiciones variables de los mercados motivadas por cambios políticos, sociales y económicos. En definitiva, una planificación flexible y revisable periódicamente es la única forma de protegerse en un escenario de incertidumbres.

Estos principios se incorporan por primera vez a una planificación nacional de los regadíos y son la base y la garantía del necesario consenso que favorezca el equilibrio entre los legítimos intereses territoriales.

6.5 Revisión de actuaciones

Como consecuencia de la introducción en el PNR del principio de flexibilidad, se señala la fecha de 31 de diciembre del año 2003 para iniciar su revisión consensuada, teniendo en cuenta una serie de criterios básicos.

Entre otros podemos señalar el del análisis del grado de cumplimiento de lo previsto en el PNR a esa fecha; la consideración de las necesidades o prioridades sobrevenidas hasta el 31-12-2003, que aconsejarían contemplar nuevas actuaciones dentro de las no previstas o no dotadas en el PNR; el estado de ejecución y financiación de los Programas Horizontales al 31-12-2003; el volumen de actuaciones iniciadas; el gasto público comprometido hasta el 31-12-2008 y el de disponibilidad financiera máxima para el periodo 1-1-2004 a 31-12-2008.

La Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural establecerá una ponderación de los anteriores criterios y, a la vista de ésta, el MAPA, oídas las CC.AA. decidirá antes del 31-3-2004, la incorporación de nuevas actuaciones de las no previstas o no dotadas.

La ampliación o el trasvase de actuaciones, solo se podrá realizar sobre el número de hectáreas no actuadas contempladas en el PNR – H-2008 y sobre un catálogo de actuaciones propuesto.

En relación con las zonas incluidas en este catálogo, propuestas por las CC.AA., el MAPA se compromete a su análisis y estudio conjunto con las CC.AA. y el MIMAM, tanto en lo referente a la disponibilidad de agua, como a su viabilidad técnica, económica, social y ambiental. Del resultado de estos análisis, el MAPA y las correspondientes CC.AA.. decidirán su ejecución. Si la ejecución de algunas zonas incluidas en el catálogo, pertenecientes a una Comunidad Autónoma, resultara inviable, el MAPA recabará a la correspondiente Comunidad Autónoma un nuevo listado, que se tratará con la metodología expuesta anteriormente.

6.6 Seguimiento del Plan

El análisis y seguimiento del PNR se realizará por el Consejo Interterritorial para la Gestión del Plan Nacional de Regadíos que, presidido por el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, resolverá cualquier incidencia referente a la correcta ejecución del Plan a lo largo del periodo de vigencia.

6.7 Ejecución de las obras del Plan

Para la ejecución de las obras de mejora y consolidación de regadíos declaradas de interés general y que figuren en el Plan, se utilizarán la estructura y mecanismos de financiación de las SEIASA, de acuerdo con una serie de criterios básicos de actuación.

Si no existe declaración de interés general de la citada obra, la SEIASA solo podrá intervenir en la financiación de la misma en los términos previstos en los Estatutos de la sociedad.

Las obras de mejora y consolidación de regadíos que afecten a Comunidades de Regantes de pequeña superficie, se ejecutarán prioritariamente a través de los mecanismos de los Presupuestos Generales del Estado y de los de las CC.AA..

El orden de inicio y ejecución de las obras de mejora y consolidación, se fijará de acuerdo con las previsiones de las Administraciones Públicas competentes, de acuerdo con las Comunidades de Regantes afectadas.

Además de la participación de las SEIASA, las actuaciones contempladas en el PNR podrán ser ejecutadas de acuerdo con la normativa de la Administración General del Estado o Autonómica, previamente convenida entre las Administraciones afectadas y destinada al desarrollo de las actuaciones relacionadas con los regadíos en ejecución, las nuevas transformaciones o los regadíos existentes, de acuerdo con lo establecido por la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario.

6.8 Dirección y coordinación administrativa de las obras

La dirección y coordinación administrativa de las obras y actuaciones contempladas en el PNR por parte de la Administración General del Estado, será ejercitada por el MAPA a través de la Dirección General de Desarrollo Rural. La Comunidad Autónoma, de acuerdo con sus competencias, designará sus órganos directivos y administrativos responsables.

La Comunidad Autónoma podrá proponer la designación de un Vocal-Consejero en el Consejo de Administración de la SEIASA que actuará en su ámbito territorial, previa modificación de los estatutos sociales de la misma.

6.9 Revisión del sistema normativo

El MAPA promoverá un Grupo de Trabajo que presente a la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, una propuesta referente a la revisión del sistema normativo aplicable a la ejecución de las obras del PNR no ejecutadas con cargo a las SEIASA.

6.10 Acuerdos especiales

Adicional y complementariamente a las previsiones del PNR, es necesario recoger dentro de la planificación general aquellas actuaciones singulares que por razones de especificidades territoriales aconsejen establecer los mecanismos de apoyo técnicos y financieros de la Administración General del Estado a la ejecución de determinados proyectos concretos en materia de regadíos.  Sin perjuicio de otras actuaciones que en el futuro puedan establecerse, actualmente se han formalizado los siguientes acuerdos de referencia.

b) Protocolo de intenciones entre el MAPA y la Consejería de Agricultura, Comercio e Industria del Gobierno de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares para la realización de obras de regadío y optimización de recursos hídricos.

En el mes de abril del año 1999 se firma el antecitado Protocolo con una duración límite del 31 de diciembre del año 2012.

La Ley 30/98, de 29 de julio, de Régimen Especial de las Islas Baleares, reconoce la existencia del hecho insular, y que éste debe ser atendido al formular políticas concretas con objeto de tratar de compensar económicamente el desequilibrio que puede generar la insularidad.

Este Protocolo tiene carácter complementario al Plan Nacional de Regadíos en las Islas Baleares, reconociéndose en él, la especificidad de los problemas hídricos de esa Comunidad Autónoma, previéndose en éste una serie de inversiones adicionales con un horizonte temporal más amplio que permita paliar eficazmente los mismos.

c) Protocolo de intenciones entre el Ministerio de agricultura, Pesca y Alimentación y la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias para la realización de las obras de regadíos y optimización de recursos hídricos en la Comunidad Autónoma de Canarias.

En el mes de enero de 2000, se firma el Protocolo con una duración hasta el 31 de diciembre de 2012.

La Ley 19/1994, de 6 de julio, de Modificación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, reconoce el hecho insular canario que la convierte en región ultraperiférica de la Unión Europea, por lo que debe ser compensada a través de políticas específicas y suficientes.

El presente Protocolo tiene carácter complementario al PNR en las Islas Canarias, reconociendo éste la especificidad de los problemas hídricos en el archipiélago, estableciéndose un compromiso de acuerdo para elaborar uno o varios planes plurianuales de inversiones a ejecutar en el horizonte señalado.

  • La consideración de los principios de cohesión y equidad dentro de la planificación de regadíos, aconseja introducir una serie de actuaciones que bajo una misma denominación se desarrollan en el territorio de dos Comunidades Autónomas colindantes, como es el caso de País Vasco y Castilla y León.

En definitiva, se trata de reducir la diferencia de renta, calidad de vida y vertebración territorial, entre zonas rurales colindantes, en explotaciones con base territorial en las dos precitadas CC.AA. que, además, presentan una elevada aceptación entre los agricultores afectados, y que trata de mantener el equilibrio entre los distintos grupos de agricultores para que no exista una discriminación por razón de situación de residencia.

No hay que olvidar que el Estado, a través del artículo 149.1.13 de la Constitución Española, tiene como competencia exclusiva “la base y coordinación de la planificación general de la economía”, que junto con el desarrollo de la doctrina constitucional referente a la colaboración y cooperación entre el Estado y las CC.AA., en los casos de concurrencia de dos ámbitos competenciales, como es el tema de regadíos, se legitima al Gobierno para tomar estas decisiones.

También es de señalar, que la especial organización administrativa de las Instituciones de la Comunidad Autónoma del País Vasco, en las que existen competencias que se desarrollan a través de las Diputaciones Forales de los distintos Territorios Históricos, como es el caso de la Diputación Foral de Alava, en temas de  regadíos, que cuenta con un Plan de Regadíos redactado por su Departamento de Agricultura,  y en la que las ayudas e inversiones en regadíos están legisladas mediante el Decreto Foral 705/1992, de 6 de octubre, y Decreto Foral 29/1994, de 15 de marzo, siendo estas ayudas establecidas para el desarrollo de infraestructuras, directamente  ligadas a la actividad agraria prevista en el artículo 20 del Reglamento CEE 2328/91.

Todo ello hace necesario introducir en el marco del PNR las actuaciones en tres zonas regables, cuyas obras de mejora y consolidación de regadíos, fueron declaradas de interés general en el artículo 78 de la Ley 14/2000, de 29 de diciembre. Estas zonas son:

Valles Alaveses9.200 ha en Álava
2.800 ha en Burgos
Río Rojo-Berantevilla 744 ha en Condado Treviño
756 ha en Álava
Rioja Alavesa (zona este) 4.500 ha en Álava

Es de señalar, que así como las dos primeras zonas se extienden, como anteriormente se señaló, por el territorio de las CC.AA. colindantes, la tercera es la ampliación de una zona regable que figura en el programa de regadíos sociales del P.N.R.

6.11 Cláusula de garantía

Una vez en vigor el PNR, todas las modificaciones que sea necesario introducir durante el desarrollo del mismo, se tramitarán y por tanto se decidirán en el marco del CONSEJO INTERTERRITORIAL PARA LA GESTION DEL PLAN NACIONAL DE REGADÍOS, citado en el punto 6.6, como garantía de correcta y eficiente ejecución del PNR a lo largo de su periodo de vigencia, comenzando éste sus funciones de manera simultánea a la aprobación definitiva del Plan, y regulándose su actuación por sus propios normas de funcionamiento interno, consensuadas con las CC.AA.

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